Recuerdos Dolorosos

         El sol estaba en un punto bajo, quedaba bastante luminosidad pero todos sabían que no duraría mucho. Jake Huggins, un toro de quince años recorría las calles de vuelta a su hogar, venia revisando su lista de reproducción en Spotify, listas llenas de aperturas de animes, remezclas de canciones famosas y una lista hecha solo para Avicii. Entre dos edificios había un pequeño callejón en el cual había algo brillante, este objeto captó su atención. Era un trozo de cartulina metálica, le gustó mucho los diseños que tenia, tomó su maletín y guardo el trozo de papel dentro de este, se dio la vuelta y se encontró con un hombre que usaba mascara. Llevaba vaqueros azules, sudadera roja y guantes.

-disculpa-preguntó-voy a una fiesta de disfraces en un departamento de la calle Joe Dimaggio ¿sabes dónde queda?

-¡pues claro! Escucha bien, debes seguir derecho por aquí y...-¡PLONCK! El pobre chico recibió un golpe en la cabeza con un tubo de cañería.

El pobre bovino cayó como un saco de plomo sobre el pavimento, un pequeño hilo de sangre corría desde su cabeza por todo su rostro. Este hombre con mascara empezó a arrastrar al adolescente por toda la calle, sintió quejidos provenientes del pequeño, los cuales calmó con una linda y cariñosa patada.

Lo subió a una camioneta de color plateado y partió con rumbo hacia un galpón, esta camioneta tenía una patente BF29 SFW, la cual se usaba para ese día, en la parte delantera de la cabina tenía más de treinta patentes diferentes, el recorrido fue confuso, si alguien tuviera la ocurrencia de seguirlo podría terminar perdido. Una vez ahí, tomó al chico y lo llevó hasta un sala de piso blanco, sumideros en las orillas y tubos de gas que partían desde el suelo, se erguían hasta el techo y continuaban por arriba. Con un candado Granit (uno de los candados más fuerte del mundo), ató al joven a los tubos con cadenas. Después de dos horas, despertó perdido.

-ah... ¿Qué sucede...? ¡Me duele la cabeza!

-no puedo creer, que te parezcas tanto a él...-dijo este hombre enmascarado.

-¡¿Quién eres!? ¡Por qué me hiciste esto!

-porque eres su hijo, su viva imagen, aun no puedo creerlo... seguro que si me dices donde vives conseguiré llegar a él...

-¡estás loco! ¡DEJAME IR!

-cállate pequeño monstruo, debes decirme dónde vives.

-¡¡no lo haré, estás enfermo!!-el chico pataleaba y se retorcía pero no lograba zafarse de su captura.

-¡¿disculpa?!-dijo levantándose molesto-¡¿me llamaste enfermo?!-el pequeño Jake empezó a asustarse, intentó retroceder de este hombre, pero todo esfuerzo era vano-¿sabes qué? No me enojaré-respondió agachándose-prefiero pasar un buen rato... antes de matarte.

-¿Qué...?-el toro sintió la sensación-no... no, ¡NO!

-venga-decía mientras acariciaba al chico-no será nada, suena mal pero te va a gustar ¡sobre todo cuando veas como saco tu corazón!

El bovino tenía las pupilas completamente contraídas, empezó a retorcerse y a contenerse, pero el hombre solo lo tocaba cada vez más, este era muy paciente pero su paciencia se colmó cuando Jake le mordió la oreja y muy fuerte.

-¡ah! ¡MALDITO MARICA!-se levantó furioso, caminó hasta una mesa en donde había una tubería oxidada, pegado a ella había trozos de vidrio y clavos oxidados-te lo advertí pero no hiciste caso.

-¡no por favor no! ¡Te lo ruego no lo...!-comenzó a golpear deliberadamente el torso del chico, provocando gritos agonizantes e increíbles cantidades de sangre, estuvo alrededor de cinco minutos golpeando al joven. Cuando terminó quedó un montón de carne envuelta en telas que alguna vez fueron parte de un lindo uniforme escolar, con todo el cuerpo chorreando sangre ¡aun seguía vivo! Jadeaba costosamente en el piso. Ahora si el hombre podría concretar su cometido, se quitó los pantalones y abusó del pobre chico agonizante en el piso.

Después de varios minutos de tortura, el hombre eyaculó dentro del chico moribundo, hubo un pequeño tronido y su máscara calló, estaba llena de saliva y muy húmeda, con un poco de aliento, Jake trató de modular algo.

