Al espejo.
¿Crees que estoy bien si me miras con esa cara?
No se trata de tu rostro es la tristeza que enmascaras. ¡Yo no tengo pena, ni dolores ni nada!, dejé de sentir hace un tiempo ya nada me sorprende ni menos me desgarra.
Avísale a tus ojos, ellos te delatan, ese amor aún te mata yo no soy la causa de tu enojo.
¿Crees que soy tonto? Yo no nací ayer, cada momento es un nuevo amanecer, estoy alegre y vigoroso.
¿Estas seguro de tu argumento? No veo mas que tormento y una risa de payaso, añorando su regazo, muriéndote por dentro.
Dime la verdad que no me enojo, si tanto sabes de mi y me hablas con arrojo ¿Aún crees que hay despecho?. No solo eso mas bien estás igual, lo escondes de manera tal que tu mismo te tragas tu mentira, no olvidas aromas, ni risas ni momentos, no trates de tapar con cemento la historia de tu vida.
¡No quiero mas palabras ya basta de consejos!, tu no sabes nada no logras dejarme perplejo. Allá tu si me crees gozas de libre albedrío, yo solo te digo que tu disfraz no resulta, la sonrisa falsa tus pesares no sepulta, tus ojos de funebre cortejo siempre te delatan y aquí estás hablándole a la imagen del espejo.
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