IV
"En un mundo de sombras y secretos, el amor puede ser la mayor de las trampas."
•04•
La alarma suena lo que indica que es momento de levantarme.
Alargo mi brazo hasta alcanzar mi móvil.
El brillo de la pantalla de este hace que cierre los ojos instintivamente.
(...)
Estaba camino a tomar mi moto para ir al trabajo y no entiendo porque al mirarme en uno de los espejos de esta, tenía en mi rostro una estúpida sonrisa formada.
Rápidamente la borro de mi rostro.
¿Pero que carajos me pasa?
En la mañana cuando había visto mi móvil me había encontrado con una notificación en la pantalla del mismo:
🌹Ruth🌹
Buenos días bonita✨.
No sé porque razón esto me emocionó de alguna manera, es ridículo.
Ignorando todo tipo de pensamientos me dedico a ir hasta mi local
de trabajo.
Al llegar me percato que mi jefe no está.
Raro. Pero mejor, no resisto su fastidiosa cara.
No habían muchos clientes hoy, así que me dediqué a tomar mi móvil y responder al mensaje de Ruth.
Riley.
Buenos días.
Esperé que contestara pero no lo hizo, supongo que debe estar ocupada.
Entré a su perfil y noté que había una nueva publicación.
Era una foto con un chico, el cuál tenía un gran parecido con ella. En realidad el parecido era demasiado.
En el pie de foto decía:
El mejor hermano del mundo♥.
Con que es su hermano, vale esto es bueno.
El chico es guapo debo admitir.
Era pelirrojo al igual que la chica y en su rostro reflejaban varias pecas, tenia unos ojos verdes igual a los de su hermana, a diferencia que estos eran más apagados.
Rápidamente hago clic en el perfil del chico que estaba etiquetado en la foto.
Ashton Watson.
22 años.
En su perfil tiene varias fotos de paisajes. Muy bonitas por cierto.
Se le da bien la fotografía al chico.
Me gustaron varias fotos que tenía de paisajes de atardeceres.
En ese instante entra alguien al local y al levantar la vista me percato que se trataba de Ruth.
-hola- dijo la chica para inclinarse hacia delante hasta dejar un beso en mi mejilla.
Es bajita comparada conmigo por lo que tuvo que ponerse de puntitas.
Vale no me esperaba ese beso.
No acostumbro saludar a las personas con contacto físico. En realidad no acostumbro a saludar a las personas de ninguna manera.
-hola Ruth- la saludo- me quedan exactamente 10 minutos con 20, ¿puedes esperar un ratito?.
-claro no hay problema- dice haciendo un gesto de restarle importancia mientras se voltea en dirección a una de las mesas.
Valla si que tiene un buen trasero- pienso e instintivamente me doy una cachetada mental para eliminar ese pensamiento, que ligado con los recuerdos del sueño de la noche anterior no ayuda mucho.
Me dedico a esperar que termine mi turno, agradeciendo que no llegaron más clientes. Al terminar, voy con Ruth de camino a un parque cercano al local.
- Por cierto, ¿no eres de aquí, verdad? No creo haberte visto antes - le digo, intentando entablar conversación.
- Sí, acabo de mudarme aquí con mi hermano - responde, ofreciéndome una pequeña sonrisa.
- Ah, entiendo. ¿Tienes un hermano? - pregunto, agradeciendo que ella lo haya mencionado, facilitando así obtener información sobre él y que mi plan pueda ir mejor de lo esperado.
- Sí, Ashton. Tiene 22 años al igual que yo, somos gemelos. Espera, creo que tengo una foto de él - dice buscando en su móvil. - Mira, él es Ashton.
En la pantalla del móvil aparece la misma foto que había visto antes en sus redes sociales, donde aparecía junto a ella.
- Wow, sí que se parecen. Es muy guapo... al igual que tú.
- Gracias. Sí, es muy guapo, pero oye, ten cuidado, tiene novia y entre nosotras - se acerca a mi oído - es una loca celosa - agrega con una risita.