-e... eres u... u...n le...-su cara tenía unos pocos rasguños y estaba empapada en sangre.

-ssshhhh...-tapó su boca con su dedo índice-no te preocupes lindo... volverá a suceder.

1

Uno, dos, tres, cuatro, uno, dos, tres, cuatro, uno dos tres... contaba los tiempos de elongación constante, hace exactamente dos minutos terminamos de hacer abdominales y flexiones, Okuro, Laquisha y yo éramos un grupo, en otro estaban algunos que no conocía muy bien, entre ellos, camaleones, tiburones orcas, tigres, siberianos, pastores alemanes, gatos, lobos, etc. A la hora de almuerzo me sentaba junto a ellos, Okuro contaba que su padre tristemente murió cuando él era un cachorro, tuvo que crecer junto a su madre y tres hermanas. Yo jamás sentí el dolor de perder a alguien querido, solo cuando mi padre me grito "¡¡NO QUIERO MARICAS!!" para mí, el murió en ese instante.

Aunque Laquisha contaba cosas distintas, ella vivió todo el tiempo con su familia en el vecindario Cherry, estudió periodismo en la Universidad Mayor de Backford y ahora necesita mayor accesibilidad a todos los medios de la farándula. Después de los descansos hacíamos unas clases teóricas donde nos pasaban leyes y ética, después en la tarde hacíamos saltos, escalada veloz, carreras de resistencia y calistenia. Obviamente habían otras ramas como Fuerzas Especiales, Investigación del Crimen, secretaría, forenses, etc. En sí fueron tres semanas muy agotadoras. Pertenecer a la policía juvenil hizo que mi entrenamiento quedara en tres semanas de trabajo duro (claro que era un entrenamiento más fuerte y más complicado).

Hablar sobre Max no sería la gran cosa, tuvo que estar en reposo y con calmantes constantes, estaba feliz de que volviera a casa mejor de cómo estaba en el hospital pero verlo tirado en la cama sin poder hacer nada diciéndome "papi, quiero salir" me rompía el corazón, no me gusta presumir, pero Max es un fanático del deporte y nunca había estado tanto tiempo sin hacer deportes importantes. Lo que sí pudo hacer fueron pesas, sentadillas y abdominales con mi ayuda, me preocupaba que se le abrieran las heridas otra vez.

-ah... papá, me duele un poco la espalda...

-déjame ver-se quitó la camisa y empecé a masajearle la espalda-oye Max... quiero saber una cosa.

-oh... dime ¡me duele!

-¿Cuándo me ibas a decir que Franklin y tú tenían una relación?-mientras lo masajeaba sentí como su sudor escurría por toda su espalda, era sudor frio.

-papá... yo... eh bueno... es que... él y yo pues...-suspiró fuertemente, se dio la vuelta y me miró a los ojos-¿estás enojado... cierto?

-Max-me crucé de brazos-me molesta el hecho de que no me hayas dicho, eres mi hijo y yo te AMO...-me suavicé-haría lo que fuera por ti... eres mi mundo.

-papá...-noté como sus ojos se humedecían en lagrimas-gracias...-se levantó con esfuerzo y me abrazó fuerte-no puedo creer que reacciones así... pensaba que me matarías...

-tranquilo Maxi, si me hubiera afectado... ya no vivirías aquí-esto último que dijo me rajo un recuerdo... muy triste.

2

-papá...-decía yo-lo lamento mucho... créeme que yo... no era mi intención hacerlo...

-no te preocupes-decía mi padre abrazándome-si me hubiera afectado... ya no vivirías aquí.

-papi te quiero.

-y yo a ti Alex.

3

Aunque yo aún no me atrevía a decirle a Max que yo era como él, sonara ridículo pero aún no me atrevía a decírselo, pensar en decirle me revolvía el estómago completamente, a veces me daban mareos que eran difíciles de controlar. Para pasar el mal rato me hice un café y me fumé un cigarrillo sentado en una pequeña mesa en el balcón, cuando estaba a punto de acabarme la colilla Max se acercó, suspiró profundamente y muy serio me dijo.

-papá... te vengo a pedir algo de corazón...

-si quieres un cigarrillo, NO te lo voy a...

-quiero que dejes de fumar...-me sorprendió bastante eso, jamás me lo había pedido, pero se veía muy serio, lo dudé por un segundo.

