22

―¿Me vas a seguir ocultando que Hannah fue la responsable de la muerte de Jennifer Hanson? ―El tono con el que le habló le heló la sangre; estaba molesto y muy decepcionado, y eso se reflejaba en el tono frío de su voz.

―¿Quién te dijo eso? ―No podía creer lo que el mayor le preguntaba. ¿Cómo pudo haberse enterado de algo que hasta ahora solo sabía ella, Richy y la propia Hannah?

―Bien, al menos no lo vas a negar...

―Alan, ¿podemos hablar en otro lugar...?

―¿Para qué? Si al final terminarás ocultándome más cosas.

―¡Alan, por favor!

―Vuelve a trabajar, recuerda que en una hora iremos a por Liliana. ―Alan se soltó del agarre de la chica y volvió a caminar, queriendo alejarse de ella. Se sentía muy lastimado y tenía miedo de decirle algo hiriente a la chica.

―¡No! ―Alice se volvió a acercar a él, abrazándose a la espalda del mayor, mientras lágrimas salían de sus ojos―. Debes entenderme, no era fácil para mí hablar de eso.

―... ―Alan volteó a todos lados, notando que efectivamente el pasillo donde se encontraban estaba solo―. Alice, le perdone a Rogers que secuestrara a la chica; me mantuve callado sobre lo de Jake, ¿por qué temer?

―Era una vida, Alan, me sentía fatal. Como ex-policía, sabía que debía hablar, entregarla, pero como amiga de los chicos, era incapaz de hablar de esto, en especial después de saber sobre su estado de salud mental. ―Alice seguía abrazada a Alan, temiendo que si aflojaba su agarre, aunque fuera un poco, este se soltara y la dejara ahí hablando sola.

―Alice... ―Alan tomó las manos de la chica sin alejarlas de su cuerpo, acariciándola un poco―. ¿Sabes cómo me sentí al enterarme por alguien más de esto? Descubrir que no confiabas en mí fue doloroso, y no solo eso... las cosas se están complicando y siento que no tengo las armas para arreglar lo que viene.

―Alan... ¿Qué demonios está pasando? ―Alice giró al mayor para estar de frente; quería entender lo que pasaba y saber cómo se sentía él, pero también quería que él viera que ella estaba arrepentida por sus errores.

―Me llegó un video en el que se ve a Richy confesando lo ocurrido. ―Alan llevó su mano al rostro de Alice, limpiando con su pulgar una lágrima que escapaba de sus ojos en ese momento.

―¿Qué? ¿Pero cómo?

―Ese video llegó a mí con una finalidad, y tú sabes cuál es, porque sabes, o te imaginas quién fue quien lo envió...

―¿Gretel? ―No pudo evitar que ese nombre viniera a su cabeza; ese video solo ella lo tenía y no se lo había mostrado a nadie. Solo alguien que pudiera tener acceso a su celular podía obtenerlo. De ser Jake, la hubiera cuestionado, y de ser Alan, no le diría que se lo habían enviado; solo quedaba ella.

―Efectivamente, no sé qué está planeando, pero si tú sigues ocultándome cosas, no podré ayudarte.

―Alan...

―Deja de verme como una amenaza, deja de verme como el jefe de la policía, mírame como tu pareja, como alguien en quien te puedes apoyar, alguien en quien puedes confiar, tu lugar seguro.

―... ―Alice lo abrazó fuertemente tras escucharlo decir eso. Por un momento, el temor de que Alan la dejara se había instalado en el fondo de su corazón, pero ahora se sentía aliviada de que Alan le pidiera ser su lugar seguro. Aún así, no pudo evitar llorar en ese momento―. Perdón, Alan... te prometo que no volverá a pasar, te contaré todo y ya no te ocultaré nada.

―Tranquila, está bien, anda, deja de llorar, además, alguien nos puede ver y empezarán a cuestionar lo que ocurre. ¿No quieres eso, verdad? ―Alan se acercó a ella y besó su frente―. Anda, ve a lavarte la cara y prepárate, porque lo de ir a detener a Liliana es verdad.

―¿Es necesario?

―Sí, tu padre llegó furioso del hospital, exigiendo saber qué demonios estaba ocurriendo y por qué esa chiquilla te levantaba falsos. Lo bueno es que, al parecer, él y su compañero no saben lo del video; si no...

―Lo saben, o al menos Liam lo sabe. Hace rato estuvimos hablando sobre eso.

―¿Quiere decir que sabe sobre...? ―La preocupación en Alan se disparó. ¿Alice estaba en problemas?

―¿Jake? Sí, de hecho, siempre lo supo.

―¿Qué quieres decir?

