lll: "El ala E"

Victoria

El "tour oficial" acabó en la salida de la escuela, justo donde quedaba un gran río adornado por puentes hechos de pierda y algunos de madera. A lo lejos se podía divisar una cascada adornada por enredaderas que caían desde los árboles en la parte superior. La vista era mágica.

—¿ Qué te pareció?— me preguntó Nica y yo asentí varias veces.

— Es hermoso—. Respondí— Me gusta mucho esta escuela. Pienso que fue la mejor decisión que tomé en toda mi vida.

La rubia asintió de acuerdo conmigo y ambas quedamos en silencio, observamos el hermoso horizonte con sus pinos, arbustos y ríos adornando las bancas que se habían acomodado organizadas para formar un parque natural.

— Hola Nica—. Habló una voz detrás de nosotras y ambas nos sobresaltamos antes de girarnos hacia la voz que, por lo menos para mí era desconocida.

—  Xavier—. Fue la respuesta de la chica—¿Qué haces por aquí?

— Aquí estudio—. Respondió encogiéndose de hombros— Solo daba una vuelta, ¿Y ustedes?— preguntó y Nica rodó los ojos.

— Le estaba mostrando la escuela—. Fue su respuesta.

— Entiendo—. Respondió el pelinegro de ojos azules— Me llamo Xavier—, se presentó extendiendo su mano hacia mi— cualquier duda que tengas puedes contar conmigo. Entiendo que esta escuela sea más grande que la anterior y puedas perderte...

— La escuela si es más grande que la anterior—, le interrumpí — pero es casi del mismo tamaño que mi casa, así que no debes preocuparte por si me pierdo—. Concluí tomando su mano y estrechándola— Victoria, un placer—. Me presenté y el sonrió divertido.

— Igualmente cualquier cosa que necesites, puedes contar conmigo—. Insistió.

— Lo tendré en cuenta—. Respondí y luego solté su mano.

— Bueno, nos vemos—. Se despidió de nosotras— Espero verlas en la fiesta—. Concluyó y se marchó de vuelta a, supongo su dormitorio.

— Siempre con lo mismo—. Dijo Nica cuando el chico estuvo lo suficiente lejos de nosotras.

—¿A qué te refieres?— pregunté dudosa.

— Se comportan como todos unos caballeros, pero al final solamente son patanes—. Su respuesta me dejó más intrigada— No importa los que digan o hagan—, añadió posándose frente a mí— no confíes en ellos.

Y dicho todo comenzó a caminar hacia los dormitorios. Yo la seguí detrás, mientras con la mirada me despedía del hermoso valle.

[•••]

A la hora de almuerzo, Nica y yo nos dirigimos hacia el comedor que se encontraba lleno. Al parecer ya habían llegado los demás estudiantes, o su mayoría por lo que nos tocaba esperar a que se vaciara. La directora había cumplido su palabra y los horarios se habían ajustado. Ya no era una hora de almuerzo, ahora eran dos de manera que a todos nos diera tiempo ingerir correctamente el alimento y de paso reposar media hora más.

— Hola chicas—. Nos saludó Valeria llegando hacia nosotras— ¿También les tocó esperar?

— Aquí estamos—. Respondí a su incógnita, aunque la respuesta era algo obvia.

— África y yo decidimos ir al pueblo por la mañana y trajimos algo de comida—. Mencionó— Tal vez, si quieren podríamos compartirlo con ustedes y así no tendrían que esperar tanto tiempo—. Tanto Nica como yo miramos a los estudiantes que se algomeraban en la entrada del comedor esperando su turno.

— Eso deberías decidirlo tú—, respondió Nica— después de todo ustedes fueron las que hicieron la compra.

— Por eso no te preocupes—. Le restó importancia—¿Vamos?— preguntó y mi amiga y yo nos miramos antes de tomar la decisión que más nos convenía.

El camino a los dormitorios Élite no fue tan larga. Al entrar al salón principal nos encontramos con varios muebles y sillones entre colores claros y oscuros. El piso estaba tapizado con mármol y varias figuras ovaladas y circulares le adornaban. Una mesa de madera tenía un florero en el que descansaban en agua un ramo de rosas. Frente a todo eso había una puerta de cristal que daba a otro corredor y a cada lado una escalera de mármol blanco con la baranda en tonos oscuros. El techo cristalizado dejaba que la luz entrara iluminando toda la estancia y algunas lámparas colgaban por las esquinas, para iluminar de noche. Valeria nos guió por una de las escaleras hasta el segundo piso. Ahí nos adentramos en otro pasillo con las paredes blancas adornadas por pequeños faroles en forma de flor y un espejo cada dos faroles. El piso estaba adornado por una alfombra negra, que combinaba a la perfección con el suelo de mármol, haciéndola verse más elegante.

