Travesuras de un Kwami I

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 Todos esperaban impacientes, Tikki quien estaba aún un poco agotada después de la transformación permaneció aun lado de Adrien, el silencio era incomodo, pero, aun así, nadie se atrevía a decir algo... Chloe fue la primera en abrir la boca los segundos que le parecieron eternos tenían que terminar de una buena vez.

- ¿Y? ¿Qué pasa?

-Creo que yo puedo aclarar esa pregunta. - Tras de ellos apareció el maestro Fu, con pasos lentos se acercó hasta los cinco héroes. - Alguien debía purificar ese akuma.

-Eso lo sabemos. - le interrumpió. - creo que hice mal la pregunta... ¿Porque él?

-Chloe...- Luka puso sus manos en los hombros de la rubia para calmarla un poco, si bien todos estaban intrigados comportarse de una forma "altanera" no traería las respuestas fácilmente.

-Sin una Ladybug todos corren peligro, realmente se necesita de alguien que los purifique. - siguió hablando Fu. - Adrien es ahora el protector de los miraculous de la creación, así como el de la destrucción.

-Pero si Adrien tiene ahora los pendientes... ¿Que pasara con el anillo? ¿Tendremos un nuevo Chat noir? - cuestiono Alya.

-Nada de eso. - hablo Adrien de manera inmediata. - seguiré siendo el único portador de plagg, esto es solo una medida preventiva hasta...-aquello aun le resultaba difícil de decir inclusive doloroso de cierta forma. - hasta que encentre a una digna ladybug.

- ¿Que será de Chat Noir hasta ese entonces? - Pregunto Nino.

-Chat Noir patrullará por las noches París cuando Mister Bug sea necesitado para purificar los akumas aparecerá.

- ¡Un segundo! - grito la rubia. - vas a tomar el rol de dos héroes día y noche... ¡ESTAS LOCO! ¿Pensaste en Emma tan siquiera?

- ¿Emma? ¿Qué tiene que ver Emma en todo esto?

-Simple. - Alya se cruzó de brazos mirándolo seriamente. - Emma es una niña que perdió a su madre, Adrien si eres consciente de las cosas eres de por si un hombre ocupado tu carrera la nueva cabeza de los Agreste y un héroe las veinticuatro horas al día ¿Que queda para ella? ¿Cometerás el mismo error de tu padre?

Todos estaban de acuerdo con Alya, Adrien parecía que con eso lograba distraer su mente de la perdida de la mujer que siempre amo, pero a su vez notaban como él mismo se alejaba de su hija, por miedo, porque ella era idéntica a Marinette.

-Emma está bien, siempre lo estará. - con aquellas palabras se marchó.

Fu le miro preocupado, Tikki apenas les miro por unos segundos antes de ir al lado de su nuevo portador, los demás solo se miraron desganados la tensión era increíble cuando Adrien estaba cerca aun traía consigo ese rastro de soledad y muerte.

-Maestro...- trato de hablar Nino, más Fu fue más rápido para interrumpirlo.

-Ante estos casos no podemos hacer nada, Adrien requiere de ustedes y ustedes son el nuevo pilar que lo sostiene solo denle un poco de tiempo, Marinette ya los consideraba su familia, solo les pido que no le den la espalda a ese pobre chico que aún sufre.

Emma miraba desde la ventana del auto el recorrido que estaban haciendo, el auto había pasado por un parque y apenas pudo ver cosas divertidas, globos, helados, más niños corriendo, su mirada se ilumino pensando que podría pedir salir a jugar, sin embargo, el guarda espaldas de su padre alguien de muy pocas palabras por no decir nulas, soltó un bufido siguiendo su camino, el pequeño azabache solo miro el asiento frente a ella con tristeza.

-Mamí me habría llevado. - dijo para sí.

El auto se detuvo un par de calles más adelante, y en pocos segundos la puerta se abrí, Emma miro con curiosidad, sin embargo, la persona que abrió la puerta y se disponía a entrar en el auto quedo mirando a la pequeña niña, fueron largos segundos en donde la persona soltó un suspiro e hizo una mueca para después entrar apartando las cosas de la niña para hacerse lugar.

La pequeña seguía mirándole, cabello como el de ella recogido en una gran bola, parecía que tenía puesta una bata de baño negra y que estaba enojada, sus ojos se parecían a los de sus muñecas, simplemente no podía dejar de mirarla.

-Mirar a si a una persona es una falta de respeto. - le dijo, Emma rápidamente se sentó incomoda mirando sus manitas, más pronto regreso a mirar a la desconocida, quien simplemente suspiro.

