Capítulo 23
Se me hacia extraño tomar de nuevo un avión de vuelta a España. Según había hablado con mis padres, me quedaría en Casa de Ruben/Rubius esos días. A ellos no les importaba. Al fin y al cabo solo era un amigo ¿Que mal podría pasar? Luzu, tomaría un vuelo mas tarde.
Dejamos nuestros equipajes en la cinta. Y tranquilos, yo junto a Guille y Samu nos dirigimos hasta donde se podían ver unos controles. Deje mi bolsa y pase tranquila. Dentro llevaba mi cama. Monedero. Llaves de casa. Diría móvil, pero lo tenia en mi bolsillo de los pantalones vaqueros.
Además, llevaba una bolsa de patatas fritas. Nadie sabe nunca con esa horrible comida de los aviones. Luego espere a ambos chicos.
-De nuevo lo de siempre...- Se quejo Vegetta tomando sus cosas de l cinta. Willy reía- ¿Enserio tan cara de mala gente tengo? Si soy un trocito de pan-.
-Sobre todo cuando te escucho pegar esos gritos de loco desde mi habitación- Respondió Willy riendo aún.
-No es mi culpa si me emociono con los juegos- Suspiro y negó al ver que Willy seguía riéndose.
-Niños, no es momento de pelear. Portaros bien y al llegar les comprare una piruleta ¿Si?- Les hable riendo en tono como si ellos tuvieran 2 o 3 años.
-Si mami- Siguió el juego Willy. Yo reí ante su aptitud. Vegetta también tuvo que reír con el comportamiento de su compañero.
-Bueeeno... mejor vamos para el avión ¿Que dicen?- Preguntó.
-Si papi- Contesto Willy y rió.
-Ahaha... bueno vamos- Todos echamos a caminar hacia una de las terminales. Pasamos por el largo pasillo hasta entrar en el interior de aquella enorme maquina voladora.
Nos dirigimos a sentarnos en nuestros lugares. Eran justamente los tres asientos de los que estaban en las filas centrales. Willy se sentó a un lado. Yo en el centro y Vegetta al otro lado. Mirábamos el avión llenarse poco a poco.
-Espero esto no tarde mucho- Suspiro Willy.
-Ya no debe quedar mucho. Casi esta lleno esto- Conteste mirándolo.
Y tuve bastante razón. A los 15 minutos avisaron de tener que abrocharnos los cinturones de seguridad. Lo hicimos y pocos minutos mas después, un sonido de motores y un despegue ya estábamos en el aire destino Madrid, España.
Tome mis auriculares de la bolsa y los puse en el móvil. Tranquila escuchaba musica mientras observaba twitter. Había visto muchos dibujos. Yo reí leve. De los últimos eran sobre todo el momento en que ya hacia una semana Willy cayo en la lava. Y uno pasado ayer mismo donde sin querer. Nuevamente Willy se cargo la cabra de Vegetta. Y no se si creer si fue de verdad sin querer. Y eso que fui testigo. Si Willy ríe mucho... es que sin querer no pudo ser. Entonces mire imágenes Wigetta, Dewyrex y Dewetta. Estaba perpleja. La gente ya creando salseo de nosotros. Ya me había acostumbrado después de los primeros 20 dibujos.
Varias horas después llegamos, hechos polvo a Madrid. Vegetta fue el primero en despedirse ya que sus padres habían llegado los primeros. Yo espere con Willy. Rubius había llegado ya, pero igual esperamos a que llegaran los de Guille. No queríamos dejarlo solo.
Una vez se fue, Rubius y yo nos dirigimos afuera. Este se ofreció a llevar mi maleta. Yo no iba a negarme pues. Mientras hablábamos fuimos al metro. Tranquilamente y en una media hora ya estábamos en su casa. Los gatos ni nos recibieron. Perezosas estaban en el sofá como si nadie hubiera entrado.
-Ustedes, gandulas... muevanse y saluden gatas malas- Las reñía como si fueran bebés. Yo reí divertida. Me enseño un cuarto de invitados. Ahí alguna vez se había quedado Mangel o su Padrino alguna noche.
-Gracias Ruben, enserio te agradezco me dejes quedarme aquí estas semanas- Dije dejando la maleta y mi bolsa. Este sonrió.
-Bah, no las des. Soy assssi con los amigos. Y mas... -hizo un movimiento sensual con la cabeza, aunque mas me recordó a una morsa estirando el cuello- Por mis amigaaahss~-Luego se echo a reír- Ok no, okey broma. Aish... a veces se me va la cabeza. Bueno... supongo habrá hambre ¿No? Pues pidamos una pizza porque yo apenas se cocinar. Pagamos a medias- Yo asentí y reí con su comportamiento. Tras llamar entro a su cuarto en donde estaba su ordenador. Este me miro.
-¿Porque me miras así?- Pregunte.
-Tu, yo... esta noche... juego de terror... no se, piensalo -movió las cejas arriba y abajo mientras me miraba con cara de retard.
-Hm... vale, pero... el principal motivo sera porque no te atreves a jugar solo ¿Me equivoco?- Me cruce de brazos y reí.
-Pues.... si. Para que mentirnos- Este rió también.
Este comenzó a grabar. Estábamos avanzando en una casa. La oscuridad. Yo ni se porque hacia esto. Me gusta pero no me gusta jugarlos. Supongo soy masoquista conmigo misma. Ya ni nos acordábamos de la pizza cuando el timbre sonó. Tal susto nos llevamos que Ambos nos caímos de las sillas. La lamparita callo a un lado, a milagro no se rompió. Y no se ni como. Rubius y yo nos estábamos besando. Bueno, tampoco era un beso. Estábamos con los labios juntos... arg, a quien quiero engañar. Si lo fue.
Con la pizza ya en la habitación. Ambos lo discutimos. Este se disculpo ya que solo fue acto del susto. Incluso me confeso que una vez le paso con Mangel. Yo estaba flipando. Este al verme preocupada. No tuve mas remedio que decirle que sentía por vegetta. Genial. Ya eran tres los que sabían mi "secreto".
La noche continuo tranquila. Sin mas sobre saltos. La verdad, veía en Rubius un buen amigo. Tal vez como Alex o Lanita.
Y aquel beso... No significo nada.
¿O... tal vez si?
Ya solo quería que llegase mañana. Nos tocaba sesión de fotos.
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