Lo Esperado.

1

Había pasado ya un tiempo desde lo del cadáver, me sentía mejor y la imagen volvía pero confusa, ya no me daba asco pensar en el hecho, solo un poco de cosa pero eso es otro tema, mi relación con Christopher había mejorado bastante, ahora nos llevábamos muy bien, hablábamos de temas amigables y bromeábamos entre nosotros cómo si fuéramos los mejores amigos. Hicimos varias misiones juntos las cuales salieron realmente exitosas.

También en lo personal sucedieron cosas hermosas, y con hermosas me refiero a Terence, a quien le metí mano hace un tiempo en una cafetería. Dándole vueltas todas éstas semanas finalmente empezamos a salir como "algo más que amigos", no éramos novios, solo éramos algo así como los amigos con beneficios, aunque eso me ponía completamente feliz. Después de esperar tanto, de estar saliendo con él... (El chico es realmente difícil) al fin pude besarle... con amor y lujuria. En una de nuestras citas fuimos a las periferias de la ciudad, a mirar estrellas ¡y nos pusimos como locos! Se subió arriba y casi sucede... pero al final decidimos que no era el lugar, no era cómodo, hacía mucho frio del cual ni siquiera la calentura templaba y tampoco teníamos condones, por lo que quedamos para otra vez... la cual sería un día viernes. Mi día libre, el cual también aproveché para sacar alguna información en los lugares de avistamientos, la cual afortunadamente me fue otorgada.

Más o menos a las tres de la tarde, yo esperaba en el paso elevado NussHarbor, revisando mi teléfono, había bastante sol, el cual hacía que el aire estuviera tibio, pero el viento era muy helado, pero no era cómo para andar con mangas cortas. En mi caso, una chaqueta de color verde y mi remera blanca. Luego de severos minutos venía él, con su tenida de profesor de educación física, marcándole sus enormes pectorales y sus pezones deliciosos.

-¡hey!-saludé a lo lejos.

-hola guapo-me dijo-¿a dónde hoy?

-tú tienes buenas ideas-le mencioné.

-bueno-tomó mi mano-algo se nos ocurrirá.

Fuimos caminando hasta el centro, hablando (como siempre) de cosas sin importancia, riendo y sonriendo como bobos. El me dio un tierno y dulce beso en la mejilla, provocando un leve sonrojo de mi parte y una risita boba. Nuestra primera parada fue a tomar un helado.

-¡hola!-nos dijo el cajero quien era un unicornio-¿Qué desean llevar?

-pues... tu primero-le dije.

-gracias-me susurró-quiero uno de moras... con chispas de colores.

-yo uno de leche con chocolate y galletas-el chico procesó todo, en un momento nos dio nuestros pedidos.

-tengan ¡espero que tengan un gran día!

-gracias, tu igual-devolví.

Fuimos directo al parque, caminando entre varios árboles con tonalidades otoñales y algunas flores, las cuales habían sobrevivido a la temporada. Claro que no sobrevivirían por mucho. Continuamos caminando hasta sentarnos en una banca, en la cual nos comimos los helados.

-soy entrenador, técnicamente sé que esto hace engordar como loco, pero es delicioso.

-vas al gimnasio a menudo ¿no?-dije dando un bocado.

-claro-respondió lamiendo el suyo.

-yo como sano un sesenta y cinco por ciento del tiempo, y el cuarenta y cinco restante como porquerías-dije sonriente-y lo arreglo con gimnasio, en la jefatura tenemos uno para los tiempos libres.

-supongo que es un punto valido-respondió lamiendo su helado.

Al final decidimos ir a la palaya a mirar el océano y caminar un rato. Era todo muy bonito (para mi) y pareciera que para Terence también lo era, sonreía todo el camino a las orillas del país, haciendo comentarios tiernos y acurrucándose conmigo. Su cola era diferente de la mía, no podía agarrar cosas a diferencia de mí, pero logró enrollarse con la mía. Cuando llegamos a la playa, nos quitamos el calzado y empezamos a caminar en silencio... Hasta que este fue roto por un comentario de parte del hermoso semental.

