Capítulo 2: Aterradora Bibliotecaria.
Aquí otro capítulo.
Lamento la demora. Al final algunas aclaraciones a quien le interese.
Los personajes e imágenes de esta historia no me pertenecen, sólo los uso con fines de diversión.
Advertencia: ... Saben qué, ni me voy a molestar. Disfrútenlo.
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-"Perfecto. Oficialmente... soy un gran cabrón" - El rubio de paraba de suspirar y lamentarse. No sólo por el simple recuerdo de lo que hizo en la cede de caballeros sino también por haber abandonado a su comid... compañera.
Luego de planear lejos del edificio, se hallaba muy decaído mientras ingresaba a su habitación.
-Haaa- Suspiró y luego saltó a su cama. Se dio la vuelta y miró al techo con una expresión apagada - No puedo echarme aquí simplemente... tengo que regresar por Paimon y también...- Usó su brazo para tapar sus ojos. El recuerdo de dos mujeres llegó por si solo- Mmmrr- Rápidamente, sus mejillas adquirieron un carmín intenso.
Las expresiones, las palabras, la suavidad y el calor de sus cuerpos presionando el suyo, las caricias y... Aquel beso, lo recordaba todo. No era usual en él deprimirse de esa manera, pero tampoco lo era perder el control de sus poderes, casi ser "asaltado" por una de sus compañeras y luego seducir a la gran maestra de Mondstadt.
-D-Debo... Debo refrescarme un poco- Sin otra idea, decidió ingresar al baño, con la esperanza de que el agua fría aclare su mente- No... No hay nada- Una vez desvestido, miró su muñeca, sin rastro o sensación de que había sido marcado.
El agua comenzó a caer de la regadera, humedeciendo su larga caballera y refrescando su cuerpo. En medio de tan relajante momento, encontró motivación suficiente para ponerse a cantar.
-Amaarteee, es fácil porque eres bella, tururururururuWGAAAAAAW- Si, en la ducha, cualquiera se cree un gran cantante. Pasaron por lo menos 5 minutos antes de que se dignaran a salir.
Una vez fuera, tomó una toalla y secó su cabello y luego su cuerpo antes de enrrollarla en su cintura.
-¡¿Hm?!- Su cabello se erizó y la piel se le puso de gallina al tomar el pomo de la puerta- ¿P-Paimon?... Diablos... Espero que seas tu...- Dijo con la esperanza de que estuviera en lo correcto.
-Arara. Hola, cariño- No podía estar más equivocado - Te tardaste un poco en la ducha, ¿acaso sabías que vendría? fufufu- Sonrió de forma juguetona mientras tocaba su mejilla.
-Li... ¿Lisa-san? - Él se echó para atrás, pegandose a la puerta recién cerrada- ¿Q-Que... ¿Qué hace aquí? - Era toda una sorpresa ver a la atractiva bruja sentada en su cama mientras ponía la misma expresión de hace unas horas.
-Oh, ya sabes- Dijo de forma simpática- Me sentí algo sola luego de que me dejaras en la biblioteca, así que vine a hacerte una visita- Los nervios del rubio aumentaron al verla guiñar el ojo.
-S-So... ¿Sola?... Un momento... ¿Qué no estaba Paimon cuidandola? - Preguntó confundido.
-Ah, ¿Ella?- Hizo una expresión de haber recordado algo- No te preocupes, ahora está descansando en paz- Y luego dibujó una sonrisa un tanto siniestra.
-C-co... ¡¿Cómo?!- Al rubio casi se le sale el corazón por tal comentario.
-Si, descansando en paz. Cuando desperté, me la encontré durmiendo a un lado de mi, así que la lleve a la enfermería y dejé que siguiera descansando - Explicó con una sonrisa amable la bruja.
-Ah... Y-ya... Ya veo jeje- El rubio soltó un suspiro y luego rio de manera nerviosa. Le parecía increíble como la castaña podía usar términos tan oscuros mientras esbozaba una bella sonrisa.
Luego de aquello, la melodía del silencio se hizo presente, la castaña seguía sonriendo a un inquieto rubio, quien apoyaba su desnuda espalda contra la puerta del baño.
-Bien... Entonces... - Caminó de manera lenta y temblorosa hacia una cajonera. Y, mientras buscaba sus prendas, pudo sentirlo, la intensa mirada que la castaña le dirigía- I-Iré a vestirme... Usted puede ponerse cómoda mientras termino jeje- Tomó sus prendas y se apresuró a volver al baño.
- De acuerdo, cariño. No tardes mucho esta vez- Ella dijo mientras lo despedía con la mano. La puerta se cerró y una sonrisa algo "malvada" se dibujó en el rostro de la castaña.
En el baño...
-"¿Qué demonios? ¡¿Qué debo hacer?! ¡¿Qué debo hacer?!"- Sostuvo su pecho en un intentó de calmar sus latidos. Estaba tan nervioso que estuvo a punto de poner su short como playera- Ay... Demonios- Mientras se desvestía, trató de indagar en el comportamiento de la castaña -"Es obvio que ella esta enojada... Aunque haya actuado de esa forma, Lisa-san es bastante estricta cuando se trata de la biblioteca y sus libros... Puede que su castigo sea peor que el de la capitana Jean... Pero ¿Qué puedo hacer?... ¡Piensa, Aether, piensa!"- Forzó su mente al punto que dos opciones aparecieron de la nada.
