Traducción WangXian_HuanLi

Nota del autor

Heyyyyy....

Ahahahaha.

Yeahhhhhh.....

Así que ha sido un segundo caliente, ¿no? Me rompí el brazo después de tropezar con un pato y mecanografía es difícil de hacer cuando su brazo derecho es como atrapado en un cabestrillo. También tuve un breve caso de bloqueo del escritor, que puede ser la razón por la que este capítulo no es el mejor. Así que aquí está el próximo capítulo, un poco corto, ¡espero que les guste!

También. PSA: evitar lugares con gansos. Son viciosos y te perseguirán. También a los patos les gusta hacerte tropezar, así que ten cuidado con los patos.

También. Nota: ningún pato resultó herido. Pero yo sí. Estúpidos gansos y patos.

Ambrose Finley era un individuo realmente fascinante.

Era perezoso, hasta el punto de que casi siempre parecía medio dormido. Adoraba el dinero, pero era selectivo a la hora de gastarlo, como si temiera que su abrumadora fortuna se agotara. Era dulce y amable, digno de confianza y cariñoso, pero no dudaba en vengarse cuando alguien le caía mal.

Para Cale, Ambrose merecía mucho más de lo que el mundo le había dado.

Recordaba el día en que su familia se enteró de la noticia: la mansión Finley había sido atacada e incendiada por un villano desconocido, dejando a los siete miembros de la familia Finley muertos. Todos, excepto Ambrose, el hijo menor y mejor amigo de Cale. Cale podía recordar el día en que Ambrose fue llevado a toda prisa a la mansión Henituse, la forma en que su padre había ordenado inmediatamente que los mejores médicos del reino acudieran a salvar la vida del muchacho. Ambrose estuvo en coma durante más de un mes, sufriendo quemaduras mortales envenenadas por el hombre, antes de despertar con una amnesia absolutamente total.

Tal vez fuera mejor así, que Ambrose no recordara el asesinato de su familia.

Cale había permanecido junto a Ambrose en todo momento durante su recuperación, insistiendo en que su padre permitiera a Ambrose vivir en la mansión Henituse en lugar de dejar que Ambrose se mudara a una de las muchas propiedades de los Finley en todo el reino. Estuvo allí cuando Ambrose se enteró de que nunca podría volver a caminar correctamente sin ayuda. Estaba allí cuando Ambrose recibió su primer bastón. Estaba allí cuando Ambrose empezó a aprender a andar de nuevo, cogiéndole cada vez que se caía. Estaba allí cuando Ambrose aceptó por primera vez el título de marqués de su padre y las responsabilidades que conllevaba, convirtiéndose en el marqués más joven de la historia de Roan.

Estaba presente en casi todos los recuerdos de Ambrose desde que despertó en aquella habitación de invitados cinco años atrás.

Ambrose era su mejor amigo, lo único que evitaba que se volviera loco.

El príncipe heredero no iba a robárselo con palabras llenas de miel y fiestas elegantes.

Aunque el príncipe no parecía saber eso, considerando los ojos de corazón que actualmente estaba mirando al compañero de Cale.

Cale miró al príncipe de cabello rubio que estaba parado frente a él y Ambrose, con los ojos llenos de odio y prometiendo venganza si el príncipe intentaba separar a los dos amigos.

Alberu lo ignoró mientras sus brillantes ojos azules se fijaban en el hombre de cabello plateado junto a Cale. “Marqués Finley. Un placer verte. ¿Espero que el viaje haya ido bien?" Él sonrió con su sonrisa plástica.

Ambrose inclinó la cabeza. “Un verdadero placer, mi príncipe. El viaje fue excelente para un círculo de teletransportación. Te agradezco por permitirnos acceder al círculo de teletransportación real”. Las palabras de Ambrose fueron formalmente educadas, su conducta entera haría que cualquier tutor de un noble llorara de alegría.

La brillante sonrisa de Alberu pareció iluminarse aún más. "¡Por supuesto! No es posible que el joven marqués Finley empeore su condición con un largo viaje en carruaje, ¿verdad?" Le ofreció a Ambrose una mano enguantada. “¿Puedo tener el placer de acompañarlo a su asiento?”

Ambrose le dio a Alberu una sonrisa aún más brillante, pero Cale pudo ver la molestia en la tensión de su mandíbula. “Me encantaría, alteza, pero lamentablemente ya tengo una escolta”.

