Capítulo 29: Una historia oculta.
"Una venganza puede convertirse en tu perdición."
Jaejoong dio un grito de dolor, su peor temor se hizo realidad.
-Jaejoong...-dijo Hyun Joong entrando, se dio cuenta que Yoo Jung ya no estaba, se alarmó.
-¡Se la llevó Hyun Joong! ¡Se la llevó!-dijo Jaejoong desesperado, alarmado, sufriendo
-Jaejoong cálmate-dijo Hyun Joong tratando de parecer normal, la realidad era que estaba sufriendo por dentro.
-No puedo Hyun Joong, tanto esfuerzo que puse para protegerla y no pude, falle al protegerla-dijo Jaejoong triste, estaba sufriendo. Hyun Joong no sabia que contestar, él también estaba sufriendo, le estaba doliendo que Seung Hun se haya llevado a Yoo Jung.
Junsu estaba afuera recargado en la pared a un lado de la puerta con una mano en su pecho, no podía creer que Yoo Jung se haya ido, no pudo protegerla como quería, como había jurado, había fallado en protegerla.
Jaejoong se sentó en la cama tocándose el cabello desesperado, miro a la puerta haciendo una expresión de enojo y salió de ahí totalmente furioso rumbo a la azotea para poder desaparecer e ir al inframundo por ella, por el amor de su vida, por Yoo Jung.
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Yoo Jung se despertó con dificultad, parpadeó muchas veces para acostumbrarse, se sentó en la cama donde se encontraba mirando alrededor de la habitación. La miró extrañada, era una habitación totalmente negra; en el centro de la habitación había una mesa con un florero lleno de rosas azules; en la esquina había un librero que tenia un poco de polvo; a un lado de la mesa pegado a la pared se encontraba un espejo viejo de madera, fino y hermoso. Miro la cama, las sabanas eran de seda roja como la sangre, la almohada era negra al igual que la cabecera, estaba adornada con unas cortinas negras que le daban un toque elegante y sombrío.
Se paró yendo hacia la mesa tomando una flor azul.
-¿Azul?-dijo Yoo Jung mirando detenidamente la rosa.-No importa, es hermosa.-sonrió.
-Despertaste.-dijo una voz en la puerta. Yoo Jung se espantó, ni siquiera se había percatado que se había abierto la puerta. Dejó la rosa en la mesa retrocediendo temerosa por la mirada del hombre que estaba enfrente.-No tengas miedo.
-¿Quién es usted?-dijo Yoo Jung retrocediendo chocando con la cama cayendo sentada. El hombre sonrió un poco acercándose, tomó la rosa acercándola para olerla.
-Huele delicioso ¿no?-dijo el hombre mirando a Yoo Jung mientras olía la rosa. Yoo Jung no contestó nada. El hombre dejó la rosa en la mesa para después voltear a ver a Yoo Jung.-Con respecto a tu pregunta ¿te imaginas quién soy?
Yoo Jung se puso nerviosa ante la mirada penetrante de ese hombre, ladeó su rostro con un pequeño sonrojo en sus mejillas a causa de su nerviosismo.
-No tienes idea-dijo el hombre soltando una pequeña risa.-Soy el amo del inframundo.-susurró en su oído.
Yoo Jung abrió los ojos sorprendida y alarmada ante esa respuesta, lo volteó a ver temerosa.
-Tú... ¿Tú eres Seung Hun?-dijo Yoo Jung con miedo en sus ojos, él sonrió.
-Sí, yo soy Seung Hun-dijo con una sonrisa de suficiencia. Yoo Jung se paró alejándose de él.
-¿Por... Por qué me hiciste esto?-decía Yoo Jung retrocediendo.-¿Por qué me trajiste aquí?
-¿Y por qué no?-dijo Seung Hun acercándose a ella. Entre mas se acercaba mas se alejaba ella.-Tienes miedo, lo entiendo.
-¿Por qué me hiciste eso?
-Porque quería traerte aquí.
