Ípsilon

-Te amo Cam. -esas palabras retumban en mi cabeza una y otra vez. Una y otra vez. Joel me ama y el hecho de querer marcarme lo confirma.

Pero estuve a salvo de sus colmillos al tener puesto ese collar ancho. Joel mordió el cuero y mi piel sólo quedó un poco morada. Me agradecí a mí misma de haberme puesto ese collar porque yo no amo a Joel y rechazarlo ahora será aún más difícil.

En fin, pasamos las 24 horas de su celo juntos. Pero sólo nos unimos una vez, después de eso Joel se comportó se una forma muy cariñosa, me acariciaba el cabello tanto como mi piel, me decía cosas hermosas y no quería que me separe de él en ningún momento. Hasta tuvimos que darnos una ducha juntos.

-¿Ya te sientes mejor? -le pregunto tocando su hombro. Su piel ya no se encuentra ardiendo y su olor disminuyó, pero ahora siento nuestros aromas mezclados. ¿Eso significa que oficialmente somos pareja?

-Si, ya estoy bien. -responde él frotando su mejilla contra la mía. Tanta ternura me incomoda un poco y me hace sentir culpable.

-Entonces... ¿Qué tal si salimos de aquí? -propongo sonriendo, Joel tararea en respuesta y tomo eso como un si.

Entonces recojo mi ropa, ya que Margo pudo traernos unos pijamas a pedido de Joel en la noche. Pero todos sabemos cómo es ella y es por eso que yo me encuentro usando un pequeño camisón rosa y con bordados negros demasiado transparente.

-Vamos. -Joel me coloca el saco de su traje sobre mis hombros y abre la puerta. Creo que debieron quitarle la llave sin que lo notara. Ambos salimos de esa habitación, mis pasos son lentos porque ahora sí comencé a sentir un poco de dolor.

-Buenos días. -nos encontramos con Margo en las escaleras y ella nos sonríe. ¿Buenos días? Ellos nos encerraron y ahora pretende actuar como si nada hubiera pasado.

Antes de que pueda responder su cínico saludo con insultos, Joel pasa su brazo sobre mis hombros y me hace continuar sin decir ninguna palabra. Pero lo entiendo, no quiere que pierda mi tiempo discutiendo con Margo.

Lo bueno de todo esto es que Joel me protege de todos los locos de esta casa y sé muy bien que aún no puedo rechazarlo. Tal vez debería hacerlo cuando salga de la mansión, ese sería en mejor momento. Yo volvería con mis padres y papá me protegerá como siempre lo hizo.

Tres días después~~~~~~~~~~
Los días pasaron volando y ya volvimos a casa, fue un alivio saber que ya no volvería a ver a mi abuelo. Ese hombre horrible. Pero el tiempo que pasamos en su mansión nos cambió un poco.

Mamá se volvió muy nerviosa y está más obsesionada con la limpieza que antes. Papá está muy deprimido por alguna razón, no lo entiendo ya que no habla mucho con nosotros y está más callado. A pesar de todo eso yo entendí lo que una omega es capaz de hacer, no pienso que seamos débiles o tan vulnerables como dicen todos. Sino que somos capaces de tener a nuestros pies a cualquiera, sea alfa, beta o incluso gamma. Ellos se rinden ante nuestra ternura y aroma. Joel es un ejemplo claro.

-Cam, ya es hora de la escuela. -me dice mamá con un suave murmuro en mi oído. También escucho el pequeño maullido de Cari y esa bola de pelos pisa mi cara.

-Hola mamá. -respondo sonriendo. Había extrañado mucho su saludo y trato delicado -Hola a ti también. -hablo quitando a la gatita de mi cara.

-Ya hice el desayuno, baja cuando estés lista. -mamá besa mi frente y luego me deja sola en mi cuarto.

-Estoy en casa. -digo sonriendo y me levando de un salto de la cama. No puedo esperar para decirle a Yarel que ya toda esta pesadilla terminó.

