Capítulo XXII

El bello atardecer desapareció dando paso al cielo estrellado siendo una acogedora noche a pesar del intenso frío pero para Jimin era diferente, se sentía tan cálido no solo por los fuertes brazos de Jungkook que lo rodeaba sino que también dentro de él ese sentimiento de calidez en su corazón que aún lo hacía sentir eufórico al estar sobre el fuerte pecho del alfa quien estaba recostado en el gran árbol mientras abrazaba por detrás al pelimorado acariciando su mejilla contra la suya.

Después de sus confesiones y muchas caricias sin doble intención, se encontraban ahora conversando abiertamente de todo lo que se les venía a la mente y que querían expresar uno al otro.

- Hace semanas atrás nunca pensaría que tendría la suerte de estar aquí, de estar así contigo, el simple hecho de abrazarte ahora se siente... irreal - le susurró al oído mientras jugaba con esas suaves y pequeñas manos comparadas con las suyas.

- Entonces somos dos, ¿estaremos durmiendo?- soltó una risita que tuvo efectos en el alfa que lo sostenía y luego con seriedad murmuró,
- Deberíamos averiguarlo ¿No crees?

Jungkook un poco sorprendido vio a Jimin volteando lentamente el rostro hacia un lado mientras abría su boca para él, no esperó más tiempo y lo besó muy despacio probando esos carnosos labios una vez más, nunca tendría suficiente de esa tentadora boca, por otro lado Jimin sentía derretirse en esos suaves pero demandantes besos.

Luego de unos minutos Jungkook sin querer hacerlo se tuvo que separar por falta de aire.

- E-es real... - dijo aún aturdido al separarse de los labios del pelimorado quien estaba peor que él, la luz de la luna le permitió verlo con los ojos brillosos y los labios muy rojos, perfecto.
- D-debemos regresar Jimin - agregó un poco nervioso.

Tenían que regresar, principalmente porque ya era tarde y no quería arriesgarse a recibir una llamada del señor Park fuera de la residencia mientras se comía la boca de su hijo, además que su autocontrol era limitado y no quería avanzar más que esos besos, no por ahora.

Jimin se quejó haciendo un puchero involuntario aunque no le importó seguir con esa expresión sabiendo que era observado por el alfa, no le importaba, quería que Jungkook conozca todo de él y no solo esa parte de chico orgulloso, vanidoso y autosuficiente, ahora que lo tenía quería sentirse mimado, «¡que patético soy!» pensó, pero aún así continuó con ese gesto.

Ambos chicos sin ganas de irse se despidieron de su "lugar especial", era notable la diferencia de cómo bajaron del auto a cómo regresaban con sus manos entrelazadas y los dos agradecían internamente la oscuridad de la noche que no delataba sus rostros sonrojados.

El camino a la residencia no fue incómodo como pensaron que sería, de hecho fue todo lo contrario. Lo que había sucedido esa tarde fue muy inesperado pero Jungkook no había podido retenerse más ante el chico que movía su mundo y cuando escuchó de los propios labios de Jimin que era recíproco lo que sentía pensó que no podría ser la persona más afortunada.

Por otro lado el pelimorado estaba recostado en su asiento mientras admiraba el fuerte y atractivo perfil del alfa, estaba tan feliz, atrás quedó las inseguridades sobre sus sentimientos y el miedo de no ser correspondido ya que el pelinegro era su guardaespaldas y pensaba que todo lo que hacía el alfa por él era solo por su trabajo pero no era así.

Ahora estaba seguro de que siempre fue así por él y no por ser alguien que tenía que cuidar.

Entre tiernas miradas, sonrisas tímidas y una conversación tan baja que parecía que se susurraban, llegaron a su destino y antes de ingresar Jungkook ya había llamado a Seokjin para pedir su ayuda, una vez más. Jimin no paraba de reír mientras tapaba su boca para no ser ruidoso al escuchar como el mayor gritaba al alfa y para su asombro a pesar de ser un beta eso no le impidió reprender al pelinegro como un niño que había hecho alguna travesura.

Después de todas las maniobras para no ser descubiertos, por fin terminaron los tres en la sala, Seokjin emitía una mirada intensa al alfa quien sólo la aceptaba en silencio, el más bajo los observaba y de pronto el rugido de su estómago rompió la tensión.

- Mmm ya es tarde y tengo hambre - mencionó Jimin para ambos hombres, -... tú también debes estar igual, ven, vamos a comer - esta vez el tono que utilizó y la mirada que le dio al alfa fue muy diferente al que estaba acostumbrado ver Seokjin, ahora estaba seguro que algo había pasado entre ellos.

- Anda ve, luego tengo que hablar contigo Jeon - soltó y antes de irse se detuvo y se giró, - Es la última vez que hago esto por ustedes dos.


Compartieron por primera vez la misma mesa y comían animadamente los alimentos que les brindó su nana quien solo hizo avergonzarlos más con esa obvia mirada de complicidad que les daba.

Luego de cenar, Jungkook acompañó a Jimin hasta su habitación, el pelimorado quería pero a la vez no, por algún motivo lo ponía nervioso.

