Doble Golpe
Todo lo bueno para que sea bueno, se acompaña de lo malo, lo negro de lo blanco, las rosas de las espinas, los aciertos de desaciertos y las virtudes de carencias, porque sencillamente la presencia de una cosa, hace resaltar a la otra.
De fuertes contrastes precisamente están echas las tierras africanas, donde el rojo sol pinta de ocre las praderas y se forman los hombres tan fuertes como leones o incluso como el rey Zulú.
En el ajetreo de ciudad del Cabo, Kahir, Kenda y Abbima, tres vidas principiantes, tres nacidos angoles, tres niños que comienzan a elevar el árbol de la vida. Siempre juntos, compartían todo: bananas, juegos. Ambos cuidaban celosamente a Abbima, la fémina del divertido trío. Pero al pasar de los años y con el llegar de la juventud, llega también la estructuración de la personalidad, ahora cada flor expresa su color, cada león su fiereza y cada guerrero sus mejores armas.
Kahir y Abbima son dos humildes jóvenes, trabajadores tenaces, en cambio Kenda, es ahora ambicioso y soñador.
En el corazón de este chico, comenzando a florecer botones negros de las más espinosas flores, salpicados en veneno de víbora, ya que sus amigos eran admirados por su laboriosidad y objetividad, mientras que él, con su vida alocada y soñadora, no era lo más digno de admirar de la zona.
Abbima y Kahir deciden montar una tiendita de zapatos y vestidos; la chica se encargaba de la costura y el chico de domar las pieles y producir las más genuinas piezas para los pies de las damas y los caballeros, negocio que comenzó a florecer y hacerse exitoso gracias a los peculiares diseños que con mucho cansancio y agotamiento realizaba para salpicar con su miel la diseñadora del pequeño negocio, quien para no mostrarse cansada y presionada ante su familia, ya que era su guía principal, dibujaba en las noches tras acabar las faenas del hogar.
Está señora el trabajo para llevar al seno de su familia unas monedas más, pero mantuvo esto en anonimato para que sus familiares por consideración no la convencieran de dejarlo, así que cada vez que alguien compraba un vestido o unos zapatos y preguntaban por el diseñador, Kahir y Abbima, siguiendo su pedido y para conservar su secreto, mentían alegando ser ellos mismos.
Las piezas de los jóvenes eran únicas y siempre con estampados o insignias características de su amada tierra, a estos añadían una pequeña etiquetas con sus iniciales y la dirección de su negocio.
Por otro lado, Kenda, quien siempre quería estar cubierto de lujos, adora el juego, los vicios y en quien la envidia había echado raíces, se entera de unas becas en Milán para estudiar economía. Los costos extras de dicha beca, debían ser sostenidos por su pobre madre soltera, quien nunca se mostró triste ni cansada ante su hijo, y siempre le disfrazo de oro su miseria, ahora tendrá que trabajar horas extras para sostener los estudios de su hijo.
…Si de amores se trata, este es uno del que no existe crítica…
Doña Libbett duplico sus esfuerzos y con duro trabajo de dia y de noche, más laboriosa que una industria en plena produccion, logra darle a Kenda la primera suma para viajar y este tras aprobar los examenes, comienza su beca. Su madre cada mes, sin falta, sin ausencias, le enviaba su mesada, con pequeños mensajes de texto a su celular con esas cosas que toda madre dice, para avisar que el dinero habia sido enviado. Ademas siempre le mandaba una pequeña nota con saludos de sus dos viejos amigos, a quien, a pesar de sentir envidia de ellos , hasta el momento de su partida fingia una hipocrita felicidad.
…Todo lo que se salpica con sudor y se consigue a base de arduos esfuerzos , siempre da frutos…
Las piezas de la tiendita africana comienzan a hacerse populares no solo en el continente, sino tambien cruzando fronteras como aves migratorias…
A kilometros de casa, Kenda, quien se ha convertido en un empedernido elitista, vive de salida con sus amigotes, gracias a los centimos de su esforzada madre.
Una tarde, Libia, la hermana de uno de los amigotes de Kenda, quien trabajaba como modelo de medio tiempo, lo innvita a el y a los demas del clan a una de sus presentaciones.
Arte sublime y exelso el del modelaje, figuras finas y pulidas, exaltacion de la belleza sobre la pasarela.En la presentacion, Kenda queda impresionado por Isbell, una compañera de Libia pero desencajante con el entorno, trigueña, de frente amplia y cuello alargado. Dias despues pide su numero a una conocida para comenzar su conquista.
Tras avanzar las cosas entre el chico y la modelo, Libia, simpatica y servicial como es, le ofrece a la trigueña un vestido traido desde la mismisima Africa, para impresionar a Kenda en su primera cita con dulces recuerdos de su pueblo natal.