Minutos más tarde el auto regreso a detenerse esta vez frente a un gran edificio que parecía estar hecho de cristales, las puertas traseras del auto fueron abiertas. Emma no necesito tomar sus cosas para bajar ese lugar era donde su madre trabajaba y si estaba en ese lugar solo significaba una cosa ¡Su madre había regresado! Sin pensarlo dos veces la niña corrió a la entrada donde el portero quien le conocía le sonrío ampliamente.

-Avísele al señor Agreste que Kagami Tsuguri. - dijo la mujer aun con el porte serio, la niña poco le presto importancia solo quería entrar y ver a su mamá. Cuando ella se disponía a abrir la puerta una mano se posó en su hombro. - vienes acompañada niña irte así es una falta de respeto ¿Que modales te han dado?

-Extraña. - fueron sus inocentes palabras, Kagami le miro severamente, pero al ver aquellos pequeños ojos azules sin duda alguna era digna hija de Marinette, aunque al parecer menos torpe. - y no hablo con extraños.

-Eso es... inteligente, al parecer heredaste inteligencia de los Agreste. - ese comentario no causo confusión en Emma sino enfado, su frente se arrugo y sus ojos se entrecerraron cosa que la mayor ignoro por completo.

-El señor Agreste les espera. - indico el sujeto abriendo la puerta, Emma fue la primera en entrar al ser pequeña la recepcionista no noto su presencia y de hacerlo no tenía problemas con la nieta e hija de los Agreste.

Al entrar al lugar parecía que alguien entraba a un museo de modas, algunos diseños eran exhibidos en vitrinas y unos cuantos fuera de estas, sin duda algunos diseños de Gabriel Agreste dignos de ser mostrados, Kagami en su camino al elevador noto un diseño que no estaba antes en su última visita. Un hermoso vestido blanco en tonos rosas fino encaje y un tul rosado, mariposas bordadas a mano en la parte inferior del vestido y una más en la cintura con una "M" a un costado también bordado a mano, un vestido para una chica de quince años, un vestido original hecho por Marinette. Aquel vestido dentro de la vitrina estaba cubierto de flores blancas y una placa con algo escrito más no pudo siquiera leerlo ya que el elevador abrió sus puertas.

Cuando intento presionar el botón para ir al último piso la pequeña Emma se adelantó dando un gran brinco, tal vez Emma era inteligente como su padre, pero demasiado enérgica como su madre, ni bien las puertas se abrieron ella salió corriendo gritando "Mamá"

los gritos de Emma no pasaron desapercibidos para Adrien quien apenas y separo sus ojos de los documentos en el escritorio cuando le vio entrar, sus pequeños y ansiosos pasos pararon de golpe a ver por la gran oficina solo a su padre, pero no a su madre.

-Ma...

-Tienes a una hija con mucha energía Adrien. - dijo Kagami entrando a la oficina, este se levantó dejando los papeles de lado para saludarle correctamente.

-Espero que Emma no te fuera una molestia, y si, es algo que saco de su madre. - el rubio bajo su mirada Emma le tiraba del pantalón su mirada parecía triste. - ¿Que pasa Emma?

-Mami ¿Dónde está? - aquella pregunta sorprendió a Kagami ¿ignoraba lo que había pasado con Marinette? Adrien solo le quedo mirando para tomarla de la mano y llevarla a fuera. - ¿Papi?

-Ve a jugar estoy ocupado. - fueron sus palabras para después cerrar la puerta Emma miro esa puerta color vino con tristeza.

-Creo que algo serio está pasando Adrien ¿Por qué pregunta por Marinette? - pregunto mientras tomaba lugar frente al escritorio, desganado Adrien se sentó frente a ella.

-No sé cómo decirle que su madre está muerta y que no va a regresar jamás. - dijo directo era la verdad como decirle la verdad a una niña tan pequeña.

-Como me lo has dicho a mi ahora... Adrien al final terminará enterándose y será aun peor.

-Lo se Kagami, pero no puedo tengo mucho trabajo y no tengo tiempo para...

-Dásela a los abuelos. - le interrumpió el de ojos esmeralda le miro con sorpresa. - si no tienes tiempo para tu hija déjala con los padres de Marinette le darán todo el tiempo que tú no tienes. Modelo, esgrimista, coordinador y director es demandante como para tener cinco segundos para ver pro una niña así que simplemente déjala con ellos.

- ¡Estás loca! ¡Es mi hija! - defendió algo ofendido, aunque de cierto modo le decía las cosas directamente y que eran verdad.

-Entonces solo pide ayuda quitaste a tu padre para tomar las riendas por que no estabas solo. - recalco ante aquello. - pero ahora lo estas, pedir ayuda no va a matarte.

-Lo se Kagami, lo sé... lamento molestarte con esto, pero... no es por lo que has venido ¿O sí?

-No, me entere casualmente que renunciaste al torneo superior de esgrima en Tokio y al ser cociente de la situación ahora entiendo por qué... y me ofende.

