El papá miraba tratando de entender lo que había ocurrido recién.

—Dime quien era ese tipo y adónde te iba a llevar —preguntó inquieto el papá.

—No se Pa sólo vi una luz y bajé y él me dijo que debía ir con él —respondió Mark temeroso

—Si nosotros también vimos ese reflejo y por eso salimos —comentó con los ojos mirando hacía él cielo, tratando de entender cómo ese hombre había desaparecido -Bien, será mejor que vayas a dormir por que mañana tienes que ir al colegio -le pidió a Mark.

Mark subió rápidamente a su cuarto, abrió la puerta y se encerró con llave, tratando de encontrar ahí alguna inspiración para salir de 1992.

—No puede ser, no puede ser, tengo que salir de aquí que hago... El temporizador que me dio Dave tal vez me sirva para volver al presente —recordó

Asi es que lo saco de su bolsillo y empezó a girarlo, mirándolo de todos los ángulos, tratando de entender cómo funcionaba.

—Mark me dijo que ésta cosa tenia un botón de encendido... Cómo funcionaba aaahgg!! Maldición Dave ahora que te necesito no estas —se quejó enojado

—¿Pasa algo malo hijo? —preguntó su mamá golpeando la puerta.

—No mamá esta... todo bien —respondió tirando el creador de portales por debajo de la cama para ir a abrirle la puerta a su madre. Ella entró a la pieza para conversar con el.

—Hijo quiero que sepas que tienes todo nuestro apoyo y que puedes confiar en nosotros para contarnos lo que quieras, todo lo que te pase tienes de decirnoslo —le tomó la mano con ternura su madre.

—Lo sé mamá y muchas gracias —le respondió mirandola con ternura y con un gran nudo en la garganta.

—Ahora duermase hoy ha sido un día largo y ajetreado, debes estar cansado —lo arropó su mamá —Mañana tienes que ir a clases asi que duermase —le recordó.

Mark palideció, pensar que tenía que vivir un dia de clases en el colegio San Andrew College dónde tuvo que enfrentar a abusones y profesores crueles era un gran martirio para él. De pronto respiró aliviado al saber que tenía el condensador del tiempo. Lo sacó de debajo de la cama, y nuevamente trató de hacerlo funcionar, pero los botones no respondían.

—Ese tonto de Dave parece que no le puso el motor a esta cosa que grandisimo idiota es —se quejó enfurecido. Y así resignado, se durmió convencido de que estaría un buen tienpo atrapado en 1992.

Al día siguiente Dave despertó temprano para ir a clases. Se puso su ropa de colegio y preparó su mochila cómo acostumbraba hacerlo a esa edad. Bajó al primer piso y ahí su mamá lo esperaba con el desayuno preparado: leche, cereal, pan y jugo de frutas, asi después de un contundente desayuno, se fue caminando hasta el San Andrew College que quedaba cómo a tres cuadras de su casa; y en el camino se encontró con su mejor amigo Jack con quién se fue conversando mientras caminaban al colegio.

—Que tal Mark ¿cómo andas hoy? —le preguntó

—Yo muy bien ¿y tu? —respondió Mark

—¡¡Excelente!!, pero queria preguntarte algo: ¿que fue eso de ayer? Tanto abrazo y cariño ¿Porqué? —consultó Jack

—Bueno acaso no puedo demostrarte mi aprecio somos amigos; además... no me gustaria que nada malo te pasara —se sinceró Mark

—Tranquilo Mark, nada malo me pasará ¿Recuerdas? Amigos para siempre —le recordó Jack

—Amigos para siempre Jack —respondió Mark mirando su mejor amigo muy emocionado, tanto así que incluso le salieron algunas lágrimas de sus ojos. Hasta que por fin llegaron al San Andrew College, uno de los mwhores colegios de la cuidad.

El colegio era un gran edificio pintado de rojo intenso con tres pisos de aulas, en la parte de abajo estaba la oficina de los directores, los inspectores, y la orientadora; había pasillos amplio y un camino de cemento aún sin terminar que daban al patio trasero dónde habían tres multicanchas dónde los niños podían jugar, y a un costado de la primera, los baños de hombres y detrás de la galeria de la segunda cancha el baño de mujeres.

—Hola Mark —lo saluda una compañera —¿Intercambiamos colaciones hoy dia? -le pide

—Claro, claro, por que no Jessy — respondió sonriendole nervioso.

Jessy Rose, compañera de curso de todos los cursos del primer grado y también en el segundo grado. Rubia de ojos azules muy penetrantes y una sonrisa bella que hacían relucir sus hermosos y blancos dientes.

—!!Uyy si que romántico!! —se burló un compañero que estaba escuchando por ahí.

Darren López, el matón del curso, agresivo e implacable todos le temian por su fuerza bruta y por que era muy bueno en la pelea. Mark sintió un frío intenso en su cuerpo, sabia que Darren no perdonaba, si lo provocaba, era su fin.

—¿Que es lo que quieres Darren? —preguntó impaciemte Mark.

—De ti no quiero nada, sal de aquí gusano —lo empujó —La quiero a ella la quedó mirando.

Mark se puso de pie cómo si tuviera un resorte en el cuerpo, fue hacia el en actitud desafiante.

—Déjala en paz Darren —se puso delante de Jessy Mark.

—¿Que pasa Lewis? ¿Acaso quieres pelear? —lo desafia.

—No Darren, sólo quiero que dejes tranquila a Jessy —le pidió

—No me desafies o te mato —lo tomó del cuello Darren

—Suéltalo Darren —le pedia Jessy

En un acto reflejo y, cómo último recurso, Mark logra pegarle una patada en las piernas, y así logra que Darren lo suelte.

—¿Haber que está pasando aquí? —preguntó la profesora que venía entrando a la sala.

—Nada profe, sólo estabamos jugando ¿verdad Mark? —saco la voz Darren tratando de disimular el dolor por el golpe que Mark le había dado.

—Bien, bien, vayan a tomar sus asientos y cuidadito con andar peleando —advirtió la profesora

—A la salida te espero, te voy a hacer trizas lo amenazó Darren hablandole al oído, haciendo sonar sus dedos.

—Más problemas, ¡¡¡y no puedo volver al 2016!!!

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