¿Que dirían tus amigos si supieran como realmente eres?-Preguntó Vesania tras haber estacionado el auto frente a un precipicio en las afueras de la ciudad.

-Si te conocieran tan bien como yo.-Prosiguió el, con la vista fija en la carretera a su izquierda.- Si supieran como difrutas el dolor. 

El silencio llenaba el ambiente. La oscuridad prevalecía aquella noche, con la luna como fuente de luz, acomapañada un triste y viejo farol. Las gotas de lluvia habian empezado a caer, haciéndose presente en las ventanas del viejo Renault Torino, difuminando la vista de ambos.

-Si supieran que has fallecido...¿Que dirían?

Ella no respondió. No pensaba hacerlo. No ante aquel interrogante.

Con las estrellas y la luna como testigos de su futuro acto, el joven abrió la puerta del auto con brusquedad y salio de este. Extendió ambos brazos a sus costados, declarando de manera impetuosa y con voz potente : "¡Esta muerta! ¡Ella ha muerto hace mucho!"