Yoo Jung se espantó demasiado, fue hacia la puerta abriéndola y salió corriendo de ahí. Seung Hun soltó una risa.
-Que divertida.
Yoo Jung corría lo más rápido que podía, miraba de vez en cuando hacia atrás para verificar que Seung Hun no la estaba siguiendo, mientras Seung Hun la seguía tranquilo, solamente caminaba. Yoo Jung llegó a un salón grande, entró y cerró la puerta retrocediendo, dio la media vuelta observando la habitación. Tenia una especie de trono en el fondo con un pozo a su lado, grandes ventanales que dejaban ver hacia afuera, el paisaje era gris y frío.
-Debo admitir que corres rápido-dijo Seung Hun a sus espaldas, Yoo Jung soltó un brinco espantada volteando a verlo.-Pero ¿por qué esconderte aquí?
Yoo Jung retrocedió alejándose de él.
-Jaejoong...-dijo ella en un susurro.
-¿Qué dices?-dijo Seung Hun divertido.-Habla mas fuerte.
-Jaejoong vendrá por mi.
Seung Hun soltó una risa divertido.-Él no vendrá.
-Él vendrá, yo sé que si.-dijo Yoo Jung temerosa de su mirada.
-Puede que si o no.
Ella retrocedía mas hasta que llegó a las escaleras que daban pie a la gran silla cayendo. Ella retrocedía mas aun en el suelo.
-Te pareces mucho a ella.
-¿A quién?-dijo ella sin entender.
-Oh no te han dicho tu origen.-dijo Seung Hun sonriendo sarcástico.
-¿Mi origen?-dijo Yoo Jung sin entender.
-Dejame contarte una pequeña historia.-dijo Seung Hun con esa sonrisa sarcástica.
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Joseon 1515
Una chica caminaba junto a su acompañante, admirando los puestos de ese colorido mercado, con una sonrisa atrayendo las miradas de los comerciantes y transeúntes a su alrededor.
-Mi señorita debemos regresar.-dijo su acompañante.
-Creo que sí-dijo la chica con una sonrisa. Pasaron por el fuerte donde se encontraban los guardias. El general de más alto rango volteó a ver a la chica quedándose sorprendido de que estuviera ahí.
-Señorita ¿qué hace usted aquí?-dijo el general acercándose a la chica.
-Mi señor-dijo la chica haciendo una pequeña reverencia por respeto.
-Mi señorita-dijo la acompañante.
-Vete adelantando Min Young-dijo la chica sonriéndole a la chica, Min Young asintió y se fue.
-No debe estar aquí sola señorita-dijo el general mirándola.
-Vine con mi acompañante, no debe estar preocupado mi señor-dijo la chica sonriendo.
En nombre del general era Para Sun Joon, era el antepasado de Yoochun y por ende un hechicero muy poderoso. Se había en listado para proteger a su majestad de cualquier cosa que planearan hacerle, ya había pasado una vez y sabia perfectamente que podía protegerlo con sus habilidades.
-Señorita Heo, puede ser peligroso que ustedes estén solas por aquí.-dijo Sun Joon caminando con ella para apartarse de los demás guardias.
-Estaremos perfectamente mi señor, con su seguridad nada nos podrá pasar.-dijo ella sonriendo. Ella era Heo Yeon Woo la chica que había sido tan importante para Seung Hun.
-Usted sabe que siempre la protegeré pero también por favor cuídese-dijo Sun Joon preocupado.
-Claro mi señor, se lo prometo-dijo Yeon Woo sonriendo haciendo una pequeña reverencia.
-Mi señorita-dijo Min Young llegando.
-¿Qué paso? Tranquila-dijo Yeon Woo sonriendole a Min Young.
-Su hermano mayor esta aquí-dijo Min Young con una sonrisa. Yeon Woo sonrió, volteó a ver a Sun Joon haciendo una reverencia de despedida y se fue corriendo junto con Min Young de regreso a su hogar.
