La madrugada siempre ha sido mi mejor testigo, mi mejor amiga y a falta de amigos le cuento mi vida.

Le relato lo vivido y lo que falta por vivir, le cuento mi sufrir y los dolores que en mi alma siempre anido.

Le converso de ti, de cuando me erizaban la piel, del veneno de tus besos con sabor a miel y de cuando escondida detrás de la puerta me amabas.

Y la madrugada me responde con temblores, con viento entrando por la ventana, la madrugada no habla con palabras sin embargo me regala sensaciones, unas buenas, otras malas y me hace elevar plegarias, peticiones que quedan en nada, ángel de la guarda no me abandones ¿acaso ya lo hizo el creador? Respóndeme algo bueno, un amor sincero, háblame de cómo será la próxima, si le gustarán mis besos y otros pormenores.

Háblame antes que amanezca, antes que los rayos del sol iluminan el manto de nubes grises, acostumbras a hablarme cosas tristes, cosas que no me gusta escuchar, háblame de cómo a la próxima debo amar para que mi amor no sea en vano y no lo vuelvan a desechar.

Por favor esta vez se sincera, de antemano te lo agradecería aunque la verdad me duela feliz me haría, te lo ruego estimada madrugada, te lo ruego con el rosario entre los dedos.