- Entendido - respondo uniéndome a su risa.
Nos encontramos sentadas en los columpios del parque mientras el viento hace que su cabello se mueva de forma rebelde.
Su cabello es tan bonito.
El sol resalta el verde intenso de sus ojos.
Sus ojos son tan bonitos.
Su voz es suave y amable, pero al mismo tiempo transmite seguridad y determinación.
Su voz es tan bonita.
Ella en su totalidad es hermosa.
Mientras me hablaba sobre algo, sinceramente no estaba prestando atención. Solo podía mirar sus labios y... ¡No! ¿Qué estoy pensando?
- ¿Me estás escuchando? ¡Ey! - al sentir los dedos de Ruth chasquear frente a mí, vuelvo a la realidad.
- Disculpa, ¿Qué decías?
- Te preguntaba si querías acompañarme hoy en la noche a un lugar.
-¿a dónde?.
-tu solo está lista a las 9 paso por ti, luego me pasas tu dirección - dice mientras se levanta- ahora me tengo que ir, recuerda pasarme tu dirección- dice mientras veo que se aleja.
¿Vale? ...
(...)
Me encontraba sentada en mi cama esperando que Ruth pasara por mi.
La cosa está así: le escribí preguntándole a dónde me llevaría exactamente y no me quiso decir, simplemente evadió la pregunta con un "luego verás".
No me gusta esto de las sorpresas por así decirlo.
En ese momento, escucho el timbre sonar y me dirijo a abrir la puerta. Como era de esperar, frente a mí se encontraba Ruth.
Vestía una falda negra corta y un top del mismo color, con una chaqueta de cuero por encima. Su cabello suelto le daba ese aire rebelde característico.
Wow, se veía muy, muy, muy bien.
- Te ves muy bien - le digo, echándole otra ojeada de pies a cabeza, a lo que ella sonríe.
- Gracias, tú también estás muy guapa.
Yo llevaba un outfit simple, con un pantalón de mezclilla rasgado y una camisa sin mangas con el logo de Guns N' Roses.
- Gracias. Bueno, ¿nos vamos? - le pregunto para romper el silencio que no había notado que habíamos creado.
- Claro, vamos - dice ella, guiándome hasta un hermoso Toyota Corolla 2018 que supuse sería su auto, ya que estaba estacionado frente a mi casa.
Después de unos 20 minutos conduciendo, rompo el silencio que no resultaba incómodo.
- No me vas a decir a dónde me llevas, ¿verdad? - veo que nos alejamos un poco de la ciudad.
- Ya verás, te presentaré a mi hermano - veo que eleva levemente la comisura de sus labios. - ¿Te gustan las peleas ilegales?
Dice mientras estaciona el coche.
El lugar desde fuera parece abandonado, pero al entrar se ve una cantidad considerable de personas reunidas alrededor de algo parecido a una arena de lucha.
Ya he visitado lugares como este antes; la verdad es que me encantan las peleas ilegales, aunque detesto la multitud reunida, es sofocante.
Ruth me guía hacia un pequeño cuarto apartado de la multitud.
- Hola, pesado - saluda la chica a mi lado a un chico pelirrojo que reconozco al instante.
En persona, el parecido entre ellos es aún más evidente.
- Hola, Minion - dice el chico está vez a Ruth en tono de burla a lo que ella rueda los ojos.
Y el apodo le queda a la perfección, Ruth no es muy pequeña pero si un poco más baja que yo, y comparada con el chico es muy bajita.
- Ella es Riley, la chica de la que te hablé. Riley, él es Ashton, el pesado de mi hermano - nos presenta Ruth.
- Así que tú eres la famosa Riley. Ruth me ha hablado de ti, un gusto. Como ya dijo ella, soy Ashton - dice Ashton extendiendo su mano hacia mí.
