Percy Jackson a Rick Riordan, así como de cualquier otro elemento de cualquier otra obra, creación que aparezca, créditos a quien corresponda

—Pensamientos—

—Hablando—

<acción>

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El ultimo mundo visto realmente sorprendió a todos, desde los dioses viendo que a través que de la ciencia humana, se cree un monstruo; los amigos de Percy Jackson en shock, preocupación y tristeza y algunos en negación por la contraparte de su amigo. Algo que ocurría también con el chico en cuanto su contraparte. Otros sorprendidos porque una clase de monstruo que se supone que solo es ficción pueda existir o ser creado. Poseidon con sentimientos de furia e impotencia hacia el destino de su hijo, bueno de la contraparte de su hijo.

Algunos dioses empezaron a tener el pensamiento de que tal vez deberían vigilar más a los mortales.

Grover tratando de animar a su mejor amigo sobre que era otro mundo, con el ojiverde haciendo lo mismo con su amigo que estaba en el mismo estado que él.

Los griegos del futuro estaban maldiciendo la suerte de su amigo, el como que los destinos no lo dejaban en paz, y mucho más. Algunos de los romanos compartiendo solo unos cuantos pensamientos de los griegos.

Necesitaron tiempo para calmarse y procesar lo visto.

...

Hestia veía a todos los demás, lo que causaba que se sintiera enojada y feliz, debido a que podía ver que los descendientes de los dioses, empezaban a unirse entre ellos poco a poco, sería un trabajo largo pero posible, después de todo los griegos del futuro se veían que eran unidos; pero también podía ver el dolor que tenían. También que con todo lo que estaba pasando los dioses, podrían interactuar con sus hijos, lo que la hacia esperar que esto pudiera hacer que los inmortales se preocupen más por sus hijos, en especial ahora sin Zeus como rey (que hablando del destronado rey,él y los otros dioses asu lado, habían sido puestos bajo el poder de Hypnos y Morpheus, cuando empezaron a mostrar signos de despertar). Hestia ya tenía claro que su sobrino de ojos verdes era la clave de esto, la clave del cambio, eso era lo que la molestaba, no porque despreciara al chico, no claro que no; sino porque la diosa carecía de duda alguna de que el chico se tuvo que ponerse en peligro, lastimarse, sufrir, por las acciones de su familia, por los errores de los dioses, al chico no le correspondía arreglar los problemas de los dioses. Ella estaba decidida a cambiar eso.

...

Una vez que el publico se calmo lo suficiente, decidieron continuar con la proyección, observaron el cambio de mundo al ver Segundo Mundo, pero se sorprendieron por que una especie de antena diferente a la que salio inicialmente de la maquina se desplegó, pero no se volvió a meter, tenían curiosidad por ello.

Después del décimo octavo intento, Percy perdió total interés. Ya sea por su déficit de atención, o quizás por el simple hecho de que estaba aburrido, pero actualmente se hallaba analizando minuciosamente las orejas de Medea Lily. Realmente no lo pensó en un comienzo, pero tras unos minutos sus ojos verde azulados no podían dejar de ver con curiosidad las élficas puntas que sobresalían del lacio y pálido cabello azul.

Varios estaban igual que Perseo veían a la joven Medea con curiosidad por sus orejas. Especialmente los que no se habían percatado de ello antes.

Su mano siniestra se estiraba sigilosamente, extendiendo el dedo índice con claras intenciones de rozar la cavidad auditiva, sin saber que dicha acción había sido percatada por la Servant que en lugar de reprocharle algo terminó paralizándose y obteniendo un rubor creciente en sus mejillas. Percy tenía al menos como excusa el haber conocido a alguien con un rostro, estatura, actitud y demás características imaginables de duende, sin contar que también era capaz de prenderse fuego, pero nunca había visto a alguien con tales orejas más allá de las películas de fantasía.

Las dos Annabeth se molestaron, aunque la más joven reprimió ese sentimiento al darse cuenta de porque se sentía así. 

Leo por alguna razón se sintió ofendido, en especial cuando varios de su época lo voltearon a ver.

-Ya tócalas de una vez! – un grito sacó su ensimismamiento al semidiós, siendo que la propia bruja de Colchis estaba cansada de tanto suspenso.

El sentimiento en el público fue de sobresalto no se esperaban el gritó.

