Deja de luchar contra lo que eres, muestra tu identidad, quítate el antifaz, deja de hacer lo que quieres. Basta de ilusionar, deja de engañar, de mostrar amor donde no lo hay, abandona esa estrategia, ya deja de dañar, deja de ocultarte, que mentir no es un arte y tarde o temprano te van a atrapar. 

Ser genuino no está mal, ser imperfecta te hace todo lo contrario, esa mirada fatal, ese hablar descollante, ese cuerpo despampanante, esa sonrisa perfecta, esa envoltura de mentira, falsa como cada una de las vocales que salen de tu boca y que tu voz dulce y fingida hilan palabras al viento, menos mal el viento se las lleva, menos mal me di cuenta, que solo eras un oásis, un espejismo en el desierto de mi vida plana, fría y oscura, tarde lo hice, destruido y acabado porque el corazón me habías sacado para presumirlo y sacarlo a jugar.

Un día lo necesité y te lo fuí a reclamar y te encontré, una conversación concreté con un nudo en la garganta, con lágrimas queriendo salir a pasear, me dijiste que no lo tenías, que mi corazón no existía , que ya estaba muerto, necrótico y frío que ni para alimentar cuervos servía, pero vi en tu rostro indiferente, una pequeña muesca en tu frente, signo de una mentira, tu cuerpo habla distinto cuando tus labios le faltan el respeto a la verdad, cuando no existe veracidad en tus enunciados, devuelveme el corazón por favor, devuélvelo muñeca infiel y mentirosa, para ti es solo una cosa, para mi algo que reparar, sin el tu recuerdo no puedo enterrar y pensando en ti seguiré viviendo, para eso prefiero vivir muriendo y llevar este hueco en mi pecho, negarme a amar, vivir y soñar. 

No pudiste con mi habilidad, no tendré corazón pero la mente no me falla, me costó trabajo destruirte, se tuvo que nublar la ciudad, tus ojos tuvieron que llover y tuve que ser cruel,  mi ataque final concretar, corazón en su lugar, latidos amargos, dolorosos, como mil cuchillos atacando, pero ya está hecho, descansa en tu lecho, libre de tu propia mentira estás, débil como un niño, susceptible tal y como me dejaste, tus lagrimas son reales, tu dolor es real, ahora eres  verdadera, crece como enredadera y deja las mentiras atrás, deja de ser titiritera, ya deja de jugar, al cerrar tu puerta te escucho desgarrada, ya no quiero aquí estar, solo puedo decirte que siempre digas la verdad.