Charla de chicas

29 de Julio 2017

Después del pequeño episodio con Taisho y de terminar de ver la película de sobremesa, decido entrar en mi cuarto y buscar una pequeña mochila de poli piel que debe de estar en la maleta, soy muy fan de usarlas cuando tengo que llegar más cosas que mi móvil y la cartera.

Al entrar recuerdo que la maleta está debajo de la cama, así que, me pongo de rodillas y la saco. Después la abro y saco mi preciada mochila, que lleno con la cartera, las llaves, unos short vaqueros, una camisa de tirantes amarilla, un juego de lencería junto con unos calcetines, la funda de las gafas de sol, porque las voy a llevar puestas, y un cargador. Escribo a Sango para decirle que voy ahora mismo a la plaza y ella me responde diciendo que estará allí esperándome.

Cuando salgo de la habitación, aparece Inuyasha, algo apresurado, por cierto, que me mira sorprendido por la casualidad de que yo haya abierto la puerta cuando el caminaba hacia su habitación. Me sonríe y abre la puerta de su cuarto diciendo:

- ¿Vas a salir, chica de ciudad?

Sigo sus pasos con lentitud y me apoyo en el marco de su puerta mientras él se sienta en la cama para atarse unas deportivas negras. Ahora que lo pienso nunca he entrado en el cuarto de Inuyasha, y tampoco he visto su habitación, por lo que mi mirada recorre la estancia fijándose en los detalles: sus paredes son blancas, excepto la del cabecero de la cama, que es de ladrillo; tiene una cama enorme, seguramente de 2x2m, con un cabecero de madera precioso; toda la decoración es de madera, tiene un baúl a los pies de la cama, un armario empotrado en la pared de la puerta, una ventana en el mismo sitio que en mi cuarto, una tele sobre un mueble en la pared contigua al baño que yo uso, en el que ya no tiene acceso porque yo he trabado su puerta, pero me fijo en la pared de ladrillos también hay otra puerta.

- ¿Y esa puerta?

- El baño.- contesta con simpleza

- ¿Tienes dos baños?

- La habitación está pensada para que los baños conecten los dormitorios, tu cuarto tiene el baño principal en frente, además tiene este para que mi hermana y yo estuviéramos juntos. – después señala el otro baño- ese está conectado a la habitación de mis padres, cuando cumplí los 13, me dejaron ese baño para mí solo y pusieron un mueble frente a la puerta que está en el dormitorio de mi madre. Mi hermana y yo somos inseparables, en cuanto nos propusieron que nuestros cuartos no se conectaran nunca más empezamos a gritar diciendo que no. – explica mientras se ríe.- Aunque tú ahora has trabado la puerta, chica de ciudad.

¿Acaso ha probado a abrirla? Me quito la idea de la mente agitando la cabeza y después le miro.

- Me gustaría conocer a tu hermana

- Espero que la conozcas, de verdad- dice levantándose de la cama- Contesta, chica de ciudad, ¿vas al pueblo?

- Exacto, ahora mismo me iba a ir. Voy a estar con Sango.

- Pues es tu día de suerte,- dice agarrando las llaves de su coche- he quedado con Miroku y voy a llevarte.

Cierra la puerta de su habitación y camina hacia la entrada principal, sigo el mismo camino y me despido de Izayoi antes de cruzar la puerta. En el coche no hablamos porque suena una canción en la radio que me encanta y comienzo a cantarla sin darle oportunidad a entablar conversación. Cuando aparca el coche en la plaza y ambos salimos, me acerco a él:

- Creo que me voy a quedar a dormir en casa de Sango, no hace falta que me recojas, Inuyasha.

El nombrado me mira arqueando una ceja y después posa su mano en mi cabeza revolviendo mi pelo.

- ¿Estás segura? ¿No me vas a echar de menos?

- Nah,- contesto- podré sobrevivir sin ti unas horas.

Ambos reímos y nos sonreímos

- De acuerdo, entonces llámame por la mañana.

- Pues, hasta mañana, Inuyasha.- contesto y después me pongo a caminar hasta la torre de la plaza.

Allí se encuentra Sango, quien sonríe al verme y me abraza.

- Hoy no hace demasiado calor, pero la verdad solo me apetece estar en casa. – confiesa mientras caminamos hacia su hogar- no te dije nada pero espero que te quedes a dormir

- Sí, pensaba hacer eso, esta noche será una noche de chicas.

- Pelis, chocolate, tíos buenorros sin camiseta...- nombra mi amiga como si fuera una lista de lo indispensable- ¡Ah! Y también hablar de chicos.

Miro cómo se le iluminan los ojos pero yo niego con la cabeza.

- Sango, no conozco a muchos chicos de por aquí

- Qué dices, pero si los conoces a casi todos. – contesta mientras torcemos la calle

- Solo conozco a tres.