-(Postrarse y disculparse)
-(Lanzarse por la ventana)
-"¡No!... No puedo seguir huyendo de los problemas" - Pensó, con una expresión decidida- "Tengo que enfrentarlo, pero... ¿Cómo?"- Mientras pensaba en ello, una tercera opción apareció - "Usar la mouske... qué?"- Su rostro se tornó confuso.
-Cariño. ¿Vas a tardar mucho? - Una dulce voz preguntó del otro lado de la puerta.
-Emmm... Ya... Ya estoy saliendo- El rubio avisó mientras se apresuraba a vestirse - "Supongo que tendré que disculparme y... pasará lo que tenga que pasar" - Tomó el pomo y abrió la puerta, vistiendo una simple playera blanca y un short negro. No tuvo tiempo de arreglar su trenza, por lo que simplemente sujetó su cabello con una liga -Ehm... Lisa-san, lamento haberla hecho espe... ¿Eh? - las palabras dejaron de salir y su expresión quedo en blanco. En poco tiempo, su corazón volvió a acelerarse.
-Ara, ara. Que bueno que saliste, por poco me quedo dormida, cariño- Dijo la bruja de manera traviesa. Ella se encontraba tendida en la cama de una manera muy provocativa.
Aether notó de inmediato las prendas que se encontraban en el suelo. La bruja iba sin su chal, su prenda inferior de encaje y muy seguro que también se había quitado el sostén ya que sus pezones se podían notar a través de su blusa.
-Li... Lisa-san... ¿Q-Qué esta... ? ? ¿Por qué esta... así? - El rubio, mientras apartaba la mirada, no podía creer lo que estaba pasando.
-Ah, pues, hice lo que me dijiste... Me puse cómoda - Ella respondió de manera coqueta, girándose boca abajo para darle al joven caballero una vista perfecta de su espalda y su bien formado trasero.
-Glup- Él sintió como la temperatura aumentaba en su cuerpo. No sabía cómo manejar la situación, quería correr, pero algo le decía que debía quedarse... O más bien, algo lo "obligaba". Sin darse cuenta, una marca negra comenzó a rodear su muñeca izquierda.
-Y... ¿Vas a quedarte ahí, cariño? - Preguntó la castaña mientras miraba al rubio de manera sensual - Hay un par de cosas que debemos discutir - Dijo, clara era su intención de continuar el "encuentro" que tuvieron en la biblioteca.
-Emmm... Cla... Claro- Contestó el rubio mientras se despegaba de la puerta.
-Entonces ven y siéntate, cariño- La bruja palmeó un lado de la cama, haciendo que el rubio se sonroje aun más.
-De acuerdo... Pero primero.... Que tal si... - Comenzó a mirar a todos lados, dando con la humilde cocina- ¡Qué tal si preparo algo de comer!- Dijo apresurado- La verdad es que tengo mucha hambre jeje... ¿No quiere algo de comer también? - Preguntó torpemente.
-...-La bruja le dirigió una extraña mirada, era como si estuviera molesta, pero también había un poco de frialdad. Aether sintió un escalofrío al verla fijamente a los ojos, era como si la energía electro se hubiera manifestado en ellos- Claro, cariño. Yo también estoy hambrienta- Sonrió, disipando la tensión en el aire.
Aether suspiró aliviado cuando ella aceptó y giró su mirada lejos de él.
-De acuerdo... Entonces... prepararé algo rápido - Sin perder tiempo, se dirigió a la cocina, aun así, no pudo evitar mirar a la bruja.
La castaña confirmó la idea y volvió a girarse, quedando acostada boca arriba con una de sus piernas dobladas y la otra extendida. Su vestido se hizo a un lado, por lo que una pieza de lencería azul asomaba de su entrepierna. Por último, utilizó su brazo para cubrir sus ojos. La manera en la que respiraba por la boca hacía que sus pechos se elevaran de forma tranquila y excitante. Aether fue consciente del aura sensual que rodeaba a la bruja, tragó duro por segunda vez y sus mejillas se enrojecieron de manera furiosa.
- Prepararé algo sencillo, pero muy hermosa... ¡Es decir...! ¡delicioso! ¡Prepararé algo delicioso! jeje - Corrigió rápidamente.
La bruja soltó una risilla mientras veía al rubio darle la espalda y prepararse para cocinar.
-"Usa delantal en casa... Que lindo"- Sonrió tiernamente a pesar de que sus ojos reflejaban otro sentimiento - Respóndeme algo, cariño.
-Eh... Ah, claro... ¿Qué quiere saber? - Preguntó extrañado, a pesar de que estaba ocupado con el fuego.
-¿Por qué Paimon te sigue llamando Viajero? Pensé que eran muy amigos- Tenía curiosidad sobre ese detalle, aunque también tenía una leve idea.
-Bueno... - Él rasco su mejilla mientras se preparaba para cortar vegetales- Cuando nos conocimos... Ella me nombró de esa manera... Antes de que pudiera recordar mi nombre- Explicó despreocupadamente, sin percatarse que la castaña se había sentado en la cama.
-Ah, entiendo. Es decir, que ella te sigue llamando así por el aprecio que te tiene ¿Cierto?- El tono de la mujer denotaba algo más que seriedad.
