Basado en el poema de LeviAdan

Una noche como cualquier otra de sus pasados veinte años, éste hombre comienza a tocar su pieza musical, frente a los comensales, que desgustan sus platillos sin prestar atención a aquella hermosa melodía en la que aquel pianista, con cada tecla expresa su sentir, con cada tecla entrega un poco de él al público, entrega años de su vida a aquellas personas, recibiendo como única paga el aplauso. Años de preparación, días de estar frente a aquel piano que se negaba a ceder bajo su dominio, él sólo pensaba en la teoría de sus profesores, el uso de las teclas, pero hasta que comprendió, que para lograr sacar bellas melodías, tenía que ver al piano no como un instrumento, sino cómo un amigo, tenía que aprender a ser uno sólo con el piano.

Cada noche sentado frente a su gran amigo, era su forma de desahogar cada una de de sus emociones y vivencias, de expresar cada uno de sus sentimientos, en cada melodía transmitía un poco de sentir, si alguien deseaba saber cómo estaba el pianista, no era necesario preguntarle, bastaba con escuchar la melodía elegida, lamentablemente vivimos en un mundo en donde el talento es poco valorado, en donde las personas se fijan más en cosas sin valía, en un mundo en donde nos excusamos diciendo que no tenemos tiempo. Pocas eran las personas que en vez de pensar y concentrarse en su absurda vida, en que comerán, o quien hizo qué; paraban unos segundos, unos minutos, cerraban sus ojos y se dejaban llevar por aquella melodía.

En otro lugar esa misma noche un hombre intentaba tocar una melodía con una guitarra a todo el que pasaba, en su época de juventud, aspiraba a ser un cantante, intento hacerlo pero la vida no se la puso fácil, y hoy aquí en esta transitada calle, buscaba una forma de llevar alimento a su casa, usando aquel don que él tenía, no obstante eran pocas las personas que le dejaban una moneda, a éste paso no podría llevar algo decente de comer a casa, el hombre sólo pensaba que con un sólo peso que cada persona le diera podría dar de comer a su familia y pagar los estudios de sus hijos, el hombre sólo pedía un sólo peso por persona, por compartir su talento con aquellas personas, por intentar hacerlas sonreír en aquella noche fría.

En otro lugar del mundo, en plena madrugada un jóven muchacho, frente a una hoja de papel, y una computadora, investiga las diversas formas de narrativa, tiene que estudiarlas, aunque le cueste noches sin dormir, tiene que estudiarlas si desea, algún día publicar un libro. Éste jóven no desea fama ni reconocimiento, lo único que desea es ser leído, lo único que desea es poder plasmar en la retina del lector sus ideas, adornando con versos y prosa su escrito. Éste jóven expresa su sentir en esa hoja de papel, sus temores y sufrimientos, convirtiendo a esta hoja en su confidente, en su amiga. Pero sabiendo que a pesar de todo, sus sueños, sus metas, sus deseos, sólo podrá conseguirlos con esfuerzo y dedicación.

Por eso a estas horas de la madrugada ésta aquí, estudiando, puliendo su don, intentado mejorar cada día, exigiéndose mucho de sí mismo, pero diciéndose que es poco a comparación de todo lo que debería hacer.

Para muchos estas tres personas no tienen nada en común, para mi, sí, en su ejemplo veo lo que significa dedicación y esfuerzo, cada uno busca diferente tipo de paga, el pianista se conforma con los aplausos, el hombre de la guitarra con una simple moneda, el jóven escritor con alguien que lo lea. Todos tienen sueños, aspiraciones y metas, todos pueden conseguirlos, pero sólo lo conseguirán alimentando ese don, ese talento, dedicando su tiempo a pulir sus habilidades.

Y tú, oh querido lector has llegado hasta aquí sólo te pido un favor, cada vez que veas a un músico, un poeta, un artista, un libro, detente un momento y dedicale unos minutos de tu tiempo, regalale tu atención, una sonrisa o si puedes una moneda, apoya a los nuevos escritores, intenta descifrar lo que desean expresarte con su arte, y quién sabe, de seguro ganarás mucho más que lo que pudieras perder.

Dedicado a todos aquellos artistas que comparten su talento con el mundo dejándonos acceder a su sentir por medio de su arte.