Tiempo de pareja y compensación

En medio de la cama de aquella habitación, había una bola gigante de sábanas amontonadas en una pareja, dejando en claro el frío mañanero que calaba en ellos, sin embargo, el enojadillo Omega daba la espalda al contrario, formando un puchero y sintiendo un leve ardor en su parte baja mientras que el Alfa a su lado intentaba voltearlo y acontentarlo.

¿Por qué nunca le dejaba estar enojado a gusto?

—Kookie~~, tengo hambre —habló el rubio después de un rato de silencio.

—¿Y qué quieres que haga?

—... Podrías... ¿preparar el desayuno? —preguntó tímido, asustándose al momento en que el pelirrojo lo volteó a ver con el ceño fruncido.

—¿Es enserio? ¿Acaso el señorito no puede levantarse, ir a la cocina y prepararse algo?

—... Sí pero no.

—Bueno, pues ni creas que me voy a levantar, ya bastante tuve anoche con tus jueguitos como para que me salgas con esto.

—Pero no te quejaste cuando- —fue interrumpido al recibir una patada en la pierna, el impacto estando demasiado cerca de su arma, obligándole a cubrirse y evitar sentir un tremendo dolor—. ¡Tranquilo! Casi nos dejas sin hijos.

—Cállate y deja dormir —agarró las sábanas y cubrió la mayoría de su rostro, ignorando las muecas de berrinche que Taehyung.

—Por favor, sabes que no puedo cocinar, ¡ni siquiera puedo prender la estufa!

—Pero hay algo llamado horno de microondas.

—Pero esa cosa da cáncer —Jungkook suspiró exasperado.

—Entonces busca algo que no implique ser calentado.

—Pero sabes que me gusta el café con leche caliente en las mañanas —sacudió el cuerpo del menor.

—¡Entonces no comas ni bebas nada!

En un lapso de aproximadamente media hora en que Taehyung estuvo suplicando a Kook y haciendo berrinche, se terminó la paciencia del aludido, nuevamente dejándose manipular.

Con una mirada letal se levantó, se colocó sus pantuflas de conejito e, ingorando el dolor en su trasero, salió del cuarto, rumbo a la cocina. La próxima vez se aseguraría de dejar a Taehyung sin comer por cuatro días, no una semana porque también era compasivo, incluso si no quisiera.

El Alfa le seguía, casi pisándole los talones, dando pequeños brinquitos. Le gustaba ver a Jungkook enojado, era una cosita tierna que, a pesar de la agresividad que llegaba a tener, le derretía el corazón (aunque, en situaciones mucho más serias, este efecto era más tenue).

El Omega iba de aquí para allá en busca de los ingredientes, que discretamente Taehyung dejaba a su lado para hacerle el trabajo un poco más fácil, a veces desearía no tenerle miedo a la estufa y ser un poco más productivo en casa.

La cuchara se movía sin curso del todo marcado, sazonando el huevo que cocinaba, probablemente era un desayuno bastante simple pero no es como si realmente quisiera cocinar algo más complejo, aparte de que una vez leyó que el huevo contenía grasas saludables, así que decidió confiar en ello.

Taehyung se posicionó al lado del Omega, observándolo concentrado en cocinar, sonrió levemente.

—¿Estás enojado por lo de anoche?

—Sí —eso preocupó a Taehyung, tanto a su lobo como a la parte humana, el primero rápidamente mirando cada centímetro de Jungkook para asegurarse de que se sentía bien.

—¿Te lastimé? —el menor negó con la cabeza, mirando de soslayo al rubio antes de responder.

—No, Tae, eso solo que... Deberías dejarme estar enojado el tiempo que desee, me siento raro cuando me convences de dejar pasar las cosas... —El mayor le miró, ofreciéndole una disculpa en silencio. —Además de que siento que un día de estos mi trasero se caerá de tanta acción —, mencionó, sacándole una pequeña risa a su esposo.

—Pero, volviendo a lo serio —continuó—, no me gusta que tengamos relaciones casi a diario, sé que no podemos usar condones porque te dan alergia pero, los supresores tienen efectos secundarios y es molesto, y si los uso demasiado podría quedar infértil... —concluyó, apagando el aparato al ver que por fin había terminado de preparar el huevo y esta vez manteniendo la mirada en el mayor.

