¿Por que tan solo? Me pregunta una desconocida, por que me arrebataron la vida con ironía le respondo, me miró a los ojos y vio desde el fondo como la pena me corroía, ¿Quien fue la homicida? Lanza una contra pregunta, usted no se confunda le digo amablemente, yo no hablo de mis penas, ni de mi vida menos de mis muertes.
¿Por que usted no me cuenta? Insiste en sacarme declaración, para que abrir heridas cerradas le contesto, ya un poco molesto por su insistencia, le digo que la vida solo es un viaje de ida, mas no hay pasajes de vuelta.

Cuarenta preguntas le conté, solo a un par le presté atención, no necesite de contención pero ciertamente me harté pues no me gusta exponerme, solo quiero protegerme vivir lo mismo ya me asusta, me lanza otra pregunta y de mala gana le sonreí, le dije que nunca florecí que los besos me marchitaron, que el alma me arrebataron y que el amor no es para mi.
Ya deje de interrogarme le dije con ardiente paciencia, lo mio ya tiene sentencia usted no puede salvarme, mucho menor cuestionarme yo simplemente ya soy así.

De sus cabales se retiró, mi presencia ya era incómoda, mi alma es una bóveda y ella no la abrió, sus ojos de a poco cerró en un acto de rebeldía, jugar su última carta quería y con ella no me rompió, mi espíritu se resistió a revelarle mis secretos, mi corazón es de concreto y ella se rindió.
¿Que le depararán los años? Si usted por dentro está seco, sus palabras no hacían eco en mi ser tan extraño, no lo se, le respondí,  prefiero ser ermitaño, usted no es de este mundo me dijo en tono de regaño, se que ahí dentro un corazón esta latiendo pero siempre me preguntaré a usted ¿quien le hizo tanto daño?.