-¿te gustaría viajar a algún lugar?-preguntó.

-pues... no lo sé... a muchos lugares ¿y tú?

-igual a muchos... pero Alemania me cautivó desde siempre...

-oh Alemania-dije mirándole-ein sehr schöner Ort, genau wie Sie.

-eh... no entendí-me sonrió estúpidamente.

-primero, debes aprender alemán...-le miré dulcemente-dije... es un país hermoso, al igual que tú...

-wow... ¿cómo sabes eso?

-mi nombre completo es Alex Ray Dagobert Fothen, en pocas palabras soy alemán.

-¿sabes? Los alemanes me gustan-sorpresivamente me tomó y besó cálidamente, de una manera tan excitante y pornográfica...

-nngh...-exclamé separando nuestras lenguas-fue...

-eres delicioso Alex Fothen... eres muy delicioso.

-¡no digas cosas así!-me sonrojé.

Caminamos un poco más en la arena, tomados de la mano hablando cosas bobas y sin sentido, hablando de amor... en mi mente pasaban cosas que no sabía que pasarían, nunca había sentido eso, solo una vez... pero no cuenta porque fue realmente falso... ese león no me quería, Floyd solo buscaba alguien para no estar solo... pero pienso que Terence es distinto... hasta el momento es uno de los mejores chicos que he conocido... quiero exceptuar a Connor... ya que él también fue uno de los mejores. Nos calzamos de nuevo y continuamos caminando por la orilla costera pero por la vereda, aún seguíamos tomados de la mano.

-¿sabes?-preguntó-tengo planes especiales para ambos.

-¿s... sí? ¿Qué clase de planes?-me tomó de la mano y me acorraló en un muro. Me volvió a besar y me metió la mano duramente en el entrepierna, sacándome un gemido agudo... apretó mis bolas y mi pene duramente-¡AH! ¡Esa clase de planes!

-¿estás de acuerdo?-preguntó.

-pues sí... pero solamente si es porque me quieres...-dije avergonzado.

-te amo...-y de nuevo me besó.

Nos sentamos a cenar algo en un pequeño restaurante a las orillas del mar, todas las mesas estaban bajo sombrillas hechas con hojas de palmeras, iluminadas hermosamente, lo único entre paredes era la cocina. Ambos pedimos platillos comunes, el pidió unos calamares fritos con algo de ensalada y yo una hamburguesa, la cual venía con patatas fritas y una ensalada.

-y dime... ese Floyd... del cual me has hablado ¿fue tu novio de verdad?

-sí... me sacrifiqué mucho por él, escondiendo cada día nuestra relación de mi familia, haciendo tiempo para poder estar con él, pero al final... descubrí que solo estaba causando problemas.

-vaya...-estiró su mano y acarició la mía, con suavidad-el no supo apreciar lo que tenía.

-oh...-sentí un ardor en todo el cuerpo, cómo si todo mi cuerpo se hubiera sonrojado.

Él pagó la cuenta, le forcé a qué me dejara hacerlo yo, pero insistió y no pude evitarlo. Finalmente nos encaminamos hacía Manantial Rivers, a la casa de Terence para hacer cosas... maravillosas, o eso creí que sería. Cruzamos el puente tomados de la mano, ésta vez comentando películas y temas sobre la entretención. El agua desde el puente se veía muy bonita, supongo que todo se veía muy bonito en ese momento.

Ambos, como todo joven del planeta amábamos la comida y decidimos pedir unas pizzas cuando llegáramos a la casa de éste.

-¿y tu hermano?-pregunté.

-en la casa de un amigo ¿y Max? Si estás acá y no en casa.

-está en la casa de su novio-respondí.

