Capítulo 3: El propósito de la muerte
“Hacer el mal puede condenarte, salvo que sea porque no tienes opción…”
Ya había pasado dos días que Jaejoong vivía en casa de Yoo Jung, casi no se veían porque ella se tenía que ir temprano para su trabajo y regresaba un poco tarde, Jaejoong por su parte se encargaba de investigar sobre el padre de la chica y la vigilaba cuando podía.
Era el día libre de Yoo Jung así que no iba a trabajar pero aun así se paró un poco temprano. Ella bajó un poco adormilada para prepararse algo de comer, fue hacia la cocina encontrándose con Jaejoong sentado con un plato de huevos en la barra.
-¡AH!-gritó asustada.-¿Qué haces aquí?-dijo confundida se suponía que estaría trabajando.
-Es mi día libre, necesitaba descansar-dijo Jaejoong mirándola.-Te hice algo de comer toma-dijo poniendo el plato en la barra, Yoo Jung se acercó y se sentó frente a él, olía exquisito, tomó el cubierto y empezó a comer, Jaejoong se limitaba a solo verla, solo hacía eso.
Yoo Jung estaba pensativa, tenía que ir a ver a su padre pero no quería ir sola por si salía tarde del hospital no quería ir caminando a tantas horas de la noche sola ¿Y si le pedía a Jaejoong que la acompañara? Yoochun trabajaba ese día así que no tenía de otra más que pedírselo a Jaejoong.
-¿Por qué esa cara?-preguntó mirándola fijamente.
-Estaba pensando-dijo mirándolo un poco nerviosa.
-¿Qué pensabas?-sonaba curioso, si que sabía hacer su trabajo.
-En si… no mejor olvídalo-volvió a comer.
-¿Cómo lo puedo olvidar si no me has dicho nada?-dijo Jaejoong mirándola divertido.
-Es que…
-Solo dime-más o menos se imaginaba lo que le iba a pedir.
-¿Me podrías llevar al hospital por favor?-juntó sus manos en forma de súplica.
-¿Al hospital? ¿Por qué?-aplico una gran y asombrosa actuación.
-A ver a mi padre ¿sí?-dijo aun con sus manos juntas, Jaejoong hizo una sonrisa de lado.
-Sí, te llevaré-contestó sonriendo de medio lado. Yoo Jung sonrió feliz.
-Gracias muchas gracias-estaba sonriente. Volvió a ver el plato para terminar de comer, Jaejoong la miraba haciendo una sonrisa sínica era lo que necesitaba ver a su segunda víctima, solo necesitaba verlo para ver qué hacer con él.
Terminaron de comer, Jaejoong recogió los platos y Yoo Jung los lavó. Fueron y se cambiaron. Ya en el auto de Jaejoong, en sí era de su sirviente Lee pero lo tomaba cada vez que él estaba ahí, iban en silencio, Yoo Jung tenía miedo de hablarle, parecía frío e intimidante, mientras que Jaejoong pensaba en qué hacer con el padre de ella, sí que Seung Hun se la había puesto difícil dos víctimas al mismo tiempo y relacionadas entre sí. Después de tiempo llegaron al hospital, Yoo Jung le dijo que podía pasar con ella así al cavo podía conocer a su padre y él podía conocer al chico que se quedaba con su hija.
Ambos entraron a la habitación vieron al señor acostado en la cama.
-Papi aquí estoy, y vine con alguien-dijo Yoo Jung acercándose a su padre.
-¿Con quién mi querida hija?-dijo su padre sonriente.
-Con él-señaló a Jaejoong, su padre volteo a ver a Jaejoong y se quedó helado, sintió que un escalofrío pasaba por su cuerpo, de repente todo se volvió frío, la muerte estaba ahí.
-Hola señor mi nombre es Jaejoong, Kim Jaejoong-Con tan solo escuchar su nombre el señor Kim empezó a alterarse y las maquinas hicieron ruido mostrando la evidencia.
-Papi ¿estás bien? Tranquilo llamaré al doctor-Yoo Jung salió de la habitación en busca del Dr. Jung dejando solos a su padre y a Jaejoong. Jaejoong esbozó una sonrisa sínica.
-¿Quién eres tú? O más bien debo preguntar ¿Qué eres tú?-dijo el señor Kim un poco asustado.
-¿Enserio quieres saber?-dijo Jaejoong con burla. Por alguna razón sus víctimas ya grandes, o como de 55 para adelante sabían o tenían el presentimiento de quien era él, pero solo sus víctimas lo sentían la demás gente no tenía ni idea.
-¿Acaso vienes por mí?
-Acertaste, vine por ti, yo soy la muerte-dijo acercándose a él quedando frente a su rostro esbozando una sonrisa sínica y fría. El señor Kim se asustó un poco pero por alguna razón sabía que iba a llegar este momento.
-Entonces llévame-. Jaejoong se alejó de él y empezó a caminar por la habitación.
-Todavía no querido señor, tienes que cumplir con tu sufrimiento-dijo Jaejoong sonriendo.-Y con el sufrimiento de alguien más.
-¿Quién?-estaba confundido, Jaejoong lo vio con ironía y sonriente.-¡No! ¡Mi hija no por favor!
-Lo lamento ella también es mi víctima-dijo con su tono sínico.-Por ahora nuestra conversación terminó pero te advierto si le dices a alguien sobre mi existencia me encargare de hacer sufrir a tu hija lenta y dolorosamente ¿entendiste?
El señor Kim asintió, era lo único que podía hacer ahora para proteger a su hija, quedarse callado. Yoo Jung llegó con el Dr.
-Haber señor tranquilícese-dijo Yunho tranquilizando al señor y revisándolo. Yoo Jung y Jaejoong salieron un momento, paso un rato cuando Yunho salió.
-¿Qué paso? ¿Está bien?-dijo Yoo Jung preocupada.
-Él está bien, ahora está dormido debe descansar la quimioterapia lo dejó agotado. Tú también debes de ir a descansar siempre vienes ve y descansa-dijo Yunho sonriéndole a Yoo Jung, ella asintió y se retiró junto con Jaejoong.
Jaejoong le dedicó una mirada a Yunho para luego irse.
“Otra vez está aquí ¿a qué viene siempre?” pensó Yunho mirando irse a Jaejoong. Hace como medio año o un poquito más que no lo veía por el hospital, siempre lo veía llegar e irse y no volver, a veces Jaejoong llegaba directamente de su mundo a la habitación del moribundo.
Después de un rato el señor Kim despertó y no puedo evitar pensar en su hija que está tan cerca de la muerte ¿Por qué había ido? Si fue como él le dijo fue para hacer sufrir a su hija, más bien para hacerlos sufrir a ambos. No quería que su hija sufriera, no quería que su hija muriera pero si la muerte ya estaba ahí no podían hacer nada. La muerte ahora estaba más cerca de ellos, oculto bajo el nombre de Kim Jaejoong.
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