Capítulo 3: "Herramientas pt. 2"
Narra Amy:
Separé mis labios de los suyos y me despedí, acto seguido cerré la puerta y me tiré a la cama, acababa de besar a Shadow, la última forma de vida perfecta... Fue por un agradecimiento, sólo que lo hice de esa forma. Si mi mamá estuviera conmigo me felicitaría, siempre le gustó Shadow para que fuera mi pareja.
Narra Rouge:
No lo puedo creer! Acaso vi bien? No, esos dos se besaron! Oh por dios! Iré a hablar con Amy ahora mismo! No lo creo, ella lo besó a él! No puede ser!
Rouge se dirigió a la habitación de Amy y tocó la puerta tres veces.
Narra Amy:
Seguía pensando en aquel atrevimiento de mi parte cuándo alguien tocó a mi puerta, me exalte un poco al pensar que alguien estaría atrás de la puerta. Y si era Shadow? No, no creo. Debe ser Rouge.
Abrí la puerta cautelosamente para ver quién era y si, era Rouge. Y por los ojos con los que me vio, entendí que había visto todo.
-Ah... Rouge, pasa.- Amablemente la dejé entrar y definitivamente lo vio todo.
- Con que besando a Shady, eh? Y? Cómo estuvo?- Rouge tenía una cara de pervertida y al tiempo se reía de tan sólo pensar en el acontecimiento.
- C-callate Rouge!- Amy, sonrojada, le dijo a Rouge, le apenaba la situación.- A-además sólo lo besé en forma de agradecimiento, él es mi amigo.
- Un amigo al que besas? No lo creo querida.- Rouge seguía con lo mismo.
- Bueno pues creelo! Yo sólo lo hice para agradecer, nada más.- Amy insistía.
- Esta bien, esta bien... Oye me tengo que ir a dormir, mañana saldré a una cita con mi Knucky.- Rouge dijo eso sonrojada, siempre le había gustado el equidna.
- Si Rouge, descansa.- Dijo Amy para finalmente despedirse.
Amy se encontraba cansada, en el día había llorado mucho y sólo quería dormir pero había un problema, no dejaba de pensar en Shadow.
Por su parte, Shadow sólo se lavó la cara y fue a su cama e intentó dormir pero no pudo, en su mente estaba una eriza rosada que simplemente lo mantenía despierto, él no entendía a qué se debía, en fin, era sólo un pensamiento.
Al día siguiente:
Rouge estaba en la cocina haciendo el desayuno, Shadow estaba viendo la ventana y Amy estaba sentada en la mesa, luego Rouge empezó una plática un tanto incómoda:
- Entonces Amy, quién te gusta?- Rouge quería que Shadow se interesara pero no pudo ver ninguna expresión de sorpresa.
- Mmm pues creo que nadie por el momento.- Amy intentó disipar los planes de Rouge, pero ella no se daría por vencida tan pronto.
- No? Que extraño, yo juraba que si... Quizá un erizo...- Rouge volteó a ver a Shadow por si había alguna reacción de parte del azabache. Nada.
- Jajaja qué cosas dices Rouge.- Amy bebió un poco de su café y seguido respondió:- Los únicos erizos que hay son tres y no estoy interesada.
- Mmm uno es tonto, feo y necesita salvavidas para nadar; el otro es guapo, tiene unos ojos carmesí muy bonitos y sabe nadar, y el otro es un delincuente que te ama en secreto... No te interesa ni uno?- Rouge vio a Shadow y ésta vez si había un cambio, su oreja estaba alzada.
- Rouge, basta.- Amy se ruborizó, tenía sus dudas respecto a la pregunta de Rouge.
- Bueno, bueno... Shadow, qué tal tu? Ya has besado a alguien?- Dicho esto, Amy empezó a ahogarse con el café. Rouge sólo se rió de lo que ella estaba ocasionando.
- Diablos Rouge, callate!- Dijo una muy enojada Amy, de verdad que no le gustaba esta conversación.
- Bueno, bueno, oigan hoy me iré con Knucky todo el día, se podrían quedar aquí a cuidar la casa?- Dijo Rouge un tanto apenada.
- Claro que sí!- Rápidamente, Amy se apresuró a contestar, sorprendiendo a Shadow y a Rouge.
- Perfecto! Entonces los dejaré solos un rato, chao.- Dijo Rouge para luego irse.
Amy se puso algo nerviosa, creía que Shadow le iba a preguntar sobre aquél beso que la rosada le había otorgado el día anterior. Pero no, Shadow sólo se aproximó a ella y le habló de otro tema:
- Vámonos, tenemos prisa.- Dijo serio.
- A dónde vamos?- Dijo Amy dudosa de ir con el erizo.
- Con Eggman, necesitamos hacerlo ahora que no está en su laboratorio.
- Si! Vamos!
Finalmente, Amy llamó a Cream y a Tails para que cuidaran la casa de Rouge, ambos se quedaron extrañados cuando vieron que Amy saldría con Shadow pero decidieron ignorarlo.
- Gracias chicos! Ah! Una cosa más, Rouge no se puede enterar que Shadow y yo salimos, de acuerdo?
- Por qué?- Preguntó Tails curioso.