-está bien... intentaré dejar de fumar...

-papá, no es de intentar, es de hacerlo... me molesta mucho el olor de esa cosa, me irrita los ojos y pues... hay días que me cuesta respirar...

-Max... pues lo haré-dije inseguro-escucha... yo empecé a hacerlo a una edad muy temprana... de hecho a tu edad empecé a fumar y pues... dejarlo es difícil.

-papá, no me importa que tan difícil sea...-me miró, con sus ojos de color avellana penetrantes-hazlo por mí... al igual como lo hiciste con las drogas... tu me enseñaste que si me propongo algo lo lograré, si me lo dijiste es porque tú también puedes...

-muy bien Max... por ti lo haré.

Empecé por buscar algunas de las cajetillas que había en mi casa, las tomé todas y las tiré basura, tengo que admitir que dolía mucho tirar todas las cajetillas, los cigarrillos me calmaban en mis momentos de tensión, cuando me enteré de que Max estaba hospitalizado me fumé tres cajetillas ¡seguidas! Después de eso tuve una tos fuerte muy severa, no se detuvo en toda la noche.

Ya en la noche, cuando Max estaba dormido tomé un libro de medicina el cual me lo había regalado mi hermano, tenía mucha información sobre enfermedades y peligros que provenían de sustancias y otras cosas, busqué en el índice, encontré una sección que decía "Causas y Peligros de los Cigarrillos". Encendí la luz de mi mesita de noche para poder leer sin ningún problema. El libro tenía varias fotografías explicitas de todos los problemas que ofrecía el cigarrillo, "desde problemas pulmonares hasta problemas cardiacos, el cigarrillo es un arma mortal que condena a cualquiera, hecho con químicos tóxicos para fomentar su adición hasta el peligroso alquitrán usado para pavimentar calles, el cigarrillo es un arma mortal para cualquiera. Es capaz de producir cáncer de tiroides, pulmonares, estomacales, etc. Otro aspecto negativo de este objeto es que produce impotencia. Después de consumirlo mucho tiempo, provocará des-erecciones y esterilidad PERMANENTE. Nuestra periodista Hannah Gonzales entrevistó a un padre de familia adicto al cigarrillo, confiesa algo muy fuerte:

-yo era una persona muy feliz, fumaba por lo menos dos cajetillas diarias sin parar, mi esposa siempre me reclamaba que dejara de fumar, que si lo seguía haciendo se separaría de mí. Pero yo le decía que no lo haría, me provocaban felicidad... pero tristemente eso dejó de agradarme cuando mi vida sexual se vio afectada, yo pensaba que mi esposa ya no era lo suficientemente atractiva y por eso no lograba excitarme. Intenté con otra clase de mujeres... mientras veía si lograba tener alguna erección yo seguía fumando la misma cantidad de cigarrillos al día... después de descubrir que nada funcionaba fui a ver a un médico, el cual me hizo muchos exámenes y corroboró que tenía el principio de un cáncer estomacal, al final terminé perdiendo a mis hijas, mi masculinidad y pues debo asistir constantemente a quimioterapia.

La conclusión que sacamos de este informe fue que el cigarrillo termina siendo un arma mortal como cualquier otra, los consejos que damos nosotros para abandonar este vicio es: si fuma porque le causa ansiedad, haga cualquier otra actividad, salga a caminar, haga deporte, juegue alguna cosa. Distráigase con alguna actividad."

Al finalizar la lectura me quedé pensando en todo lo leído, en sí el cigarrillo era peligroso, no más peligroso que la cocaína o los alucinógenos pero era peligroso. Me quedé pensando por un momento hasta que en mi cabeza sonó "ánimo, hazlo por tu hijo, yo sé que tu podrás" me di ánimos toda la noche hasta que me cansé y caí dormido. Mi sueño curiosamente no incluyó nada sobre los cigarrillos, fue un recuerdo lejano que tuve... todo empezó mirando el entorno como si yo fuera una cámara, vi como mi padre salía con el pequeño Max al jardín para jugar junto con su abuelo, mi padre en ese entonces se veía bastante joven, usando lentes y una camisa con flores salió de buen humor para jugar con mi pequeño hijo, yo recuerdo que a esa hora estaba en la escuela, dentro de la tediosa clase de matemáticas. Veía que mi lindo hijo jugaba con bloques de construcción y autos coloridos y amigables.