-Mmmm... Se podría decir que si- Aether fue consciente de ese tono, por lo que no se atrevió a voltear - Es por esa misma razón que yo la llamo comi... Compañera, en vez sólo utilizar su nombre jeje... Nos gusta usar nuestros apodos jeje - Sonrió despreocupado, recordando su primer encuentro con la pequeña hada- Ella es la primera amiga que hice en este mundo, a pesar de ser un extraño, Paimon me tendió una mano y me hizo saber que no estaba sólo... De verdad, me gusta estar con ella- Dijo y un pequeño sonrojo se hizo presente en sus mejillas.
-Entiendo- La bruja sonrió con ternura, le gustaba oír a Aether hablar de esa manera... aunque estuviera hablando de otra chica, aunque se tratara de una "simple" compañera... Aunque se tratara de Paimon.
Con calma, colocó la cazuela sobre el fuego antes de agregar los ingredientes. Cocinar lo mantenía distraído de su inusual situación por lo que continúo haciéndolo con una expresión despreocupada...
-¿Eh?¿Que?- Expresión que murió al momento que alguien lo tomó por la espalda. Una suave y cálida sensación le hizo soltar el cuchillo y enrojecer su rostro en gran medida - ¿Li... Lisa-san?
-Dime, cariño- La bruja habló con un tono frío a pesar de que sus acciones eran demasiado candentes para el viajero-Yo también soy tu amiga y también tu compañera ¿No es así?
-L-Lo... Lo es...- Respondió como pudo, intentando no morderse la lengua.
-Mientes- Ella dijo con un tono algo triste, haciendo que el joven tense el cuerpo.
-¿Por... Por que piensa eso.? - A pesar de que su corazón estaba a punto de explotar, intentó indagar en el comportamiento y las palabras de la bruja.
-Si es como dices, ¿Por qué siempre eres tan formal conmigo? ¿Por qué sigues llamándome de esa manera? -Una pisca de tristeza se agrego a sus preguntas.
-Eh... Yo... - El rubio quería contestar, pero las palabras no salían, estaba más ocupado intentando calmar sus latidos y disminuir el sonrojo en sus mejillas- Lisa-s.. - Calló tan pronto se dio cuenta lo que iba a soltar- Yo... ¡¿Hm?!
La marca negra comenzó a extenderse al punto de que todo el brazo estaba cubierto por un espiral negro, y siguió extendiéndose. Una fina línea negra parecía asomar de la playera.
Bajó el cuchillo y luego cerró los ojos-Fuuh- Respiró profundo, logrando calmar su corazón. El sonrojo en sus mejillas desapareció por completo- Me corregiré.
-¿Eh? - Ella se sorprendió, más por las palabras que el tono frío que había empleado el rubio.
La sorpresa de la bruja no hizo más que aumentar cuando el joven caballero se dio la vuelta. Ella era ligeramente más alta que él, y aún así no puedo evitar sentirse abrumada. Esos ojos color ámbar rebosaban de mucha seriedad. Si tuviera describirlo, diría que el joven había madurado en un sólo instante.
- Usted no es mi amiga - Dijo de manera fría- No es mi compañera - Y continuó golpeando el corazón de la bruja.
-...- Aquellas palabras la dejaron muda y, aunque fue inaudible, algo se había hecho pedazos dentro de ella- En... Entiendo - Bajó la mirada y apartó las manos del rubio. Una pequeña lágrima amenazaba caer.
Se sentía decaída, como una tonta, pensó que algo cambiaría en la relación que llevaba con su "cariño", pero nunca de esa manera.
-Yo... - Se alejó de él, lista para recoger sus prendas y salir de ahí- No debí hacer esto... Lo siento... Me iré ensegui... ¿Hm? - Desde su espalda, un brazo rodeó su cuello y otro más su cintura-¿Uhm?
La forma en la que la abrazaba y asentaba su mentón entre el cuello y clavícula de la castaña era idéntica a la de un amante.
-Déjeme terminar- Él le susurró al oído y ella no pudo evitar estremecerse- Desde que la vi por primera vez, no pude evitar pensar que es una mujer muy bella, inteligente y sobre todo... - Se detuvo y desvió la mirada por un momento- Inalcanzable- Le susurró más suave y seductoramente- así que... Es por eso que la sigo llamando de esa manera tan formal... Es por eso que la trato con mucho respeto... Lisa-san... No...- La soltó e hizo que se diera la vuelta para mirarla a los ojos.
-Cariño... Tu... - Ella se sonrojó furiosamente debido a la intensa mirada y la suave sonrisa que el rubio mantenía en su rostro.
-Voy a decirlo... Lisa... Eres una persona muy importante para mí, más que una amiga, más que una compañera, es alguien que quiero mantener a mi lado- cerró los ojos y sonrió gentilmente, palabra sinceras y a la vez sorpresivas. La castaña estaba más sonrojada que consternada, su corazón latía a mil por hora y ese extraño vacío que se había formado en su pecho se llenó de una calidez indescriptible.
-Oh - El sonido de la olla lo tomó desprevenido - Casi esta listo - Le sonrió a la bruja antes de ocuparse en la cocina- Puedes tomar asiento. En un momento serviré la comida- Dijo para luego voltear a verla y hacerle un guiño.
-Es... Esta bien - Las mejillas de Lisa reaccionaron a ello. La confianza que tenía la abandonó por completo, de tal forma que sólo podía actuar como una inocente señorita- Yo... P-Pondré la mesa mientras terminas jiji- Río nerviosamente, tratando de calmar sus latidos.
