Ayúdame a salir, de este fango pegajoso, del tropiezo estrepitoso, de la piel amoratada, suelta mis manos atadas y abre de golpe mis ojos, saca mi alma del reposo y sana mis piernas quebradas.

Hazme hablar nuevamente, ábreme la garganta que mi voz ya no canta y gritar es lo que necesito y romper con ese grito esta maldición de madrugada, corta mi cuello con tu daga y con la sangre cumple lo que está escrito.

Levántame a patadas que ya nada me puede doler, mis heridas puedo coser sin dolor alguno, valió la pena el ayuno por que no hay nada que comer, con las piernas rotas puedo correr por que mi energía trasciende, eso tu no lo entenderás, siempre serás ignorante, estupida y arrogante mira como mi espíritu asciende .