-así que con Franklin, ¿eh? Al menos está seguro.

-¿Cómo sabes que es su novio?

-pues, soy su profesor jefe y además, lo pille en las duchas en actividad poco apropiada-me sorprendí.

-¡¿qué?! Ese chico verá...

-tranquilo-me calmó-es normal, debes pensar que ya ha tenido sexo una o más veces.

-que tranquilizador-respondí sarcástico.

-¡no te enfades!-me dio un pico-tonto-y le gruñí.

Llegamos a su casa, la chimenea parecía estar encendida, con brasas ardiendo tenuemente, el interior era cálido y tenía ese rico olor a manzanas el cual Terence siempre llevaba impregnado, magnifico olor y no me sorprende porque a los caballos les gustan las manzanas, cerró la puerta y encendió la luz del corredor principal, iluminando así la pintura color crema.

-bienvenido a mi casa-dijo suavemente.

-es muy bonita-dije.

-y que hacemos ¿sexo primero pizzas después o al revés?

-wow... eres demasiado directo nene-exclamé, al hacerlo me acorraló en la pared.

-pues no me lo dicen muy seguido-inmediatamente le acorralé en la pared del frente.

-pero eso no significa que el dominante seas tú.

-no seas dominante y petulante.

-soy versátil nene-dije con tono picarón-pero tú eres el chico más pasivo de todo Backford.

-que romántico-empezó a aplaudir sarcásticamente-eres lo culmine de lo romántico.

-cierra tu maldito hocico-y le besé descontroladamente.

Dejé de tener pensamientos de persona civilizada y me volví una bestia, le golpee fuertemente contra la pared para meter mi lengua dentro de su boca, dio un quejido, y luego un gemido profundo. Apreté fuertemente su entrepierna, escuchando un gemido de placer y molestia, lo que más apretaba y de manera fuerte eran sus delicados testículos. Por las comisuras de nuestros hocicos corría un poco de saliva, debido a la bestialidad del acto.

Dejé de apretarle el entrepierna y empecé a masajear cuidadosamente su verga por su pantalón, cambié de su boca a su cuello, lo único que lograba oír en todo ese jaleo eran sus gemidos muy fuertes y su respiración agitada. Su temperatura corporal se había disparado locamente, sentía todo el calor proveniente de él, parecía una caldera encendida al cien por ciento, sus ojos estaban entrecerrados mostrando todo el placer del momento. Me separé dejando un rastro grande de saliva en su cuello y en su hocico, este se calmó y me miró.

-vamos arriba.

-has encendido a la bestia.

Ambos corrimos escaleras arriba, entramos a su habitación desesperados, la calentura no quería hacernos esperar, trató de quitarse su camisa, pero yo fui y se la arranqué bruscamente, de su parte se oyó un "¡hey!" pero yo no le hice caso, lo lancé a la cama y él me puso las manos deteniéndome por un momento.

-¡alto!-exclamó-¡si estás así de alterado no te la puedo chupar!

-¡¿por qué?!-pregunté cual animal en celo.

-¡si te la chupo como estás ahora se me pasarán todos los dientes!

-oh cierto...-me calmé-bueno... soy la clase de hombre al cual le gusta que se la muerdan suave de vez en cuando, pero no es gracia que me la raspen con los dientes...

-ahora estate quieto mientras la chupo.

Se agachó y cuidadosamente abrió mi cinturón, seguidamente el botón de mi pantalón, bajó la cremallera y mis boxers, empezó a tironear mi pene, cosa que me causó una leve molestia.

-¡auch! ¡Cuál es tu problema!-exclamé.

-¡es demasiado grande, no la puedo sacar! ¡Está atorada en tus boxers!

-esto debe ser una broma-de un momento a otro mi pene saltó dándole una bofetada en a cara-merecido lo tienes.

-tengo tu polla en mi mano, no me insultes-y empezó a chuparla.