-No entiendo.

-Este año sería mi año para ganar el trofeo y simplemente decides renunciar para atender todo esto, es simplemente ofensivo para mí.

-Kagami estas exagerando, el esgrima es un pasatiempo para mí, eso no me da para comer es solo un deporte pasajero y un torneo no es la vida misma.

-Para mí y mi familia lo es, pienso ir al torneo la siguiente semana, solo vine a darte mis condolencias, dejé un ramo de lirios en la tumba de Marinette, lo lamento no era tan mala persona al final, un poco torpe, pero fue una buena mujer.

-Lo sé... Kagami, ya que estas aquí seria descortés de mi parte, pero... ¿Te gustaría venir a cenar a mi casa?

La azabache le miro por unos segundos antes de sonreír de lado y aceptar la invitación, tal vez fue muy dura, pero al pasar el tiempo Adrien conoció su carácter y la forma en decir las cosas, para él era una amiga indispensable que le decía la verdad cruda tal cual era.

Emma se encontraba sentada en un pequeño sofá fuera de la oficina, la asistente de su padre se había retirado y por lo que logro escuchar fue a su hora de comida... ella no había comido nada desde el desayuno que apenas probo a duras penas, le dolía el estómago, no lo había ocultado a su padre y abuelo puesto que ninguno de los dos estaba en el gran comedor... ¡Pero todo estaba por cambiar! Su mami pronto llegaría y regresarían a su casa y le sobaría la pansita para que se le fuera el dolor; para cuando Kagami salió de la oficina y vio a la niña esta solo se encogió de hombros.

Pequeña Emma.... nos veremos esta noche. -Haciendo una pequeña reverencia y una pequeña sonrisa a la niña, Kagami se marchó.

Emma entro nuevamente a la oficina de su padre quien había regresado a sumirse a los papales en su escritorio.

- ¿Papi?

Ve a jugar a fuera Emma estoy ocupado. -Fueron sus secas palabras, la pequeña sintió una punzada en el estómago ¿Por qué? ¿Porque su padre actuaba así? Sera que también le hacía falta que su madre regresara para que él regresara a ser bueno y feliz. Inocentemente Emma se sentó frente al escritorio mirando a su padre, él levanto la mirada topándose con esos ojos zafiro que lo miraban profundamente, algo que Marinette hacia cuando no le prestaba atención, solo sentarse y mirarlo hasta que no tara su presencia... Emma ¿Por qué lo torturabas? - Te dije que salieras estoy...

-Tengo hambre... ¿vamos a comer? ¡Quiero Pizza! Y helado, gomitas ¡Y chocolate mucho chóclate! Pero no le diremos a mami cuando...

-Emma Antonelli Agreste te dije que estoy ocupado, además no debes comer esas cosas te arruinaran el apetito esta noche tenemos invitados en casa. -Definitivamente ese no era su padre y a Emma le asustaba.

-S-sí señor.

El bolígrafo que Adrien movía en su mano paro en seco, observo a su hija irse y un recuerdo llego a su mente al mismo tiempo una recreación igual a cuando de niño trataba de llamar la atención de su padre, mis más acciones, mismos gestos...

Los Kwamis salieron de su escondite sin decir ni una sola palabra, Plagg sentía pena, la pena de su portador, lo que hacía con Emma no era justo era... un segundo Gabriel y con eso era suficiente para hacerlo sufrir.

-No vas a matarla de inanición ¿Verdad? - Pregunto el Kwami de la destrucción, su portador regreso a su trabajo.

-No digas tonterías Plagg, solo no la dejare comer dulces arruinaran su apetito y no querrá comer en la cena la conoces

-Pero hablarle de esa forma Adrien... tú no eres así. -Esta vez fue el turno de Tikki para hablar, era verdad había sido cruel con ella

-Me disculpare cuando termine.

Ellos sabían que no lo haría... desde que Marinette se fue, todo el mundo de Adrien se había terminado, no importaba que tuviera a Emma y que la defendiera siendo su hija, ella era su vida, su mundo, un mundo que ya no brillaba para Adrien.

Para cuando regresaron a casa no hubo palabras, Adrien se negó a poner el CD con la música favorita de Emma y cantar con ella "Bajo del mar" él siempre cantaba con ella, pero ahora ya no. Plagg no podía con esa indiferencia de Adrien, si, entendía que el hombre o imitación de hombre que usaba su anillo estaba destrozado, pero eso no significaba que actuara como un villano con su propia hija, él no había notado que Emma estaba triste y algo pálida.

