La senda sin fin.
Andando sin descanso por esta senda sin principio ni final, voy contantando las horas faltantes para mi holocausto encontrar.
Desamparada y sin saber cuándo parar, buscando un lugar para reposar, mis pies descalzos cansados están ya de andar, sin objeto ni pretexto por fin he de terminar.
Olvidemos este retrato hablado a altas horas de la madrugada, pongamos fin a este roto tratado pintado en todos los colores de la confusión.
Ven, volvamos a hablar antes que la perdición nos venga a tragar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top