Capítulo 19: Dos ángeles para una damisela
"A veces del sufrimiento llega la calma y la felicidad".
Kim Yoo Jung
Estaba oscuro solo podía ver dos siluetas una era de un hombre que estaba hincado con unas alas negras desplegadas, tal vez era mi ángel negro. La otra silueta era de un hombre parado al lado de mi ángel con una mano en su ala y la otra en su hombro. Me acerqué más para poder reconocer a las dos siluetas, al momento de hacerlo me quedé estática; la silueta que estaba hincada, ese hombre, mi ángel de alas negras era Jaejoong, entonces ese hombre que estaba parado al lado de él era su amo Seung Hun.
Seung Hun sonrió con suficiencia y cinismo apretando el ala de Jaejoong y su hombro, me volteó a ver para luego desgarrar el ala de Jaejoong él grito acompañado de mi grito.
**
Yoo Jung se movía de un lado a otro en la cama, tenía de nuevo esa pesadilla. Sudaba, gemía, hasta que se levantó gritando. Jaejoong entró corriendo y la abrazó.
-Tranquila, Yoo Jung tranquila-decía Jaejoong abrazándola contra su pecho mientras Yoo Jung seguía asustada, ahora estaba llorando.-Tranquila mírame, mírame-tomó el rostro de ella en sus manos haciendo que lo viera, Yoo Jung abrió los ojos y lo vio, ahí estaba intacto, con esa mirada de preocupación en sus ojos. Él acarició su rostro alejando unas cuantas lágrimas que seguían cayendo por ellas, Yoo Jung se lanzó a sus brazos acurrucándose en su pecho.
-Jaejoong...-dijo Yoo Jung llorando desconsolada.-Pensé... pensé que te había perdido, que te había hecho daño-dijo ella sollozando.
-¿Lastimarme? ¿Quién?-preguntó curioso y dolido por la tristeza de ella.
-Tu amo, Seung Hun-dijo escondiendo su cabeza en el pecho de él, ella parecía un cachorrito asustado después de una tormenta. Jaejoong rompió el abrazo mirando a Yoo Jung con una ternura inmensa poco vista en él, acarició su rostro con delicadeza y amor.
-Yoo Jung, nadie me hará nada ¿entiendes? No me pasará nada. Solamente con tu muerte podrás lastimarme, si tengo que llevarte, quitarte este hermoso regalo que es la vida me lastimará, solamente eso.-la volvió a abrazar.
Él estaba serio acariciando su cabello, estaba preocupado y (en menor parte) asustado, ella no se tenía que enterar de eso, no lo soportaría su corazón. Yoo Jung rompió el abrazo para mirarlo, su respiración estaba agitada combinada con un dolor torácico fuerte.
-¿Te puedes quedar conmigo?-dijo ella mirándolo suplicante y con ternura.
-No me lo tienes que pedir-le sonrió.
Yoo Jung se acostó junto con Jaejoong a su lado; paso su brazo alrededor de ella abrazándola, ella se acurrucó en su pecho sintiéndose mejor, protegida, y sobre todo cálida. Jaejoong la cubrió con la manta arropándola depositando un delicado beso en su cabeza.
-Buenas noches Jae...-lo abrazó.
-Buenas noches-sonrió.
-Jae...
-Hmm...-dijo acariciando su cabello.
-Te amo, mi ángel de alas negras-dijo cayendo profundamente dormida. Jaejoong sonrió ante como lo llamó, el ángel del que ella hablaba, el que aparecía en sus sueños era él; eso lo puso total y completamente feliz.
No podía dejar de pensar en lo que le había dicho Yoo Jung ¿un sueño en donde Seung Hun lo lastimaba? Tal vez pasaría, había una posibilidad sobre todo por el hecho de que se pondrá en su contra para estar con ella, para evitar que lo obligara a llevársela.
Soltó un pequeño suspiro poco audible para no despertar a Yoo Jung; la vio un poco, como ella dormía plácidamente acurrucada en su pecho, parecía como si nada le incomodaba, como si no estuviera enferma, como si lo único que pasaba en ese momento era que estaban solos ellos dos; Jaejoong no era la muerte en ese preciso instante y ella no era su víctima, eran una pareja, dos personas que se amaban con pasión, dos personas que el motivo por la que siguen con vida son ellas nada más.
Jaejoong acarició el rostro de Yoo Jung cuidando de que no se despertara, ella se movió un poco retomando su posición anterior como si nada hubiera pasado. Jaejoong pensaba, por alguna razón no podía conciliar el sueño, se quedaba mirando la bella imagen de Yoo Jung durmiendo.
-Ojalá no hubiera venido para no verte sufrir-dijo en un susurro. Sentía culpa de haberla conocido pero al mismo tiempo le agradecía a Seung Hun habérsela encargado, gracias a él la conoció, gracias a él se enamoró.