Yeon Woo llegó corriendo a su hogar entrando de prisa procurando no pisar su hanbok levantándolo. Al llegar encontró a su hermano frente al gran árbol de cerezo que estaba en el patio.
-¡Hermano!-dijo Yeon Woo feliz, el recién nombrado volteó sonriéndole a su hermanita. Ella corrió hacia él quedando frente a frente.
-¿Cómo ha estado hermanita?-dijo su hermano Yi Han.
-He estado bien, ¿y usted cómo ha estado?
-Igual bien, he vuelto por llamado de su majestad así que decidí verlas.
Ambos sonrieron.
-Le va dar mucho gusto verlo.
-¡Yi Han!-dijo una señora saliendo con una sonrisa en su rostro.
-Madre-dijo Yi Han acercándose con una sonrisa a su madre.
-Pasen-dijo su madre sonriendo, ambos la siguieron.
Durante ese tiempo estuvieron platicado de lo que había hecho Yi Han lejos de casa. Yi Han era general, un rango menor que Sun Joon, se encargaba de proteger las fronteras y era uno de los mejores.
-Me debo de ir, su majestad ha de querer verme-dijo Yi Han saliendo.
-Cuídese mucho hermano-dijo Yeon Woo acompañándolo a la salida.
-Lo haré, no deben preocuparse. Hasta luego.-dijo Yi Han sonriendo, se fue de ahí rumbo al palacio.
Yeon Woo estaba terminando de acomodar unas telas cuando escuchó ruidos en la parte de afuera, guardo las cosas y salió para verificar que no hubiera nadie, al morir su padre ella y su madre se habían quedado solas junto con Min Young mientras su hermano cumplía su deber con la corona así que muchos sabían que ellas estaban desamparadas si se podía decir así, es por eso que Sun Joon las protegía a toda costa.
Yeon Woo recorrió la casa sin encontrar a nadie, se relajó, debió de haber sido un producto de su imaginación. Cuando se disponía a regresar a su habitación salió un ladrón, no sabía de dónde había salido. Ella gritó, el hombre para poder controlarla la golpeó haciendo que ella cayera al suelo con un poco de sangre escurriendo por su labio. El hombre la tomó por la quijada esbozando una sonrisa siniestra.
-¡Yeon Woo!-se escuchó el grito de su madre para que ese hombre dejara en paz a su hija, cosa que funcionó, el hombre se dirigió a su madre golpeándola.
Yeon Woo asustada se dirigió a la habitación que había sido de su padre tomando lo primero que encontró, ni siquiera se había fijado que era solo lo tomó. Salió de nuevo pero fue jalada por Min Young.
-Mi señorita no valla-dijo Min Young preocupada.
-Matará a mi madre si no intervengo, ve por ayuda.-dijo Yeon Woo sacando a Min Young de ahí.
Min Young corrió lo mas rápido que pudo llegando con los guardias.
-¡Hermano!-dijo Min Young con respiración agitada.
-Min Young ¿qué pasa?-dijo Sun Joon alarmado por el estado en que su hermana se encontraba.
-La casa... La están asaltando... La señorita...-Sun Joon no necesitó escuchar mas cuando salió corriendo rumbo a la casa.
Yeon Woo salió y vio como ese hombre maltrataba a su madre solo para no dejar testigos. Se quitó su zapato y se lo aventó dándole al hombre en la cabeza, el hombre volteó furioso dejando a su madre en el piso, Yeon Woo salió completamente al patio escondiendo entre su hanbok el objeto que había tomado.
-¿Qué cree que hace?-dijo el hombre con tono sínico, podía jurar que estaba loco. Yeon Woo no contestó solo camino hacia un lado seguida por el hombre que no le quitaba la mirada.