En ese momento mi celular suena, en esta semana no lo había usado en absoluto y ahora tengo un mensaje. El número no está dentro de mis contactos.

Desconocido
Hola, Cam.
Ya sé usar esto, sólo quería avisarte que hoy tenemos un examen.

Yo
Bueno, gracias.

¡¿Un examen?! Debe ser alguien de mi clase, pero no lo sabía. Tal vez lo olvidé, en fin, ya se me ocurrirá algo para salir de este problema.

Al llegar la hora de las clases me llevo otra sorpresa ya que Joel pasa a buscarme para llevarme al colegio. Creí que papá se molestaría pero lo permitió y Joel prometió recogerme al término de las clases sin importarle que yo le dijera que no era necesario.

Bueno, ahora mi mayor problema es el examen del profesor Maks, ya que pudo volver a su trabajo. Todos mis compañeros están concentrados respondiendo las preguntas y yo sólo he escrito mi nombre y apellido.

Como lo temía, el tiempo de acaba y entrego mi hoja en blanco. Una vergüenza -No puedo creerlo. -digo en voz baja mientras sostengo mi cabeza con las manos.

-El examen fue muy fácil. -comenta Yarel haciendo que tenga deseos de golpearlo -¿Recibiste mi mensaje? -me pregunta a lo que yo asiento. Él era el número desconocido.

-Shh... Kuzmin guarde silencio. -el profesor lo calla y se pone de pie con todos nuestros exámenes en las manos -En unos minutos tendrán recreo, mientras tanto yo iré a corregir todos sus exámenes. -nos explica y sale del salón diciendo que no rompan o quemen nada.

-Gracias por avisarme pero no tuve tiempo de estudiar. -le digo a Yarel ahora que podemos hablar tranquilamente.

-Oh... Entonces puedes hablar con el profesor. Dile que si puede darte una oportunidad, él entenderá, estaba muy preocupado por ti estos días. -me aconseja el gamma. Y eso me da una idea.

-Si, tienes razón. -le digo a Yarel. Entonces me dispongo a buscar la sala de profesores. Yo respiro hondo y toco un par de veces la puerta, espero que alguien me atienda pero no sucede nada.

-¿Hola? -digo cuando me asomo lentamente, en la sala de profesores no hay nadie a excepción de Maks, quién se encuentra sentado en un escritorio bebiendo café y corrigiendo nos exámenes.

-Ah, eres tú. -me dice al verme dar unos pasos dentro del cuarto.

-Eh, s-si. Quería hablar con usted sobre mi examen. -respondo sintiéndome un poco nerviosa. Pero después de todo soy atractiva para él y esto debería ser fácil.

-Yo también quería hablar contigo, tu hoja está en blanco y temo que debo reprobarte. -habla con suma tranquilidad mientras deja el examen entre mis manos. Debo hacerlo ahora, haré que cambie de opinión.

-No, espere. -digo dejando la hoja de lado -Yo... Puedo hacer algo para que reconsidere su decisión. -no puedo creer que esté haciendo esto. Pero no tengo opción.

-Claro, sólo estudia más la próxima. -responde acomodando las hojas sobre el escritorio. Él es bueno. Aún así no creo que pueda resistir los encantos de una omega.

-Usted no me entiende. -niego sonriendo y me tomo la libertad de sentarme sobre su regazo -Escuché que estaba muy preocupado por mí. -murmuro inclinándome un poco y apoyo mi mentón sobre su pecho. Él me mira de una manera indiferente, como siempre lo hace, no puedo saber lo que está pensando y tampoco si mi idea está funcionando.

-Si, es cierto. -responde simplemente. Entonces tengo más confianza para seguir con esto, no creo que sea muy diferente a Joel. Sólo debo saber tratarlo.

-Que tierno, yo siempre pensé que usted es el mejor profesor de todos... Puede enseñarme muchas cosas. -hablo mientras paseo mis manos sobre su pecho, también me aseguro de dejar mi olor en su ropa, sólo es cuestión de tiempo.