―Ese video de Lily y dos publicaciones mías le dijeron todo... ―Alice sacó su celular y buscó las publicaciones de las que hablaba para que el otro entendiera.

―Oh, Alice... ¿y hablaste sobre él?

―Tuve que hacerlo, pero nada de lo que dije le puede ayudar a encontrarlo. Lo que no le dije es algo que a ti te voy a confesar; después de todo, te prometí contarte todo.

―¿Hay más secretos?

―Uno, pero no sé cómo hablar de esto, después de todo, afecta a toda una familia.

―No te entiendo...

―¿Sabes por qué Jake se arriesgó tanto por encontrar a Hannah?

―No lo sé, ¿por quedar bien contigo? Después de todo, está o estaba enamorado de ti.

―Pues... no, la verdad es que Jake y las chicas Donfort son medios hermanos.

―¿Qué? ¿Cómo es que...? ―Alan estaba confundido y muy sorprendido; nunca le pasó por la mente algo así.

―El señor Donfort, bueno, tú entiendes...

―¿La familia lo sabe?

―Solo las chicas, aún no saben cómo decírselo a sus padres. De hecho, Jake no quería revelar esto para no arruinar la relación de la familia...

―Creo entender un poco por qué te empeñabas en ocultar las cosas; toda la familia se vería afectada.

―Sí, por eso me negaba a hacerle cualquier cosa a Lily, pero creo que tienes razón, debo ponerle un alto si no quiero que empeore las cosas.

―Así se habla, cariño ―Alan se acercó a ella y dejó un beso en sus labios―. Anda, ve a hacer lo que te dije; en una hora nos vamos.

―Sí, amor, te veo en un rato...

Pasado el tiempo, Alan se aseguró de que los Donfort estuvieran en el hospital y se dirigieron para allá. Alice no estaba muy convencida de aprender a Lily en el hospital, pero si no lo hacía pronto, terminaría empeorando las cosas.

Al llegar, el primero en notar su presencia fue el patriarca Donfort, quien se acercó a paso rápido a ella, preocupado de ver al jefe de policía, a uno de los agentes del FBI que estaban en el lugar y a otros oficiales con ella.

―Señor Donfort, buenas tardes, ¿cómo está Hannah? ―Alice saludaba cordialmente. Era verdad que el sujeto la estaba odiando en ese momento, pero entendía que era porque Lily lo había engañado.

―Con todo respeto, no creo que le importe, no cuando usted es la culpable de su estado.

―Me imagino que la que le vino con esa historia fue su hija menor; lo peor es que usted le creyó.

―¿Cómo no creerle? Ella la conoce y sabe lo que es capaz de hacer.

―Porque me conoce, sabe que yo no soy capaz de hacerle algo, no cuando me comprometí para que Hannah fuera encontrada con bien. ―Hablaba tranquilamente, sin dejar que el otro viera que por dentro estaba bastante afectada por la situación.

―¿Qué demonios haces aquí, maldita traidora? ―Por el pasillo que daba a la habitación de Hannah, había aparecido Lily, gritando al ver a la que una vez había sido su amiga.

―Qué bueno que se aparece, Liliana Donfort; queda usted detenida por el delito de difamación en contra de mi persona, la oficial de policía Alice Crawford ―decía la chica, acercándose con unas esposas en mano―. Tienes derecho a guardar silencio; todo lo que digas puede ser usado en su contra, tiene derecho a un abogado; si no puedes pagarlo, se le asignará uno.

―¿Qué? ¡No puedes hacerlo! ―Lily gritaba molesta, tironeándose para zafarse del agarre de la otra chica.

―Señorita, no debe hacer eso, se puede lastimar. ―Liam le pedía a la chica que se tranquilizara mientras le hacía una seña a uno de los oficiales para que se acercara a ayudar a Alice.

―¿Por qué se quieren llevar a mi hija?

―Difamación, ella ha disfrutado de levantarle falsos a la oficial Alice, no solo aquí en el pueblo, sino también en las redes sociales ―Alan al fin hablaba, explicando el porqué de la detención. Se veía molesto, pero se mantenía sereno―. Esto es un delito grave, más porque la señorita Crawford es un miembro del cuerpo policíaco y la está poniendo en riesgo...

―¿Quiere arrestar a mi hija solo porque no quiere aceptar su culpa, porque no quiere que los demás sepan lo que hizo?

―Ja, ja, ja, ¿mi culpa, dice? No, señor, yo sé responsabilizarme de mis actos, no como otros ―Alice reía, recordando aquello que el mayor ocultaba, viéndolo con desdén―, pero Lily ya lo había hecho; ya en una ocasión me culpó de un delito que yo no había cometido, dando información personal que me llevó a recibir incontables amenazas. Y no conforme, lo vuelve a hacer, sigue haciendo esto sabiendo que me estaba poniendo en peligro.

