Vl "¿Vampiros?"

Nicaveth

La directora me había pedido el favor de ir al hospital del pueblo para llevarle unos recados a su hijo. La señora Vlad tenía dos hijos y ambos eran médicos profesionales. El mayor se llamaba Alan y tenía casi treinta años. Vivía en un país Latinoamericano cuyo nombre no recuerdo, estaba casado y tenía tres hijos pequeños. El menor tenía veinticinco y recién se había graduado de la carrera. Trabajaba en el hospital del pueblo y de vez en cuando su madre le mandaba comida y ropa.

A pesar de ser mucho mayor que yo, el chico había sido mi mejor amigo todo el tiempo que estuvo viviendo en esta institución. Se llamaba Óscar pero por molestarlo, yo prefería decirle Oca. Él en cambió, siempre había sido muy cariñoso conmigo llamándome Betty, aunque al inicio se me hacía incómodo porque eso no tenía nada que ver con mi nombre.

La directora me había pedido este favor específicamente a mi porque Óscar había pedido verme. Desde que se había ido a estudiar en la universidad, más nunca habíamos estado en contacto y según la señora Vlad, me extrañaba.

Cómo era muy pesado lo que le quería llevar, la directora me había prestado su auto para llevarlo y de paso me había ofrecido la ayuda de un estudiante masculino que yo no había rechazado. Pero lo que no entiendo es, ¿¡Por qué demonios tuvo que ser él!?

- Puede estar segura de que lo deja en buenas manos-. Afirmó Ezra con una voz tan amable, que no parecía ser él quien conversaba tranquilamente con la directora.

- Debes cuidar también el auto, no queremos que hayan accidentes-. Habló la directora.

- No los habrá. Mantendré el paquete, el auto y a Nica tan seguros como pueda-. Volvió a confirmar el chico- Apenas llevemos el paquete, regresaremos de inmediato.

-Confío en ti-. Una sonrisa por parte de los dos fue el final de esa incómoda conversación.

El viaje en el auto fue aún más incómoda, pues ninguno de los dos hablaba. La música de la radio era la única armonía presente.

Me sentía muy incómoda al tenerlo a él junto a mí. Pero además de eso, estaba preocupada pensando en Victoria. Ayer había llegado al dormitorio más pensativa de lo normal- aunque no nos conociéramos tan bien, sabía que ella no solía ser así-, por lo que supuse que algo raro le había pasado.

-¿Sabes? Hayden y Victoria ayer tuvieron un encuentro inesperado-. Dijo Ezra de repente.

-No lo hagas-. Me quejé y el rio.

-¿Hacer que?- preguntó haciéndose el tonto.

- Sabes a lo que me refiero-. Le respondí- Y en cuanto a Victoria-, lo miré de reojo- no te metas con ella. No quiero que esté cerca de ti ni de ninguno de ustedes. Son una muy mala influencia.

- Creo que estás siendo muy injusta Nica-, dijo después de unos segundos en silencio- después de todo la que pidió unirse a nosotros fuiste tú.

- Eso fue antes de saber a qué se dedicaban realmente-. Respondí y luego susurré para mí misma- No puedo creer que sean tan cínicos-.Ezra no dijo nada más y solo guardó silencio pero se notaba algo molesto.

Al llegar al hospital nos bajamos del auto y sacamos la bolsa en la que venían algunas mudas de ropas, zapatos y comida. También bajamos unas cajas con herramientas que la directora había donado y con ayuda de unos enfermeros lo llevamos adentro.

-¡Betty!- Óscar llegó hacia mí y me estrechó en sus brazos. Yo le devolví el saludo y luego me separé de él.

- Cuanto tiempo-. Dije- Al parecer si pudiste crecer.

- Te dije que solo necesitaba alejarme de los Minions-. Bromeó acerca de mi estatura y yo fruncí los labios fingiendo estar molesta. Óscar miró a Ezra y luego a mí-¿Él es...?- alargó la pregunta esperando a que yo entendiera la indirecta y le respondiera.

-¡Oh! No. Él es solo un compañero de clases-. Aclaré- La directora Vlad le pidió de favor que me acompañara y él aceptó.

- Ya veo-. Dijo mirando al chico. Luego se acercó a él y le tendió una mano- Un gusto. Óscar Vlad-. Se presentó.

- Ezra Black-. Se presentó él estrechando su mano con la de Óscar.

-¿Dónde dejamos las cosas?- pregunté interrumpiendo su momento de hermandad masculina. Óscar me respondió y yo le entregué la mochila con las cosas que les había enviado su madre.