- El señor Park llegará temprano... quería despedirme de ti, ya sabes... - decía el pelinegro, ahora Jimin podía ver con claridad las expresiones del alfa «tan lindo» pensó,
- No podré verte mucho este fin de semana - sus ojitos negros mostraron lo triste que estaba por dentro, al verlo así Jimin sabía que este gran alfa sería su perdición.

El pelimorado se acercó rápidamente a Jungkook quien se quedó asombrado cuando ya estaba acorralado a la pared con los brazos de Jimin en su cintura y el peso de su cabeza en su hombro junto a ese cálido aliento en el cuello que le enviaba una sensación de hormigueo por todo el cuerpo. Esta posición le recordó a hace días atrás, cuando se habían besado, tocado...

- Luego de que papá se vaya, no te dejaré solo ningún segundo por ahora solo te dejaré un gran recuerdo para que no me extrañes ¿Si?

El alfa no pudo responder porque ya estaba siendo atacado en el cuello por Jimin «¡demonios!», sabía que el pelimorado no era para nada alguien tímido o algo por el estilo, al contrario él era quien se sentía intimidado en cierta forma por este hermoso chico.

- ¡Ahh! Para, m-me comerás el cuello... - se quejó de dolor a pesar de lo duro que se estaba poniendo por las fervientes succiones en la piel de su cuello y las pequeñas mordidas en su clavícula, era claro que Jimin no era consciente de lo peligroso que podía ser seducir a un alfa pero no a cualquier alfa, a su alfa.

El pelimorado se alejó de su cuello mirando con mucho orgullo todas las marcas rojizas que dejó en la piel del alfa para luego subir lentamente con besos húmedos por su mentón, besó ese lunar debajo de su labio inferior e iba a seguir un camino de besos por su cara pero Jungkook inesperadamente colocó sus fuertes manos en el rostro del más bajo y pegó sus labios con desespero a los gruesos de Jimin.

Nuevamente se repetía la escena de días atrás, ese par en el pasillo comiéndose la boca mientras se frotaban uno contra el otro como gatitos marcando lo que es suyo, y así era, Jungkook estaba dejando un suave olor en Jimin.

Sus erecciones los hizo despertar, al menos a Jimin quien era el que mantenía un poco de control, sabía que si seguían Jungkook liberaría fuertes feromonas y él podría ser afectado ya que también lo deseaba.

- Ya... - alejó al pelinegro como pudo y se recostó en la otra pared mirándolo fijamente, su vista bajo hacia los oscuros pantalones del alfa «¡que vemos aquí! ¡MiniJeon se despertó!», ese pensamiento lo hizo reír aún más sabiendo que él estaba igual.

- No es gracioso Jimin... eres un peligro para mi autocontrol - comentó el alfa frustrado mientras se frotaba el rostro y acomodaba sus largos cabellos hacia atrás.

«... que sexy, tú también eres peligroso para mi» pensó, pero claramente no se lo diría, Jimin seguiría siendo ese chico vanidoso.

- Lo sé - le contestó con una sonrisa de lado,
- Podré darte pequeños regalitos estos días, la casa es grande - el pelimorado seguía con esa expresión divertida mientras abría la puerta de su habitación para ingresar y encargarse de él mismo.

- No, definitivamente no, ya tengo suficiente con esto - dijo señalando su cuello que seguía palpitando al igual que su entrepierna.

- Yo no tengo suficiente, además... una aventura es más divertida si huele a peligrooo - cantó mientras ingresaba a su habitación meneando sus caderas consciente de la intensa mirada del alfa y cerró la puerta después de lanzarle un beso.


Pequeñas gotas de agua caían de sus largos cabellos y se deslizaban por sus fuertes brazos, su pecho y se perdían en su marcado abdomen, el alfa había salido del baño luego de haber entrado corriendo a bañarse con agua fría para poder bajar todo el calor que le había provocado el atrevido chico de hermosa sonrisa.

Solo con unos oscuros boxers se dispuso a descansar y se recostó en la cama mientras revisaba su celular al recibir el primer mensaje del pelimorado.

Joven Park (00:28):
Jungkook por favor no le digas nada a mi padre sobre el auto que nos persiguió, se pondrá paranoico. Prométeme que no se lo dirás :'(

Mmm no lo sé


Joven Park (00:29):
Por favor 🥺

Esta bien pero si vuelve a
pasar algo extraño, solo
una vez más y se lo diré.

Joven Park (00:34):
Pensé que no me contestarías! gracias por hacerlo luego serás recompensado 😏


Espero muchísimos besos,
descansa Jimin ❤️


(Has cambiado el apodo)


Jiminnie💕 (00:36):
😳 soñaré contigo, hasta mañana Jungkookie ❤️


Jimin podría pedirle lo que sea y él lo haría, el pelinegro dejó a un lado de la cama el celular y suspiró recordando todo lo sucedido, estaba seguro que había encontrado a la persona indicada para él, su lobo se lo decía y se negaban a encontrar a otra persona aunque Jimin probablemente sea un beta, estaría con él para siempre pase lo que pase.



🔹🔹🔹🔹🔹

Hola! Muchas gracias por leer🙆🏻‍♀️💕

Estos tiempos han sido y son difíciles para todos, deseo de todo corazón que podamos salir adelante!

Espero disfruten el capítulo y pues ese chat era la primera vez que escribía uno, creo que está decente😅🤔

Adiós! 🐰💜🐥

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