No basta
Patricio se levanto muy de mañana, un poco tarde a decir verdad, miro a su esposa que aún dormía, pero no quiso levantarla, de todos modos con la prisa ni siquiera podría desayunar, así que se limitó a darse un regaderazo y salir rumbo al trabajo, vio la hora y era aún más tarde de lo que pensó, no le alcanzó el tiempo para darle un beso a su pequeña quién dormía con gran tranquilidad.
Salió y tomó un taxi, para llegar más rápido, pues si se hubiese ido en transporte público jamás habría llegado a su destino, y menos en este país en donde viajar en horas pico resulta ser una odisea. Pero gracias al taxi un recorrido que le hubiera tomado dos horas, mi hizo en una sola, llegó a tiempo.
Entro a su oficina y se hundió en su trabajo, tenía mucho que hacer, comenzaba a estresarse, no tuvo más que media hora para comer, últimamente se había llenado de mucho trabajo, llegaba tarde a casa, casi no convivía con su pequeña, él se decía que era por el bien de su familia.
Lo que no sabía o no comprendía es que más que cosas materiales su hija necesitaba a su padre, que aquellos momentos hermosos como su primer palabra, como sus primeros pasos jamás se repetirían, que el momento para disfrutar de su hija era ahora, no en un futuro, no más adelante cuando otras cosas más importantes para su pequeña reemplacen el tiempo con su padre. Claro, su hija disfrutaba de los mejores juguetes, tendría la mejor educación, todo lo que deseaba lo tenía, menos el afecto y atención de su padre, cuando le quiso mostrar un dibujo que le había hecho, Patricio le dijo que no tenía tiempo, que estaba ocupado, que después. Y sin darse cuenta, su hija sufría, al no poder estar con su padre.
Su mejor amigo le llamó, para saludarlo e invitarlo a comer, pero él se negó a tomar la llamada, le pidió a su secretaria que no le pasara llamadas, incluso a su propia madre se negó a contestar, pese a ser un día muy importante para ella, a Patricio no le preocupaba, al fin ya le había mandado su regalo.
Siempre se decía a sí mismo, ahora que termine este proyecto, dedicaré tiempo a mi familia y amigos, pero terminando ése proyecto comenzaba otro nuevo, así que nunca cumplía sus promesas; incluso la ocasión de sus vacaciones no podía despegarse de su computadora y celular por motivos de trabajo. Y así termino su día laboral, estaba cansado y fatigado al igual que su secretaria a la que también le exigía quedarse horas extras para ayudarle.
Eran las ocho de la noche, se disponía a tomar un transporte que lo llevará a casa, tenía que cruzar por aquella avenida, y aunque siempre subía por el puente, en esta ocasión estaba tan fatigado que decidió cruzar por abajo, miro a ambos lados y cuando no vio carros cruzó, minutos después de dar un par de pasos, sintió el impacto, voló por los aires, un carro que venía a gran velocidad lo golpeó. Sintió como todo se desvanecía a su alrededor, cerró los ojos,
Sintió cómo corrientes eléctricas llegaban a su corazón, vinieron a su mente recuerdos, y en ese momento lo supo, sabía que me faltaron por decir muchos "Te amo", le faltaron más horas con sus seres queridos, en ese momento, en cada descarga deseo haber besado a su esposa e hija antes de salir de casa. Con cada descarga de le iba la vida y no podía detenerla, en ese momento, en su último aliento comprendió que por más dinero que tuviera jamás podría comprar un minuto más de vida.
A veces confundimos prioridades, creemos de forma absurda que las cosas materiales, las perceptibles son las más valiosas, ¡qué error tan grande!. Nadie tiene la vida comprada, nadie puede agregar a su vida un poco más de existencia, el tiempo y el suceso imprevisto nos acaecen a todos. Por eso, tomaté un segundo y piensa, si hoy murieras, de ¿qué te arrepentirías? ¿ a quién no le has dicho te amo?. La vida es una exhalación, intenta vivir cada día cómo si fuera el último pues nunca sabes cuando llegará tu final.
Dedicado a los adictos al trabajo.
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