-De acuerdo, te lo encargo, Lisa- Volvió a llamarla de esa manera para luego regresar con la comida y, mientras terminaba, una inocente sonrisa se dibujó en su rostro.
-"¿Qué fue eso de hace un momento?"- Ella se encontraba muy pensativa mientras se dirigía a la alacena, abriéndola y, con cuidado, tomando dos platos y los cubiertos - "Él nunca había actuado de esa forma... Pero... ¿De verdad... No lo habré imaginado? ¿De verdad dijo todas esas cosas?"- Asentó los objetos en la mesa para luego mirar al rubio- "¿Por qué me excita tanto?"- Sostuvo su corazón unos segundos antes de seguir acomodando la mesa.
-"Creo que esto es lo mejor que he preparado en poco tiempo"- Tomó la cuchara y probó un poco- Mmmm... Perfecto- Dijo satisfecho antes de mirar de reojo a la bruja. Ella se encontraba ocupada, terminando de acomodar la mesa- "Espero que a Lisa le guste"- Pensó mientras relamía sus labios de manera seductora.
Una vez servido, el almuerzo dio inicio, mientras comían, la bruja y el viajero convivían amenamente, ya sea charlando sobre cosas banales o su día a día, como bibliotecaria y como aventurero. Cabe destacar que su charla fue de lo más común, como si lo de antes no hubiera pasado, con la única diferencia de que la castaña se veía y actuaba algo tímida, tal vez debido a su falta de prendas interiores o, lo más inusual de todo, cada vez que Aether la miraba directamente a los ojos.
Era hipnótico, no podía apartar la mirada de él o si quiera disimular su nerviosismo. El vino ofrecido por el rubio no hizo más que acalorar la situación, aunque sólo se tratase de una copa.
Aether se comportaba despreocupada y alegremente, con mucha confianza y un poco coqueto, eso por la manera en la que miraba y la halagaba a la bruja de vez en cuando, ya sea hablando sobre su trabajo como bibliotecaria o cómo se veía cuando leía un nuevo e interesante libro. Bella, dedicada e inteligente, ella nunca se cansaría de escuchar esas palabras, no viniendo de aquel joven viajero.
Una vez que la comida se terminó y el sol comenzó a caer, la pareja se dispuso a levantar todo. Mientras la castaña lavaba los platos, el rubio acomodaba el resto de utensilios en la alacena.
-Dije que yo me encargaría de eso - Cerró las puertas y luego se acercó a la mujer.
-Es el privilegio de quién cocina, no tiene que encargarse de la limpieza- Le dijo gentilmente, sin embargo, eso no impidió que el rubio se pusiera a su lado y comenzara a lavar una copa.
-Aun así, me sentiría mal si te dejo hacer toda la limpieza- Dijo amable mientras le dedicaba una sonrisa- Después de todo, eres mi invitada, Lisa.
La bruja no pudo evitar sonrojarse y apartar la mirada rápidamente. Continuaba tallando, a pesar de que el plato ya estaba limpio.
Miró de reojo y ahí estaba él, exaltándola con su presencia e inocente expresión.
-¿Hm? ¿Sucede algo?- Se dio cuenta que lo estaba mirando.
-Eh.. no, no pasa nada- Se apresuró a contestar antes de voltear- Y... Paimon... ¿No debería estar de regreso? - Decidió cambiar el tema.
-Mmmm... Debería- Respondió Aether- Pero si no está de vuelta, quiere decir que aún no ha despertado o debe estar por ahí molestando a alguien para que la invite a comer, quizá a Amber o a Noelle - Se imaginó a las chicas conviviendo con su compañera de viaje, algo que lo hizo sonreír- "Si es el caso... Tendré que agradecerles... Por todo"- Su sonrisa se agrando y un destello negro apareció en sus ojos. La línea que asomaba de su playera siguió subiendo, sin embargo, está volvió a ocultarse.
-¡¿Aether?!- La bruja gritó alarmada.
-¿Areh?- Mientras que el rubio apenas se dio cuenta. La copa se había quebrado en su mano, el corte en su palma era pequeño pero profundo. En poco tiempo, las gotas formaron un pequeño charco rojo - Ups.
-Tenemos que atender eso- Lisa se apresuró a tomar la mano del viajero para lavarla, posteriormente, sacó un pañuelo de su bolsillo y lo usó para cubrir la herida- ¿Qué es lo que pasó? Acaso... - Se fijó en la expresión sonriente del rubio mientras lo atendía- ¿No te duele? - Dijo preocupada.
- Lo siento, me distraje un poco jeje- Rio- Y no... No dueAuch - Su expresión se torció al momento que la tela fue ajustada.
- Moo, no te hagas el fuerte- Ella lo regañó mientras seguía atendiéndolo.
-Lo... Lo siento - Aether dijo apenado, aunque eso no impidió que siguiera sonriendo.
Verla de esa manera hizo que se sintiera muy contento, su corazón comenzó a latir con fuerza... Y la marca negra escaló por detrás de su cuello, sin que nadie se diera cuenta.
-Estoy feliz.
-¿Eh? - Ella levanto la mirada y volvió a verlo, con la misma expresión sonriente y amable que estremecía su corazón - ¿Por... Por qué dices eso?
- Porque estas aquí, conmigo - Respondió simplemente- Viniendo a visitarme, preocupándote por mi de esta manera. No me equivoqué, eres una persona maravillosa, Lisa- Tomó ambas manos de la castaña.