―¡Acéptalo! Por tu culpa, mi hermana está mal, ¡tú le hiciste daño! ―Lily, después de quedarse quieta por un momento, volvió a moverse desesperada, gritando, culpando a Alice, sin sentirse culpable de sus acciones.

―Parece que esta chica no entiende sus derechos. ¡Dios, solita se va a hundir!

―Agente Wilson. ―Alan trataba de callar a Liam, queriendo que la situación no se volviera más caótica de lo que pintaba.

―¿Por qué demonios le haría daño después de arriesgar tanto para encontrarla? No seas tonta, no sé qué demonios te ha metido en la cabeza, Cleo, pero estás equivocada conmigo.

―No mientas...

―Cierra la boca, no empeores las cosas. ¡Llévensela! ―El oficial que le ayudó mientras la esposaba la comenzó a guiar a la salida del lugar cuando...

―¡Deténganse! ¿Cómo te atreves a hacerle eso a mi pequeña? ―Nathan tomó a la chica del brazo con fuerza, haciendo que hiciera una mueca de dolor. Alan, al ver eso, se quiso acercar para defenderla, pero Alice lo detuvo con una seña.
―Señor Donfort, me está lastimando. Si no quiere ganarse un golpe o que me lo lleve también a usted preso, más le vale soltarme.

―No lo haré. Usted no puede venir de buenas a primeras a arruinar mi familia. ―El mayor apretó más su agarre en el brazo de la chica, haciendo que esta reaccionara, tomando con su mano libre la mano que la estaba lastimando, zafándose del agarre y moviéndose para hacerle una llave al mayor, llevando su brazo a la espalda y haciendo fuerza para someterlo. ―Se lo advertí, señor. Si pensó que era una chica indefensa, estaba equivocado. No entré a la policía por bonita ―decía, ejerciendo un poco más de fuerza―. Y no me culpe a mí de lo que a su familia le pase. Conozco cosas bastante fuertes que he mantenido en secreto precisamente para no arruinar a su familia.

―¿Qué demonios puede saber de nosotros que pueda arruinar mi familia? Y Bloomgate, ¿de dónde sacaste a esta salvaje?
―Yo le puedo responder eso. ―Liam se acercaba al mayor, sonriendo de una manera que lo molestó, listo para soltar algo que no le gustaría a Alan. ―Alice viene de nuestra Academia; ella tuvo que venir aquí por cuestiones personales, pero hemos venido para llevarla con nosotros.

―... ―Alice se tensó al escuchar aquello. ¿Acaso sería verdad? Al salir un poco de la sorpresa, volteó al pasillo, viendo a la señora Donfort ahí, sorprendida y preocupada por lo que estaba viendo. ―No le conviene que hable, señor... lo voy a soltar, pero si me vuelve a agredir, me lo llevaré detenido por agresión.

―¡Ha! Lo que pasa es que no quiere hablar porque sabe que lo que dijo es mentira. ―El hombre se acomodaba la ropa y se sobaba el hombro lastimado mientras miraba a la joven con enojo.

―¿Alice, estás bien? ―Alan se acercaba a la chica, preocupado de que se hubiera lastimado.

―Solo me duele un poco el brazo.

―Señorita Crawford, ¿qué está pasando aquí?

―Lamento hacerle pasar un mal rato en la situación en la que se encuentra, pero vinimos a detener a su hija Lily ―Alice pidió la carpeta que traía Alan y se acercó a la señora para entregársela―. Aquí está la orden.

―Entiendo lo de Lily, pero, ¿por qué estaba sometiendo a mi esposo?

―El señor agredió a mi compañera; ella se estaba defendiendo. ―Alan tomó el brazo de Alice, mostrando las marcas rojas que Nathan le había ocasionado, queriendo mantenerse tranquilo a pesar de la ira que sentía.

―Oh, cielos... lo lamento.

―Tranquila, señora.

―Señorita, la escuché decir algo sobre secretos de mi familia, ¿por qué no los dice?

―No puedo... no es el momento ni el lugar.

―Ja, ja, ja, solo quiere hacer tiempo para inventarse algo. ―Estaba molesto, no podía creer que una chiquilla nueva en el lugar le estuviera diciendo que conocía sus secretos.

―Pues yo ya me cansé de esto, total ―caminando hacia la mujer, Wilson se alzaba de hombros, decidido a terminar con todo ese asunto―, ya ha de estar rondando la información en la red...

―Agente Wilson, no debería...