Sus padres habian comprado en uno de sus viajes con los tacones a juego, pero la chica rubia, caprichosa y conocedora de moda, nunca le gusto el contraste entre la pieza y su tono de piel, por lo que decidio darselas a Isbel quien las luciria mejor con su porte mas esbelto y tono de piel mas tostado.
-Bonito vestido,Isbell- expreso Kenda
-Si, lo es.Pero agradece de tanta elegancia a Libia cuando la veas- respondio ella
Lograda la intencion de la impactante Isbell y sentido a gusto Kenda, la besa.Cuando le acaricia la espalda se enrreda con una incomoda etiqueta, al apartar esta observa algo muy familiar, las iniciales A y K seguido del nombre de su pais.
-¡No puede ser! Estos estupidos han trascendido fronteras. Imposible, imposible- grito y golpeo fuertemente la mesa donde ambos compartian un café.
Incomoda y sin comprender la modelo se retiro del lugar y lo dejo solo con sus problemas.Oportuno momento para ella, quien nunca imaginaria el tipo de persona que habia dejado atrás.
Dos simples artesanos a quien fingio fidelidad, no pueden trascender fronteras como el, el es Kenda, y nadie mejor que el.
El orgulloso joven comenzo a comprar todas las piezas de los muchachos, por encargo, sin dar la cara y a nombre de su vecin Odette.Una anciana adinerada e incapacitada que vivia cerca de el y de quien conocia direcciones debido a que en una ocasión recibio una carta erronea para ella.El compraba cada pieza una tras otra, pagando el coste con el dinero que su madre le enviaba con el unico objetivo de agotar la produccion.Tacon tras tacon, estampado tras estampado, eran quemados en la estufa de sus apartamento.
Abbima y Kahir, sin tener más con que producir, cierran la tienda ya que tanta compra que en un inicio fue favorable, pero luego, al vaciarse el zapatero y los vestidores no quedaba nada que mostrarle a los clientes y no alcanzaba el material para reponerlo.
Casualmente también comienzan a disminuir las remesas de Kenda quien ahora no tenía a que aferrarse, ya que había gastado todo perseguido por su eufórico sentimiento. Agradecidos muchachos, Kahir y Abbima deciden visitar a su excesivo comprador con el dinero recaudado en muestra de gratitud y para explicarle que por lo menos hasta dentro de un año no podrían producir más artículos.
Al llegar los jóvenes a Milán, al caserón de doña Odette y tocar la puerta, no imaginaron la sorpresa que les esperaba.
La puerta es abierta por una anciana en silla de ruedas, ambos pies amputados por una enfermedad que había padecido en su juventud.
-Es usted doña Odette
-Si muchacho, soy yo, quien les habla- contesto
Pero donde luciría esa señora el calzado y como cubriría su figura con los largos vestidos, aun un poco asombrados le comienzan a agradecer hasta que son interrumpidos.
-Les agradezco su visita y no dudo que sus trabajos sean buenos, pero yo no he comprado nada de lo que dicen.
De pronto Abbima alza el rostro para acomodarse el pelo al tiempo que ve a Kenda entrar a una casa cercana, disculpándose con Odette marchan los chicos a donde Kenda el cual había dejado la puerta abierta. Estos entran sin formalidades ya que eran buenos amigos. Pronto las cenizas en el piso, los restos de pieles y telas muy familiares captan la atención de estos. El aire de primavera que entra a través de la ventana trae a los pies de la chica sus peculiares etiquetas.
-¿Qué hacen aquí?- exclama Kenda al avanzar de la cocina a la habitación donde están.
-Veníamos a agradecer a nuestro comprador, pero creo que ya lo encontramos- respondieron.
-¿Por qué lo hiciste amigo? Digo, si puedo llamarte así-Cuestiono Kahir.
-Porque no soporto que alguien como ustedes, con mis mismos orígenes se superen, estúpidos infelices.
Los chicos, mirando a su supuesto amigo de corazón envenenado, con quien compartieron juegos y bananas, conmocionan.
…No existe sentimiento más cruel, más despersonalizante que la envidia que trasforma más fuerte que una enfermedad el alma del hombre…
Adoloridos los chicos y tras preguntar Abbima.
-¿Ha disminuido tu mesada verdad?-Quien recibe un si del rufián con un movimiento de cabeza- Has dado un doble golpe ¿lo sabes? Acabaste con el sueño de quienes crecimos contigo, pero eso no es lo peor, quien diseñaba todo era, tu madre, la cual cansada después de una larga jornada de luna a luna, trazaba las piezas en la oscuridad de las madrugadas para camuflarte la pobreza, desde que te mantiene hasta los días de hoy.
Kenda con un nudo en la garganta intenta hablar pero Abbima saca rápidamente su celular y le muestra una foto de su madre con lentes oscuros comentándole después que había perdido la visión tratando de cumplir con las compras y así enviar cada mes puntualmente su mesada.
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