Suspenso que nadie se atrevía a romper ya que era mucho más interesante que ver a Gudako tener espuma en la boca mientras era sostenida por Mash y un robusto, dígase mejor gordo, Servant. Todo esto sucediendo al mismo tiempo que un sujeto con sombrero de ala y un ser de gran estatura que portaba una máscara cadavérica fulminaban con la mirada al pobre semidiós que trataba lo mejor posible el controlar su distracción.

Parpadeos surgieron entre los observadores, ante las acciones de Gudako, por que estaba actuando así, algunas cazadoras incluso se ideas equivocadas, aunque no las expresaron. Otros se último hombre descrito, haciéndolos ponerse en guardia, con al menos la mitad de ellos entrecerrando los ojos.

-Ehm...puedo? – topándose con la tímida mirada de la joven Medea, el Jackson cuestionó tras percatarse que de seguro ella se sentía incómoda por su culpa.

Nuevamente los las dos versiones de Annabeth Chase, se enojaron, con los amigos de la mayor tratando de tranquilizarla esta vez, y con la más joven recibiendo burlas de la joven Clarisse. Aunque lo que no notaron las dos rubias, fueron las fugaces miradas de Reyna y Calipso.

Carente de respuesta vocal, todos pudieron solo ver que la Caster asintió, para posteriormente juntar con fuerza los labios e impedir un chillido cuando sintió un par de dedos rozando sus puntiagudas orejas. Acto seguido a ello, el semidiós atestiguó el momento en que la misma pelirroja que ignoró minutos atrás jaló con fuerzas del brazo siniestro de la Servant para abrazarla posesivamente mientras volvía a alzar su propia mano derecha e intentaba hacer brillar unas curiosas marcas.

Una vez más el extraño comportamiento de la pelirroja los sorprendía, extraño en su opinión., así como curiosidad por las marcas en la mano de chica. Hecate y sus hijos eran quienes mostraban más curiosidad.

-No vuelvas a acercarte a ella! – exclamó la Fujimaru, con la esperanzas de que esta vez funcionaran sus Sellos de Comando.

-¿Sellos de Comando?- pensaron casi todo el público

-Hey! Le pregunté si podía hacerlo, no quería incomodarla! – insultado e indignado de ver cómo le quitaban la libertad de expresión a Medea Lily, el hijo de Poseidón reclamó.

-Por qué lo hiciste en primer lugar? – intrigada por el comportamiento que mostró previamente el pelinegro, indagó la misma fémina de ropas azules y rojas que oyó hablar cuando ingresó a la sala junto a las versiones inocentes de Medusa y la bruja de Colchis.

Casi todo mestizo, en especial los griegos sabían porque, eran los dioses los que estaba curiosos por las acciones del Jackson, aunque varias de las cazadoras tenían pensamientos diferentes, que reflejaban en sus rostros de lo que se percató Rodas.

-Verán...tengo TDAH, y es peor cuando me aburro- enviándole una mirada de disculpa a la hechicera perteneciente a la mitología griega, para después hacer lo mismo con su versión adulta, se explicó el pelinegro.

Los dioses estaban confusos, en que tenían que ver sus actos instintivos de un semidiós, que los mortales catalogaban como TDAH y dislexia, al menos los que sabían eso, otros pocos en cambió estaban más confusos.

-Y eso qué es? – desconociendo el significado de la sigla dicha, la pelirroja que aun trataba de hacer reaccionar sus Sellos aflojó su posesivo abrazo en la Caster, quien aprovechó la situación y se deslizó sutilmente hasta donde Circe y Penthesilea estaban.

-Se define como Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Básicamente, es como un perro que persigue su propia cola si está totalmente sin hacer algo- alegó la mortal enfermera, pues hablaban sobre algo a lo que ella tenía idea por su especialidad principal.

-Vaya, al fin sabemos lo que tienen estos cuatro! – dos elegantes mujeres de cabello rojizo casi tinto, dijeron al unísono, provocando unas cuantas risas tras señalar a dichos Servants peliazules.

Ahora tenían dos preguntas, quienes eran esos cuatro peliazules para que la comparación les de gracia a los demás individuos proyectados, los nuevos miembros del publico se preguntaban cuantas versiones de alguien pueden estar en un mismo lugar, los demás ya se acostumbrando.

Las Cazadoras gruñían ante las acciones de lo varones al ver a las dos hermosas mujeres de cabello rojizo.

