Llegué a donde estaban todos y vi como un vago se molia a golpes con Salamandra, en un principio no hice nada por que pelea ajena no es tu problema pero cuando el vago saco un cuchillo, saque mi arma y dispare al aire, todos se quedaron quietos incluyendo al vago, lo mire con bronca y le apunté con mi arma.

-¿Qué te pensa? ¿qué pode venir acá al barrio y matar a mi amigo? Dale tomate el palo ante que te vuele la cabeza de un plomaso dale- le dije al vago.

-¿Quién so vo pa amenazarme eh?

El salió ensima de Raúl y se paró en frente mío, apretó su puño pero yo reacione rápido y le pegue con el arma en al nariz, el comenzó a sangrar e intento pegarme pero yo lo esquive y lo hice caer, entonces dos vagos más me agarraron los brazos, yo intente safarme pero no podía, el loquito se levantó del suelo y me pego una trompada en la cara.

-Puta de mierda vas a pagar por esto, te voy a matar- dije y después me pego otra trompada pero en el estómago.

Justo en ese momento, el agarró mi arma y me apuntó pero dos de mis otros amigos aparecieron y lo golpearon, los tarados que me tenían agarrada, me soltaron y todos comenzaron a trompearse, yo por mi lado me acerqué a Raúl para ver como estaba.

-Sos un invesil mira como te dejaron pesado de idiota- dije agarrando su cabeza con suavidad.

-Creo que me voy.

-Hay no digas eso, vos aún por desgracia vas a vivir.

-Chichi, creo que tengo algo en el cuello me lo sacas.

Me acerqué un poco más hacia su cuello para ver que tenía y el pelotudo aprovechó para darme un chape.

-Sos un pelotudo- dije safandome del chape.

Los solté y me levanté como pude para volver a mi casa.

-Ah dale chichi sólo te estoy...

-Andate a la reputa que té parió pendejo pajero.

Camine entre toda las personas metidas pero que no hacían nada para ayudar y volví a mi casa para descansar, apesar de tener un carácter de mierda y hacerme la fuerte yo era mujer e esos golpes me dolieron. Llegué a mi casa y lo primero que hice fue ir a mi pieza a acostarme en esa cama que no ayudava mucho, mire al techo y pensé como serían las cosas si yo me metía en ese trabajo, tal ves me maten, maten a mi hermana, me matan presa, todo eso andaba por mi cabeza, pero a pesar de lo malo que fuera era plata mucha plata, no podía desperdiciar una oportunidad así, tal ves hasta podría salvar al barrió, sacar todo lo malo que tiene y eso me ponía feliz pero las ideas malas llegaban a arruinar todo, pasaron unos minutos desde que me puse a pensar y el ruido de la puerta me saco de esos pensamientos, me levanté despacio y fui a ver quien era.

-¿Qué queres ahora?- pregunté enojada.

-Que hijo de puta mira como te dejaron la cara chichi.

-Raúl no estoy para nadie ahora ni menos con lo que hiciste haya.

-Perdóname es que no se, bueno volviendo a lo que te iba a decir ¿mañana a que hora te vengo a buscar para ir a lo del jefe?

-A la mañana como ayer.

-Bueno.

-Veni pasa te voy a curar esos moratones.

El entró, se sentó en unas de las sillas del comedor y yo fui a buscar la caja con las vendas, el algonon, las sintas y el alcohol, al encontrarla fui hacia donde estaba el, saque un poco del algodón, lo moje con alchol y empecé a curar a Raúl.

-Quédate quieto- le digo por que se movía mucho.

-Duele boluda.

-Quien te manda a que te pelees pelotudo.

-Te amo.

-¿Qué?

-Te amo.

-Haber ya te dije que vos y yo no podemos estar juntos yo no siento nada por vos y te dije que no quiero nada con nadie.

-Pero podemos estar juntos vivir acá yo te cuidaria y te ayudaría con las cosas las deudas y todo.

-Yo me sé cuidar sola, yo tengo pies y manos para trabajar, no te nesesito.

El se levantó y se fue. De verdad yo no quería tener a nadie a mi lado, es una carga más con el nuevo trabajo que iba a tener, si los locos que próximamente iban a queres matarme se enteraban que el y yo teníamos algo lo iban a matar para dañarme y no no iba a permitir eso, Salamandra es muy lindo puede conseguirse otra yo no soy para el.