-¿Qué... Que estás diciendo? - Desvió la mirada, intentando ocultar su sonrojó- No deberías decir eso tan a la ligera, cariño jiji- Intentó disimular, pero la verdad es que esas palabras la hicieron extremadamente feliz.
-Lo digo porque es verdad, además, quiero agradecerle- Dijo con un tono serio el rubio- Y continuar con lo que pasó en la biblioteca- Agregó con una sonrisa ladina.
-¿Eh?... Cari!¿Mmm?
Sucedió en un instante cuando el rubio acortó la distancia que había entre sus labios. Un beso casto, tan inocente, y aún así estaba causando estragos en la mente y corazón de la castaña.
-"¿Qué está pasando? De verdad él... ¿De verdad Aether está haciendo esto?" - Sujetó los brazos del rubio, como si quisiera apartarlo, pero era todo lo contrario, se estaba aferrando al joven, de tal forma que el beso comenzó a escalar y volverse más intenso- A-A...Mmf... Aguar... da... Mmmf.
-No lo haré- Él siguió sin importarle sus palabras.
-Espera... Por... Favor- Hizo un esfuerzo y consiguió separarse, un fino hilo brillante unían sus labios.
Aether se veía tan confundido como sorprendido. En su mente, no sabía que había hecho mal.
-No sigas- Dijo La bruja mientras se tapaba su boca con su mano- Comimos... Además de que bebí un poco... Así que... Mi boca debe... - Dijo con una expresión cohibida.
Aether la miró fijamente y luego sonrió contento.
- No debes preocuparte por eso- Él la sorprendió al destapar su boca para luego acercar la suya- Tus labios, tus besos... Tienen un sabor realmente dulce, me encanta - Su tono se volvió ronco y seductor.
Los ojos de la bruja se abrieron como platos, y ese fue sólo el inicio de lo que venía.
Sin darle tiempo a replicar, volvió a unir sus labios, está vez no tuvo en reparó en usar su lengua y saborear todo de ella.
-C-cari... ño... mmmf- Suspiró con deseo. En poco tiempo se dejó llevar por la sensación de ser poseída. Abrazó el cuello del varón y comenzó a poner de su parte, entrelazando su lengua con la de él, degustando sus labios. Tenía que admitirlo, esperó esto desde hace mucho tiempo.
-Lisa... - Dijo excitado, separándose un poco para mirar su rostro. Las mejillas teñidas de rojo y los ojos seminublados, ella era más que maravillosa - Como pensé... - Paso su pulgar sobre sus labios para luego lamerlo, como si quisiera provocarla- Dulce y con un ligero sabor a vino je- Y lo consiguió.
Los ojos de la bruja proyectaron dos pequeños corazones, había firmado su "sentencia", un largo e intenso "viaje" a un mundo que sólo conocía en algunos de los libros que secretamente había leído.
- Aether... Por favor... - Dijo, con un tono suplicante, exhalando pequeñas nubes de vapor.
-¿Aether?- Él la cuestionó, con una mirada sería.
-Mmrrr... - Por alguna razón, la bruja se veía tan avergonzada como excitada. Aether estaba mostrándole muchas facetas este día, pero la que más sacudió su corazón fue la expresión seria y autoritaria que él mantenía en su rostro - Por favor... Quiero... Quiero que continúes... Quiero que me hagas el amor, cariño - Lo dijo al fin.
-...- Los ojos del rubio se ocultaron bajo sus mechones. El espiral negro trepó por su brazo hasta desaparecer por completo. Por último, sus labios se curvaron genuinamente contento.
-Por supuesto - Respondió sonriente antes de tomar la cintura de la mujer y levantarla, haciendo que se siente sobre la barra.
-¿Eh?- Ella volvió a quedarse sin palabras.
- Eres hermosa, Lisa- Acercó su rostro al de ella.
-Ya... Deja de hablar- Era increíble ver a la atrevida y relajada bruja muy avergonzada.
- ¿Por qué? ¿Te estoy incomodando? O quizá... ¿Le doy miedo? - Pregunto Aether, aunque ya sabía la respuesta, su sonrisa confiada era prueba de ello.
- No es eso... Es solo que... - Quería decirlo, debía decirlo - Si sigues diciéndome esas palabras... No sé que me pueda pasar después... Siento que... - Cubrió su rostro con ambas manos y después miró al rubio entre dedos- Siento que me volveré loca... No podré dejar de pensar en ti- Confesó tiernamente.
Aún después de aquella confesión, la mirada de Aether permaneció oculta, su sonrisa reflejaba cuan satisfecho y feliz se sentía.
-Por supuesto... Esa es la idea- Dijo Aether mientras se apartaba un poco para luego retirar su playera.
La bruja se sonrojó más, ya que sabía que es lo que vendría.
Con cuidado Aether se volvió a acercar a ella. La mujer tan sólo retiró sus manos y las apoyo en la barra. Lentamente su blusa fue retirada, dejando los pechos al aire.
-"Si... Definitivamente, es muy hermosa"- Aunque le agradaba la idea de volverla loca, lo cierto es que quería tomarse su tiempo... Su mente se convirtió en una fábrica de "ideas" traviesas o más bien...
-Ah- Ella gimió al momento en que sus pechos fueron tomados.
Aether no se contuvo, amasó las suaves y firmes carnes antes de enterrar su rostro entre las gemelas.
