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—Aquí es.. —dijo Tae..
—¿Dónde? —preguntó el bajito moviendo la cabeza hacia todas partes.
—¿Recuerdas aquella tienda de flores?
Park asintió.
—Aquí estamos.. Ven entremos.
El chico tomó la mano del rubio y lo adentró a la tienda.
JiMin movía su cabeza para todos lados, percibiendo cada olor de cada flor/rosa por la que pasaba.
Las personas al quedarse ciegas, desarrollan habilidades, el mejoramiento del sentido del olfato y al escuchar.
Por eso, en este caso a Park se le hace muy sencillo persibir olores a lo lejos y así mismo al escuchar.
Un delicioso aroma a rosas llego hasta su olfato, llevo al TaeHyung, a quien aún tomaba de la mano, hacía aquella dirección donde provenía aquel olor.
—Este.. Estas rosas —pidió él menor —su olor le encantará.
—¿E-eres adiviono o brujo? —lo miró y tomo aquellas rosas —las rojas son sus favoritas.
Park sonrió.
Fue útil en algo.
Pero algo invadía su mente.
Una pregunta.
YuNa, ¿dónde estaba?
—¿Dónde esta YuNa? ¿Esta aquí?
Kim sonrió de lado.
—Sabía que la querías ver —dijo con una sonrisa.
—¿Eh? ¿T-tu me mentiste?
—No, claro que no, ella no esta aquí, pero esta en otro lugar.
TaeHyung pagó por la rosas, e inmediatamente salieron de la tienda, dirigiéndose en la que estaba YuNa.
( ... )
—¿M-me veo bien? —preguntó la chica, arreglandose en cabello.
SoWon rió.
Era la tercera vez que le preguntaba lo mismo.
—Perfecta.. —respondió.
—Hay SoWonnie, quiero agradecerte por haberme acompañado, lamento si te hago esperar..
—No hay de que agradecer YuJu, siempre será un gusto estar contigo —sonrió.
—Hola YuNa —sonrió y miró SoWon —señorita.
—Kim SoJung, un placer —hizo una reverencia.
—Kim TaeHyung —repitió la misma acción —El es Park JiMin —presentó — mi mejor amigo.
Park sonrió nervioso.
—Kim SoJung, puedes llamarme SoWon, es un placer conocerte.. por fin —susurró lo último y extrecharon manos.
—Hola Park —dijo YuNa con una sonrisa.
—Y-yuNa, h-hola..
—Llamame YuJu —pidió.
Park asintió.
—Y .. ¿Qué esperamos? Vamos a escoger la ropa —dijo TaeHyung.
Todos juntos entraron a la tienda.
—Haber Tae, debemos escoger algo que te guste —dijo YuJu— ¿escuchas?
—Fuerte y claro —dijo.
—Anda a los armadores y escoge la ropa que más te guste.
El chico asintió y obedeció.
YuJu tomó la mano de JiMin para que este no se sintiera solo.
Las mejillas del chico se sonrojaron.
Ese tacto, lo conocía muy bien.
YuJu.
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