Buenas noches, mi nombre es Violet Akira, pero todos mis seres queridos me llamaban Vio; mi madre siempre quiso tener una hija y llamarla Violet, pero durante su vida solo tuvo hijos varones, así que fui yo el afortunado de llevar ese nombre; no era muy diferente a los demás chicos de mi edad, ni siquiera poseía un talento o don sorprendentes, sin embargo, eso no evito lo que me sucedió.

Tenía catorce años cuando empecé a recibir cartas anónimas. El día 15 de marzo del 2003.

Tenía quince años cuando el autor de estas me secuestro. El día 23 de julio del 2003.

Tenía dieciséis años cuando mi secuestrador me arrebato la vida a golpes, justamente una semana después de mi cumpleaños. El día 25 de marzo del 2003.

Hoy 18 de marzo del año 2017, después de catorce años de mi partida, aun sigo esperando justicia. Sentado en los verdes pastizales que cubren mi cuerpo de la vista de todos; observando como mi familia y amigos sigue su vida normal sin mí; maldiciendo cada día la vida de mi asesino, el cual puede disfrutar de aquello que me arrebato, sin embargo, después de tantos años en el olvido, hay un rayo de luz para ser libre.

En ocasiones, las personas que más amas, aquellas que juras que jamás te lastimarían o alzarían su mano contra ti, podrían ser tus verdugos el día de mañana.