Aquella tarde JiMin, se dirigió al mercado a realizar unas compras que le había encargado su madre, por más que no quería, al final terminó lo hacerlo.

Quién iría que esa tarde, sería la última que vería.

Al realizar aquellas compras, agradeció y salió de aquel pequeño mercado.

Al doblar la esquina para toparse con una calle, que tenía que cruzar para poder llegar a su hogar, se topa con TaeHyung, uno de sus amigos.

—¡Hey! ¿Qué haces por aquí? —preguntó Kim con una sonrisa

—Así como me vez, acabo de salir del mercado —respondió devolviéndole la sonrisa

—¿Tú? ¿De compras? Me sorprendes —bromeó él mayor

—Vamos Tae, ni que fuera la primera vez —dijo

—Tranqui, Tranqui, relax, y dime ¿Qué vas a cocinar hoy? —proguntó TaeHyung bromeando

—¿Eh? No se cocinar —respondió él menor

—¿Qué? Pero creo que él "Amo de casa" sabia cocinar —dijo

Park intentó pegarle pero Kim lo esquivó

—Voy a matarte

—Tranquilo, sabes que bromeo —miró su reloj— T-tengo que irme, llego tarde, Adiós —movió su mano en forma de despedida mientras se marchaba

Park sonrió, sin duda era un gran amigo, y un gran molestoso.

Para su suerte no transitaba ningún vehículo, por lo que se dispuso a cruzar

Una moneda en el suelo llamó su atención, por lo que intento tomarla, pero como su suerte es tan buena, se le cayeron las compras y obviamente tubo que recogerlas

En ese momento unos tipos aprovecho que la calle estaba destransitada y cruzaron con un gran cristal en sus brazos

Al lado de JiMin

Pero, para su mala suerte, perdieron él equilibrio

Él gran cristal, cayó.
Quebrándose en miles de pedazos pequeños.

Desafortunadamente esos miles de pedazos, cayeron en los hermosos ojos azules de Park.

Dejándolo completamente ciego.