Percy Jackson a Rick Riordan, así como de cualquier otro elemento de cualquier otra obra, creación que aparezca, créditos a quien corresponda

—Pensamientos—

—Hablando—

<acción>

Los raps empezaran después del Capitulo XV, que es hasta donde tengo más o menos planeado

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Todos estaban esperando que se continuara con la proyección, solo para que después de oscurecerse  se apagara

—¿Qué paso?—

—¿Y ahora qué?—

—¿Por qué se apago?—

Y demás preguntas surgieron por los espectadores, que se detuvieron cuando vieron que de la maquina salio el disco, dándose cuanta por que se termino el disco, fue Hermes quien se acerco ya que era quien tenias las cajas, guardo el disco y puso el siguiente

Esperaron que se iniciara de nuevo y vieron de nuevo Segundo Mundo

-Un momento...siempre pudimos extorsionarte con chocolate? – el lancero de cabello verde cuestionó sorprendido, ganándose un zape en la nuca por parte de la mujer con orejas y cola de gato.

-Ya deja de llorar, no eres un niño- amonestó ella para diversión de cierto dúo de hombres que estaban a menos de dos metros de distancia.

-Pero hermana...- sollozó el adulto de la bufanda naranja.

Los dioses, cazadoras junto con los que habían interactuado con los dioses arqueros pensaron que se trataba de las contrapartes de estos dos, solo para que la mayoría los descartara, de que no podrían haber dioses invocados, obviamente se olvidaron de lo dicho por la pequeña medusa

-Achilles/ Atalanta – tanto Chiron como una mujer, de larga cabellera blanca con ojos plateados, hablaron al mismo tiempo, deteniendo a los nombrados.

Ahora sabían quienes eran pero todos estaban realmente ... impresionados por la femina de cabello blanco, y varios de los varones ni siquiera parpadeaban, entre ellos Zeus, Apolo, Ares, Hermes, mujeres enojándose por la atención descarada de los hombres, también había casos de celos de la belleza de la peliblanca con Afrodita siendo una, que estaba intentando cambiar su apariencia solo que no sucedió dejándola confusa

-Wow...- incapaz de contenerse, Percy murmuró mientras veía a los héroes mitológicos griegos delante de él.

Esa reacción hizo que el entrenador de héroes soltara una leve risita de diversión por el aspecto que tenía el hijo de Poseidón, recordándole tanto a todos aquellos que entrenó cuando eran tan solo unos niños. Viendo que ya había transcurrido bastante tiempo desde su llegada, así como la falta de información vital con la que podrían comprender lo que pasaba, el centauro optó por hablar nuevamente.

-Por qué mejor no nos presentamos? De esa manera lograremos conocernos bien y además podrás explicarnos lo que te ocurrió- yendo a una de las sillas que rodeaba la mesa donde aún se hallaba el bolso que trajo consigo el hijo de Sally Jackson, Chiron propuso al mismo tiempo que todos asentían e imitaban su acto.

—Ya era hora—murmuro Atenea que ansiaba respuestas, esperaba que con ese Quiron dirigiendo la platica se pudieran obtener 

-Me parece una buena idea...- contestó un hombre de ojos amarillos como un rayo y cabello rosa oscuro casi negro, el cual tomó asiento lo más lejos posibles de las dos Medusas adultas.

Ante las acciones del hombre algunos empezaban a sospechar quien era

-A mí me da lo mismo- desestimó Stheno, viendo cómo su hermana parecía tomar lugar al lado de un gigante de largo pelo blanco y un par de cuernos rojos, el cual cruzó miradas fijas con el hijo de Poseidón antes de que ambos decidieran mirar a otro lado respectivamente.

Obviando el detalle de que el resto de los Servants en la gran sala también estaban allí para oír la plática, Percy retomó su lugar en medio de Ana y Medea Lily, quitando el bolso de la mesa cuando lo que parecía un oso de felpa se acercó a este con intención de abrirlo.

"Ese muñeco/peluche se movió" vario pensaban

-Veamos...qué puedo decirles? – llevándose la mano derecha al mentón para adoptar una postura pensante que dibujó muecas divertidas en algunos de los presentes, el pelinegro de ojos verde azulados se preguntó a sí mismo en voz alta.

No obstante, dicha acción por parte del semidiós dejó ver algo que la manga de su campera ocultaba, llamando rápidamente atención de siete personas, siendo tres de ellas la misma pero con diferentes vestuarios y peinados, alegando así que eran aliteraciones de un mismo ser.