Adrien no perdió mucho tiempo tras entrar a la mansión, su padre no estaba en la ciudad por lo que Nathali tampoco estaba, ordeno prepararan una cena para tres personas ya que él esperaba a alguien importante, se apresuró a darle un baño a Emma y ponerle un pequeño vestido celeste que le hacía parecer una muñequita junto a sus zapatos de charol negros, su corto y desordenado cabello azabache sería un problema que arreglaría después de ducharse y cambiarse

Una hora más tarde Los kwamis ocultos miraban como Adrien sentado en las escaleras trataba inútilmente de acomodar el cabello de su hija, pasaba tanto el cepillo que la cabeza le dolía a la pequeña y unas pequeñas lagrimas se le escapaban, le había intentado hacer una simple coleta, más lo admitía era una inútil.

-Ejem...

el carraspeo le saco de sus pensamientos, frente a ellos se encontraba una mujer vestida de escarlata, Adrien quedo impresionado por la belleza natural de Kagami... un momento ¿Ella? Pero... ¿Cuando entro?

-Kagami... ¿Quien?

-Yo misma, me canse de esperar a que abrieras y pase yo misma, ahora veo por qué no atendían a la puerta.

-Yo... quería que Emma estuviera presentable y su cabello es un desastre. - la azabache sonrió de lado estirando la mano y atrapando las "complicadas herramientas" en menos de dos minutos la pequeña imitación de Marinette tenía dos moños en su cabeza.

-Listo como dos orejas de ratón.

-Gracias...Yo... pasemos al comedor no es una cena si no estamos en ese lugar ¿verdad?

-Adrien, cualquiera diría que estás perdido en una primera cita.

A Plagg no le gusto aquello y al parecer a Emma tampoco, era muy pequeña, pero sin duda sabía que era una cita, Marinette le contaba mucho sobre las que tuvo con su padre eran como cuentos para dormir a la pobre de lo aburrido que era y no la culpaba, ¿que tenia de divertido una cita dentro de las alcantarillas?

-Mi pequeña yo te salvare de esto.

- ¡Plagg! ¿Qué planeas? - Tikki que estaba a su lado observando todo tuvo un mal presentimiento al escuchar al gato negro. - Plagg no, lo que piensas hacer no lo hagas

-Yo no voy a permitir que Kagami sea la nueva madre de Emma ¿Le has visto? Es como si la odiara

-Ella también fue amiga de Marinette, y no odia a Emma, solo le cuesta expresarse con otros que no sean Adrien

-Pues entonces les daré la noche más divertida de todas... ¡Cataclismo! - aquello ultimo lo dijo canturreando, y para la kwami de la buena suerte era demasiado tarde para intervenir.

La cena comenzó bien... al menos para los adultos, Emma solo comía pequeños bocados pues sentía un pequeño dolor, algo que evidentemente su padre no le prestaba atención, y mientras Adrien y Kwami charlaban cosas que ella no entendía, la mujer cambio su expresión a una de desagrado... sentía los pies mojados

- ¡Oh por dios! - exclamo mirando al suelo... el comedor estaba lleno de agua

El rubio se levantó a prisa mirando por una puerta que daba directo a la cocina como el cocinero luchaba por sellar el paso del agua, la tubería había reventado, Emma bajo de su asiento haciendo que el agua botara ¡Eso era divertido!

- ¡Emma! - El grito de Adrien provoco que la pequeña azabache diera un gran respingo.
Adrien apenas pudo correr hasta ella botando más agua de la que ya de por si había en todo el comedor,

Tomando a su hija en brazos le pidió a su invitada lo siguiera a un lugar más "seco" pero grande fue su sorpresa al notar que le agua corría escaleras abajo, nuevamente dejo a la niña en el suelo hasta cierto punto la niña parecía estar en un chapoteadero Emma por su parte, se alegraba de que el agua entrara a su casa era divertido, le gustaba nadar, pero a su padre parecía no gustarle en esos momentos; la azabache por otro lado se quejaba de su vestido mojado y zapatos estropeados.


- ¡Adrien! ¿Qué pasa? ¿De dónde sale toda esta agua?


-No lo sé, no se siquiera porque se está inundando...toma a Emma veré que pasa. - la de ojos rasgados quedo mirando a la pequeña imitación de Marinette... de verdad... ¿de verdad Adrien dijo lo que dijo? Sin muchos ánimos termino tomando a la niña en brazos estaba peor de mojada que ella y eso arruinaba más su vestido escarlata

Plagg miraba con orgullo su trabajo, el pequeño destructor había roto todas las tuberías de la casa, el agua no solo brotaba de las llaves de paso sino también de los escusados y regaderas, técnicamente era un caos total, y, solo para rematar afuera se había desatado una tormenta

Notas finales:

No tengo mucho que decir, me tarde, pero logre escribir... y este capítulo no termina aquí XD aún faltan más cosas jejeje

Espero les gustara este capítulo.

Dudas, preguntas, comentarios lo que sea todo es bienvenido n.n

Hasta la próxima actualización 

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