Boca que besó mi frente,
carcaj de flecha mortal,
siento no ser suficiente,
disonar en tu vitral.

Tus palabras, doble filo,
desde arriba duelen más;
dichas en otro idioma el
significado es igual.

Perdóname por mis gustos,
por apartar la pelota
y sentarme en una esquina,
tomando lápiz y una hoja.

No quise decepcionarte,
pero el limbo está muy bajo.
Me pintaron diferente;
no fue mío ese trabajo.

Tengo mucho que pulir
mas mi esencia no la cambio.
Ya en el vientre de Ma mi
propósito fue sellado.

Duele, pero no te culpo;
sé que intentas mejorar,
por eso le pido a Dios
que te ayude a continuar.

Reconozco mis defectos,
amasijo de complejos.
Gracias por no abandonarme,
por criarme y tantos consejos.

Perdón por tanta ansiedad,
por no saber decidir.
Lo intento, pero me cuesta;
sobre eso no fui a mentir.

Acuso a muchos de hipócritas,
de los que yo soy el primero.
Cerré puertas en tu cara:
Si te he visto no me acuerdo.

Siempre te mantuve lejos.
Perdón por el disgusto y
no compartir la bombilla
y no aprovechar el tiempo.

Perdón por tratarte así,
creí que te lo merecías.
No sé si diste disculpas,
no escuchaba qué decías.

Las palabras, delicadas;
terminamos en marañas.
Nos importa y lo dañamos
o nos importa y nos daña.

Duele, pero me libera;
también quiero mejorar,
por eso le pido a Dios
que nos rehaga a la par.

Ya dos tornas en el centro,
procede con suma calma.
En sus manos nuestras vidas,
pedazos de arcilla ajada.