Capítulo 15: Una promesa rota
“Entre más lloras más sufro, entre más me odias más me odio, entre más te deprimes más quiero morir…”
Hyun Bin miro a Jaejoong, se sentía terrible, el dolor era insoportable, lo estaba sintiendo cada vez peor cada día que pasaba, tan solo respirar era doloroso y ahora lo que hizo Seung Hun lo empeoro aún más. Era tiempo, ya no podía soportarlo, tal vez si él ya no estuviera no molestarían a su hija.
-Jaejoong…-dijo Hyun Bin. Le era muy difícil hablar pero agarraría fuerzas para hacerlo. Jaejoong se acercó y solo lo veía, estaba sufriendo.-Te quiero pedir algo…
-¿Qué?-dijo Jaejoong un poco alarmado y adolorido ojalá no sea lo que está pensando.
-Mátame…-le suplicó. Jaejoong abrió los ojos con sorpresa, le había pedido lo que quería evitar.
-No, todavía...
-Por favor, ya no soporto esto, ya estoy cansado de sufrir de que Yoo Jung sufra, llévame por favor…-Se lo estaba suplicando, se lo estaba implorando, le rogaba que terminara su sufrimiento. Jaejoong se acercó hacia él y lo vio detenidamente.
-¿Enserio quieres esto?-no quería llevárselo porque si no su promesa estaría rota, ella seguiría siendo su víctima aunque rompiera esa promesa.
-Sí, ya llévame acaba con mi sufrimiento, acaba con el de mi hija…-lo miró suplicante, sufriendo. Jaejoong soltó un suspiro pero asintió, tenía que cumplir su voluntad, su último deseo.
Jaejoong se sentó en la cama mirándolo fijamente.
-¿Algún último deseo?-preguntó con mirada triste, por primera vez le dolía llevarse una víctima.
-Sí, no dejes que le pase nada a mi hija por favor-le contestó mirándolo implorante, ese era su último y más sincero deseo. Jaejoong asintió, bajo la cabeza dejando desplegar sus alas, sus negras y grandes alas, se acercó a él.
-Cierra los ojos.-ordenó. Hyun Bien simplemente obedeció.
Jaejoong cerró los ojos, le dolía llevárselo porque así Yoo Jung sufriría, ella lo odiaría. Puso sus manos en el rostro de Hyun Bin aún con los ojos cerrados, los abrió mirando serio a Hyun Bin, con sus alas cubrió a ambos, con su mano derecha tocó la frente de Hyun Bin y la suya 3 veces para luego dale el beso de la muerte a Hyun Bin en la frente sacando su alma. El cuerpo de Hyun Bin se tornó frío como hielo, pesado, sin vida. Jaejoong se separó con el alma en manl, en forma de remolino, un remolino blanco, dio un último vistazo al cuerpo sin vida bajando la cabeza con culpa y tristeza.
-Sang Woo esto es tuyo-dijo casi susurrando soltando el alma llegando hacia donde estaba Sang Woo recibiéndola con una sonrisa.
-Gracias Jaejoong-dijo Sang Woo, cosa que Jaejoong escucho pero no pudo sonreír, se sentía culpable, su promesa se había roto. Ocultó sus alas y bajo la mirada triste, culpable, dolido. El sonido de la maquina anunció que el corazón de Hyun Bin dejó de latir, ahora oficialmente estaba muerto.
Yoo Jung entró corriendo al igual que Yunho, ambos vieron que Hyun Bin ya no tenía vida, Yunho lo revisaba y le dio una mirada a Yoo Jung indicando que efectivamente ya no tenía vida. Ella volteó a ver a Jaejoong con ojos tristes, llenos de soledad, tristeza, odio.
-¿Por qué lo hiciste?-dijo Yoo Jung acercándose a él.-¡¿Por qué te lo llevaste?! ¡Me prometiste que no lo harías! ¡Me dijiste que no te lo llevarías!
Yunho se acercó a ella sin entender.
-Yoo Jung tranquila, él no tiene la culpa-dijo tomando por los hombros a Yoo Jung tratando de tranquilizarla, ella se soltó de sus brazos mirándolo empezando a llorar.
-Sí es su culpa, es su culpa, ¡él es la muerte!-sus piernas le fallaron y cayó llorando, Yunho vio a Jaejoong sorprendido, él solo lo vio y asintió culpable y triste. Yunho se agacho y abrazó a Yoo Jung, después de un rato él se tuvo que ir para firmar las hojas que indicaban que Hyun Bin había fallecido.
Jaejoong la vio ahí llorando, la vio destrozada, la vio triste, la vio frágil. Él se agachó y acarició el cabello de Yoo Jung, ella apartó su mano de un golpe y lo vio aun llorando, con ira.