-¡mira abuelito! ¡Hice mi propia ciudad!-decía mientras ponía estratégicamente los bloques.

-¡así veo! Y te quedó muy bonita.

Aún no puedo creer que papá haya sido así durante ese tiempo, se reía con el pequeño Max y jugaba con él, recuerdo que cuando nos echaron de casa mi hijo intentó despedirse "adiós abuelito..." pero mi padre solo le dio la espalda para luego cerrar la puerta.

El sueño continuo con una toma mía llegando casa, saludando a mamá y a papá y tristemente, dándole poca importancia a Max, ya que en esos tiempos pensaba que era una maldita carga, no puedo creer lo equivocado que estaba... seguido pude ver cómo era que el pequeño caminaba hasta mi cuarto para entregarme un sándwich hecho con queso, lechuga, tomate y mayonesa.

-el abuelo dijo que podrías tener hambre papi-no pude contenerme con esos ojos hermosos que tenia.

-oh... muchas gracias Max...

-¿puedo estar contigo?-me preguntó.

-claro por qué no-se acostó al lado mío y juntos vimos una película de Scooby-Doo la cual se estrenó ese mismo año.

-uh... nunca había visto tele... tanto tiempo seguido-dijo abrazando mi brazo.

-¿por qué?

-mami decía que yo era muy tonto para verla y que solo los niños buenos la ven...-quedé sorprendido, no me agradaba pero en serio que esa maldita si se pasó.

-pues te diré que mami está totalmente equivocada, todos pueden ver la tele y no hagas caso a la gente que diga que eres tonto, porque no lo eres.

-¡por eso eres el mejor!-en ese momento sentía como la culpa me comía la conciencia, aún no podía creer que haya dicho cosas malas sobre él.

Durante el sueño hubieron cosas realmente muy extrañas, cosas que normalmente suceden sin razón alguna mientras uno sueña, todo iba sin sentido hasta que llegó un recuerdo muy triste, de la nada aparecí en el vestíbulo de mi casa, mi padre estaba al frente mío, observándome fijamente.

-¿y? te escucho Alex-era el recuerdo de cuando hice la confesión del millón.

-papá... antes que nada quiero que sepas que tuve que hacer todo el valor para decirlo... esto es lo más valiente que haré en toda mi vida... o al menos eso creo...

-ya, no te preocupes hijo, déjate de rodeos y dime.

-papá, soy gay-se hizo presente un silencio muy incomodo, el viento helado que entraba por la ventana era completamente horrible, me producía escalofríos.

-mañana mismo, te largas de ésta casa y no vuelves ¡MÁS!

-¡pero papá...!

-¡¡NO ME IMPORTA LO QUE DIGAS, LO HACES Y TE VAS!! ¡¡NO QUIERO MARICAS EN ESTA CASA!!

-¡papá!-mi padre dirigía hacia mi cara un puño que parecía estar hecho de hierro.

-¡Wilhelm detente!-mi madre se interpuso entre mi padre y yo, recibiendo el golpe en su cara por mí.

-¡Gretchen!-exclamó-¡por qué recibes golpes por este marica!

-¡porque es nuestro hijo...!-decía ella mientras yo le ayudaba a levantarse-lo hemos criado durante dieciséis años y yo acepto lo que es...

-pues lo que dije, en esta casa NO... HABRAN ¡MARICAS!-mi madre estuvo a punto de decir algo pero yo la detuve... y ahí fue cuando acabó todo.

Me desperté agitado, sudando, mi almohada estaba empapada y fría, miré el reloj, marcaba exactamente las cinco cuarenta y siete. Tomé un pañuelo que estaba sobre mi mesita de noche, me sequé el sudor de mi cara lentamente, respiré profundo y me levanté. Caminé desde mi habitación hasta la habitación de Max, lo observe cuidadosamente, noté que estaba sudando mucho también, se retorcía y arañaba las sabanas sin parar. Jadeaba y repetía con todas sus fuerzas "no... por favor...". Me acerqué cuidadosamente y lo abracé. Después de varios segundos se calmó y volvió a dormir en paz.

