Martes, 15:00 pm.
Los alumnos se encuentran en el auditorio, que tiene la capacidad de albergar a todos lo estudiantes de la universidad y, para la mala suerte de Cameron, Samira insistió en quedarse junto a su amiga Evelyn. Lo profesores les darán una clase especial sobre la evolución de la especie y también presentarán teorías muy modernas y revolucionarias para debatir entre todos.

Una profesora beta indica que apaguen las luces y enseña a través de un proyector imágenes mientras las explica.

–Como todos saben, somos descendientes de los lobos. Nuestro ancestros pararon por miles de años de evolución hasta llegar a lo que somos ahora. Como la primera aparición de los mamíferos también aparecieron los primeros ejemplares morfológicamente similares al Canis lupus hasta la aparición de las subespecies actuales y nosotros. Tuvo lugar durante unos 800.000 años desde el Pleistoceno medio. –Muchos prestan atención y toman nota. Aunque a Cameron le cuesta demasiado concentrarse. El olor de Evelyn tan cerca, hace que su alfa interior esté inquieto.

La quiero más cerca. Mucho más.

Aprieta los puños con fuerza para callarlo de una vez. Debería estar prestando atención a la clase como los demás.

–Se cree que las primeras palabras que nuestros antepasados utilizaron para comunicarse eran con la voz de alfa. Se expresaban con ella diciendo palabras directas, simples pero claves. Es por eso que la voz es tan importante hasta ahora. Ya que los gruñidos ya no eran suficiente, los alfas fueron los primeros en utilizar palabras y luego le enseñaron esa refinada forma de comunicación a los demás miembros de su manada. Sin embargo, la actualidad son los betas quienes se comunican a la perfección con palabras –continúa la explicación. Pero él deja de prestar atención. La profesora habla a continuación sobre las primeras jerarquías que se formaron hace millones de años hasta ahora. Alfa, beta y omega. Pero también menciona a un pequeño grupo de individuos muy reducido a los cuales se los denomina Gamma. Las estadísticas dicen que por cada mil habitantes existe una persona Gamma, son nómadas y hay muy poca información sobre ellos. Entonces les pide a los estudiantes reunir más información sobre los gamma, cosa que contará como un trabajo con calificación. La clase sigue y ahora hablan sobre la genética, de los alfas puros y más.

Cuando la jornada acaba, Cameron acompaña a Samira a su casa. Se despiden con un beso y un abrazo, mientras él trata de calmarme con su aroma. Pero no es suficiente para su alfa. Entonces llega a la conclusión que tal vez debería descansar, así los dolores que siente se irán y también este maldito dolor de cabeza. Además mañana debe trabajar y buscar la información.

Pero Cameron no tiene idea de que su autocontrol es sólo una débil caja de madeja que intenta tener en cautiverio a un salvaje y fuerte alfa. El cual quiere ser libre nuevamente.
Es hora de salir, de emerger de la oscuridad. Basta de encierro, de sufrimiento y frustración.

Basta.

Cameron suelta un gruñido, comienza a sentir espasmos en todo su cuerpo y rasga su camiseta en la zona de su pecho. Su alfa saldrá y no puede hacer nada para impedirlo. Además él aún se encuentra dormido y cree que lo que está pasando sólo es un mal sueño.

De repente da un salto de la cama y cae arrodillado sobre la alfombra de su habitación, todo su cuerpo tiembla y se sostiene la cabeza hasta que todo termina en un segundo. Se levanta lentamente sintiéndose un poco desorientado, luego mira a su alrededor con mucha curiosidad para después observar sus manos. Toca su rostro y su ropa, un segundo después se encuentra olfateando toda tela que encuentra a su paso, hasta hallar la vestimenta que usaba ese día en la universidad.

–Mi beta.

Él sale de su hogar en plena noche en busca de esa chica. Camina en cuatro patas mientras olfatea el aire como si fuera un sabueso, continúa así, sin importarle las miradas de sorpresa que recibe de las pocas personas que se encontraban en la calle a esas horas de la madrugada, hasta llegar a la mansión de los Angelien.

