Capítulo 3
Voten, comenten y síganme para más.
-- Ya sabía yo que algo tenía que pasar en esa cabeza tuya para que de la nada dejaras de golpear al primero que se te cruza por el pasillo.
A falta de alguien que le pueda dar buenos consejos, esto debido a que Tsukimi estaba estudiando en un internado prestigioso y sus padres no tenían ni idea de su orientación, no tuvo de otra que confiar en la única que no iría con el chisme a toda la cuadra.
Pero puede que tal vez, solo tal vez... se esté arrepintiendo de su decisión en estos momentos.
-- ¿Qué clase de concepto tienes mí? -- pregunta con una vena resaltando en su cabeza.
--... ¿Quieres la verdad o seguimos siendo amigos? -- en serio que se arrepiente de haberla llamada -- Ya tranquilo, bromita para bajar la tensión.
-- No me gustan tus bromas.
-- Y a mí que seas tan amargado, pero no me vez quejándome -- la castaña se defiende -- bueno, está bien, seriedad -- se disculpa al ver al chico con mala cara -- en resumen... Fushiguro esto es más complicado de lo que pensaba.
El pelinegro asiente, sabe que no es tan fácil como tal vez sería si fuera una chica de la que estuviera enamorado, sus padres no saben sobre esto y el teme que no reaccionen de la mejor manera, en especial su padre que a veces no sabe cómo va a reaccionar.
Además, que, aun si sus padres lo aceptaran, no tenía la certeza de que a Itadori le gustaran los hombres, en sus tutorías, cree observarlo que lo mira de reojo, pero... ¿Y si solo eran imaginaciones suyas?
Ya suficiente tenía con darse cuenta de que ese chico lo volteo como tortilla, para que luego pasara algo vergonzoso como ese chico fuera hetero, o peor aún, que tuviera novia.
No mencionaba su reputación porque eso era lo de menos... al menos en parte, ya que luego de que Yuuji llevara al equipo a las finales, muchos dejaron de ver al pelirosa como un pandillero, dándose la oportunidad de conocerlo, haciendo que tenga más amigos y por consiguiente pretendientes.
Quiere creer que sigue en sus prioridades como amigo y tutor, pero algo dentro de él siempre se retuerce cuando ve en los partidos a fans femeninas del equipo de Basquet.
-- ¿Por qué no empezar con algún detalle básico?
-- ¿Cómo cuál?
-- Por ejemplo, ¿Por qué no preparas algo para los partidos? Una amiga mía que es manager suele preparar algo que creo que era limón con miel para el equipo de vóley, ayuda con la garganta y otras cosas.
Fushiguro piensa por un momento, tomándolo como una buena idea.
-- Nunca he hecho algo como eso.
-- Tranquilo, no debe ser tan difícil, te ayudare con eso.
Spoiler, fue más difícil de lo que pensó a pesar de ser solo dos ingredientes, pero bueno, una video llamada por su hermana lo ayudo a prepararlo como se debe.
-- Amo a tu hermana -- dijo sin pensar Nobara, ganándose una mala mirada de Fushiguro.
-- Ni se te ocurra.
Para Yuuji, fue una enorme sorpresa el ver a Fushiguro acercarse a él, o bueno, a ellos ya que estaba junto a su equipo, con un taper de plástico bastante grande.
-- E-Esto...
-- Son limones con miel, supe que puede serles de alivio en los tiempos de descanso, así que...
En su cabeza se veía más genial, pero ya había hecho mucho con acercarse sin que Nobara lo empujara con más fuerza de la necesaria, aunque eso sí, los silbidos por parte de los compañeros de Yuuji no lo ayudaban para nada.
-- Gracias Fushiguro, el equipo y yo lo agradecemos... en especial yo.
El pelirosa rogaba porque su rostro no se sonrojará mientras recibía el taper, cuando sintió los dedos ajenos rozar con los suyos solo pudo pensar en lo suave y tersa que parecía ser su piel.
-- ¿Cómo se vería desnudo? -- su yo demonio dice en voz alta, aunque solo él puede escucharlo.