Una vez se preguntaban cuantas versiones de una persona podía haber, en especial por que algunos estaban seguros que vieron otras versiones de la 3 mujeres que eran la misma, aunque varios no negaban el atractivo que tenían, consiguiendo flechas por ciertos comentarios, los atlantes se empezaban a molestar por ambos

-Eres romano! – una de las tres mujeres rubias, siendo la que parecía llevar un vestido rojo, exclamó mientras se acercaba velozmente al grupo y tomaba la extremidad diestra del salvador del Olimpo, revelando el tatuaje con la sigla de SPQR.

Confusión surgía en todos porque no recordaban a una mujer Romana famosa

-Un hijo de Neptuno...- con leve resquemor y miedo, un sujeto de armadura dorada y ojos peculiarmente negros con las pupilas rojas, habló.

Sin embargo los romanos eran los más interesados sobre que miembros de roma estaban con ese Perseo

Otra vez la sensación de ser juzgado en silencio por varias miradas, como la primera vez que su padre lo reconoció, pesó sobre su espalda. Mas aun así Percy no se dejó amedrentar, recuperando su brazo y ofreciéndoles galletas por mera educación, pensando en que si su madre lo viera estaría completamente orgullosa de él.

-Bien! Comenzaré por el principio. Me llamo Perseus Jackson, pero todos me dicen Percy. Soy un semidiós, hijo de Poseidón para los griegos o Neptuno para los romanos- alcanzando el límite de su propia paciencia para contenerse en dar y recibir información, el susodicho se presentó formalmente ante todos.

Deteniéndose, el pelinegro se percató que su forma de hablar le recordaba a una intervención, haciéndole esbozar una ladeada sonrisa ya que de seguro Apolo, Hermes, y sus respectivos hijos, además de Leo, hubiesen tenido un gran día bromeando al respecto.

Eso les dio ideas para molestar al hijo del mar de su época una vez que apareciera o regresaran

-Por qué te pusieron el nombre de ese idiota? – señalando despectivamente al hombre de ojos amarillo, la Medusa Avenger cuestionó con veneno.

-Porque a comparación del resto, fue el único que no murió como un idiota...- comentó a decir el hijo de Poseidón.

-HEY! – se quejaron varios de los presentes.

-...Y consiguió tener un "final feliz"- pudo terminar de hablar el joven adulto, enviándoles una temeraria mirada que solo fue reconocida inmediatamente por un Servant romano.

Los griegos eran los que pensaban lo mismo, siendo los principales los del futuro y los que iban a unirse a los Titanes

-...Hay que admitir que ahí si tiene razón- analizando la explicación dada, el lancero de cabello oscuro dijo, mirando al hombre que fue reconocido como Achilles mientras este último miraba al muchacho rubio oculto.

Obviamente, la acción silenciosa del trío rápidamente fue emulada por varios más, brindándose miradas repletas de odio y desprecio a pesar de que convivan en un mismo lugar.

"Oh oh" pensaron ante la posibilidad des estallar una batalla en el lugar con excepción de Ares y y sus hijos griegos

-Ehm...Chiron? – notando el rotundo cambio en el ambiente, Percy llamó a la versión alterna de su mentor.

-Ocurre algo Percy? – como si él fuese el mismo en todo sentido al Chiron que Perseus Jackson conocía, preguntó.

-Podrían decirme sus nombres al menos? Es un poco raro hablar sin saber quiénes son aunque tengo la sensación de conocerlos en persona o haberlos escuchado- retomando los consejos de Annabeth y Sally, el hijo de Poseidón decidió por la ruta más educada para entablar un diálogo.

-Supongo que estás en lo cierto, y por lo general comenzaría presentándome, pero por lo visto ya sabes quién soy y también quienes son ellas. Sin contar obviamente que Lady Artemis le llamó la atención a Atalanta mientras yo hice lo mismo con Achilles- razonando la verosimilitud del planteo dado por Percy, el centauro replicó, señalando a las Gorgonas y Medea Lily primero, para luego señalar a la fémina de largo cabello blanco que sostenía un oso de peluche.

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Silencio era lo que había en la sala, aunque Tritón logro poner pausa mientras veía al resto de la audiencia, shock era lo que se podía ver en el rostro de todos que luego a horror y palidez para los hombres que antes hablaron en voz alta o miraban descaradamente, Apolo poniéndose verde y enfermo antes de desmayarse

Afrodita empezó a reír de la diosa de la luna aunque parte de ella estaba celosa, porque según ella nadie podía ser más bella que la diosa del "amor"

Las pocas cazadoras que habían salido de su shock se empezaron a llenar de rabia hacia los varones antes mencionados, para después lanzarse contra ellos y con cada cazadora que podía reaccionar se les unía. Aunque claro el resto de los hombres no se salvo por mucho. Mientras tanto la misma señora de las cazadoras seguía sin poder reaccionar

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Los atlantes tuvieron que tomar manos en el asunto para calmar el caos que se desató, con Tritón y Rodas apresando con látigos de Agua a las cazadoras, mientras kymopoleia les daba descargas eléctricas que dejaron inconscientes de las que se encargo; lo ultimo fue visto por Zeus que empezó a despotricar de como se atreve a a usar su dominio, fue callado e inmovilizado por Poseidon de nuevo cuando estuvo a punto de atacar a su hija, y después noqueo a Ares cuando por intento atacarlo, cuando disparó un rayo desde su tridente que lanzo al otro lado de la sala donde quedo en el suelo. 

