Del aire no nacimos, del sol no nos enviaron, en la tierra nos forjamos y no lo decidimos, de milagro no morimos las balas no nos asesinaron.
Por las calles caminamos, cargando pesadas mochilas, sonrisas fingidas y tomados de la mano, nuestros dedos entrelazados testigos de una mentira.

El fuego nos enamoró, nuestros corazones palpitaron, las flechas nos fulminaron y el amor nos quemó, la química nos engañó y nuestros aromas nos ilusionaron.
Juntos marchamos y corrimos como locos, el tiempo se nos hizo poco y las piedras que lanzamos nos volvieron tontos, esquivamos los proyectiles con una sonrisa en la cara una sonrisa que enmascara nuestros dolores invisibles.

La misión ha sido cumplida, ya no hay por que marchar, nuestras gargantas ya no tienen que gritar y ya no tiene sentido la vida, ya no es lo mismo caminar por que nuestros dedos ya no se quieren entrelazar y nuestros labios ya se aburrieron de besar ya no somos los mismos que caminan.
La Química se difumina ya no se aprieta el corazón, ya se murió el amor démosle un digno final, un bonito funeral a esos bellos momentos, que no se transforme en odio ni menos en tormento es el mejor de los finales, ve por la vereda de tu felicidad, esparce tu alegría y vitalidad, contagia a la humanidad de tus risas anormales, yo seguiré en los arrabales tendiendo la mano al desposeído, adiós amor de calle, no somos distintos, pero no somos iguales.