Antes de tocar la puerta, Cameron se detiene para erguirse, sacando pecho y con la frente en alto. Después procede a tocar, dando golpes desesperados a la madera que está frente a él. Rogando que Evelyn sea la que atienda, también, antes de estar allí, se dio un gran revolcón sobre las flores del jardín para oler bien y espera que a ella le guste.

–¿Si...? ¿Quién es? –Esa suave voz llega a sus oídos y lo hace cerrar los ojos un momento para concentrarse en ella. Los pasos se detiene justo detrás de la puerta y la misma se abre lentamente–. ¿Q-Qué haces aquí? –pregunta ella un poco desconcertada. En cambio, Cameron sonríe dando unos pasos hacia la beta para juntar sus frentes.

–Te extrañé mucho –murmura manteniendo los ojos cerrados y deja que el precioso aroma de la castaña lo envuelva por completo.

–Es tarde, regresa a casa. –Eve da unos pasos hacia atrás e intenta sacarlo y cerrar la puerta. Pero él toma su mano para acariciarla. Sin que ella pueda reaccionar a tiempo, él la abraza levantándola un poco del suelo. Esta es su esencia animal y más pura.

–No quiero –responde simplemente para luego cerrar la puerta con un pie y comenzar a caminar con ella en sus brazos hacia la habitación de la muchacha. Reparte caricias por su espalda y también da pequeñas lamidas en sus mejillas y cuello.

–No Cameron, tienes novia. –Evelyn se aparta de golpe haciendo que baje la mirada–. No seré parte de esto –agrega cruzando sus brazos.

–Pero te necesito –Esas son palabra que nunca diría el Cameron racional sólo por orgullo. Pero el alfa sabe que dejar ir a Evelyn fue un gran error.

–Necesitas a una omega. Por favor ve a casa. –puede notar que los ojos de su preciada beta están demasiado brillantes. Entonces la toma de la mano para darle unas pequeñas caricias.

–Por favor, no llores –murmura dándole un abrazo, el cual, Evelyn corresponde al fin. Eso lo hace querer saltar de alegría. Pero en cambio, le hace cosquillas para tratar de cambiar esa mueca de tristeza por una sonrisa. Cosa que consigue rápidamente. Él la vuelve a cargar y entran en la habitación para llenarse de su agradable aroma, extrañó tanto ese olor que ahora quiere impregnarse de él completamente.

Evelyn no sabe a qué se debe el completo cambio de actitud de Cameron. Hay una batalla interna dentro de ella. Sus pensamientos son interrumpidos cuando él se sienta en la cama, con ella en sus brazos, para comenzar a repartir pequeños besos por todo su rostro con ternura y delicadeza, también limpia las lágrimas que salen de los ojos de la muchacha.

–Mía –susurra en su cuello, olfateando con entusiasmo, como si su vida dependiera de ello. Más lágrimas salen de los ojos de la castaña mientras niega con la cabeza lentamente.

–No –contesta simplemente. El alfa huele en ella su tristeza al decir estas palabras. Entonces lleva una de sus manos hacia el cabello de la beta y la acaricia con cuidado. Transmitiendo toda la ternura del mundo.

–Sólo por esta noche –pide dejando un camino de cortos besos por su cuello, subiendo sin prisa por su barbilla. Evelyn sólo asiente con la cabeza, teniendo los ojos cerrados casi por completo. Está agotada y se entrega al sueño gracias a las caricias que le proporciona Cameron. Él la observa en silencio, pasando sus dedos por la mejilla de la muchacha y piensa que verla dormir es una de las cosas más bonitas que ha visto.

–Y por el resto de mi vida –susurra manteniendo a Evelyn entre sus brazos. Viéndola tan calmada, tan adorable y tierna. La siente tan suya que es imposible que no lo sea.