Volvemos a la ciudad (1)
26 de Julio de 2017
Estoy en pleno proceso creativo, no puedo parar de escribir. Lo estoy diciendo muy enserio, no puedo dejar de escribir porque con cada segundo que pasa, una idea nueva bombardea mi cabeza y me hace seguir escribiendo. Me sudan las manos, me duele la muñeca izquierda de tanto escribir, me agobia mi pelo porque no sé cómo ponérmelo para que no me moleste, cuando de pronto suena mi teléfono, miro de reojo quién es, pero no hago el esfuerzo de mirar el nombre que aparece en mi pantalla, ya que reconozco el tono.
Acerco mi mano para coger la llamada y lo pongo en manos libres.
- Buenas, Jakotsu... hacía tiempo que no me llamabas.- dije mientras seguía escribiendo.
La idea de hacer a Luke semihumano me tentaba pero... necesitaba darle vueltas...
- No quería que estuvieras pensando en mí o en el libro, querida.- Me contesta riéndose- ¿Te lo estás pasando bien?
No contesté hasta que terminé la frase que estaba escribiendo y luego giré la silla y agarré el teléfono acercándolo a mi oreja y quitando el manos libres.
- Sí. La verdad es que este pueblo perdido de la mano de Dios no es tan aburrido como pensaba.
- ¡Esa es mi chica!- exclamó feliz.
Sabía que aunque no me lo dijera no le había gustado nada dejarme allí sola la primera semana. Ninguno de los dos sabía lo que iba a pasar conmigo, menos mal que estoy en casa de los Taisho y son muy amables conmigo. Jak me empieza a contar las nuevas noticias de la editorial y finalmente me casi ordena que empiece mi libro.
- Pues para tu información, ya he empezado el libro.
- No me lo creo. Pero si estabas súper bloqueada, y la última vez que hablamos parecía que estabas aún más estresada con tu visita al pueblo... ¿Acaso el aire rural te ha sentado bien?
- Puede ser. Tengo todo un prólogo de ocho páginas y estoy acabando el primer capítulo.
- Me alegro por ti - susurra y por unos instantes parada ausente- ahora mismo es la una de la tarde, y por suerte estoy cerca de Kuuto, ¿me dijiste que esa era la ciudad más cercana, cierto?
- Exacto... ¿entonces crees que nos podemos ver?- pregunto con ilusión
Además de ser el mejor editor con el que he trabajado, Jakotsu es un gran apoyo para mí. Mis dos primeros libros los saqué con una editora que me llamaba cada dos por tres para cerciorarse de que estaba escribiendo... Creo que me llevo mejor con Jak porque no me presiona y me deja ser como soy y deja que plasme eso en los libros con toda tranquilidad.
- ¿Estás libre? ¿Puedes acercarte?
- ¡Claro que sí! Conseguiré un coche como sea
- Perfecto, quedamos en el hotel Inuyasha.
- Perdona, ¿dónde?
- El hotel Inuyasha. Es un hotel mediano que posee un restaurante estupendo, podremos tomarnos algo en la barra del bar.
- ¿Se llama "Inuyasha"?
- Sí... ¿Tanto te extraña?
- Es que conozco a alguien con ese nombre y...
- Bueno, da igual. - cortó Jak- Ahora mismo voy a coger el tren para llegar a Kuuto, nos vemos en 1 hora.
Me quedé mirando el teléfono emocionada. Tenía muchas cosas que discutir con mi editor sobre los personajes y no pude evitar sonreír. Cuando salí por la puerta quise correr a la cocina a decírselo a Izayoi, pero me encontré a Inuyasha en medio.
- Kagome, yo...
Estaba que daba saltos de alegría, no pude evitar no escuchar nada de lo que decía y esquivarle para correr hacia la cocina, allí estaba la señora Taisho y me acerqué a abrazarla.
- Mi amigo ha hablado conmigo, voy a verle a Kuuto... Dios Izayoi esto es genial... Hacía tanto tiempo que no le veía.
Me duele un poco no poder decirle que estoy escribiendo un libro, que realmente soy Kagome Higurashi pero, también es mejor para ella. Aunque no puedo evitar sonreír y querer pegar brincos de alegría, si Jak quiere hablar conmigo me hará mandarle cada capítulo después de terminarlos y si él los edita al mismo tiempo que yo escribo... ¡El libro podría estar en venta en enero del año que viene!
La señora Izayoi me sonríe con dulzura y corresponde al abrazo.
- Debe de ser un buen amigo tuyo, ¿por qué no le dices que pase por aquí?
– Me encantaría que viniera y le conocieras Izayoi, pero no puede quedarse demasiado tiempo, es empresario y se habrá acercado al sur para cerrar algún contrato.
- Es una pena... - murmura la mujer mientras me mira- Pero que yo le conozca es lo de menos, necesitas que alguien te lleve a Kuuto – dice y asiento con la cabeza- alguien que te sepa guiar por la ciudad...- vuelvo a asentir- Inuyasha, ¿no podrías llevarla tú?
– Justamente iba a hablar con ella para decirle que hoy estoy demasiado liado para domar a Misha, no me puedes pedir esto mamá, además yo...
Pero sus palabras se cortan cuando su madre y yo le miramos con ojitos de corderito.
– No hagáis eso.
– Por favor...- susurro juntando mis manos
Inuyasha duda, se le nota. Aparta la vista de nosotras, la vuelve a posar unos segundos y después los cierra.
– Por fa...- susurró con una voz más infantil – Venga, Inuyasha...
– ¡Joder! Vale. Yo te llevo.
– ¡Bien! ¡Eres el mejor! - exclamo
Izayoi sonríe a su hijo antes de que yo salga para quitarme el pijama. Opto por una falda por encima de las rodillas de talle alto y un top que finaliza justo donde empieza la falda. Cojo unos tacones, busco mi móvil y lo guardo en el bolsillo de la chaqueta vaquera.
Inuyasha se da una ducha rápida y sale de la habitación con unos vaqueros y una camisa de manga francesa que no es de cuadros, sino de un color azul marino. Lo que más me sorprende es que en vez de sus famosas botas de trabajo... lleva unas deportivas muy a la moda.
- ¿Nos vamos?- pregunta cuando pasa a mi lado y agarra las llaves de su coche de la mesa del salón.
Asiento y pronto estamos de camino a la ciudad.
- Gracias por llevarme, estás muy guapo, chico de pueblo.
- Solo de pensar en todo el trabajo que se me va a amontonar para mañana...- susurra para el mismo para después mirarme de reojo- ¿Has quedado en algún sitio con tu "amigo"?
- Jak me dijo que fuera a un hotel llamado Inuyasha...
- Le conozco. - dijo sonriendo- A mi padre le encantaba ese hotel y siempre he tenido la duda de si me pusieron el nombre que tengo por él. Mi hermana y yo corríamos por el restaurante jugando de pequeños. Me decía que como me llamaba Inuyasha tenía que pasarme algo bueno en ese restaurante, como si un sueño mío se iba a cumplir ahí.
Hola mis amores, aquí estoy de nuevo.
Jeje, perdón por no poder actualizar antes, en mi casa hemos tenido problemas con el Wi-Fi y la cobertura (estamos hartos de las compañías...)
¿Qué tal estáis? ¿Os está gustando? Debo decir que el capítulo (o la visita del hotel) es mucho más largo de lo que pensaba en un momento por lo que he decido partirlo en dos.
¡Nos vemos en el próximo capítulo! ¡Espero sus opiniones en los comentarios!
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