-Mmgh... Aah- Lisa quiso contener su voz, pero fue inútil. El rubio masajeaba sus pechos mientras la colmaba de besos, haciendo un camino hasta alcanzar su cuello.
La bruja ladeaba la cabeza, con los ojos y los labios apretados, se retorcía. Lento, pero seguro, una mano se encontró bajando por su cuerpo, haciéndose camino dentro de su vestido púrpura y su ropa interior de encaje.
-¡Oh dios! - Sus ojos se abrieron como platos al sentir como la invadían- C-Cariño... Aah... Hgm... No seas... Mhmmg... Que rico... Ah- No tenía tiempo para sorprenderse. El talento del rubio era de otro mundo, aunque no tenía con que compararlo. Tan sólo siguió disfrutando, gimiendo. Se aferró a él con más fuerza al sentir que algo venía.
-Lisa... Lisa...- Decía excitado. Sus movimientos eran lentos y fluidos. No le estaba costando nada enloquecer a su pareja, era como si sus talento con las mujeres hubiera ascendido de golpe... O como si algo lo hubiera poseído - "¿Qué... ¿Qué estoy haciendo?.... Esto esta mal... Debo... Debo detenerme... ¡No!... Quiero seguir... Quiero que Lisa se sienta bien" - Sus ideas se contradecían entre si, pero sus acciones concordaban con su instinto.
-Aaahhhh- Aquel grito fue tan ensordecedor como hermoso. La castaña prácticamente se deshizo sobre el rubio, respiraba agitadamente para recuperar algo de aliento- Aah... Aah...
-Lisa- Retiró su mano de manera lenta y delicada, sólo para después mostrársela a ella, mostrarle a que punto había llegado su lujuria- Mira... Estas totalmente húmeda jeje- Sonrió juguetón para luego llevarse los dedos a la boca.
La bruja lucía tan agitada como sorprendida, era la primera vez que veía al rubio actuar de esa manera, sin embargo, en cuanto lo vio degustando sus líquidos, no pudo evitar lanzarsele, uniendo sus labios para comenzar otro apasionado beso.
-Ya... Mmff... Ya no puedo... Mmfff... No puede más...
Sin esfuerzo alguno, el rubio sujetó los muslos de la mujer para levantarla. Por su parte, Lisa rodeó el cuello y las caderas del varón, ayudándolo a llevársela a otra parte. En ningún momento separaron sus labios ni aún después de tumbarse en la cama. Él encima de ella, resultaba un poco difícil creerlo, ver a la ardiente bibliotecaria "devorar" al joven viajero... O viceversa.
-Lo siento... Lo siento mucho... Lisa... Yo... - Dijo Aether, levantando su cuerpo para separarse de ella. Por su expresión, parecía estar sufriendo o usando todas sus fuerzas para tratar de contenerse.
-Esta bien, cariño- Ella lo miró con ternura y una linda sonrisa. Después, acarició la mejilla del varón antes atraerlo y colocarle un beso - Ambos queremos que esto suceda, así que no tienes porqué pedir perdón... No tienes porqué contenerse más.
Lo entendió desde el principio. Aquel sentimiento que la orilló a saltar sobre el joven viajero, no se trataba de simple lujuria o atracción pasajera, había estado durmiendo dentro de ella desde hace mucho tiempo, desde la primera vez que se conocieron.
-¡Ukg! - De pronto, la expresión del rubio volvió agonizar.
En una fracción de segundo, la marca negra subió por su nuca hasta alcanzar su cabeza. Dos líneas se trazaron en su frente y se unieron como si tratara de un halo, este desapareció tan pronto terminó de dibujarse, momento en que la cabellera rubia se desató y cubrió el ojo derecho del joven. Por último, una sonrisa algo malvada se dibujó en su rostro.
-Por supuesto- Dijo con un tono profundo, mirando a la mujer con su ojo destapado- Ya no me contendré - Se puso sobre la mujer tal cual depredador para luego sujetarla de las muñecas.
-C-Ca... ¿Cariño? - La bruja volvió a sorprenderse, el aura que rodeaba al rubio la hizo sentir tan abrumada como excitada. Sus mejillas se enrojecieron fuertemente, sus pezones se endurecieron y su entrepierna tembló con deseo, no sabía que le había pasado al muchacho, pero de algo estaba segura... Algo increíble estaba a punto de sucederle.
- ¿Eh? - Quedó atónita tan pronto el rubio hizo a un lado su vestido, despojándola de su única prenda interior -"No puede.... ¡No puede ser!" - Pero, sin duda, lo que más la sorprendió fue el momento en el que el rubio bajó su short, demostrándole que su inventario no era el lugar donde guardaba su mejor espada.
-Voy a comenzar, Lisa- Sin darle tiempo a protestar, alineó su longitud en la entrada de la bruja. Ni bien habían comenzado y la mujer ya estaba respirando de manera agitada. Sus ojos daban vueltas, era obvio que lo quería, pero sentía otra cosa, una leve sensación de peligro le advertía que debía huir, pero en este punto ya era imposible, no cuando el rubio sujetó sus muñecas por encima de su cabeza y comenzó a acomodarse entre sus piernas.
- Aah- Gimió al sentirlo rozar su entrada. La feminidad ardía en deseo y se encontraba lo suficientemente húmeda- ¡Mmft! - Apretó los dientes y cerró sus ojos con fuerza tan pronto la punta comenzó a hundirse.