Hera y Atenea hubieran ayudado pero la primera seguía enojada con su marido por las miradas que seguía dando a las féminas en la proyección, mientras

Los varones que estaban agradecidos, en especial aquellos que por poco fueron apuñalados en la entrepierna por flechas o por cuchillos

Mientras tanto Artemisa seguía sin reaccionar lo que empezaba a preocupar a varios

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Ya con las cosas más calmadas, después de despertar a Apolo, al que intentaron mover (Hermes), cachetear (kymopoleia), le arrojaron agua (Hermes), pero el truco fue electrocutarlo al final (kymopoleia), ahora estaba herido, en cuanto los atlantes pensaban en tener una plática con con la diosa de las Tempestades Violentas; y hacer reaccionar Artemisa pero ahora estaba en negación

-Lady Artemis...? No debería estar con sus cazadoras?– desconociendo una forma mejor de reaccionar, el joven adulto miró a la nombrada previo a pararse y demostrar sus respetos como lo hacía con la deidad que él conocía.

-Por favor, deja de hacer eso! Y lamentablemente no puedo estar con mis niñas mientras sea un Espíritu Heroico. Aunque me parece curioso que las conozcas, acaso tienes alguna relación con una de ellas?- con una actitud completamente opuesta a la Artemis pelirroja que el semidiós conocía, la Servant habló pacíficamente, al menos hasta que realizó su interrogante ya que empezó a retorcerle las piernas la muñeco de felpa viviente.

Nadie dijo debido al estado de la diosa de la luna, pero eso no les quitaba la sorpresa

-Artemis...por...favor...me lastimas...- se quejó el oso que vestía una pequeña túnica amarilla.

-No tengo ninguna relación con ellas más allá del hecho que su teniente sea mi prima, o que incluso las más adultas no traten de matarme cada vez que las saludo...ese oso de felpa acaba de hablar? – apresurándose en dejar en claro su relación con las doncellas odia hombres, Percy tuvo la inevitable urgencia de saber lo que pasaba con el animalejo.

-Oh! Hablas de Orion? Por supuesto que puede hablar, no es así querido? – ahora sí demostrando una extraña sonrisa amorosa, la deidad invocada como Espíritu respondió, llevándose el muñeco hasta su cara.

Artemisa a negar con más fuerza y murmurando que esto era una pesadilla, algo a lo que se le empezaron a unir sus cazadoras

-Hmm...dijo Orion? Como el Orion, hijo de Poseidón? Mi hermano? – queriendo estar seguro de que no escuchó o imaginó cosas, el Jackson averiguó.

Solo un feliz asentimiento por parte de la diosa de la luna fue la contestación dada bajo la atenta mirada de los demás.

Aumento la negación de Artemisa y sus cazadoras, Afrodita riéndose de ella, mientras los atlantes estaban curiosos y sorprendidos por este Orion

Percy parpadeó una vez.

Dos veces.

Tres veces.

Una vez que salió de su ensueño, se puso de pie no sin antes hacer un ademán para que los demás esperen mientras lo veían acercarse hasta otra mesa y pedir prestado un vaso de agua, regresando segundos después a su posición sin tomar asiento aún.

-Me lo permite, Lady Artemis? Quisiera saludarlo como se debe- esbozando una gentil mueca en su rostro, el dos veces salvador del Olimpo le pidió a la susodicha el oso.

Por alguna razón varios tuvieron un escalofrío

Sin dudarlo, ella acató el pedido, entregándoselo con total confianza. Confianza que velozmente mutó a espanto cuando Percy sumergió la cabeza de un feliz Orion en el vaso de agua, ignorando los banales intentos de este en querer escapar al mover frenéticamente sus diminutas extremidades.

El ver el espanto en su contraparte por Orion de alguna manera fue la gota que derramo el vaso, Artemisa se desmayó

-Muérete, maldito violador! Es tu culpa que Lady Artemis odie a los hombres! Y también que Apolo nos haya puesto una maldición! – permitiéndole breves instantes de alivio para recuperar el aire, Percy continuó castigando a su hermano.

La pantalla se oscureció

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