Al llegar a una puerta de madera oscura, Valeria tomó el picaporte de la misma y la abrió dejando a la vista su habitación. Ya aquí adentro todo parecía más juvenil.

El piso era blanco y cerca de las camas habían alfombras rosadas. Eran dos camas las que habían en esa habitación. Cada una llevaba dos almohadas grandes más una pequeña. Las sábanas blancas y una colcha rosada la tapaba. Sobre el espaldar de cada cama descansaban cortinas de color magenta y frente a las mismas un asiento elegante color rosa vieja. Las ventanas eran adornadas por cortinas rosas y en el medio de ellas dos, pegada a la pared había un aparador cubierto de maquillaje y perfumes. Del techo colgaba una lámpara elegante, justo en el centro de un círculo blanco que hacía ver a la habitación más iluminada, más una mesita de noche en la que descansaba una pequeña lamparilla.

— Bienvenidas a mí humilde posada—. Dijo Valeria dramáticamente— Espero que sea de su agrado.

— Es hermosa—. Respondí amablemente y la chica sonrió.

— África debe haber salido a algún sitio, pero no creo que tarde en venir—. Siguió hablando mientras se acercaba a la cama y tomaba una de las bolsas en las que supongo venía la comida—¿Les gusta el kimchi?— preguntó y yo fruncí el ceño sin que ella me viera— ¿O prefieren vegetales ?

— Vegetales—. Respondimos Nica y yo al mismo tiempo. Valeria rió.

— Llegué—. Dijo África entrando a la habitación— ¡Oh!— exclamó al vernos— Hola chicas, ¿Quieren kimchi?

— Las chicas son más de vegetales—. Respondió Valeria por nosotras, mientras sacaba un envase con zanahorias.

— Bueno—, se encogió de hombros— ustedes se lo pierden.

La hora de almuerzo se nos fue volando entre chistes y bromas. Valeria y África no parecían las típicas chicas creídas. De hecho eran muy humildes, a pesar de haber nacido en familias poderosas. Según me habían dicho, África había nacido en el seno de una familia que se dedicaba a la venta de productos para la piel. Su legado venía desde hace más de cuatro generaciones y ella pensaba en un futuro tomar lugar en la empresa de sus padres. Valeria, por su parte era la hija de uno de los empresarios más ricos en los Países Bajos. Había nacido en Ámsterdam, pero gracias a sus padres manejaba más de cuatro idiomas aparte del holandés: inglés, español, danés y francés.Ella también esperaba en un futuro formar parte de la empresa de su padre y ser tan buena como él. Al parecer ella lo ve como una clase de superhéroe.

Nica tampoco se había quedado atrás, pues la chica había nacido el seno de una familia que en siglos anteriores se dedicaba al comercio y hoy manejaban más de seis restaurantes, cuatro hoteles y dos joyerías en tres de las ciudades más grandes del mundo.

— ¿Qué hay de ti, Victoria?— preguntó Valeria.

— Si—, añadió Nica— ¿A qué se dedica tu familia?

— Mis padres poseen una empresa de modelaje en París llamada GlamourexV — mencioné— Aunque también posee una cadena de centros comerciales en Estados Unidos.

GlamourexV—. Pronunció África pensativa.


— Los padres de Holanda son trabajadores en esa empresa—. Explicó Valeria— Ellos trabajan para tus padres, ¿No es así?— preguntó y yo me encogí de hombros

— Puede—. Respondí— La verdad no me interesa nada de eso. Yo no pienso dedicarme a los mismo que mis padres.

—Entonces, ¿Qué vas a hacer cuando termines tus estudios?— preguntó África.

— Heredaré una parte del dinero de mis padres, así tendré por donde iniciar—. Respondí.

—¿Y qué harás con ello?— preguntó África—¿Te irás de fiesta por todo el mundo?— todas reímos ante su comentario.

— Iniciaré una empresa y poco a poco me iré expandiendo hacia otras ciudades, luego avanzaré hacia otros países y regiones—. Expliqué— Quiero crear mi propia cadena, no solo de empresas, sino también de hospitales que queden en pueblos pobres y crear un sitio que se dedique solo a la donación de ayuda humanitaria. Ayuda humanitaria de verdad, no la falsedad que venden los ricos.

— Eres muy ambiciosa—, señaló Valeria— me gusta tu forma de pensar.