- Pues eso, los conoces a casi todos- repite- Bueno, aquí no hay muchas chicas de nuestra edad, han venido dos en la repoblación pero creo que pretenden no sociabilizar... ayer me encontré con ellas y les ofrecí ir al Quinto Pino y tomarse algo conmigo, simplemente me miraron y siguieron caminando.

Finalmente, llegamos a su casa, una pequeña y dulce morada con la arquitectura tradicional de la zona, la entrar, noté que era muy acogedora, y bastante fresca. Las paredes estaban repletas de fotos de viajes, al pasar la pequeña entrada adornada con un pequeño mueble y un perchero para los abrigos y los bolsos, caminamos recto, saltándonos dos puertas por el camino que era el cuarto de los trastos, donde estaba guardada casi cualquier cosa, y la habitación de invitados. Al torcer a la derecha, unas puertas correderas de cristal de llevaban al salón, que estaba conectado con la cocina, creando un espacio abierto y amplio. Si giraba mi cabeza podía ver unas escaleras que daban al segundo piso.

- Espero que quieras dormir en mi cuarto, si te digo la verdad, solo uso la habitación de invitados en invierno porque es la más calentita, ahora debe de ser un horno.

Sonrió y dejo mi mochila en el sofá del salón, cercano a una mesa rectangular de comedor y frente al televisor empotrado a la pared que tiene justo encima el ventilador.

- Me gusta mucho tu casa, es muy bonita.

- Gracias- dice mientras enciende la tele y coge el mando- ¿quieres hacer algo en especial?

- La verdad, es que me gustaría ver esa película de la que me hablaste el otro día, no he conseguido encontrarla en el ordenador

- ¿En serio? Dios, Kagome, te va a encantar, ¡es la mejor comedia del mundo!

Nuestra conversación continua con cosas triviales y muere al empezar la película que tantas ganas tengo de ver. Ambas sentadas en el sofá reímos y nos carcajeamos durante la película disfrutando de cada minuto. Casi todas mis amigas en la capital ya están casadas o tienen novio, así que cuando quiero hacer una tarde de chicas pocas son las que se apuntan y finalmente ninguna se divierte, llevo años sin tener una tarde de chicas sin tener que soltar sonrisas incómodas.

Cuando acabamos como la tercera película y el cuarto tazón de palomitas decidimos usar el ordenador para buscar una serie en Netflix. Sango me presta un pijama cómodo de verano antes de empezar la serie y de reponer nuestras Coca-colas por otras. Mientras vemos el primer capítulo, muy intrigante por cierto, de Pretty Little Liars nos hacemos trenzas de todo tipo.

- Yo creo que es momento de hablar de chicos- comenta la profesora del pueblo cuando acabamos el cuarto capítulo.

- De acuerdo. ¿Hablaste con Miroku sobre la misión de espías que hicimos su sobrina y yo contigo?

Sango niega en rotundo y se tapa la cara.

- Dios, qué vergüenza, es imposible que se lo cuente.

- Tal vez deberías eliminar la parte en la que lo acosamos espiándole pero, podrías decirle que te gusta.

- ¿Crees que estamos jugando al gato y al ratón? – pregunta metida en sus pensamientos

- Creo que lo mejor es ser sincera.

Ella sonríe

- Entonces, sé sincera, ¿cómo es vivir con Inuyasha?

- ¿Normal? – contesto dudosa mientras ella me mira con picardía- No te voy a negar que Inuyasha es un chico guapísimo y que intento no parecer una adolescente cuando se pasea por su casa sin camiseta pero por lo demás bien.

- ¿Nada más?

- Es amable conmigo, me ha tratado muy bien, a veces se burla de mí con sus dobles sentidos pero estoy aprendiendo a seguirle el rollo.

Ella se cruzó de brazos y sonrió de lado

- Esperaba otra respuesta, Inuyasha parece llevarse muy bien contigo, Kagome, se preocupa mucho por ti y creo que incluso te acerca un poquito a él contándote algún que otro dato de él. Nunca lo había visto así de cómodo con alguien que no fuera Miroku.

- Al principio, Inuyasha puede parecer una persona cerrada o misteriosa, pero creo que simplemente cree que es mejor no decir nada si no tienes nada que contar y que por eso parece que habla poco y parece antipático o egocéntrico.- suelto mientras miro a la nada recordando a Inuyasha- He visto cómo le habla a su madre o a Koga, o como os trata a Miroku y a ti, y puedo afirmar que así no se comporta un narcisista.

Sango parece cada vez más contenta y, cuando termino de hablar, sonríe cálidamente y salta sobre mí a abrazarme haciendo que caigamos las dos en la alfombra y nos riamos.

- Me alegro mucho de escuchar todo eso, Kagome

Buenas, mis amores, sí como habéis podido ver he decido poner la fecha en la que transcurren todos los capítulos pondré la fecha en la que suceden, si pasan por los capítulos anteriores también veréis cuándo suceden. Espero que de esta manera entiendan mejor el tiempo cronológico de la historia ;3

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