Capítulo XI
Suspiró fuertemente al escuchar otra vez a JungKook hablar de ese tal TaeHyung. No le caía mal el desconocido, para nada. Le daba exactamente igual saber con quién se juntaba el pelinegro. El único problema era que no dejaba de nombrarlo.
—Así que te gusta —se atrevió a murmurar y a interrumpirlo en su extenso monólogo.
—¡¿Qué?! —Saltó JungKook de inmediato a la defensiva—. No me gusta.
—Sí te gusta —confirmó y se recostó sobre el pasto bien cortado.
—¿Por qué dices eso? —interrogó el otro y jugó con las hojas del libro que supuestamente leía.
—No soy alguien que haya visto a muchas personas enamoradas, pero todos se darían cuenta que te gusta ese chico. —Jugó con el dulce que estaba dentro de su boca.
—¿Todos se darían cuenta? —susurró JungKook para sí mismo—. ¿Tan obvio soy?
—No creo que los demás lo hayan notado. Soy el único que debe escucharte hablar de ese tipo —Se sentó en el pasto y se encogió de hombros.
—¿Debería decirle que me gusta?
—¿Estás seguro de que te gusta? —Miró al pelinegro con las cejas fruncidas—. Solo lo conociste hace unos días.
—Pero dijiste que me gustaba —dijo el chico con fastidio y le tiró el libro que tenía entre las manos, el cual YoonGi ágilmente esquivó.
—Solo te estoy molestando, aunque quizás sí te guste el chico. Cuando hablas de él eres insoportable —admitió y alcanzó el libro para extenderlo hacia el contrario.
—¿Debería decirle? —cuestionó JungKook para sí mismo nuevamente mientras jugaba con sus dedos.
—¿Por qué no lo haces? ¿Qué podría salir mal? El amor a primera vista existe después de todo, ¿no?
El chico le dio una amplia sonrisa para después levantarse del pasto.
—Debería decirle ahora, ¿no? —preguntó el menor sin siquiera mirarlo.
—JungKook —llamó cuando se dio cuenta que el chico tomaba todas sus cosas—, ¿estás seguro?
—Lo peor que podría pasar es que me rechace —dijo el otro y se encogió de hombros aún sin quitar su tímida sonrisa—. He recibido demasiados "no" en mi vida. No creo que este me derrumbe.
Miró detenidamente al chico antes de que se despidiera con la mano y se alejara a paso rápido, casi corriendo, por los pasillos de la universidad.
YoonGi suspiró sonoramente y se dejó caer debajo de la sombra que le proporcionaba el árbol que estaba a su lado.
—¡YoonGi!
Volvió a suspirar mientras cerraba lentamente los ojos.
—¿Qué quieres, NamJoon? —preguntó de inmediato cuando reconoció la voz del chico y oyó los pasos detenerse a su costado.
—Solo quiero hablar contigo. ¿Cómo has estado? —El rubio se sentó a su lado. YoonGi removió el dulce que estaba dentro de su boca y luego se sentó para contestarle.
—¿Por qué no vas a jugar con tus amigos? —habló para después chasquear la lengua.
—Ellos están con SeokJin —respondió el otro con una mueca de desagrado.
—¿Quién es SeokJin? —gruñó ya cansado y levantó los brazos al darse cuenta que nunca tendría tranquilidad dentro de esa masa de niños.
El rubio abrió levemente la boca hacia él, como si estuviera realmente ofendido por lo que dijo.
—El chico que conociste en el comedor.
—¿Cuál de todos?
—El castaño —dijo NamJoon y pestañeó unas cuantas veces. A YoonGi aquella acción no pudo parecerle más rara.
—¿El chico que le gusta a JungKook? —interrogó sin darse cuenta, sin embargo, cuando se percató por la cara de asombro de NamJoon se mordió la lengua con fuerza.
—¿A JungKook le gusta SeokJin? —cuestionó el rubio con asombro.
—No se llama SeokJin. Se llama TaeHyung —dijo, dándose cuenta que no era el mismo chico.
—¡¿A JungKook le gusta Tae?! —gritó el rubio y movió las manos frenéticamente.
—¿Por qué? ¿Qué pasa?
—Tae es homofóbico —dijo NamJoon cuidadosamente en un susurro.
—¡¿Qué?! —vociferó alterado para después pestañear unas cuantas veces mientras miraba hacia el frente.
—Que Tae no tolera a los... —Se levantó de un salto, haciendo que NamJoon parara de hablar.
—Entonces ¿cómo mierda es amigo de JiMin? —cuestionó después de pensarlo unos segundos.
—¡¿JiMin es gay?! —chilló el chico que aún permanecía sentado.
—¿Cómo mierda no te diste cuenta? JiMin es un puto —expresó para callarse al segundo.