-Pero eso no te afecta cuando peleas? – Medusa Rider, consternada por aquello que escuchó, quiso averiguar pues su versión Avenger también tuvo dudas respecto al tema.

-Pues la verdad no. Según Chiron, es una ventaja para nosotros ya que nos mantiene alerta de nuestros alrededores, así como también la dislexia nos ayuda...aunque sea más un fastidio que otra cosa- explicó el cuestionado, recordando la plática que dio el entrenador de héroes hace bastante tiempo cuando los oyó quejarse posterior a un entrenamiento.

-No se supone que eso te dificulta leer? Cómo es que te ayuda? – un niño de pelo azul claro y con gafas, habló mientras trataba de controlar un creciente enojo que provocaba la mujer vestida de monja a su lado.

-Mi cerebro está hecho para leer griego y latín como si fuese lo más normal del mundo. El inglés, por otro lado, es un conjunto de letras desordenadas para mí.- realizando una mueca de disgusto, ya que era algo que él odiaba ya que de niño no podía leer como sus demás compañeros y eso le valía ser el centro de burlas, refutó el hijo del dios del mar.

Los campistas griegos eran los que entendían a Perseo, ya que eran los que interactuaban mucho más con el mundo mortal, seguidos de las amazonas, los romanos tenían su propia ciudad por pequeña que fuera, solo pocos romanos se iban a vivir entre los mortales, y las cazadoras trataban de evitar las ciudades si podían.

Atenea se percató de que las acciones de los campistas griegos, el hecho de que la se incluyeran sus hijos la sorprendió, tal vez debería hacer algo sobre la educación de los mestizos.

Anna frunció el entrecejo ante la respuesta, aunque apenas era visible por culpa de su oscura capucha, puesto que rememoraba lo que ocurrió horas atrás en el momento que ambos se conocieron. Y era más que obvio para ella que algo no cuadraba a la perfección, por lo que decidió vocalizar su intriga.

-Me dijiste que habías leído el cartel de la entrada antes de encontrarnos- la Lancer mencionó, deteniendo al semidiós que estaba a punto de darle una galleta más la joven Medea como método de disculpa.

-Tardé más de dos minutos en saber lo que decía...Créeme, es verdaderamente humillante que todos se burlen de ti por no poder leer con normalidad- distrayéndose con la interrogante para poder contestar, Percy no vio cuando la versión inocente de la bruja de Colchis falló en obtener su galleta y en consecuencia adoptó una faceta de enojo.

Una vez más los mestizos griegos se identificaron más que el resto, los pensamiento de Atenea eran sobre realmente hacer algo . Unos cuantos estaban entretenidos con las acciones de las dos Medeas.

-Qué raro. Nosotros nunca tuvimos algo así, verdad? – buscando a todos los semidioses presentes, Perseus buscó con curiosidad alguna respuesta positiva.

Solo para concluir que nada similar a una confirmación se dio. Aunque más de uno creía que simplemente se debía al hecho de que pertenecían a una época donde únicamente hablaban o leían un idioma derivativo de la lengua madre que tenían, además de que el déficit de atención ellos lo podrían tomar como el claro ejemplo de que estaban entrenados para pelear.

-No saben cuánto los envidio...- incapaz de mentirles, pues más de uno en el Campamento Mestizo diría lo mismo, el Jackson terminó bufando con derrota previo a voltear de nuevo e intentar darle la galleta a Medea Lily.

El sentimiento era el mismo en el resto de los mestizos, realmente sentían envidia de los griegos vistos en la proyección, y los griegos maldecían sobre injusticias entre dientes, lo que no paso desapercibido. Había que hacer algo sobre ello.

Cuando la entrega estaba a tan solo escasos centímetros de llevarse a cabo, dos hechos inesperados ocurrieron. La primera fue un grito de la Master pelirroja que no superaba y/o aceptaba lo que interpretaba como rebeldía del pelinegro que confundió por un Servant, y la segunda fue una fugaz aparición entre el dúo establecida por el hombre con sombrero de ala y saco oscuro. Sucinta presencia que abofeteó la mano del Jackson, consiguiendo que la galleta cayera lentamente, para los ojos de los Espíritus Heroicos que la habían probado, al suelo y romperse en varios trozos pequeños.

