✉LA CONFIANZA QUE AUN NO SE PRESTA

Narrador omnisciente:

A la mañana siguiente a muy temprana hora ambos estaban abandonado el hotel, el vehículo que estaba construyendo Donni ya estaba casi listo, por lo que deberían llegar cuanto antes para revisarlo, sería una gran sorpresa para Leo.
Apenas llegaron al departamento de investigación y trabajo de campo, Mikey les recibió muy feliz.

— ¡Yo volví ayer!. — dijo muy enérgico —¿cómo les fue, encontraron a Karai? 

— Iré a dar el informe de la misión, con permiso. — dijo Leonardo pasando aun lado del rubio

Mikey le miró extraño pero después su rostro se volvió serio, algo muy raro en el ojiazul, pues siempre era un joven muy alegre con un rostro gentil.

— Ya se que no me incumbe. — dijo sentándose en los sillones de la sala de reunión y subiendo los pies a la mesa de centro — pero podría tratar de no hablarme así, ya no somos niños. Ahora somos compañeros de trabajo, yo he cambiado.

— Leo tuvo una mala noche, seguro ya lo sabrás. — dijo la castaña sentándose a su lado — no encontramos a Karai, la misión siempre nos hace fallar.

En la sala solo se encontraban ellos dos, pero poco después llegó Abril, ella al menos por lo que dijo le había ido perfecto en su misión y que al igual que ellos había llegado para ir a ver el vehículo nuevo de Donni.
Tenían mucho que hablar, y mas que rápido fue a ver al castaño al taller.

— ¿Donni?. — preguntó la pelinaranja entrando al taller, encontrando un desorden

Donni ya estaba terminando algunos cálculos, por lo que dejó aun lado la libreta y miro con una sonrisa a la chica que tenía enfrente.

— ¿Cuándo llegaste?. — preguntó recibiéndola con un fuerte abrazo

— Hace un momento. — respondió — también _________ y Leonardo ya han llegado, al parecer no han encontrado a Karai.

— Para mi es suficiente con que los vuelva a ver a todos después de las misiones. — dijo sentándose en uno de los bancos de la mesa de trabajo

— ¿Se han sentido bien?. — preguntó — has echo las dosis casi sin descanso, no tienes porque esforzarte demás, sabes que yo siempre te quise porque lo que eres.

Donni le miro con seriedad, pero también confiaba en las sinceras palabras de abril.
Abril desde un principio los aceptó, eran grandes personas y gracias a ellos al menos pudo volver a ver su padre y saber un poco mas sobre su madre, por desgracia aun el Krang estaba tras ella, claro que en la cede estaba segura y eso tranquilizaba un poco mas al castaño quien hablo:

— Pero, de este modo somos mas cercanos. — dijo — ya lo habíamos hablado, abril, llevamos ya algunos años así y no hay gente que no nos acepte.

— Solo digo que esta bien estar así, pero también debes descansar mas. — hablo con voz amable quitándole los lentes de la cabeza — piensa también en ti, las cosas no son para siempre.

— Tratare de que al menos esto dure muchos años mas. — aseguró

Abril miro como volvía a los suyo, ella era inteligente y sabía que todos sus enemigos buscaban principalmente su cabeza, ya que por Donni es que los cuatro pueden ser humanos, si por alguna razón el desapareciera volverían a las alcantarillas de inmediato, cosa que el no permitiría.

— ¿Cuándo piensan contarle a ella, lo que son en realidad?. — preguntó de brazos cruzados con preocupación — alguien mas, tarde o temprano se lo dirá.

— No lo se, tal vez Leo se lo cuente después. — dijo — son muy cercanos.

— Cercanos .... Dices.

Mientras Leonardo le daba el informé al jefe este se mostró también ya cansado con el caso, Karai era incluso mas difícil que dar que con destructor, guardó los archivos en un folder marrón y los archivo en el anaquel de casos sin resolver.
Leo se mostraba con ese rostro serio de siempre, cosa que tranquilizó al mayor de ese lugar.

— Me gustaría que la acompañarás en la próxima misión. — dijo el — pero te necesitó en otra, iras con abril y Donni esta vez.

— ¿Y ella, con quien ira?. — preguntó

— Con Rafa y Mikey, pero no sera hasta la próxima semana, quiero que descansen por lo que ya mande a los del departamento C por ellos.

— Esta bien....

— Se que te preocupas por ella, se lo que sígnica para ti. — dijo llevándose la taza de café a la boca — su antiguo compañero de clase, Ian también anda tras ella.

— Sabrá que no puedo dejarla sola por ahí, el podría matarla y eso es lo último que quiero escuchar.

— Lo se, pero también deberás confiar en ella y en sus habilidades, Rafa ya lo a echo, solo faltas tu.

Mientras tanto en el distrito rojo ♣

Raziel, era llamado entre los susurros de algunos miembros del clan del pie, uno de los mas grandes enemigos de destructor, pero jamas se metieron entre ellos, la línea entre sus territorios había sido trazada hace años, poco después de que destructor adoptó a Karai.
Raziel era un hombre joven alto y delgado, de tez pálida, cabello largo blanco y pequeños ojos amarillos. Muchos decían que también el había sido sometido al mutagéno, por su rareza de parecer un vampiro, pero solo eran rumores.

— Soy consciente, de que ellos me van a buscar muy pronto. — dijo el peliblanco con una sonrisa burlona — soy el siguiente en la lista negra, mi cabeza no rodara antes que la tuya destructor, pero me importa un carajo.

— Esperemos y si sea así. — respondió el líder del clan — ¿piensas matarlos?.

— Se que tu odio hacia ellos es mayor, realmente no tengo nada en contra de esos fenómenos. Pero si ellos vienen hacia mi, los asesinare, lastima pero así son las cosas.

— Dos de mis subordinados quieren la cabeza de uno de ellos. — dijo con seriedad — creen que matándolo a el, todo se destruirá.

— ¿Y quien es, si se puede saber?.

— Quieren el listo lila entre sus manos. — respondió — ya sabrás de los cuatro quien es, solo que aun no quieren hacerlo, ya lo harán después.

— Hablamos de Donatello. — sonrió tomando un cigarro entre sus dedos — físicamente es el mas débil de los cuatro, pero es un joven en extremo brillante.

— De nada le servirá. — sentenció — Karai ya vendrá esta noche, también tiene un asunto pendiente con Leonardo, el líder de ellos. 

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