Al darse cuenta de la mierda que dijo inmediatamente se alejó de NamJoon, asegurándose de alcanzar su mochila antes de escapar.
—YoonGi, ¿por qué te vas? —murmuró el rubio aún a los pies del nombrado—. ¡Estábamos hablando de SeokJin! —gritó cuando él ya estuvo demasiado lejos.
Corrió por los pasillos de la universidad sin prestarle demasiada atención al rubio que siguió gritando detrás de él, aunque, para su suerte, no lo siguió. Tomó el teléfono que permanecía en el bolsillo de su chaqueta y con rapidez buscó el número de JungKook entre sus contactos. Esperó pacientemente, pero el chico no contestó incluso después de siete intentos.
—Dime que no lo hiciste. Dime que no lo hiciste —repitió en un murmuró mientras caminaba por entre las personas que se dirigían hacia sus respectivas clases.
Sonrió aliviado cuando reconoció el perfil del pelinegro y se caminó hasta él sin poder evitar suspirar de sosiego.
—¿Qué sucede, JungKook? —Se detuvo inmediatamente y se escondió detrás de la gran pila de piedras que conformaban la muralla.
—Quería decirte algo —murmuró el pelinegro, agachando la cabeza y jugando con uno de los botones de su camisa.
—No lo hagas, idiota. No lo hagas —susurró YoonGi sin poder acercarse a los dos chicos que hablaban.
—¿Qué cosa? —preguntó el castaño y le dio una pequeña sonrisa al otro chico.
—¿Qué haces? —YoonGi no pudo evitar saltar cuando escuchó una voz a su costado.
Al reconocer a JiMin lo tomó del brazo para esconderlo detrás a la pared y tapó su boca con una de sus manos. Intentó apretar su cuerpo más al del peli-anaranjado para que no se hicieran notar.
—Me gustas. —Cerró los ojos y dejó caer su cabeza en el hombro de JiMin, haciendo que este le pegara en uno de los hombros.
—La gente nos mira raro. Sal de encima —dijo el peli-anaranjado cuando la mano de YoonGi cayó para alejarse de su boca.
—¿Cómo? —Elevó la cabeza hacia TaeHyung, quien le respondió a JungKook.
—Me gustas —volvió a repetir el pelinegro tímidamente. El castaño frunció con fuerza el entrecejo y luego se volteó para escapar, pero JungKook lo tomó del brazo—. ¿Dije...? ¿Dije algo mal? Si no te gusto puedes decirlo simplemente...
—Me das asco, JungKook. Lo siento —dijo TaeHyung demasiado serio como para verse realmente apenado.
El castaño se soltó del agarre del pelinegro y se volteó para alejarse de ahí. Por otra parte, YoonGi se alejó de JiMin y dio el primer paso para perseguir a TaeHyung, pero la mano del peli-anaranjado lo detuvo.
—No hagas algo idiota. Simplemente déjalo así y ve con JungKook —murmuró JiMin para después rodear la pared de piedra y caminar por donde se fue el castaño.
YoonGi se acercó a paso lento hacia el cuerpo inerte del pelinegro, quien aún no se movía ni un centímetro y miraban en la dirección en la que se fue el otro chico.
—JungKook —murmuró para llamar su atención y pasó uno de sus brazos por sobre los hombros ajenos.
Pudo ver claramente que el chico pestañeó unas cuantas veces y después se volteó para mirarlo con una sonrisa tambaleante.
—¿Lo viste? —preguntó el contrario tímidamente y sin quitar su horrible sonrisa.
—¿Estás bien? —Alejó el brazo del otro para mirarlo con más atención.
—Claro que lo estoy. Este tipo de cosas me pasan todo el tiempo —admitió JungKook y abrió más la boca para sonreírle.
—¿Todo el tiempo? —Se cruzó de brazos para mirar al chico detenidamente. El pelinegro solo se encogió de hombros.
—Soy un mal chico, un horrible chico... —dijo el otro mientras apagaba lentamente su sonrisa.
—No eres un mal chico.
Yo soy un mal chico, YoonGi dijo para sí.
—Esto me pasa a menudo. No te preocupes, por favor. —JungKook volvió a sonreir y puso una de sus manos en el hombro de YoonGi.
—¿Te pasa a menudo? —interrogó sorprendido.
—Ser gay no es fácil, YoonGi —admitió el otro y le dio una rápida sonrisa. El chico se volteó para caminar, pero YoonGi rápidamente lo detuvo, agarrándolo por el brazo.
—Tu timidez... —empezó lentamente—. ¿Eres así por como te trataron?
—Supongo que todos reaccionan de distinta manera ante las cosas —dijo JungKook con simpleza para luego alejarse del agarre de YoonGi y desaparecer entre los otros estudiantes.
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