Luego de eso estuvimos un rato hablando, hasta que le llamaron para decirle que la hora de descanso había concluido y que debía volver al trabajo.

- Cuídense mucho chicos. La calle está últimamente más peligrosa que de costumbre-. Se despidió el chico entrando al hospital.

El día comenzaba a convertirse en noche y el Sol se empezaba a ocultar detrás de las montañas. Ezra manejó hacia una gasolinera ya que queríamos llenar el tanque como un favor a la directora.

El chico me pidió de favor que me quedara vigilando que se llenara mientas él iba a comprar algunas cosas dentro de la tienda. Yo acepté y me quedé recostada en el auto hasta que llegara.

No pasó mucho tiempo hasta que de repente un frío helado congeló mis brazos tapados por una pobre capa fina de tela que formaba mi blusa. Aquí era normal este tiempo. Un día hacía calor y de repente comenzaban las lluvias. No nevaba porque sería una catástrofe natural y podría crear caos en la sociedad- nótese el sarcasmo-.

Ezra regresó con unas herramientas de mecánica y entonces fui yo la que lo dejé solo para ir al baño de chicas.

Al entrar, me paré frente al espejo y comencé a arreglar mi cabello que se había desorganizado por el viento. De repente, alguien tocó puerta y yo rodé los ojos pensando en que sería Ezra. Ese chico tenía cero paciencia.

- Aún no estoy lista-. Dije sacando un pinta labios de mi cartera y retocando mis labios. Puede que no estuviera interesada en ningún chico, pero no por eso iba a dejar de cuidar mi físico.

Volvieron a tocar la puerta y ya cansada fui hacia ella para encararlo, pero al abrir no había nadie. Salí del baño y miré hacia los lados, tratando de encontrar al bromista que me había jugado una tan mala broma, pero al no ver nada volví a entrar y comencé a recoger las cosas.

- Que insoportable-. Me quejé en voz alta- ¿Cómo puede un hombre ser tan infantil a pesar de estar a punto de volverse mayor de edad? ¿Qué clase de tipo hace eso? Si quiere llamar la atención de alguien es mejor que...

Unos golpes dentro de uno de los váter me hizo pegar un brinco que me dejó sin habla. No había notado que alguien más estaba conmigo dentro del baño y yo ajena a ello quejándome cómo una niña de cinco años.

Nadie salió del baño y yo intenté mira por debajo para ver si veía algo, pero ni siquiera las piernas se le notaban.

- ¿Hola?- pregunté confundida- ¿Hay alguien ahí?- me acerqué a la puerta que me separaba de la otra persona y toqué dos veces-¿Estás bien?- pero nadie me respondió, por lo que decidí girarme hacia el espejo y tomar la cartera- Estoy loc...

Me tragué las palabras al notar la presencia de alguien detrás de mí. No estaba dentro del váter y tampoco era una chica. Su cabello tenía un tono verde e iba corrido hacia atrás, sujeto por una cinta. Sus rasgos asiáticos lo hacían verse más joven de lo que seguramente era. Tenía ojos negros y rasgados, nariz pequeña, labios finos y una piel extremadamente blanca. Vestía de negro y sonreía mientras me miraba agachado sobre una de las puertas de los váter.

Intenté gritar pero unos brazos me atraparon y taparon la boca. Quise safarme, pero el sujeto era demasiado fuerte y me complicaba la acción.

- Si gritas te rompo el cuello-. Amenazó y yo me tensé.

- Vamos Fleyn-. Habló el chico desde encima del váter- Ella no dirá nada, ¿Verdad florecita?- yo asentí como pude y el tipo que me estaba sujetando me soltó- Déjanos solos-, pidió el del pelo verde- ella no hará nada loco. Si es así, tú querido amigo acabará peor que Voldemort-. Dijo y rió, mientras yo solo hice una mueca por su mal chiste.

Justo cuando el tal Fleyn iba a salir, me giré hacia él solo para notar una espalda súper ancha y un cabello plateado. ¿De dónde eran estos sujetos y que clase de gustos eran esos?

- Bien, florecita-. Me sobresalté al oír tan cerca la voz del peliverde- No debes saber por qué estoy aquí, pero eso realmente no importa-. Explicó- Aunque, debes estarte preguntando y se que debes tener muchas dudas sobre porque no te hemos hecho nada y verás... Ninguno de nosotros es capaz de hacerte algo ya que formas parte del plan. Si te niegas a venir con nosotros, algo muy malo podría pasarte. Así que, no te hagas la dura, ¿Okay?