“Estoy seguro de que al joven Lord Henituse no le importaría”, empujó Alberu, dando un paso más y ampliando su sonrisa aún más.

Los dos continuaron sonriéndose alegremente. Para el ojo desprevenido, era una escena ideal: el acaudalado, apuesto y famosamente amable lord Finley saludando al príncipe heredero del reino. Sin embargo, Cale se había acostumbrado a estas interacciones entre los dos hombres de lengua de plata, y podía ver cómo la boca de Ambrose empezaba a tensarse casi imperceptiblemente por la molestia y cómo los ojos de Alberu destellaban con codicia y diversión.

Los dos estaban teniendo una conversación completa a pesar de ni siquiera decir nada, algo que Cale odiaba y admiraba al mismo tiempo.

Cale nunca sería capaz de navegar en la corte como lo hizo Ambrose, siendo demasiado abrasivo, obstinado y emocional para manejar los delicados pasos que requería la corte, las astutas interacciones que parecían ocurrirle a personas como Ambrose y el príncipe con tanta facilidad y naturalidad.

Por otra parte, no le gustaban especialmente los juegos de palabras delicadamente astutos.

Cale cogió rápidamente la mano de Ambrose y acercó ligeramente a su amigo a su lado. "Debo disculparme, Alteza. Me temo que, como escolta del marqués Finley, sencillamente no puedo abandonar mis obligaciones. El orgullo de un noble, después de todo". Mostró una sonrisa descaradamente insincera, una que gritaba Mia .

Los ojos de Alberu se oscurecieron de desagrado cuando miró fijamente a los ojos de Cale, el tranquilo azul del cielo se transformó brevemente en el de un mar tormentoso.

Cale resistió el impulso de estremecerse y retroceder; en lugar de eso, apretó con fuerza la mano de Ambrose y se irguió todo lo que pudo, con los ojos entrecerrados y los dientes enseñados en una sonrisa perruna.

Ambrose golpeó rápidamente a Cale en la espinilla con su bastón una vez más, la madera elegantemente tallada golpeó el moretón prácticamente permanente en su pierna. Cale soltó la mano de Ambrose con un grito de dolor. "Mi príncipe, el sol del Reino de Roan, orgullo de la tierra", dijo Ambrose, con voz dulce y educada, pero con un veneno que sólo Cale podía oír, "me encantaría aceptar tu amable oferta. Sin embargo, seguro que tienes obligaciones principescas y otros nobles a los que saludar, ¿verdad? Sería una pena que Lord Henituse y yo te quitáramos tiempo, ¿no?".

Los ojos de Alberu se tensaron por un segundo, la decepción y la molestia brillaron en su rostro por un breve instante antes de aceptar. "Por supuesto. Tiene usted razón, marqués Finley". El príncipe inclinó ligeramente la cabeza hacia los dos. "Les deseo que pasen un rato agradable".

"Por supuesto, mi príncipe", dijo Cale con dulzura, sintiéndose victorioso mientras tomaba la mano de Ambrose una vez más y lo ayudaba a subir las escaleras y dirigirse hacia la mesa donde se sentaban los demás nobles del noreste.

"Te lo dije, está claro que ese cabrón te está coqueteando", susurró Cale cuando entraron en la bulliciosa sala.

Ambrose volvió a golpearle con su bastón. "No llames bastardo al príncipe heredero, idiota. ¿Deseas ser ejecutado por traición? Y por última vez. Él. No. Está. Coqueteando. Conmigo."

Cale aulló ante la pequeña sacudida de dolor. Ay. Estaba bastante seguro de que sus espinillas estaban eternamente magulladas en ese momento. "Claro...", dijo. "Eres tan inconsciente, ¿verdad?"

Fue recompensado con otra dolorosa bofetada en sus ya magulladas espinillas.

Cale miró a su amigo, que tenía la cara contraída por la concentración mientras maniobraba con cuidado entre la multitud.

Ambrose Finley era mío, pensó con una pizca de posesividad.

Su mejor amigo.

Su compañero.

De nadie más.

Notas del autor:

¿Qué tal ha ido? ¿Bien? Eso espero. Por favor, díganme si necesito quemar este capítulo (metafóricamente, por supuesto, esto es digital después de todo) o si realmente fluye con la historia. Además, ¿debería hacer saltos de POV o quedarme en el POV de Ambrose con algún salto ocasional?, o ¿sin saltos de POV?, por favor, díganme lo que piensan.