"Una sonrisa, una mueca, una risa, toda expresión oculta tus verdaderos sentimientos de las personas que no merecen saberlos..."

Yoo Jung se levantó de golpe, otra vez ese sueño ¿Qué no podía soñar otra cosa? No, simplemente no podía, todas las noches era lo mismo, lo mismo quería saber que significaba ya. Se paró un poco adolorida por los jalones que le dio Changmin el día anterior, revisó sus muñecas y solo había una pequeña marca, se sorprendió ¿Cómo pudo ser si ayer estaban más notorias? Se las acarició, ya no dolían eso hizo que esbozara una sonrisa.

Bajó las escaleras y encontró a Jaejoong cocinando algo, tenía miedo de hablarle, tenía vergüenza de lo que paso ayer.

-Te levantaste-dijo Jaejoong volteando con dos platos de desayuno.

-Sí-contestó tímida sentándose en la barra. Jaejoong puso los platos y se sentó frente a ella.-Eh sobre ayer... yo...

-¿Qué pasa?-, no quería hablar sobre el tema pero ella lo saco a la luz y tenía que decirle algo.

-Gracias-su voz era suave y tímida evitando mirarlo. Jaejoong abrió los ojos sorprendido, nadie le había dado las gracias simplemente porque él era la muerte, todos le tenían miedo y algunos lo odiaban nunca le mostraban agradecimiento.

-No hay de que-sonrió un poco. Terminaron de desayunar, Yoo Jung recogió los platos.-Yo los lavo tú tienes que ir a trabajar ¿no?

-Sí, gracias.-sonrió con timidez después subió a cambiarse.

Mientras... Jaejoong estaba pensativo ¿Por qué no podía quitarse de la cabeza a Yoo Jung llorando? Simplemente no podía era algo que lo estaba "atormentando" si se podía decir así desde el día anterior, terminó de lavar los platos y soltó un suspiro con pesadez.

Yoo Jung bajó lista para irse a trabajar, Jaejoong salió de la cocina rápidamente no podía dejar que ella lo encontrara así.

-Listo, em luego vuelvo ¿sí?

-Sí lo sé, yo también volveré luego-de repente sintió una presencia, alguien estaba ahí. Jaejoong fue a la puerta y la abrió.-Ve con cuidado ¿sí?-, a Yoo Jung le pareció rara su actitud así que volteo un momento para ver porque estaba tan nervioso.

-¿Hay alguien aquí?-preguntó asustada y nerviosa, temía que Changmin hubiera vuelto. Jaejoong la volteo para que no viera, una sombra pasaba por ahí, por la cocina, la sala.

-No tranquila, ve a trabajar tranquila-movió sus manos para tranquilizarla, ella asintió y se marchó. Cerró la puerta y fue hacia la sala.-Ya sal, sé que estas aquí.

-Eres un gran actor-dijo la silueta sentada atrás de él con una sonrisa de burla.

-Seung Hun-dijo volteándolo a ver.-¿Qué haces aquí?

-Tengo una nueva víctima-se paró del sillón caminando alrededor de él.

-¿Una nueva víctima?-alzó una ceja confundido.

-Sí-contestó muy quitado de la pena.

-¿Qué pasa con las que ya tengo? Por si no lo recuerdas son dos-soltó un bufido frustrado.

-La que te tengo ya está en fase terminal, solo tienes que ir y llevártelo además está en el mismo hospital que tu segunda víctima-lo volteó a ver con una sonrisa un tanto sínica. Jaejoong soltó un suspiro con pesadez, si era así entonces tenía que hacerlo.

-De acuerdo ¿Cuándo quieres que me lo lleve?

Seung Hun sonrió.

-Esta noche.

-Esta noche será-sonrió. Seung Hun siguió caminando inspeccionando un poco la casa.

-¿Sabes que no entiendo?-hablo repentinamente sin despegar sus ojos de cada rincón de la casa.

-¿Qué?-por alguna razón se sentía nervioso por su respuesta.

-Si ese chico estaba haciendo sufrir a tu víctima ¿Por qué lo detuviste en vez de dejarlo?-lo volteó a ver con una sonrisa burlona. Jaejoong se puso nervioso pero tenía que inventar algo.