Instintivamente tomé su cabelló y le forzaba a meterse cada vez más profundo mi miembro, con cuidado y cariño por supuesto. Al parecer el tamaño no le importaba, soy grande y en mi opinión no está mal si lo digo yo.

Lo hacía lento y suave, dando de vez en cuando un pequeño mordisco en la cabeza de mi pene, yo solo gemía intentando no eyacular en su boca (aunque planee hacerlo al final). Abrió un hocico grande y se lo sacó, estaba todo ensalivado y brillante, siguió con mis testículos, lo hizo tan suave y tierno que un escalofrío riquísimo me recorrió la espalda. Ese movimiento duró menos se separó y se acostó boca arriba en la espalda. Metí mis dedos dentro de los costados de su pantalón deportivo y se lo quité, mostrando unos suspensores verde limón con un enorme bulto en el medio. Solo vi que se sonrojó y me hizo una seña para quitárselos, a cual obedecí.

-¡espera!-se abalanzó a su cajón-debo sacar estas cosas.

-lo que sea que busques espero no lo encuentres.

-¿qué?-me miró.

-veo un hermoso agujero desde aquí-le sonreí.

-pervertido-miré que era lo que buscaba, adentro de ese cajón había tres dildos diferentes, cada uno de distinto color, tamaño e incluso especie, botellas de lubricante y lo que sacó, condones.

-¡como haces para esconder todo eso!-dije sorprendido.

-pues, Theo está amenazado de muerte si se mete en mis cosas, ahora ponte uno-me lanzó uno suelto, ya que tenía tiras y tiras.

-entonces que empiece la acción.

Me coloqué el preservativo y me puse encima del semental, empezamos haciendo la pose típica del misionero, para vernos las caras y pues el parecía que no se metía muchos sus "juguetes". Sus caras variaban desde la sonrojada tierna a una de dolor increíble, vi varias lágrimas correr por sus ojos, las cuales pararon después de un rato. Fue contra la pared, contra su escritorio, en la vente y finalmente él estaba en cuatro patas sobre la cama mientras yo le movía el mundo, estaba a punto de venirme cuando cayó rendido en la cama gimiendo débilmente... hasta que toqué con mi pistola de policía su punto más débil. De un salto se levantó y yo me sentía en condiciones de disparar.

-me... ven... ¡GO!-salí de ese cómodo y suave lugar, quitándome el condón, dejándolo a un lado, frotándole mi orgullo entre sus nalgas y finalmente manchándole la espalda de semen blanco.

-¡ah!-exclamó, con mi mano fui limpiando los restos de esperma, compartiéndolo con el semental.

-¡es tu turno!-dije y bajé hasta su entrepierna.

Comencé lamiendo desde la base hasta la cabeza, al parecer éste chico no había tenido una probadita en años. Me agarraba de los cuernos forzándome a metérmelo todo, empecé a masajearle sus testículos esperando lo mejor, que tienen los hombres para ofrecer... Sentí una pequeña vibración de parte de sus suaves y tiernas gónadas, recibiendo en mi boca todo su semen tibio, el cual tragué sin dejar gota alguna.

-mmmm...-dije saboreando, pasando mi lengua por hocico, cayendo rendido al lado de éste.

-oh por Dios...-decía respirando agitadamente-esperé éste día tanto tiempo...-se colocó de lado acariciándome con su brazo derecho.

-yo esperé lo mismo-me acomodé poniendo mis manos atrás de mi cabeza.

-ah... ¿y ahora qué? ¿Pedimos esa pizza?-tomó su teléfono y mostró las selecciones.

-estoy completamente de acuerdo-elegimos una con aceitunas, champiñones, tomate y pimentones, no queríamos nada pesado.

Al cabo de un rato llegó y yo le invité la pizza, fui a abrir la puerta y vi un lobo jovencito de no más de diecisiete años, blanco entero y al verme se quedó petrificado, era más bajo que yo y me quedó mirando con ojos sobresalientes y un sonrojo fuerte. Yo estaba con mis boxers cortos (¡no le iba a abrir desnudo!).

