Alegrías
Una vez salí a caminar, sin muchas expectativas, a pensar que fue de mi vida y bajo la lluvia filosofar, a ver si podía encontrar alguna emoción interesante, un perro que me ladre, un sonido de tambor, quise buscar una flor mas solo encontré hojas secas, mojadas por el aguacero, quemadas por el sol, inundado en petricor el viento poderoso, el barro borrascoso de mis pies fue el pegamento, ya no queda cemento en este barrio tan penoso.
La musica atraviesa mi cabeza, se queda en el espacio entre mis oídos, buenos momentos he vivido entre el licor y esos acordes, de fondo se ven los montes buena nieve les ha caído, los glaciares andan tímidos hace tiempo que así no llueve, mas agua llevan mis ojos de penas acumuladas, tantas fueron las espadas que atravesaron este caminante despojo, doloroso el desalojo de todo lo que sentí y solo perecí de tristeza y desencanto, la lechuza y su canto me avisaron que morí.
Y no se que hago aquí, en esta esquina solitaria, contemplando un desfile de paraguas y vapores de cien alientos, me devuelvo a mi casa los latidos son cientos, ya encontré el cemento que marca mi camino, un caminar fino, quedamos frente a frente, aroma fresco perfume pudiente, pasó de largo y se clavo en mi mente, entro a mi casa humilde, nace fuego en mi cigarro y hay café en mi tarro y olor a chocolate caliente, no hay como el invierno y su magia incandescente, y en mi cama fría mirando el techo, oyendo la lluvia golpeando las tejas, otra caminata y otro día y en mil pasos aún no encuentro mis alegrías.
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