-¿Qué quieres aprender? -pregunta levantando mi mentón con sus dedos. El profesor Maks me mira fijamente y casi flaqueo.

-Lo que usted quiera enseñarme. -sostengo la mirada por unos segundos y luego me acerco a su cuello. Su perfume es muy varonil.

-Bien, vamos. No me gusta hacer estas cosas en el trabajo. -su respuesta tarda un poco en llegar pero acepta. Él se pone de pie mientras yo aún sigo sobre su regazo y termino aferrada a su torso con mis brazos y piernas -Al finalizar las clases te espero en mi auto, que nadie te vea. -me ordena y deja un beso en mi mejilla cuando me baja al suelo.

-No se arrepentirá. -le prometo y regreso corriendo a clases ya que el recreo está a punto de terminar.

Cuando entro al salón, Yarel me da lugar para que tome mi asiento y me pregunta como me fue con el profesor Maks -Muy bien, dijo que me daría otra oportunidad. -obviamente le miento, no hay necesidad de que él sepa los detalles.

-Bien, continuemos. -dice el profesor Maks cuando entra al salón y actúa como si nuestra conversación nunca hubiera existido. Admito que sabe actuar muy bien, yo intento hacer lo mismo pero mis mejillas arden mucho cada vez que me mira ocasionalmente.
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Las clases terminan y la hora ha llegado. Me replanteé varias veces que lo que haría está mal. Pero también quiero evitar el regaño de mis padres, probar mi hipótesis sobre las omegas y volver a sentir lo que sentí con Joel. Son muchas razones.

Además no tengo que preocuparme de quedar en estado ya que Maks es beta. Antes estaba aterrada porque con Joel no utilizamos ninguna protección pero pude tomar unas pastillas anticonceptivas de Margo y todo quedó solucionado.

-¿Te acompaño a casa? -me pregunta Yarel sonriendo. Eso arruinaría mi plan.

-No gracias me quedaré a hacer unos deberes con mis amigas. -respondo dándole un golpe suave en su brazo -No te preocupes.

-Oh, cosas de chicas. Está bien, nos vemos mañana. -se despide dándome también un suave empujón y se aleja agitando su brazo. De repente siento mi celular vibrar es un mensaje de Joel diciendo que me espera frente a la escuela. Yo me había olvidado de él, pero puedo decirle la misma mentira que a Yarel.

Así lo hago y el alfa me responde de inmediato diciendo que me cuide y que no me esfuerce mucho estudiando. Una vez libre de todo, me aseguro de que nadie me vea ir hacia los estacionamientos, para entonces la mayoría de los profesores de la mañana se han ido y puedo ver el auto de Maks allí.

-Sube. -me ordena cuando abre la puerta del copiloto. Yo sólo asiento y tomo mi lugar, mis manos descansan juntas sobre mi regazo mientras observo el interior del coche, es bastante grande y el tapizado tiene un olor artificial pero agradable.

-¿A d-dónde vamos? -le pregunto al ver que nos marchamos de la escuela.

-A mi departamento claro. Ahí estaremos más cómodos. -responde sin mirarme. Sus ojos están fijos en la calle y se ve un poco tenso, entonces extiendo mi mano y acaricio su pierna para hacer que se relaje un poco.

-Entiendo. -le sonrío cuando me mira y bato mis pestañas.

-¿Quieres causar un accidente? -el profesor Maks levanta una ceja mientras mira mi mano, aún así no me detengo porque sé que le gusta.

El beta detiene el auto por un momento, gira para buscar algo en el asiento trasero y vuelve a enderezarse teniendo unas corbatas en sus manos -Por ser una niña mala te quedarás así el resto del viaje. -me dice cuando amarra mis muñecas y luego mis ojos.

-Lo siento, amo. -respondo siguiéndole el juego. Escuché de mis compañeras que ellas juegan de ese modo con sus parejas y al parecer eso afectó un poco al Maks. Él me mira sorprendido y se relame los labios. Fue muy fácil.

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