- Ukg- La expresión del rubio volvió a vacilar, estaba tan fascinado como excitado, ella lo apretaba con suficiencia, un sentimiento nuevo y único... La de poseer a una mujer... A su primera mujer -"je... jeje... Había olvidado... Lo bien que se sentía esto" - Sonrió en su mente, un pensamiento surgido de la nada.
-Cariño... Por favor... Dámelo- La bruja rogó , haciendo que la faceta malvada del rubio volviera a su rostro.
-¿Si?... ¿Qué cosa? - Preguntó con un tono seductor. Se acercó y le susurró al oído -¿Qué quieres que te dé?
-"Eres malo"- Tenía que controlarse, demostrar que era la mayor, pero ese derecho lo había perdido desde lo que sucedió en la biblioteca- T-Tu... - Intentó decir.
-¿Tu...? - Y él siguió jugando con ella, con una sonrisa malvada - Vamos, sé que puedes decirlo, Lisa.
-Mmrg - Ella desvió la mirada y mordió su labio inferior, estaba en su límite - Tu pene... ¡Quiero tu pe... ! ¡Aaaahhhh! - Gritó con fuerza apenas su deseó fue cumplido.
-Muy bien, Lisa... Lo has dicho muy bien- No pudo esperar más, se la había metido a la mujer de un solo golpe, arrancándole un sonoro grito y algo más- ¿Oh?- Él apenas noto las manchas rojas sobre la cama - Li... Lisa-san... Acaso usted... - Su faceta de niño bueno volvió de repente, pensando que la había herido, sin embargo, la marca en su frente volvió a aparecer y luego desapareció, al igual que la preocupación en su rostro.
Aether comenzó a moverse lento y gentilmente, aún así, la mujer no paraba de gritar. Lo estaba apretando con suficiencia. Él se dejó llevar por aquella sensación, se abrió paso y después aumento el ritmo.
-Aahh... Mmm... Aah- Al principio fue doloroso para la castaña. Las últimas lágrimas salieron de ella cuando él la beso y tomó sus manos, un movimiento bastante osado, sobre todo si entrelazaban sus dedos.
-Lisa... Voy a hacerlo más fuerte.
-¿Uh?- La mujer se vio confundida cuando Aether la obligó a darse la vuelta y apoyar sus manos en la cabecera de la cama- Cariño ¿Que vas aAaah... - Gritó todavía más fuerte cuando él volvió a golpear su interior.
En esa posición, Aether siguió embistiendola, mandando olas de placer en todo el cuerpo femenino. La cama se mecía y chocaba contra la pared, era inevitable hacer demasiado escándalo y atraer la atención de algunas personas que pasaban cerca del edificio.
-Aah... Cariño... Yo... Te amo... ¡Te amoooh! - Y en medio de tan lascivo acto, una declaración apasionada y sincera.
-Lo sé- Respondió arrogante y continúo embistiendola.
Se pegó a la espalda de la mujer para que de esa manera pudiera apoyar una mano sobre la de ella y con la otra atrapar uno de los pechos. La castaña gemía sin control, aunque eso cambio cuando el rubio atrajo su rostro y procedió a besarla.
-¡Mmf! ¡Mmmf¡ - Sus gemidos morían en su garganta- "Vas tan adentro" - Y su mente estaba en las nubes.
La sensación era adictiva, sus ojos se iban para atrás, estaba apunto de sumirse en la inconsciencia. Aether la tomó de ambos brazos y la jaló, atrayendola hacia si mismo- ¡Ooh!- Sus ojos y boca se abrieron aún más- "Mi útero"- Y en un instante, su interior fue llenado por completo.
El semen desbordaba aún cuando el miembro seguía dentro de ella.
La mujer se deshizo en la cama con su trasero al aire y su rostro enterrado en la almohada.
-MMMfftt! - Una fuerte embestida la devolvió a la realidad.
- Aún no... Todavía quiero seguir... Por favor... Lisa - Aether posó ambas manos en la retaguardia de la mujer, retrajo sus caderas y volvió empujarla.
-Aaahhh- El embiste repentino la hizo levantar la cabeza y aferrarse a la almohada.
Aether la embistía fuertemente, no tuvo piedad. Su sonrisa se volvió más malvada a medida que levantaba su mano.
-¡Kyah!- El primero lo sintió en la derecha -¡Mmffgh!- Y enterró su rostro en la almohada al sentirlo en la izquierda. Dos azotes bastaron para dejar sus mejillas rojas- "Me va... Me va a volver adicta a esto"- Abrazó la almohada con fuerza y dejo que el rubio siguiera abusando de su cuerpo.
-Lisa... Tu interior... Se siente realmente bien- Después de azotarla, sentía que la mujer lo aplastaría hasta exprimirle la última gota, algo que con gusto aceptaría.
-Tan bueno... Lo quiero... Lo quiero tanto" - Pensó con lo último que le quedaba de cordura- ¡Cariñooh!
Con una última estocada, Aether hizo levantar la cabeza y gritar a viva voz. Su interior se llenó nuevamente hasta que no pudo más y cayó inconsciente.
-Lisa... Yo... ¡Ukg!- Un fuerte dolor lo hizo tomar su cabeza - "¿Qué... ¿Qué es esto?"- Abrió grande los ojos. Varias imágenes vinieron a su mente, rostros desconocidos, lugares coloridos y algunos sombríos y, como centro de aquellos escenarios, dos jóvenes rubios tomados de la mano, el varón mirando y sonriendo a todas las personas a su alrededor mientras que la muchacha sólo tenía ojos para él, una linda sonrisa y un pequeño sonrojo decoraban su rostro.