El hombre se cansó y fue hacia ella rápidamente, Yeon Woo se asustó demasiado que puso el objeto frente a ella cerrando los ojos por el miedo esperando defenderse. No escuchó nada, solamente un quejido de parte del hombre, abrió los ojos lentamente encontrándose con el hombre casi encima de ella, estaba muy cerca que podía escuchar si respiración, la cual era débil. El hombre soltó un poco de sangre por su boca haciendo que Yeon Woo se alrmara, el hombre retrocedió alejándose de ella dejando ver la enorme herida en el estómago causada por ella, Yeon Woo vio sus manos y en ella sostenía un cuchillo.
Sus manos temblaban a causa del miedo, sollozaba, estaba llorando espantada de lo que había hecho, soltó el cuchillo con manos temblorosas. Su madre pegó un grito desgarrador de terror al ver el cuerpo inerte de ese hombre y a su hija que era la culpable de eso.
-Madre...-dijo Yeon Woo en un susurro acercándose lentamente a su madre.
-¡Asesina!-gritó su madre.-¡Eres una asesina!
Yeon Woo se asustó mas de lo que ya estaba, la puerta se abrió dejando entrar al general junto con los guardias y Yi Han, vieron en cuerpo del hombre sin vida alarmándose y sorprendiéndose. Sun Joon abrió los ojos y volteó a ver a Yeon Woo que estaba aterrorizada con sus manos llenas de sangre.
Los guardias entraron y revisaron el cadáver, Yi Han fue hacia su madre para calmarla mientras que Sun Joon fue hacia Yeon Woo.
-Yeon Woo-dijo Sun Joon susurrando.
-Señor, yo... yo...-dijo Yeon Woo asustada.
-¡Ella!-dijo la señora señalando a su hija.-¡Asesina!
Los guardias la voltearon a ver listos para arrestarla, Yi Han no podía creer lo que había escuchado, su hermana había hecho esto, había matado a ese hombre.
-¡Asesina! ¡Asesina!-gritaba la señora histérica.
-Madre...-dijo Yeon Woo tratando de acercarse a ella.
-¡No me toques asesina!-dijo su madre llorando, Yi Han retrocedió con su madre mirando a Yeon Woo confundido y un tanto decepcionado. Los guardias la iban a perseguir así que ella salió corriendo de ahí. Sun Joon le había hecho una seña para que huyera ocultándolo a la perfección de los demás.
Yeon Woo corría desesperadamente adentrándose en el bosque huyendo de los guardias que la seguían, su hanbok se llenó de sangre al momento de levantarlo para poder esquivar unas ramas. Ya se encontraba bastante alejada de los guardias, se escondió detrás de una enorme roca para alejar a los guardias.
Cuando escuchó que los guardias se alejaron se acurrucó en la posición de ovillo llorando, nunca pensó hacer lo que hizo, se sentía mal, destrozada, culpable, pero a la vez aliviada de que ese hombre haya muerto para que no hiciera mas daño a su familia y a otras personas. De tanto llorar cayó dormida rogando que cuando abriera sus ojos todo haya sido una pesadilla.
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-Se ha ido señor-dijo uno de los guardias a Sun Joon, éste soltó un suspiro.
-Pueden darla por desaparecida, si mañana no aparece esta muerta-dijo Sun Joon serio.
-¡Si mi señor!-dijeron los guardias y se retiraron.
-Se ha ido hermano-dijo Min Young viendo a Sun Joon.
-Lo sé pero temo que él pueda encontrarla-dijo Sun Joon preocupado.
-Igual yo-dijo Min Young igual de preocupada.
El cuerpo del ladrón seguía tirando en el patio en lo que los guardias terminaban de hablar con Sun Joon y Yi Han calmando a su madre.
Una silueta se puso a un lado de ese cuerpo hincándose para estar a su altura, nadie podía verlo, absolutamente nadie.
-Has causado muchos problemas-dijo la silueta con una sonrisa divertida. Puso su mano en el pecho de ese hombre sacando su alma que estaba de un color negro, se le quedó viendo por un momento esbozando una sonrisa sínica apretando el alma destruyéndola por completo. Soltó un suspiro.-Ahora ¿en dónde estás?