Este se acercó a abrazarlo y dio un tierno besó en su frente y labios—. Debiste haberme dicho antes, bebé. Yo podría conseguir algo para mí y así no tendrías que preocuparte por eso.

—No, también tú correrías ese riesgo. Lo mejor sería... ¿Regular nuestra vida sexual? No es que no me guste, sino que, prefiero mantenernos sanos, ¿entiendes? —El Alfa asintió y lo apretó un poco más entre sus brazos.

—Perdón.

—Está bien —se separó un poco y le dedicó una sonrisa—. Ahora pon los platos mientras preparo tu café.

En eso, Taehyung tuvo una idea para compensar a su querido Omega.

—Ya que hoy no tenemos trabajo, ¿te parece si salimos o hacemos algo en especial? —preguntó mientras dejaba los platos en la mesa.

—Parece buena idea.

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Estaban sentados frente el televisor, en la mesita que separaba al aparato de ellos había un pequeño plato con algunos restos de pastel y cubiertos sucios por el mismo.

Se reproducía un documental sobre la caída de la URSS, aquella trágica Navidad de 1991 que puso fin a uno de los "imperios" más fuertes de los útimos siglos. Si bien, el tema no era realmente algo romántico, estaba bien para la atmósfera cálida que había en la pareja.

Jungkook mirando con atención la pantalla pues siempre le ha encantado la historia, de hecho fue él quien tuvo la idea del documental. Para bien o para mal, Taehyung no pudo protestar por la elección, todo por compensar un poco a su Omega todas las babosadas que hace.

Al Alfa realmente no le importaba ver cómo Gorbachov daba sus discursos, solo estaba allí para apreciar a su hermoso conejito, teniendo su mano entrelazada con la suya desde que iniciaron con la proyección.

Dada la duración y que después de comer le daba sueño, o como acostumbran a decir por estos rumbos, le dio "el mal del puerco", comenzó a sentir sus párpados pesados, cabeceando sin que Jungkook lo notara.

La sensación de relajamiento le llegó en una satisfactoria oleada y cuando finalmente iba a ceder, el documental se le adelantó y los créditos se mostraron en la pantalla, junto con un Omega bien servido y feliz por haber podido enriquecer su gusto por el conocimiento, aunque debía admitir que sí le causó algo de tristeza lo que ocurrió.

Se giró a ver al rubio que llevaba una expresión de aburrimiento y ensoñación, sonrió enternecido al ver cómo luchaba por no cerrar sus ojitos. Se levantó para recoger los platos y de paso apagar el televisor.

Taehyung iba a ayudarle con ello pero el pelirrojo se lo impidió, obligándole a permanecer sentado.

Regresó rápidamente y con cuidado tomó asiento pues el dolor en su trasero todavía no pasaba pero ya era menos que en la mañana. Se acurrucó en el pecho de su Alfa y, aprovechando la cercanía al cuello del mismo, dejó un beso y apoyó su cabeza, paseaba su mano con parsimonia por el torso de Taehyung, arrullándolo y también consiguiendo ganas de dormir.

Se colocaron en una postura donde los dos estaban acostados. El mayor rodeaba con sus brazos al cuerpo del Omega, dejándose llevar por la serenidad del toque y, para antes de por fin cerrar sus ojos, dar un beso en la cabellera pelirroja. Apretó su agarre y se acomodó de mejor forma en el sillón, con Jungkook encima suyo.Nuevamente entrelazaron sus manos.

Ambos quedaron dormidos, sus respiraciones siendo lo único que emitía sonido dentro de las paredes de aquel hogar, descansando imperturbables. El Omega sintiendo el latir armónico del rubio, provocándole una sensación de gozo al saberse una vez más que Taehyung estaba a su lado.

Durmieron tal vez una o dos horas, pero el molesto pitido del teléfono los despertó de forma abrupta, otorgándoles un susto, donde por lo visto el más afectado fue Taehyung, tal fue la fuerza con la que se sacudió que, al aflojar el agarre del cuerpo del menor, acabó por tirarlo.

Preocupado, observó cómo se levantaba, sobándose su brazo y dedicándole una mirada filosa antes de irse a contestar. Se quedó allí mientras que su mirada seguía cada uno de los movimientos del Omega, el cual se hallaba aclarando su garganta para fingir que no estaba dormido.