-Para que ella confíe en mí y sufra más cuando haga mi cometido-ningun rastro de nerviosismo. Salió muy natural, solo para que no se diera cuenta de lo que en verdad sentía en ese momento... ni él lo sabía.

-Sí que eres asusto-rió.-No por eso eres la muerte.

-Sí lo soy-dijo riendo con él. Era extraño ¿enserio era actuación? No debía de huir de eso, si se supone que su misión era hacerla sufrir debió de haber dejado que Changmin la siguiera lastimando pero no lo dejó, al contrario la defendió.

-Cumple tu trabajo-ordenó finalmente y luego desapareció.

Jaejoong se quedó estático por un momento ¿Nada más había venido para eso? Se le hacía raro que viniera, casi nunca venía solo cuando le urgía algo pero eran pocas las veces que pasaba. Por primera vez se sentía confundido, bastante confundido ¿Qué debía hacer?

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El señor Kim estaba descansando, Yoo Jung le había estado leyendo su libro favorito y ahora estaba relajado.

-Al parecer no vino-dijo en un susurro el señor Kim.

-¿Quién papi?-dijo Yoo Jung parando su lectura toda curiosa.

-Nadie mi niña, nadie-dijo el señor Kim sonriéndole. Se escucha que la puerta se abre dejando ver a Yoochun.

-Toma-dijo Yoochun dándole un poco de comida a Yoo Jung.

-Gracias Chun-recibió el plato con una sonrisa empezando a comer un poco.

-Yoochun gracias por cuidar a mi hija-sonrió, le agradecía con todo su corazón que cuidara de su hija. El sueño lo venció, ambos chicos se quedaron un poco más.

Reían un poco y veían al señor Kim descansar, estaba tranquilo, parecía que no estuviera enfermo. La puerta se abrió.

-Lo siento Yoo Jung el trabajo-dijo Jaejoong entrando.

-No te preocupes-respondió con una sonrisa, Yoochun solo lo vio algo no le gustaba de ese chico.

La verdad era que Jaejoong regresaba del piso de abajo, fue por la víctima que le había dicho Seung Hun, no había sido tan difícil, el paciente estaba durmiendo y fue más fácil llevárselo, ese tipo de situaciones era su favorita. Odiaba que se quejaran, hablaran o algo que impedía que se los llevara. Se paró un poco alejado de ellos para que no vieran cuando hiciera algo.

Jaejoong volteo a ver al señor Kim que estaba durmiendo, cruzo los brazos intentando pensar que hacer, si hacía sufrir al señor Kim su hija sufriría, ella sufriría y no tendría que hacerlo personalmente, por alguna razón había decidido que era lo mejor. Se le quedo mirando por un momento pensando que hacer. Yoochun lo miraba disimuladamente esa mirada era extraña, rara, intimidante.

Ya se le había ocurrido algo. Miró fijamente al señor Kim de repente sus ojos se volvieron azules, solo por un segundo se volvieron azules haciendo que el señor Kim se despertara tosiendo y de su nariz salía demasiada sangre al igual que tocía sangre. Yoo Jung se paró alterada y fue a llamar a Yunho mientras Yoochun tranquilizaba al señor junto con Jaejoong que practicaba su actuación, Yoochun lo miró sin que él se diera cuenta, había visto cuando los ojos de Jaejoong cambiaban de color, él era diferente, no era normal, ni siquiera puede ser humano, nadie puede cambiar de color sus ojos y luego volverlos normales.

Rápidamente Yunho llegó y tranquilizó al señor Kim, ellos se fueron a casa no podían seguir ahí tenían que dejar al señor Kim descansar.

Jaejoong había logrado su cometido de hacer sufrir a ambos, tenía que actuar, tenía que fingir que se preocupaba pero en parte si lo hacía, si se preocupaba, le preocupaba que Yoo Jung sufriera por medio de su padre, no sabía porque Seung Hun había pedido que ella sufriera si se quería llevar a su padre, no sabía porque quería que se la llevara, simplemente no lo podía entender.

Yoochun se había desconcertado mucho por lo de Jaejoong ¿Qué clase de persona vivía con Yoo Jung? No importaba como pero lo iba a descubrir, iba a descubrir qué clase de persona era ese chico... Iba a descubrir quién era realmente Kim Jaejoong.