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Yeon Woo abrió sus ojos poco a poco parpadeando muchas veces para acostumbrarse a la luz. Se sentó sacudiendo un poco su cabello para quitar la tierra que se le había implantado. Moro de nuevo sus manos viendo la sangre seca cerrándolas de inmediato derramando unas lágrimas.
Fue hacia un lago que estaba por ahí mas alejado de donde se encontraba. Se hincó acercándose un poco al lago, se mojó sus manos frotándolas para quitar toda la sangre que quedaba, una vez que la sangre se quitó se enjuago su rostro para alejar cualquier mal sentimiento, quito toda marca del mal día que tuvo, el agua se mezclaba con sus lágrimas, por mas que quería no podía dejar de llorar.
-¿Por qué lloras? Se lo merecía-dijo una voz. Yeon Woo se sorprendió al escuchar esa voz, dejó lp que estaba haciendo y volteó a la dirección que había escuchado la voz. Vio a un hombre de tez un poco morena, ojos obscuros, cabello negro y apuesto, bastante apuesto para ser sinceros, poseía una mirada un tanto intimidante que estaba sentado en una roca a un lado del lago.
-¿Quién es usted?-preguntó Yeon Woo temerosa.
-Dejame presentarme-dijo parándose de la roca.-Me llamo Song Seung Hun-hizo una reverencia, al terminar le sonrió.-¿Y usted?
-Heo... Heo Yeon Woo-dijo ella con un poco de miedo.
-Muy hermoso nombre-dijo Seung Hun sonriéndole.
-¿Qué necesita?
-Vine a hacerte una propuesta.
-¿Una propuesta? ¿Cuál?-dijo Yeon Woo son entender.
-Que te conviertas en la muerte.-dijo Seung Hun cruzándose de brazos.
-¿La muerte?-dijo Yeon Woo, soltó una pequeña risa.-¿No esta bromeando?
-¿Parezco un hombre que bromea?-dijo Seung Hun mirándola serio, ella negó.-Verás soy el amo del inframundo, y necesito que alguien sea la muerte ya que no puedo hacer ese trabajo solo.
-No puede ser cierto que usted sea el señor del inframundo-dijo Yeon Woo parándose caminando lejos de él. Seung Hun rio un poco y se acercó a ella.
-¿No me crees?-ella no contestó.-Veo que no, te lo demostraré mira.
Yeon Woo volteó y vio como Seung Hun sacaba un poco de fuego en forma de fénix de sus manos, ella abrió los ojos sorprendida era verdad lo que él decía.
-¿Ahora me crees?
Ella asintió.
-¿Por qué yo?
-Porque vi lo que hiciste, querías matarlo para proteger a tu familia y te despreciaron. Si eres la muerte podrás hacer la diferencia-empezó a caminar alrededor de ella.-podrás llevarte a las personas malas a punto de morir, claro que tendrás que llevarte personas inocentes pero puede ser sin dolor. Puedes hacer justicia, ¿y qué dices?-se acercó a su oído.-¿Aceptas?-susurró.
Yeon Woo se quedó callada un momento, si es para hacer justicia era bueno, además su madre la despreció, su hermano la odiaba aunque no lo pareciera, los guardias la perseguían, ¿por qué no ser la muerte? Podría protegerlos aunque sea en la oscuridad.
-¿Qué dices?
Yeon Woo soltó un suspiro, no tenía otra opción.
-Acepto.-dijo volteándolo a ver. Seung Hun sonrió.
-Bienvenida como la muerte, Yeon Woo-dijo Seung Hun tomando la mano de ella depositando un beso sin apartar la mirada de ella, el trato estaba hecho, ella era ahora la muerte.-Vamos-dijo tomándola por la cintura acercándola a él. Un sonrojo se hizo presente en las mejillas de Yeon Woo, esa cercanía no era usual.
-¿A... a dónde?-preguntó ella tímida.
-A tu nuevo hogar.-dijo Seung Hun mirándola a los ojos esbozando una sonrisa.
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