—¿Bueno? —su voz sonó un poco ronca pero confiaba en que no le delataría...

—Cariño, soy yo, lamento haberte despertado —, y le delató. Su madre siempre conociendo cada mínima cosa de él.

—No te preocupes, apenas me había quedado dormido —mintió, suavizando su voz y con ello su rígida postura.

—Eso espero, pero es preocupante que duermas tanto, ¿acaso estás embarazado? —sintió sus mejilla enrojecerse, pero a la vez su mente soltó una carcajada ante la absurdidad de la cuestión.

—No, madre, solamente tenía sueño... —habló entre dientes.

—Por lo visto alguien tuvo una noche loca, ¿eh? —, infiernos, su madre estaba en lo cierto, pero esa no era la razón. ¡El solo estaba tomando una siesta simplemente porque se le dio la gana! Suspiró antes de contestar.

—¿Qué era lo que necesitabas? —dejó de lado el tema de lo que ocurría en su vida diaria y. fue al grano.

—¡Cierto! Mañana tu padre y yo saldremos, por lo que... Me preguntaba si... ¿podrías cuidar a tu hermano? Prometo que lo recogeremos en la mañana siguiente a primera hora, no quiero que Taehyung o tú se molesten porque se los pedí tan de repente y vaya a parecer que me estoy aprovechando de su amabilidad. Te juro que antes le pregunté a tus hermanos, pero resulta que todos tienen planes y fuiste mi última opción, no porque no confiara en ti o en Tae pero prefería no molestarlos a ustedes que siempre me ayudan —soltó la Omega.

—Ya veo, madre, tú no causas ninguna molestia y claro que podemos cuidar a Haein. Hace tiempo que no lo veo, y no creo que Taehyung tenga problema con ello —eso último lo dudó, su Alfa no tenía una muy buena relación con la mayoría de sus hermanos, en especial con Haein que era el menor, y con Jiho quien es su hermano mayor.

—Muchas gracias, Kookie. Prometo recompensártelo de alguna u otra forma. Tu hermano se pondrá feliz.

—Ya lo creo —asintió, con una gran sonrisa al sostener el teléfono, Haein siempre había sido muy apegado a él, incluso más que a su propia madre.

—Entonces, nos vemos mañana, Kookie, buenas noches.

—Buenas noches a ti también —se despidió y colgó, todavía sin borrar su expresión de felicidad.

El Alfa lo miró extrañado desde el sillón —. ¿Sucedió algo con tu madre?

—Sí, me pidió que le hiciéramos un favor y le dije que sí.

—Y, ¿se puede saber de qué se trata ese favor que te tiene tan feliz?

—Quiere que mañana cuidemos a Haein. Vendría al día siguiente, temprano por él. Tanto ella como papá tiene un compromiso y mis otros hermanos por lo visto ya tienen planes —, y siguió hablando sobre sus hermanos, pero Taehyung se quedó en la primera línea, justo en el nombre que dijo al inicio.

—¿Cuidar a Haein? —preguntó, con ojos medianamente paniqueados.

—Sí.

—¿Mañana?

—Así es.

—P-pero, ¡no estoy preparado psicológicamente!

Jungkook decidió ignorar ese último comentario para dirigirse a su habitación y retomar su siesta, esperando que el mayor pronto le acompañara y le brindara su calidez corporal. Taehyung podía ser algo exagerado en cuanto a sus hermanos así como ellos en cuanto a él por lo que no era necesario darle mucha atención a sus infantiles roces, sobretodo con Haein, Taehyung tenía 26 años y su hermanos menor apenas cumpliría los 12, ¿cómo tomarse enserio una situación conflictiva entre ese par?

Holii, espero que les haya gustado el capítulo y no los decepcione con mis mediocridades ;;

A las 3am me vino un ataque de inspiración e hice la mayoría del capítulo, luego me levanté como a las 8am para bañarme y apurarme con mi tarea. Tengo ojeras ;-;-;-;

Probablemente no tarde mucho en subir el siguiente capítulo pues ya tengo escrita buena parte del mismo por lo que... Tal vez... Nos vemos pronto uvu

-Efeati

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