-¿Por qué te lo llevaste? Rompiste tu promesa, ¡no sabes cuánto te odio!-eso hizo que el corazón de Jaejoong se rompiera, ahora ella lo odiaba.-¡No te lo hubieras llevado! ¡Te odio por hacerlo, te odio!
Jaejoong bajó la mirada con tristeza, le dolía de sobremanera que le dijera eso, que lo odiara, que no lo quisiera.
-Lo hice porque…-dijo Jaejoong tratando de explicarle pero ella lo interrumpió.
-¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste?-dijo Yoo Jung con un hilo de voz, ya no quería escucharlo, no quería ni verlo.
-Porque él me lo pidió-Yoo Jung lo volteó a ver sorprendida ¿enserio él se lo pidió?
-¿Qué?
-Él me lo pidió. Ya no quería seguir sufriendo, no quería que tú sufrieras-acarició su rostro apartando las lágrimas que todavía corrían sus mejillas.-Por eso lo hice, sabía que rompería mi promesa pero él me lo pidió, yo tampoco quería verte sufrir pero si no lo hacía seguirías sufriendo y si lo hacía sufrirías como ahora.
Yoo Jung volteó a ver un poco a su padre, se levantó y se acercó para poder verlo mejor, su padre se veía en paz, se veía tranquilo. Lo abrazó.
-Lo siento, lamento haberte dicho que te odiaba sin saber la verdad-decía escondiendo su rostro en su pecho.-Gracias por darle paz.
Él la abrazó, le gustaba tenerla cerca, le gustaba que lo abrazara, que le hablara.
-La que me dio paz fuiste tú-dijo en un susurro, lo que no se percató es que Yoo Jung lo escuchó, esbozó una sonrisa al escuchar esas palabras.
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Kim Yoo Jung
Le había dicho que lo odiaba porque eso era lo que sentía en ese momento, pero ahora lo que sentía era agradecimiento, se lo había llevado para darle paz y para que yo dejara de sufrir. Él no era malo, para ser la muerte no era malo al contrario era bueno, era un ángel. Tal vez él era mi ángel, el ángel de mis sueños.
Junsu había ido a verificar que mi papá si había fallecido y me dijo que él estaba en el paraíso, que su amo lo había recibido, eso me dio felicidad, ahora él estaba descansando en paz. Junsu me protegía de Changmin y eso se lo agradecía pero al momento que yo estaba con Jaejoong todo cambiaba, no me importaba si él estaba tras de mi o no, lo importante era que Jaejoong estaba conmigo, él no se separaba de mi. A veces pensaba que tal vez yo era su víctima y no mi padre, porque se supone que al llevarse a mi papá él se tenía que ir pero no lo había hecho, y yo no quería que lo hiciera, no quería que se fuera.
Salí de habitación rumbo a la azotea donde seguramente él se encontraba. Abrí la puerta y efectivamente ahí estaba él, miraba al cielo estrellado como si no hubiera nadie más. Me acerqué a él decidida a preguntarle porque no se iba.
-¿Por qué no te vas?-le dije poniéndome a su lado.
-¿Perdón?-me miró confundido.
-Mi papá era tu víctima y te tendrías que ir porque ya te lo llevaste ¿Por qué no te vas?-lo miré triste, me dolía tan solo pensar que él se fuera, que me dejara sola.
-No me voy porque no quiero…-hizo una pequeña pausa bajando su rostro.-No quiero dejarte sola.-¿Él no me quería dejar sola? ¿Por qué?-Pero si quieres que me valla, lo haré.-se dio la vuelta para irse, por inercia lo abracé por la espalda, no quería que se fuera, no quería que me dejara, yo… yo lo amaba.
-No te vayas-le dije triste, él tomó mis manos con fuerza.-No quiero que te vayas.
-Yo tampoco quiero irme.-hizo que lo soltara para quedar frente mío mirándome con esos hermosos ojos que me hipnotizaban.-No quiero dejarte.
-Yo tampoco quiero dejarte, Jaejoong yo…-era difícil decirle que lo amaba.
-No digas nada-me dijo en un susurro y luego me beso. Ese beso era hermoso, dulce, sincero, ahí me di cuenta que él también me amaba, tanto como yo, lo abracé y él rodeo mi cintura para acercarme a él. Este momento era hermoso, no quería que terminara. La falta de aire se hizo presente y nos separamos.
-Por eso no me iré, te amo tanto como para dejarte-me dijo, eso me hizo muy feliz, le sonreí con sinceridad, en sus ojos se notaba que me amaba y en los míos también.
-Entonces no lo hagas, no me dejes. Si te vas mi corazón se rompería, te amo tanto como para dejarte ir-le dije soltando unas cuantas lágrimas pero sonriéndole. Él me sonrió y me abrazó, eso era lo que sentía por él amor, me había enamorado del ángel al que debería temerle, me enamoré de la muerte.
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