La razón gobernó en mi vida con vehemencia, brindándome la paciencia, domando mi corazón, cegándome de la pasión haciéndola menos intensa, alejándome de la torpeza de cualquier ilusión.

La conciencia golpeó la meza, y me habló de las experiencias, esas que nunca conocí, esas que creía muertas, la vida es mas que vivencias mas que materia y simplezas, cerré los ojos y le obedecí, sin mediar consecuencias, y en el aire fresco de la mañana al fin me conocí.

Por la ventana entró la pasión y mis venas ardieron, nunca así te conocieron, con su voz alocada me susurró y un mundo alborotado me mostró sin dejar de lado la simpleza, una aventura nueva comienza, a ver si de una vez me conoces, renacer es algo de todos los días, ahora que puedo escuchar a mis voces.