―Estoy harto de que insistan en tratar a Alice como la mala de la historia cuando en la familia Donfort a la única que no le conozco algo malo es a la señora. ―Liam volteó a ver a Alan con molestia; hablaba con ademanes exagerados y dramáticos, tratando de canalizar el enojo que sentía, ya que si no, terminaría haciendo algo indebido.

Liam...

―¿Sabían que la señorita Hannah es la culpable de una muerte? ―Volteando a ver a los Donfort, Liam soltó la pregunta con saña, sonriendo al notar cómo la mujer se tapaba la boca, señal de que lo sabía y temía que lo descubrieran―. ¿También sabía que su señor tuvo una relación con otra mujer, con la que tuvo un hijo del que se desentendió? ―Alice se volvió a estremecer cuando escuchó aquello. ¿Desde cuándo Liam sabía eso? ¿Y por qué no se lo había comentado?

―¿Nathan? ―Eso no lo sabía; la había tomado por sorpresa y volteó a ver a su esposo con dolor y enojo.

―Liam, ¿no estás siendo demasiado rudo? ―Preocupada, se acercó a él; no quería que siguiera hablando, no ahí donde otras personas podían escuchar su conversación.

―¿Y tú no te estás pasando de bondadosa? ―Volteó hacia ella y le apuntó con su dedo, tocando su pecho, haciendo entender que ahora se refería a ella―. Este hombre y su hija te desprecian, ¿y tú quieres defenderlos?

―No lo hago por ellos, lo hago por Hannah, por su madre y por él...

―Nathan, ¿de qué están hablando la señorita Crawford y ese agente?

―No tengo idea, no puedes creerles; ni siquiera nos conocemos... ―El nerviosismo que mostraba Nathan Donfort era evidente y estaba divirtiendo a Liam. Ver cómo escurría el sudor por su frente, cómo sus manos temblaban ligeramente y cómo parecía tener dificultad para hablar lo delataban, aún cuando él insistía en asegurar que no sabía nada.

―No, pero Alice conoce a su hijo; de hecho, sus hijas también lo "conocen". ―Alan se acercó a Alice, poniendo una mano en su hombro, dándole apoyo, ya que veía que el hecho de que Liam supiera todo eso la estaba poniendo bastante mal. ―De hecho, ese chico es el causante de que Liliana comenzara a odiar a Alice.

―¿De qué estás hablando, Liam? Oh, sabes qué, olvídalo...

―¿Ustedes sabían lo de...?

―Sí, Hannah me lo contó todo, y ellos también lo descubrieron. ―dice señalando a los dos hombres junto a ella.

―¿Y por qué...?

―Alice no quería que la chica, estando vulnerable por su condición médica, fuera a presión; lo estuvimos discutiendo desde que lo descubrimos.

―¿Y por qué no hacer lo mismo con mi otra hija? ¿Por qué no se hacen de la vista gorda y la dejan libre? Es más, ¿cuánto quieren para dejarla libre?

―¿Sobornando a la policía y al FBI? Dios, ¿cómo puede seguir sumando más delitos a la familia?

―¡Basta, Nathan! Estoy cansada de todo esto, de ocultar cosas, de permitirle a nuestras hijas salirse con la suya...

―Nuestras hijas se merecen lo mejor; no puedes culparme...

―¡Basta! ―gritó la mujer― ¡Hannah mató a la chica Hanson! Y si nosotros no la hubiéramos "protegido", ella no tuviera todos estos trastornos. Si hubiéramos hecho responsable a Hannah por la muerte de Jennifer, no estaríamos en estos problemas. Pero, ¿qué se puede esperar de alguien que ha ocultado un hijo?

Cuando la mujer terminó de hablar, se escuchó que algo se golpeaba, llamando la atención de todos, quienes al voltear vieron a un joven que había dejado caer una pequeña maleta, un joven de cabellos oscuros y piel blanca que llevaba puestos unos lentes de pasta que no ocultaban la intensa mirada azul que transmitía una amalgama de emociones. Las palabras de aquella mujer lo habían golpeado de tal manera que no supo cómo reaccionar.

―¿Tú? ―Alice, al verlo, lo reconoció como el chico que en aquella ocasión en el Aurora la había ayudado, sosteniéndola para no caer.

―¿Jake? ―Liam se acercó al recién llegado, poniendo una mano en su hombro para sacarlo de su trance. El joven solo asintió sin dejar de ver a la pareja Donfort. ―Lamento que hayas presenciado todo esto, parece que no estabas enterado de nada... ven, vamos afuera.

Alan y Alice se quedaron sin palabras cuando Liam llamó al joven por ese nombre y, más aún, al ver cómo tomaba la maleta que había dejado caer y se la llevaba fuera del lugar, mientras la pareja Donfort seguía discutiendo.

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