- ¿Famosa? Espero que sea desde un buen punto de vista. Un gusto - respondo aceptando su mano.
- Ella es Luana, mi novia - dice Ashton refiriéndose a la chica a su lado, una morena muy bonita a decir verdad.
- Hola, soy Luana, pero me puedes llamar Lu. Un placer - dice Luana, y noto un acento distinto en su voz.
- Un placer, Lu - le dedico una pequeña sonrisa.
- Bueno chicas, las dejo. Las personas esperan por mí. Soy la estrella de la noche. Deseenme suerte, aunque no la necesito - informa Ashton con cierta burla mientras se despide de su novia con un corto beso.
- Vamos chicas, tenemos puesto en primera fila - dice esta vez Luana para adelantarse.
- Vamos, Riley - me toma de la mano Ruth para adentrarnos en la multitud de personas hasta primera fila.
- La chica, Luana, ¿no es de aquí verdad? - le pregunto.
- No, es dominicana, por eso el acento en su voz.
- Oh, ya veo.
La atmósfera está cargada de emoción y anticipación, y puedo sentir la electricidad en el aire mientras los dos luchadores se preparan para enfrentarse. Ashton, con su mirada decidida y su presencia imponente, se prepara para el combate, mientras que su oponente, "El Demonio del Asfalto" como se hace llamar, emana una aura de peligro y misterio.
La campana suena, y la pelea estalla en una vorágine de acción desenfrenada. Observo cada movimiento de Ashton, cada golpe que lanza y recibe. La multitud ruge con cada impacto, sumergiéndome en un torbellino de emoción y tensión.
Cada movimiento de Ashton es una danza de destreza y valentía, la pelea llega a su clímax y Ashton sale victorioso al dar ese último golpe derribando a su oponente.
Volvemos a la pequeña habitación de antes y Ashton informa que se quedará un momento más para recoger el dinero que ganó en la pelea. Luana decide quedarse con él.
Salgo con Ruth y nos dirigimos hacia su auto. Antes de llegar, una voz nos interrumpe.
- ¿A dónde tan apuradas, chicas? - la voz, con tono de borracho, nos detiene. Al voltearnos, vemos a un hombre detrás de nosotras.
Decidimos simplemente ignorarlo y seguir nuestro camino, hasta que siento una mano agarrar el brazo de Ruth.
Instintivamente me giro y al ver al hombre, le doy un fuerte golpe en el rostro, haciéndolo soltar a Ruth y llevándose la mano al labio, del cual comienza a salir sangre.
- ¿Qué crees que estás haciendo? - le grito.
- No sabes con quién te metiste, niña - dice antes de lanzar un puño en mi dirección, el cual logro esquivar con facilidad.
Indico a Ruth que camine hacia el auto, pero al volver a mirar hacia adelante, recibo un puñetazo en la nariz, haciendo que comience a sangrar.
Me preparo para darle un último golpe al hombre y marcharme de allí, pero alguien lo hace por mí. Era Ruth.
Con un golpe en la mandíbula, deja al hombre inconsciente en el suelo.
- Wow, no sabía que sabías defenderte - le digo impresionada.
- hay muchas cosas que no sabes de mi Riley- dice para darme la espalda y caminar hacia el auto.
(...)
Me encontraba en un mueble del salón de mi casa mientras Ruth me curaba la nariz. Le dije que estaba bien, que ni siquiera me dolía ya, que podría limpiarme la sangre y estaría lista, pero ella insistió en ayudarme.
Así que allí estaba, limpiando la sangre con cuidado, mientras yo simplemente la observaba detenidamente, especialmente sus ojos.
- No vuelvas a pelear por cualquier tontería - me regañó.
- Tú no eres cualquier tontería - le respondí, y por un instante nuestros ojos se encontraron antes de que apartara la mirada.
- Creo que ya debería irme - me informó mientras se dirigía hacia la salida.
- Te vas porque quieres - dije, pero parecía que ni siquiera me escuchó.
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