Luego de unos segundos, cayó inconsciente a un lado de la bruja. Una línea negra bajó de su nuca y se hizo camino en su espalda hasta alcanzar su brazo. El brazalete negro desapareció tan pronto se amoldó a su muñeca.
.
.
.
.
.
-Mmrrr...
-Ni...
-Mmrrr...
-Nii
-Mmrrr... ¿Q-Qui... Quién...
-¡Nii-san!
-¿Eh? ¡Lumine! - Se levantó de golpe, con algunas gotas de sudor y la respiración agitada- ¿Qué fue eso?- Sostuvo su frente unos segundos para luego volverse a acostar. La brisa nocturna entraba por la ventana abierta.
-¿Tuviste un mal sueño? - Una dulce voz lo hizo voltear y fijarse en la hermosa mujer quién lo acompañaba en su cama.
-N-No... No es eso- Respondió el rubio para luego mirar el techo. Aún se sentía algo perturbado por las imágenes que no le alcanzó tiempo a sentirse avergonzado.
- Mi hermana... Es extraño, pero me pareció escucharla... Escuché que me llamaba... Sentí que me necesitaba- Dijo algo apagado y luego usó su brazo para cubrir sus ojos, aún así, fue inútil. La bruja pudo notar la pequeña lágrima cayendo de lado- Lo siento, Lisa-san- Dijo apenas secó sus lágrimas- Mostrarle algo vergonzoso después de todo lo que le hi... ¿Hm?- No alcanzó a terminar cuando su rostro fue atraído y los labios de la bruja sellaron los suyos- ¿Eh?
-Esta bien. No tienes porqué disculparte, cariño- Dijo apenas se separó del rubio. Después, tomó su mano y la guío a su pecho.
-¿Uh?-Aether se sonrojó de golpe. La linda expresión de la castaña combinada con sus acciones hicieron que su corazón volviera descontrolarse, aunque sólo se trataba de un tierno gesto.
-¿Puedes sentirlo? Palpita como loco... Por ti, desde la primera vez que te vi.
-Lisa... - El se mostró pasmado, aunque luego sonrió y termino de secar sus lágrimas.
-Estaré contigo y te escucharé cuando me necesites- Lo rodeó de manera amorosa y luego lo atrajó contra si, acomodando la cabellera rubia en su pecho- Así que no pidas disculpas por lo que hiciste, porque esto fue cosa de nosotros dos, ambos lo decidimos, ¿De acuerdo? -Dijo para luego besarlo en la frente.
-... - La mirada de Aether se ensombreció. Se sentía inmensamente feliz de escuchar aquello- Gracias... Lisa- Correspondió al abrazo y estuvo a punto de decir otra cosa, pero su cuerpo reaccionó de manera predecible, después de todo ambos estaban desnudos y la escencia de la mujer era tremendamente seductora.
-¿Cariño? - Ella se extrañó al verlo levantarse y tapar su entrepierna.
-Eto.... Ten... Tengo que ir al baño un momento jeje- Sonrió nervioso- Disculpa... Lisa- Y luego se dirigió al lugar señalado.
-... - La bruja lo miró fijamente, entendió que tenía que acomodar sus pensamientos y prepararse para otro "encuentro"- Está bien, te esperaré aquí, cariño - Le sonrió, permitiendo que se fuera.
Una vez dentro, se dirigió al lavabo, abrió la llave y se arrojó toda el agua que sus manos retuvieron.
-Esto está pasando... Esto de verdad pasó... La señorita Lisa y yo... - Dijo mientras seguía mojando su rostro.
Agradeció internamente de que Paimon alcanzó a llegar a casa, eso significaba que alguna de sus compañeras de viaje la había acogido. Un problema menos, de los muchos en los que se había metido... Y metería.
Las gotas de agua escurrían, aprovechó la humedad para acomodar su cabello hacia atrás.
- Haaa- Exhaló y luego miró su reflejo. Un patrón de marcas negras delineaban sus ojos.
- Si no recuerdas no puedes "despertar"... Recuerda... ¡Recuerda!
El sonido del agua se detuvo al momento que la puerta fue tocada.
-¿cariño? - Tocó de nuevo. El rubio se dirigió a la puerta y tomó el pomo- Te oi gritar ¿Todo está bien? - Preguntó, recibiendo como respuesta la presencia del rubio.
-Estoy bien, Lisa - Respondió, con una gentil sonrisa. Sin pena alguna, atrajó a la castaña y luego le acomodo un beso.
-¿Eh? - Ella se sonrojó por la repentina acción del muchacho- ¿Qué... ¿Qué pasó ahí dentro? - Preguntó perpleja mientras su cuerpo era levantado, de la misma forma que una princesa- ¿Tuviste algún cambio? - Sonrió contenta y luego lo abrazó del cuello, dejando que la lleve a la cama.
-¿Cambio?- El muchacho dijo para luego sonreír aún más- Si, un gran cambio.
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Hasta aquí el capítulo.
De verdad, lo siento por la demora. No me he estado sintiendo bien últimamente, y estoy pensando seriamente ir al hospital. Estos últimos dos meses no he podido dormir bien por lo que no he estado de humor para escribir, pero lo más irónico de todo es que escribir es lo que me hace sentir bien... Qué curioso ¿No?
Gracias por leer
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