Abrazó a Yoo Jung entrelazando su mano con la de él cayendo en un profundo sueño en esa bella noche estrellada abrazados como si el tiempo nunca transcurriera.
---------------------------------
-¡¿Qué ella tiene qué?!-dijo Junsu exaltado apunto de matar a Jaejoong.
-Tiene tuberculosis-dijo Jaejoong cabizbajo con tristeza en su voz.
-¡¿Tú la ocasionaste?!-dijo Junsu encarándolo totalmente furioso que juraría que echaba fuego por sus ojos.
-Él no lo hizo-dijo Yunho poniendo una mano sobre el hombro de Junsu.
-¿Entonces quién?-dijo Junsu entre dientes enojado sin despegar su vista de Jaejoong que también lo veía con furia retándose el uno al otro.
-Mi amo-dijo Jaejoong retándolo con la mirada.
-¿Por qué?-dijo Junsu separándose de él empezando a caminar por el consultorio.
-Dijo que como tú estabas aquí no podía hacer mi cometido por eso lo hizo-dijo Jaejoong mirando hacia el piso.
-¡¿Ibas a hacerlo?!-dijo Junsu volteándolo a ver exaltado al igual que Yunho.
-¡No!-dijo de inmediato Jaejoong exaltándose de tan solo pensar en la idea de hacerlo.-¡Jamás se lo habría hecho!-Junsu y Yunho no dijeron nada ante tal acto de amor y sinceridad que Jaejoong había hecho.
-Ya los dos-dijo Yunho finalmente interrumpiendo las miradas amenazadoras que ambos se echaban.-Lo importante ahora es cuidar de Yoo Jung.
-Junsu...-dijo Jaejoong volteándolo a ver. Yunho también lo miró con curiosidad ¿Por qué lo veía así?
-No sé, mi amo no ha tenido ninguna idea, no me ha dicho nada-dijo Junsu mirando al suelo para luego mirarlos a ellos.
-¿Qué eres tú?-dijo Yunho sin entender bien del todo.
-¿Ya lo sabe?-dijo Junsu viendo a Jaejoong, el recién nombrado asintió.-Soy un ángel, vine a proteger a Yoo Jung.
-Ya entiendo-dijo Yunho asintiendo.-Valla que a ustedes dos les importa mucho Yoo Jung.-ambos chicos solo se quedaron serios aunque nerviosos mientras Yunho reía un poco revisando unas cosas de su escritorio, la risa era por la reacción de ambos eso se le hacía divertido. Borró la sonrisa tornándose serio.-¿Ha avanzado?
-Sí-dijo Jaejoong triste.-He tratado de quitarle el humo que mi amo implantó en ella pero no puedo, ese humo es veneno no puedo sacarlo aunque quisiera-dijo cabizbajo, le dolía no poder hacer nada por ella.
-Sigue trayéndola para darle tratamiento, si puede progresar aunque sea un poquito con el será mejor.
-Lo haré.
-Hablaré con Sang Woo para que nos ayude, no permitiré que le pase algo.-dijo Junsu mirándolos a ambos. Los tres querían ayudarla, querían que estuviera bien, querían que estuviera a salvo.
----------------------------------
Seung Hun veía por su pozo el mundo de los mortales de nuevo, específicamente a Yoo Jung. Últimamente lo hacía mucho, la observaba, más bien la monitoreaba para ver que la enfermedad progresara como él quería que lo hiciera.
Esbozó una sonrisa para desaparecer de su mundo apareciendo en un abrir y cerrar de ojos en la habitación de Yoo Jung. Se acercó a ella hincándose para observarla mejor, se acercó para oler mejor su aroma, se le quedó observando un momento delineando sus facciones con la mirada, recorriendo cada rasgo de su hermoso rostro. Soltó un pequeño suspiro, ella era idéntica a ella pero ¿Por qué sentía esto? ¿Enserio era solo venganza? La respuesta para él era sí.
-Solo un poco más-dijo susurrando solo para él acariciando con la yema de los dedos el delicado rostro de ella.-solo un poco más y serás mía, te alejaré de todos, te quedarás solo conmigo.-terminó de decir eso cuando escuchó ruidos en el pasillo, se escondió hábilmente para que nadie lo viera.
La puerta se abrió dejando ver a Jaejoong entrar, se acercó a Yoo Jung tomando la misma posición que él hizo hace rato, Jaejoong acarició con delicadeza el cabello y rostro de Yoo Jung mirándola con la más infinita ternura y amor que podía emanar.
-Lamento hacerte sufrir-dijo Jaejoong.-Dime ¿Cómo puedo amarte si tú eres mi víctima? ¿Cómo puedo verte sonreír si yo soy la causa de tus lágrimas? ¿Cómo puedo estar contigo si después me tendré que ir?