-¿Quién eres?- pregunté mientras me alejaba del chico y este se acercaba a mi, alejándome cuidadosamente de la puerta.

- Soy algo que no podrías entender-. Intentó explicar- Pero con el paso del tiempo lo harás, o morirás en el intento. Ya hemos tenido muchas de ese tipo y la verdad es una lástima-, dijo y se relamió los labios- estaban deliciosas.

- No deberías estar dentro del baño de chicas-. Hablé con total calma, escondiendo el asco que sentía por sus palabras.

- No es como si fuera a hacerte algo-, dijo él- a menos que quieras. ¿Sabes? Soy muy placentero cuando me lo propongo.

Sus palabras me causaron repudio a tal punto que no quería que se acercara a mí. No sabía a qué se dedicaban, pero no era nada bueno y no iba a permitir que me llevaran. Así que calculé mis posibilidades de escapar y cuando lo tenía todo planeado me lancé sobre él.

Con una mano tomé mi cartera y saqué de ella el spray anti-imbécil que había preparado por si las moscas. Rocié un poco en sus ojos y este se echó con una fuerza inigualable hacia atrás, chocando estruendosamente contra una de las puertas del baño.

Yo abrí la puerta de salida, pero cuando quise salir, unas manos me agarraron por los hombros y lanzaron hacia el piso. Era el tal Fleyn, me había olvidado de él por completo pero eso no me iba a matar el plan. Quise repetir la acción con él, pero fue más rápido y me arrebató el spray inmovilizando mis manos dolorosamente.

Me quejé, pero no pude hacer absolutamente más nada que mirar al tipo.

-¿¡Quién demonios eres!?- pregunté en un gritó furiosa, pero al ver sus ojos rojos y esos colmillos en sus labios me congelé-¿Qué demonios eres?- volví a preguntar, esta vez en un hilo de voz por el susto.

- Aléjate de ella-. Una voz detrás del tal Fleyn y el sonido del seguro de un arma siendo quitada fue todo lo que se escuchó antes del silencio total.

Detrás de mí, se encontraba Ezra apuntando con una pistola a la cabeza de Fleyn. El peliverde a mi lado, se levantó con cuidado y sonrió en dirección a Ezra.

-¡ Ezra! Amigo mío-. Lo saludó amigable- Cuanto tiempo sin vernos.

- Dile a tu compañero que la suelte ahora mismo-, Demandó el castaño- o le vuelo la cabeza.

-¿A Fleyn?- preguntó el asiático-¿No te bastó con matar a Reimond?

- No estoy para tus juegos.

-¡Vaya! Que aburrido eres-. Dijo el chico- Yo solo quiero llevarme a esta chica. Es parte del plan...

- Ella no es parte del plan-. Le interrumpió Ezra.

-¿Qué?- preguntó el peliverde confundido- Pero, él dijo que...

- No me importa lo que te haya dicho. A Nica la sueltas ahora mismo-. El asiático se lo pensó un momento, pero luego le pidió a su compañero que me soltara.

Este lo hizo y yo no tardé más de un minuto en llegar donde Ezra y esconderme detrás.

- Sabes que se molestará mucho-. Dijo el peliverde- Últimamente la sociedad vampírica está siendo ignorada por los demás clanes.

- Eso no es culpa nuestra-. Respondió Ezra- Los vampiros fueron los primeros en romper muchas de las reglas, y no solo del mundo sobrenatural, sino también del universo. Así que te recomiendo que te vayas pronto Seok, antes de que me arrepienta de dejarte partir así sin más luego del crimen que cometiste.

- Solo sigo órdenes Ezra, no me tomes rencor-. Pidió el tal Seok- Nos vemos-. Se despidió cortésmente haciendo una reverencia y desapareciendo como una piedra dentro de un río.

Al quedarnos solos, Ezra se giró hacia mi y me inspeccionó como una madre al ver a su hija llegar llena de moretones. Yo, por otra parte, no podía dejar de replantearme la conversación anterior. ¿Habían dicho vampiros? Al parecer Ezra ocultaba más de lo que yo pensaba. Esto era demasiado, pero ahora mismo solo quería llegar a casa, darme una ducha y meterme bajo las sábanas.

-¿Estás bien?- me preguntó el chico preocupado.

-Sí-, le respondí- vámonos.

-¿No me vas a preguntar nada?

- Hoy no-. Y dicho esto, tomé mi cartera y salí en dirección al auto.