-- ¡Atrás pensamientos impuros! -- piensa en su cabeza mientras su lado demonio murmura un ''que aburrido que eres por Satanás''.
Su yo ángel niega con la cabeza en desaprobación por las palabras del demonio, alegando que así no conseguirían confesarse a Fushiguro como quieren y mucho menos lograran salir con él si siguen de esa forma.
-- ¿Tú novio Itadori? -- pregunta de manera juguetona uno de su equipo -- Pues déjame decirte que no está nada mal.
-- Que escondidito te lo tenías.
Avergonzado niegas las acusaciones, el entrenador, compadeciéndose de él, les recuerda que en poco deben prepararse para el partido.
-- Aunque déjame decirte Itadori, que, en mis tiempos, era un beso de buena suerte y no una entrega de limones.
-- ¡Entrenador!
Como ruega que la tierra se lo tragara, en serio que lo desea.
-- Uff, ahora que lo vi yo, hasta yo hubiera quedado prendada si no me gustaran los melones.
Fushiguro la mira mal, pero no les responde, más atento a lanzarle dagas invisibles al club de fanáticas que se acercan a los chicos sudorosos luego de salir de la cancha.
Nobara intento que avanzaran también, pero la verdad era que él no quería mezclarse con ellas y los litros de perfume barato que molestan su nariz sensible.
-- Me dijiste que lo consideraban un pandillero, pero mira la cantidad de fanáticas que tiene alrededor.
-- No me ayudas.
¿Se siente celoso? Tal vez un poco, aunque la palabra inseguro quedaba más acorde con lo que sentía.
Entre todas esas fanáticas, había varias que eran muy bonitas, delicadas y destilaban esa feminidad japonesa que adoraban los hombres.
Se sintió un poco deprimido, él no era bajito, de rostro delicado o nada que tuviera que ver con lo típico que amaban los hombres, haciéndolo sentirse inferior.
Incluso ahora se cuestiona si estuvo bien darle esos limones, ya que todas esas chicas se estaban acercándose con chocolates o galletas caseras. Sí, tal vez se equivocó con lo que entrego.
-- ¿Por qué estas bajando la cabeza? -- le reprende la castaña -- Levanta cabeza, párate derecho y ni se te ocurra pensar nada negativo de ti, tú eres mucho más atractivo que esas enanas con maquillaje de payaso... ¡Oh! ¡Mira, está mirando aquí! -- le dice emocionada, solo para darse cuenta que Megumi estaba de nuevo mirando hacia abajo -- ¡Que mires arriba, hombre! -- le termino pisando el pie para que le hiciera caso.
Estuvo por soltarse un insulto desde el fondo de su alma, pero la imagen de Yuuji saludándolo a él, aun con el tumulto de mujeres que querían su atención lo hizo sentirse... especial.
Y es que... ¿Quién no se emocionaría al ver que tu supuesto amor platónico se acerca a ti mientras ignora a su club de fanáticas? Al parecer y espera no estarse equivocando, que su amor no era tan platónico como creía.
-- ¡¿Me viste Fushiguro?! ¡¿A que estuve genial?!
Yuuji en su interior estaba nervioso, esperando no verse como un chiquillo engreído, pero la tenue sonrisa en el rostro pálido del contrario le hizo darse cuenta de que jugo genial.
¿Y cómo no jugar con ganas si su crush lo estaba observando? ¡Dio el 120% en el partido!
Incluso el entrenador hizo bromas de traer a Fushiguro a los partidos para que jugara con más ganas, pero no le hizo caso.
-- ¿Así que tú eres el chico que mi amigo se ve obligado a dar tutoría? -- Nobara no quería quedarse con las ganas, ella también quería saber que pensaba ese cara de papa de su amigo.
De esa manera juntaría a esos dos mucho más rápido, porque si, a diferencia de esos idiotas, ella si se dio cuenta de esas miradas brillantes, anhelantes de amor y cariño.
¡Sera la cupido más hermosa del mundo! ¡Si señor!
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