Ojos de camaleón.

Negros como panteras, acechando en la jungla haciendo que se confundan con el oscuro de la noche, mirándote sin reproches ni remordimientos, por que me gustas y no me arrepiento, me atraes hacia ti como si un imán tuvieras.

Azules como el océano, como el cielo cuando tengo hambre, cuando los bolsillos están vacíos y cuando me hierve la sangre, cuando veo que donde estaba mi empleo hay un terreno baldío y mi familia con el estomago vacío por que el destino nos hizo pobres, por que cuando miro a mi alrededor nadie dice mi nombre, y en mi cabeza resuena la miseria del hombre.

Marrones como el café, ese que me da la vida, el que no puede faltar en mi alma vacía, ese compañero de mil desamores, ese que con sus sabores cubrió la pena que tenía, ese que se volvía mejor cuando un cigarrillo encendía, ese que tanto tomé cuando de la mano nos teníamos, ese que me consoló cuando demoliste lo construido. Ese que fue testigo de cuanto te amé.

Verdes como el agua del rio, que baja desde el volcán, esos que te van a encontrar donde quiera que te encuentres, por que ya estoy demente de tanto pensar, en como será cuando te vaya a encontrar, si me vas a ignorar como siempre lo haz hecho o si de una buena vez me terminarás por aceptar.

Esos como del león que se separó de la manada, que se aburrió de las monarquías y se perdió en la nada, le juró lealtad a la anarquía y se se fue en busca de su amada, una margarita moribunda que tiene las horas contadas, por un amor se marchita a punto de perecer, cuando una flor se marchita es solo para volver a florecer, un ronroneo que revivió su corazón, la hizo entrar en razón y vivieron juntos para siempre, al menos eso es lo que ven estos ojos de camaleón.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top