- Porque no debe saberlo.- Dijo Shadow serio y con una mirada amenazadora hacia Tails.
- E-esta bien! No diremos nada, cierto?- Dijo Tails con cierto miedo y mirando a Cream. Ella sólo asintió.
- Vayan con cuidado y no regresen tarde.- Dijo Cream con su Chao a un lado.
- Si Cream, gracias.- Dijo Amy para después salir de la casa con Shadow.
Mientras tanto, Sonic:
Él estaba súper pensativo, ¿Quién había asesinado a Rosa? ¿Por qué Shadow y Amy se llevaban tan bien últimamente? ¿Y a él qué le importaba?
Sumergido en sus pensamientos, dejó de prestar atención a su al rededor para encontrar respuesta a las cuestiones. Mientras él pensaba, llegó un camaleón morado para darle una noticia:
- Hedgehog, tienes visita.- Dijo Espío dejando entrar a una ardilla con un chaleco de color azul que el erizo conocía a la perfección.
- Sally? Qué haces aquí?- Dijo Sonic muy extrañado de verla allí.
- Yo... Yo seré tu abogada, mi amor!- Dijo Sally abrazando a Sonic
- Mi qué?- Dijo Sonic muy sorprendido.
Mientras, Shadow y Amy:
Ya habían llegado al laboratorio de Eggman y estaban ensamblando algunas piezas, Amy sólo buscaba las herramientas necesarias para que Shadow continuara construyendo la máquina.
Amy no dejaba de verlo, se veía tan bien usando el martillo... Pero se vería aún mejor si usara su martillo, al menos eso pensó Amy, por lo que decidió ir con Shadow:
- Shadow?- Dijo Amy mientras se acercaba demasiado a él.
- Q-qué pasa Rose?- Dijo Shadow ruborizado y con muchos nervios.
- Deberías usar mi Piko Piko Hammer, es más fuerte.- Dijo Amy, sonrojada por ver que estaba demasiado cerca de Shadow, tanto que si se acercaba un centímetro más a él podría tocar sus labios.
- B-bueno...- *¿Qué me sucede? ¿Por qué tartamudeo tanto cuando ella se me acerca?* pensó Shadow, jamás le había pasado algo así.
Frágilmente, Amy depositó aquél martillo en manos de Shadow, el Piko Piko Hammer no desapareció, seguía en sus manos, cosa que indudablemente lo sorprendió. Shadow comenzó a ocuparlo y definitivamente era más cómodo que el martillo convencional.
- Gracias Rose, éste martillo es mejor que el otro.- Dijo Shadow y acto seguido le sonrió a la rosada.
- Eh?...- Amy, al instante, se ruborizó por tan hermosa sonrisa, en ella se notaba el sentimiento que nadie le había brindado del todo: sinceridad
- Por qué te ruborizas?- Preguntó Shadow inocentemente.
- Porque sonríes... No por nada.- Dijo Amy dándose cuenta de que estaba a nada de decirle sus motivos.
- De acuerdo.- Dijo Shadow para proseguir con su trabajo, sin embargo él notaba esa mirada de la eriza rosada sobre él, por alguna extraña razón le encantaba.
Amy estaba pensando tantas cosas y casualmente todas incluían al erizo azabache. Ella no se había dado ni cuenta de que no dejaba de verlo, era la primera vez que ella tenía esos pensamientos involuntariamente.
Todo era color rosa en la mente de la eriza hasta que su comunicador sonó para amargarle el momento:
- Amy, estás ahí? Soy Tails.
- Ah? Si Tails, qué sucede?
- Acaba de llamar Sally, tienes que ir mañana a ver a Sonic.
Amy se quedó helada... No quería ir a ver al asesino de su madre, simplemente no podría hacerlo. Ella no tenía la fuerza para pararse frente a él y escucharlo confesarse. ¿Qué haría al verlo? Enojarse? Llorar? Desmayarse? Entrar en pánico?
Shadow se dio cuenta de que ella no sabía qué decir, por lo que tomó su brazo y decidió contestar por ella:
- Ahí estaremos.- Acto seguido, apagó el comunicador.
Amy seguía helada, luego se dio cuenta de que Shadow estaba agarrando su mano. Inmediatamente volvió a su mundo color rosa y se ruborizó al ver la mirada del Azabache.
- Rose, no tengas miedo.
- Y si me desmayo? Qué hago si tengo que hablar con él?
- Hablarle normal, de qué serviría que te vea mal?
- Pero no podré hacerlo, me da mucho miedo.- Dijo Amy mientras pensaba en aquél momento.- Oye Shadow, tu crees poder acompañarme?
- Si eso quieres, bien. Iré contigo.
- Gracias Shadow!- Dijo Amy abrazando a Shadow, ese erizo de verdad la hacía fuerte.
Continuará...
Muchas gracias por leerme una vez más, perdonenme si no había continuado la historia, no me llegaba la inspiración pero ya pude continuar el capítulo, por lo tanto espero de todo corazón que te haya gustado este capítulo nuevo.
Nuevamente, gracias por darte el tiempo de leer esta historia.
Sin nada más que decir, se despide: Strawberry-fields 17.
Un beso y hasta la próxima!
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