Caminé hasta el comedor en bóxers, empecé a preparar el desayuno. Tenía un montón de cosas para hacer, ya que cuando sucedió el accidente compré muchas cosas para pasar el mal rato. En un trozo de pan unté crema de maní y en otro un poco de jalea. Calenté dos tazas de leche en una pequeña olla, hice otro sándwich de crema de maní y crema de chocolate para mí. Fui directo al sofá de cuero que estaba frente al televisor con una taza de leche en una mano y el sándwich en la otra. Encendí el televisor en el canal cuatrocientos noventa y siete, estaban pasando las noticias matutinas, la presentadora era una zorra blanca con ojos azules.

-la gira aún no termina, la reina del pop se avecina y quedan pocas entradas para el Rebel Heart Tour, recordemos que este es el decimo Tour de la reina del pop y quizás sea el último.

-cállate estúpida zorra-le lancé un libro a la pantalla, el cual chocó y cayó al instante. La televisión siguió hablando sobre los espectáculos y sobre el concierto al cual dudaba ir.

-en noticias más importantes, se han reportado dos desapariciones. Ben Logan de veinticinco años y Jake Huggins, joven bovino de quince años, la policía hace su mayor esfuerzo por encontrar a este asesino y secuestrador, pero de todos sus ataques no se ha encontrado rastro alguno-miré fijamente el televisor.

-yo atraparé y mataré a ese maldito-le dije al televisor obviamente recibiendo una respuesta al azar de la presentadora. Escuché unos cuantos quejidos provenientes de la habitación de Max, al voltear lo veo saliendo en ropa interior de esta.

-ah... buenos días papi...-me levanté al instante y le ayudé a sentarse en una silla del comedor.

-¡Max que haces! Yo te iba a llevar el desayuno a la cama.

-no te preocupes pa... puedo caminar solo y hacer cosas solo... solo me entristece que no pueda jugar rugby por un mes...-tomó el sándwich que estaba sobre la mesa y empezó a comerlo con lagrimas corriendo por su cara.

-no te pongas triste, pronto te recuperarás y podrás volver a jugar y sorprender a todos ¡ánimo!-justo cuando estaba a punto de abrazarlo tocaron la puerta. Di un suspiro algo molesto y fui a abrir la puerta, pero cuando me di cuenta quien era tuve un pequeño sonrojo y una gran sorpresa-¡Terence! Que... ¿Qué hace aquí?-me di cuenta de que él también se sonrojo, le dio un vistazo a mi bulto y después a mis ojos de nuevo.

-eh... eh... pues... yo venía a... me dijeron que Max estaba dado de alta y... antes de ir a trabajar quise pasar a... saludar-separó las piernas tratando de disimular su obvia erección. Yo le hice una seña para demostrarle que podía entrar-gracias...

-¡entrenador!-exclamó Max.

-¡hola Max! ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? Espero que pronto tengas ganas de volver a la escuela.

-a la escuela en si no pero quiero volver a hacer deporte ¡por favor! ¡No me reemplacen en el equipo de rugby!

-¡¿Qué?! ¡Estás loco! ¡Ni en broma lo haríamos! Eres uno de los mejores del equipo, no te cambiaria por ningún motivo-un punto a favor de Terence era que se llevaba muy bien con los niños y los jóvenes, durante la conversación entre Max y él hubieron muchas risas-bueno... debo irme, no quiero llegar tarde.

-¡pero son las cinco!-exclamé.

-lo sé-dijo poniéndose de pie-pero necesito preparar algunas cosas para la clase.

-muchas gracias por venir entrenador... significa mucho.

-de nada Maxi, es un placer-acompañe al semental hasta la puerta. Me di vuelta un momento para decirle algo a Max.

-¡no te preocupes Max, si alguien te saca, peleare duramente hasta volver a meterte en el equipo!-y cuando me di cuenta, vi que Terence estaba observando mi trasero, lo cual me hizo sonrojar-¿disculpa?

-¡¿eh?!-dijo el levantando la vista.

-estabas... mirando... ¿mi culo?

-este...

-¿y? ¿Qué tal está?-pregunté, levantándole una ceja.

-muy bien trabajado y muy redondito-también miró a mi pecho-y... ¿eso?

-¡ah! Raspaduras del entrenamiento ¡no es nada!

-oh bueno, tenga más cuidado... nos vemos-se lo había creído, cerré a puerta y al mirar atrás vi a Max observándome fijamente, estaba disparándome con la mirada.

-con que... el entrenamiento causa raspaduras ¿eh?

-¡ah, claro que sí!-respondí nervioso.