Los que habían probado las galletas hechas por Sally Jackson, reflejaban sorpresa de los Espíritus Heroicos, del resto del público se les quedaban viendo algunos, así como los criticaban mentalmente, ya que pensaban— Es solo una galleta—

-Eso te ocurre por ser un Servant muy desobediente! Por este Sello de Comando...! – regodeándose en su victoria, Gudako alzó de nuevo la mano, enseñando el tatuaje rojo que adornaba el dorso de este.

-Senpai...- habló con apocamiento una joven de anteojos y cabellos rosáceos.

-...te ordeno que...- continuó la Fujimaru con su terquedad.

-Mi galleta...- sollozó la pequeña Caster, siendo acompañado en el dolor por Circe y Medusa Lancer.

Algunos de los griegos del futuro estuvieron cerca de imitar a las tres féminas, pero el más cerca de estuvo a punto de hacerlo era el joven Percy, quien también estaba molesto de que alguien desapareciera las galletas de su madre, los atlantes sentían la molestia del chico.

-Master, hizo llorar a Medea Lily- observando lo que pasaba, un hombre rubio de gran porte y con gafas oscuras dijo.

-La galleta...Qué mal les hizo la galleta...? - al igual que la afectada, Orion dejó caer su mini garrote antes soltarse del agarre que Artemis tenía sobre él para así acompañar en el dolor las migajas restantes.

E intentar devorarlas, ya que a pesar del miedo que le daba el propietario original de estas, no podía negar que eran sumamente sabrosas.

Las cazadoras y su señora gruñían ante la contraparte de Orion, y pensaban — Típico hombre— que desde cierto punto de vista no se aplicaba, ya que era un peluche

-Orion, deja eso! – le reclamó la deidad lunar.

-No! Aún no pasan los cinco segundos! – luchando por meterse en la boca los trozos mientras la fémina que complementaba su invocación lo agarraba de nuevo, exclamó.

Aquellos dioses que no habían visto a la contraparte de la diosa de la Luna y su forma de actuar con respecto a Orion, tuvieron que aguantarse la risa, y hacerle burlas a la diosa, por su seguridad. Dicha diosa rechinaba los dientes y fulminaba a su otra versión y al oso.

-...me obedezcas de una buena vez! – sin prestarle demasiada atención a la conmoción que la rodeaba, la Master de Chaldea finalizó su comando.

Una vez expresado el grito, todos en la sala esperaron pacientemente a que algo aconteciera, incluso si sabían que nada sucedería ya que era un vano intento de autoridad dictatorial que la pelirroja ansiaba imponer. A pesar de ello, Percy ya sentía que empezaba a frustrarse, prefiriendo mil veces tener que jugar obligadamente a Mytho Magic con un rejuvenecido Nico a tener que soportar una vez más las exclamaciones.

Nico se sintió ofendido y avergonzado, tuvo que fulminar a todo aquel que volteó a verlo, lo que funciono ya que regresaron su atención a la proyección, con excepción de Thalia, AnnabethF y Clarisse que se reían, ya se vengaría de ellas, sus hermanas lo veían curioso, con Hazel preguntándose que tan diferente actuaba antes, y Bianca preguntándose cuanto había cambiado .

El resto pensaba que la pelirroja ya debería haberse dado cuenta de Perseo no era un de estos servant.

-Qué número de intento es este ya? – respirando hondamente para aclarar su mente e intentar eludir la fatiga que tenía por todo lo que le ocurrió en el día, Perseus Jackson buscó la respuesta en el grupo de Servants griegos y romanos.

-Veinte- el propio Caligula replicó con cansancio.

No sabían si alabar la perseverancia de la chica, o criticar su falta de percepción de que Perseo no era lo que creía.

-Bien...muy bien, sí. Perfecto. Mira...Cómo era que te llamabas? – asintiendo repetidas veces como si tratara de entender mejor, Percy se volteó para encarar a la Master.

-Su nombre es Gudako Fujimaru, niño. Y será mejor que te comportes con ella- una ronca voz provino del ser gigante que tenía una máscara cadavérica, dejando salir un aura de muerte y dolor con el fin de intimidar al semidiós.

En la sala empezó a sentirse el aura mencionada, haciendo que todo dios se tensara y preparara contra una amenaza, del resto los más jóvenes y/o lo más débiles, sentían terror y desesperación con algunos de ellos se desmayándose, Octavian estaba entre ellos, y había una curiosa mancha en sus pantalones; unos cuantos resistiendo a pesar del miedo que sentían, y preparándose para luchar. Los dioses y los que podían buscaban la fuente, con los primeros dejando salir su poder para bloquear esa aura para los mestizos, cazadoras, legados, amazonas. Solo unos cuantos se quedaron viendo la antena que había salido del proyector.