Le dolía decir esas palabras, su corazón se hacía pedazos al decirlo, era la verdad todo lo que decía, él era un ángel oscuro y ella una mortal, no era cualquier mortal, para él era la mortal más hermosa, pura, sincera, frágil, delicada mortal que pudo haber conocido y existido, simplemente era la mortal que tanto amaba.
Seung Hun que estaba escondido veía esa escena sin poder evitar sentir rabia, Jaejoong había cometido el peor error de su vida: enamorarse. Había hecho lo que hizo él, se había enamorado al igual que él.
Apretó su puño con rabia, pagaría muy caro lo que le estaba haciendo, estaba bastante seguro de que lo iba a traicionar para salvarla, sin embargo, le iba a dar más tiempo para que ella sufriera un poco. La iba a ir a visitar más seguido pero solo a ella, sin que nadie se diera cuenta como ahora, cuando llegue el momento se la llevaría, pero, quería que esto fuera divertido así que ¿Por qué no darle unas pequeñas pistas o trabajos a Jaejoong? Eso lo haría un poco más interesante.
Cerró los ojos apareciendo de nuevo en su salón junto al pozo, soltó una carcajada, parecía que estaba loco, que nada le importaba con tal de cumplir su propósito. Se dirigió al pozo enfocándose a Jaejoong.
-Hay Jaejoong, Jaejoong, Jaejoong, ¿te atreverías a traicionarme?-dijo sonriendo con cinismo mirando hacia la imagen de Jaejoong reflejada en el pozo.-Tendré lo que quiero ya verás, aunque tenga que deshacerme de ti.-soltó una carcajada que se oía por todo el "palacio". Esa risa era siniestra, malvada, sínica, tanto que todos sus sirvientes temblaran del miedo.
-El amo está planeando algo-dijo uno de sus sirvientes acostado con ojos cerrados, aunque no se notara tenía miedo.
-Sí, algo está planeando y no muy bueno al parecer-dijo el otro en la misma posición que el anterior. Ambos acostados en un respectivo sillón en los extremos de la habitación donde había grandes ventanales. Ambos chicos vestidos de negro, uno con el pelo negro y corto y el otro con el pelo rubio un poco largo.
-¿Qué crees que esté planeando?-preguntó el rubio sin abrir los ojos soltando un suspiro.
-No lo sé-dijo el pelinegro.-De seguro algo contra la víctima de Jaejoong.
-O tal vez contra él.
-No lo creo-dijo el pelinegro abandonando su posición para sentarse mirando al rubio.-Jaejoong es su más fiel sirviente, la muerte, no creo que le haga nada.
-Quien sabe-dijo el rubio imitando al pelinegro al sentarse.-Ya ha aguantado mucho.
-Sí, bastante-dijo el pelinegro.-¿Te ha dicho algo?
-¿Qué quieres decir?
-Taemin...-dijo el pelinegro.-Tú eres el sirviente más fiel de Jaejoong, algo te debió haber dicho.
-No me ha dicho nada-dijo el rubio ahora conocido como Taemin.-Tampoco me he atrevido a preguntar. Además, Key ¿para qué nos dirían algo? Si solo somos unos simples demonios, unos simples sirvientes.-dijo parándose para luego retirarse de ahí.
El pelinegro ahora conocido como Key, se quedó ahí serio ¿Cómo le haría para sacarle información? Sea como sea lo iba a conseguir.
-¡Key!-se escuchó gritar a Seung Hun. El recién nombrado se exaltó y salió rumbo al gran salón donde se encontraba su amo. Entró rápidamente haciendo una reverencia en forma de respeto.
-¿Sí amo?-dijo Key con total respeto a Seung Hun.
-Cuando te de una orden la cumplirás sin protestar ¿entendido?-no lo volteó a ver.
-Sí amo-dijo con la vista gacha.-Si me permite preguntar, ¿Cuál orden será?
-Cuando llegue el momento te lo diré-dijo volteándolo a ver por un momento luego regreso su vista hacia el pozo.-Retírate-ordenó. Key asintió haciendo una reverencia marchándose.
Taemin daba vueltas alrededor de su habitación, estaba preocupado, no sabía nada sobre su amo ¿Cómo estaba? ¿Qué había pasado con la chica? Eso y más cursaba por su mente, ¿Qué debía hacer? Lo único que podía hacer ahora era esperar a que su amo lo llamara, o a que regresara.
"-Taemin-"escuchó en su mente. Se exaltó, esa era la voz de su amo.
-Amo-dijo Taemin con respeto.
"-Ven, necesito que me ayudes-"dijo Jaejoong.
-Como usted ordene mi señor-dijo poniendo su puño en su pecho en señal de respeto para luego salir de ahí.
Seung Hun que había visto eso por su pozo esbozó una sonrisa sínica.
-Así que Jaejoong mando por su sirviente, bueno te daré tiempo querido Jaejoong, solo espera-dijo para sí, soltando una pequeña risa malvada mirando al pozo que estaba con la imagen de Yoo Jung tosiendo a la mitad de la noche.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top