-pero curiosamente usas ropa, para ser mas especifico una camiseta musculosa con las siglas de la policía nacional, la cual curiosamente solo huele a sudor tiene poca tierra.

-¿A dónde vas con esto?-pregunté molesto.

-¿lo estás haciendo de nuevo cierto?-su voz se estaba quebrando de a poco-¡lo haces de nuevo!

-¡no lo estoy haciendo de nuevo!-le grité.

-¡¡no mientas Alex Fothen!! ¡Encontré tu estúpido cuchillo en la basura!

-¡no uses ese tono conmigo jovencito!

-¡¿y por qué no?!-dijo poniéndose bruscamente de pie-¡yo no puedo usar este tono, pero tú puedes cortarte todo lo que quieras!

-¡está bien! ¡Si, lo hacía, pero lo dejé!

-¡papá! ¡Dejarlo no es el tema! ¡Debes ABANDONARLO!-después de esto, nos callamos, logré ver como sus mejillas se empapaban en lagrimas, jadeaba fuertemente mientras yo solo lo miraba fijamente-papá... de verdad casi me muero del susto cuando te vi hace años... tirado en el piso... chorreado de sangre... me sentí tan inútil...

-Max... lo lamento pero...

-¿pero qué?-cada palabra soltaba más lagrimas en él-¿vas a decirme que es normal? ¿Ah? Papá los problemas no van a desaparecer por cortarte, no van a decir "ay no miren lo que hemos provocado". NO. Debes mirar al frente y ser fuerte...-sin decir nada, me acerqué y le di un gran abrazo llorando, todo lo que decía era realidad.

-lo siento Max... pero no pude detenerme en ese momento... solo lo dejé fluir-el lloraba en mi pecho, dejándolo empapado de lagrimas calientes, las cuales se enfriaban rápidamente. Yo acariciaba su suave cabello rojizo lentamente, al cabo de un rato nos separamos-solo agradece que me descargué conmigo y no contigo-ambos reímos-si no serias un niño muy maltratado.

-¡ya!-decía limpiándose las lágrimas mientras reía-pero por favor, prométeme que no lo harás otra vez...-sus ojos tenían un brillo muy fuerte, en realidad era imposible resistirse.

-está bien Max... no lo haré de nuevo, lo juro con mi corazón...

-¿promesa...?-me estiro la mano.

-promesa-estreché su mano fuertemente-ahora, ve a reposar... te quedaras solo hasta las seis... recuerda si sucede algo, escóndete y llámame. Yo vendré corriendo.

-está bien... no te preocupes.

-muy bien, iré a ducharme-fui directo al baño para tomar una rica ducha.

-¡bien! Así podré tirarme a Franklin en el balcón-exclamó susurrando Max.

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¡¡LEER POR FAVOR!! Yo nunca me imaginé a los personajes con pezuñas, pero si tu lo haces no hay problema, aunque te puedes confundir cuando ponga pies.

HELLO MY BITCHES!! Como podrán ver, tienen un capitulo bastante triste. Originalmente iba a ser más largo, pero como los quiero mucho a TODOS, decidí dejárselos así, perdón si no encuentro suficientes imágenes, el tema es que deben ser muy especificas y pues la gente no dibuja esas cosas y bla, bla, bla. Claro, he pensado en comprar dibujos, pero soy pobre, tristemente. Como sabrán, Wattpad es una aplicación para leer gratis, nadie discute eso, pero si alguien quisiera aportar con algo, contácteme por interno y hablamos, estaría muy agradecido y los mencionaría honoríficamente en TODAS mis novelas, claro, no es obligación, pero seria genial que lo hicieran, como todo el tiempo, por favor DIFUNDIR. Enseñen le esta historia a todos sus amiguitos y eso. La escena de Okuro y el León no fue un relleno, quien sabe en que terminará y pues Laquisha es para poner un poco de humor.

CURIOSIDAD: Vi la película de Krampus (la cual recomiendo) y pues cuando hice mi Fan Fic no la había visto, así que si piensan que me inspiré en la película están REALMENTE equivocados, me inspiré en la imagen de portada de esa novela, hecha por ZEN. La historia es cien por ciento original y no se admite ninguna copia ni adaptaciones, si quieres hacer algo con ella, consultar primero. La pueden encontrar en mi perfil.

Muchas gracias por leer y por votar, son parte de mi ser.

GOOD BYE MY BITCHES!!

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