Acción que fue emulada por el mismo hombre que destruyó la galleta que le debía de dar a Medea Lily.

El aura aumento, aumentando las sensaciones de todos, los dioses dejaban salir más poder, pero de repente desapareció el aura, dejando a todos confundidos; los pocos que se habían quedado viendo la antena, miraron el proyector con desconfianza.

Lamentablemente para ellos, Percy solo le temía a pocas cosas ya en su vida. Tales como ver a su madre enojada, Annabeth enojada, Thalia enojada, al arma que Luke/Kronos usaba "Backbiter", un nuevo paseo por Tartarus, y Annabeth enojada dos veces en el mismo día.

Debido al estado en el que se encontraba el público, casi no registran lo que se dijo sobre que Perseo temía repetir un paseo, pero al hacerlo todos se quedaron de piedra, con excepción de Hazel y Frank que solo se tensaron, nadie se percató de sus reacciones. 

-...Sí, lo que digas. Pero volviendo al tema, creí que ya había quedado muy en claro que no soy un Servant. Aparecí acá porque Gaea...- despachando para sorpresa de todos al dúo de Espíritus Heroicos más peligrosos de Chaldea, el hijo de Poseidón explicó nuevamente su llegada.

Si pudieran reaccionar estarían sorprendidos por la falta de reacción de ojiverde en pantalla ante los dos hombres que intentaban intimidarlo.

-Gaia- interrumpió Medusa Avenger, gozando del rostro malhumorado que adoptó el pelinegro cuando aplicó la táctica que su otras versiones hicieron.

-GAEA me arrojó aquí por un agujero en la tierra mientras tenía un día tranquilo con mi familia en Montauk. Aparecí en la entrada de este edificio y luego de caminar unos minutos me topé con Anna y Medea Lily, me explicaron un poco lo que era este lugar a cambio de saber de dónde venía yo. Después los conocí a todos ellos, discutí con el Rey Mestizo de por allá...- siguió relatando resumidamente el joven adulto.

-Cómo te atrev...! – indignado, Gilgamesh estuvo a punto de gritar, siendo silenciado por su versión Caster al encajarle un libro en la boca.

-...Y finalmente me presenté ante ellos. Después, llegaste tú y me confundiste con un Espíritu- terminó por fin de contar su historia el pelinegro, quien frunció el ceño por un segundo cuando había introducido sus manos en los bolsillos de la campera, como si buscara algo.

La falta reacción continuaba en todos, pero algunos empezaban a dar signos de comenzar a hacerlo.

-Pero si no eres un Servant, entonces qué? – increíble para todos, Gudako serenó sus ánimos.

-Un semidiós, hijo de Poseidón/Neptuno según el panteón- deteniendo su búsqueda por un instante, Percy habló.

Pero como de costumbre, no todos parecían satisfechos con su relato, pues el hombre de sombrero y el de máscara cadavérica aumentaron sus presencias, intimidando a las Servants de aspecto más juvenil y también a algunos adultos como Hector, Penthesilea y Asterios.

El aura regreso, que desgraciadamente empeoro el estado de aquellos que habían reaccionado, habían entrado, el cual era de dolor, tristeza, impotencia, negación, miedo, etc; los dioses apenas reaccionaron para bloquear nuevamente el aura.

-No mientas niño! Di la verdad! – el Servant con la gabardina oscura exclamó desaforado, tensando sus músculos al ver que el Jackson sacaba las manos de los bolsillos y empeoraba su ceño fruncido.

-Solo diré un par de cosas. Primero, caí a Tartarus con mi novia y vi cosas más terroríficas que ustedes dos juntos. Segundo, ya no hay más galletas, la que tiraste era la última- lanzó su ultimátum el semidiós, ignorando el escándalo que provocó en consecuencia.

Tales como que Chiron vuelva a tener otro infarto de miocardio espiritual, y que Medea Lily forcejee con su versión adulta ya que quería quitarle la Rule Breaker y cobrar venganza.

En la sala, él silencio era lo que predominaba, así como una sensación de depresión, dolor y tristeza.

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