Victoria

La familia Flame había sido muy unida a la mía desde que tenía uso de razón. Desde pequeños solíamos jugar todos juntos: Hayden, Jaden, mi hermana Vida y yo. Aunque Hayden siempre había sido algo asocial y casi no nos prestaba atención.

Él prefería siempre estar en su mundo, torturando algún insecto o lanzándole piedras a los nidos de aves. En ese entonces me parecía algo horrible y un total abuso, por lo que vivíamos discutiendo y todo acababa muy mal para los dos ya que nos obligaban a estar encerrados en un cuarto hasta que nos reconciliáramos.

Algunos años después, la familia Flame se mudó de país y nosotros también. Dejando todo atrás y separándonos por completo. Más nunca había sabido algo de ellos y más nunca esperé volverlos a ver, hasta el día de hoy.

Luego de encontrarme con Hayden, había llamado a papá para averiguar y efectivamente, Hayden Flame estudia aquí desde que era niño y sus padres habían optado por internarlo en el lugar.

Ahora mismo me encontraba en mi habitación, preparándome para el día de mañana. Nica había llegado y se encontraba algo perturbada, pero no me había dicho ni una palabra. Simplemente se había metido en el baño y no había salido hasta el momento.

Al acabar de organizarlo todo, tomé un abrigo y salí de la habitación avisándole a Nica de que iba a caminar por los alrededores. Esta no me respondió y yo no me quedé a esperar una respuesta.

Al bajar al primer piso, salí de los dormitorios y caminé por una de las aceras del lugar. En el parque habían algunas chicas hablando entre sí y en las canchas de baloncesto se encontraban algunos chicos de ambos dormitorios- los élites y los normales- jugando unos contra otros. Yo pasé de ellos y fui hacia unas bancas que quedaban frente al lago. En el mismo me senté y cerré los ojos momentáneamente. Dejé que el sonido de la noche entrara por mis oídos y me llenara de calma. Vida me había enseñado a hacer esto cada que me sintiera estresada por algo y la verdad era que si funcionaba. Podía haberme quedado así por siempre, pero alguien se acercó a mí sin que yo me diera cuenta y sin previo aviso habló.

- Que linda noche-. Pegué un grito y salté del asiento cayendo sobre el pasto.

Miré molesta hacia el chico que se encontraba sentado para notar esos ojos que tanto me habían llamado la atención. Anthon estaba sentado junto a mí y parecía algo divertido por mi acción, así que decidí levantarme del suelo y sentarme dónde anteriormente había estado.

-¿Qué haces aquí?- le pregunté tratando de no sonar molesta.

- Vine a tomar un poco de aire, ¿Y tú?

- Vine a disociar un poco, pero parece imposible-. Confesé.

- Perdón-. Se disculpó de repente- Pensé que querías respuestas a tus preguntas, pero si tantas ansias tienes de estar un tiempo a solas, te dejo-. Dijo y se levantó dispuesto a marcharse, pero yo lo detuve.

-¡Espera!- lo llamé y el detuvo su andar-¿Respuestas a qué?

- A lo que sea que no para de rondar por tu cabeza-. Respondió y se giró por completo hacia mí.

-¿De verdad responderás?- le pregunté y él se lo pareció pensar.

- Con una condición-. Dijo y yo fruncí el ceño. Sabía que esto no sería tan simple- ¡No me mires así! Yo también tengo dudas-. Añadió y yo rodé los ojos.

- Está bien-. Le respondí- Hagamos eso.

- Sabía que eras inteligente-. Confesó.

No me agradaba mucho la idea de tener que responderle preguntas a un posible asesino, pero si era la única forma de saciar mis dudas, supongo que no me quedaba de otra. Después de todo era yo la interesada en saber sobre lo que había ocurrido la noche anterior y sobre todo lo que ocurría dentro de esta escuela. Si Anthon era él único que podía responder a mis dudas, tenía que hacer lo que él me pidiera. Supongo que era la única opción.







BUENOS DÍAS, TARDES Y NOCHES!!

¿Cómo están? ¿Ya acabaron la escuela? Porque yo sí 😝... Aunque faltan las pruebas de ingreso para la Uni 😖

Espero que hayan disfrutado el capítulo y la primera aparición de vampiros.

Si son lectores de La Sed de los Vampiros, les recomiendo que se queden en esta historia, pues aparecerá un personaje que nadie se esperaría.

Si tienen idea de quién es, no duden en mencionarlo en los comentarios. Si aciertas te menciono en un capítulo random 😉, obvio que sin decirte si fuiste tú jajaja

Bueno, nos leemos 👍

Gracias por no dejar la historia<3

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