-¿sí?-le pregunté.

-u... una vegetaría... na son... 9.99... libras...

-¿en serio? Barato-le pagué, el no dejaba de mirar hacia abajo.

-niño, si quieres unirte estás de suerte.

-¡no gracias!-y corrió a su motocicleta desesperado, seguramente jamás había visto a un toro semi desnudo y además sexy (lo admito, soy sexy).

Terence bajó y preparó la estancia, la chimenea fue avivada y el sofá preparado, arriba de la chimenea había un televisor enorme, el cual tenía Netflix incorporado. Nos tapamos con una manta, nos servimos gaseosa y empezamos a comer mirando películas, una de las cuales fue "Mi Abuela es un Peligro", para mí fue una noche magnifica y espero que para él también lo haya sido.

2

A la mañana siguiente me levanté del sofá, subí a buscar mis prendas las cuales eran la camisa blanca y la chaqueta verde. Fui a la cocina y por suerte todo estaba a la mano, el pan, la mermelada, el té y pues un termo con temporizador el cual tenía leche caliente. Me serví un tazón y me hice unas tostadas y para el hermoso semental le hice un té de manzana verde con tostadas y mermelada, supongo que le gustará. En medio de la preparación sentí como unos brazos fuertes me abrazaron y una respiración cálida se hizo presente causándome un cosquilleo, y sus piernas fuertes y musculosas chocaron con las mías.

-preparando un desayuno ¿eh?

-claro que sí-dije terminando todo-¿y tú?

-a felicitarte... ayer me hiciste viajar a todo lo fabuloso del mundo-me apretó cariñosamente-si eres así pues yo te quiero.

-me quieres por sexo-dije sarcásticamente.

-no es solo por sexo, eres maravilloso...-dijo dando un suspiro desanimado.

-diablos... no...-me dio la vuelta y me besó.

-no digas nada mi sexy y lindo toro, eres maravilloso, ayer me sentí tratado muy bien... hace tanto tiempo que no le siento...

-je je... pues de nada-le subí a la mesa y comencé a besarle, de pronto sonó la puerta principal.

-oh, llegó mi hermano.

-¡y yo ando sin pantalones!

-no te preocupes-y fue a saludar a su hermano.

El chico llegó a la cocina y yo estaba sentado para no mostrarme en boxers.

-eh... hola...-saludé con sonrisa nerviosa.

-oh hola... usted es...-fue a servirse una taza de leche y me vio semi desnudo, seguidamente miró a Terence con cara de "¿broma?

-supongo que he de irme...-y me levanté a buscar mis pantalones.

-¡espera!-dijo Terence deteniéndome-¡ésta pulga es un mal educado!

-no es por eso, tengo que estar en casa para cuando llegue Max.

-oh...-me soltó-pues ve...-me acompañó hasta arriba. Me vestí por completo y fui a la puerta principal, donde ambos nos tomamos sensualmente y nos besamos profundo.

-vuelve pronto...-dijo acariciándome la mejilla.

-lo haré-respondí.

Supongo que al fin todo me sale bien, después de tanto... espero nada arruine éste camino.

^.A%

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HELLO MY BITCHES!!

¿Cómo están? Aquí un cap nuevo, en el cual al fin vemos algo de acción entre Alex y Terence y como vieron ALEX ES ACTIVO. Porque se que todos le veían cómo pasivo y pues no lo es, desde el principio el ha sido todo un activo... Y bueno, estuve viendo pues algunas historias y caí en la depresión del escritor... pues pienso que mi imaginación no da para crear cosas buenas... opinen no sé, solo ve leídos y nada de comentarios...

Está bien... eso era, ¡¡pronto llegará el final inesperado!! Espero estén emocionados al igual que yo.


Good Bye My Bicthes!!

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