— Gracias, pero no es por ambición—. Respondí— Quiero ayudar a todas esas personas que han sido ignoradas todo este tiempo.

— Espero que lo consigas—. Comentó Valeria— Tal vez nos unamos a las donaciones.

— Bueno—. Habló África— Es mejor que limpiemos todo este desorden. No queremos que llegue una visita inesperada y encuentre este lugar patas arriba.

Entre las cuatro nos dedicamos a acomodar todas las cosas y recoger los envases usados en bolsas negras. Valeria y Nica se quedaron en la habitación limpiando el suelo, mientras África y yo salimos a botar las bolas en la basura.

— Entra tú primero, yo iré a buscar más bolsas al comedor—. Avisó y yo asentí.

Entré de nuevo a los dormitorios y subí por las escaleras en dirección a las habitaciones, pero una mano me tomó desprevenida y guió hacia una habitación de conserje. Ahí en la oscuridad no pude ver más nada que la silueta del extraño que me había metido a la fuerza en ese lugar.

—¿Quién eres?— pregunté al extraño que no tardó en encender una pequeña bombilla.

La misma iluminó su rostro y lo primero que noté fueron sus ojos. Esa mirada oscura que te penetraba el alma, en el fondo se podía notar el marrón escondido en las sombras. Sus labios me llamaron la atención al notar que recién se los había remojado. Luego estaba su cabello castaño, rozando su frente casi a la altura de sus ojos y enormes pestañas que provocaban una sombra debajo de sus párpados.

— Así que tú eres la joven Cojocaru—. Mencionó mi apellido y yo me sentí expuesta.

—¿Quién eres?— le pregunté y él ladeó el rostro, como si no entendiera mi pregunta—¿Cómo sabes mi apellido?— volví a preguntar y el chico se remojó los labios, creando una escena provocadora.

— Soy un buen amigo de tu padre—. Aseguró y yo fruncí el seño.

—¿Cómo es posible?— pregunté—¿Qué edad tienes?— entiendo que puede ser un joven empresario con el que mi padre pudo haber negociado, pero él no acostumbraba a negociar con niños.

— Mi edad es lo que menos importa—. Respondió.

— Deja que yo decida eso—. Le encaré y el chico rio, pero parecía debatirse si responde o no.

— Tengo dieciocho—. Contestó al final.

— ¿De qué va tu amistad con mi padre?— pregunté más confundida que antes— Es decir. Si tienes dieciocho es imposible que mi padre haya negociado de alguna forma contigo.

— Nunca hemos negociado—. Respondió él— Nos conocemos de otra forma y debo decir que eso te incluye a ti.

—¿Cómo?— pregunté y él negó.

— Si quieres saber más tendrás que venir a la fiesta—. Concluyó.

—¿Por qué no me lo dices ahora?

— Porque eso quitaría toda la diversión—. Dicho eso salió de la habitación— Nos vemos Victoria—. Y se fue, dejándome sola y con una gran incógnita.

¿Quién era él? ¿Cómo conocía a mi padre? Y, ¿Qué tenía que ver yo con todo esto?


Anthon

Al salir de la habitación del conserje y dejar a la chica sola, me dispuse a caminar hacia la parte superior del dormitorio. Allá arriba no había más que un enorme techo donde de vez en cuando nos reuníamos para debatir y a veces solo pasar el rato.

Por el camino pensé en todo lo que había pasado últimamente: la llegada de Victoria Cojocaru, hija de uno de los hombres más ricos y ambiciosos del mundo. Me sorprendió verla aquí, pues hace unos años su padre se negó rotundamente a cumplir con su parte del trato. Pero ahora ella estaba aquí, lo que solo significaba una cosa: su deuda estaba saldada.

Debo admitir que en el momento no supe que era ella, pues pensé que sería su hermana mayor o incluso una coincidencia. "Cojocaru" no era un apellido, o al menos no siempre lo fue. En el pasado había sido uno de los clanes más poderosos del mundo. Algunos los llamaban héroes y los alababan, pero otros los llamaban cínicos, sádicos, hambrientos de poder.

Por supuesto todo llega a su final y el suyo llegó en el siglo XlX. El clan cayó y las familias se separaron, llevándose consigo solamente su apellido. En la actualidad solo quedaban tres familias de apellido Cojocaru distribuidas por todo el mundo. Una estaba en Asia y se dedicaban al comercio exterior. La segunda vivía en Suecia, hasta el momento solo manejaban una empresa de transporte público y por último estaba la familia de Victoria, residentes en España desde 1890. Si son una de las familias más ricas del mundo, es gracias a nuestra familia. Mi familia y sus antepasados crearon lazos de amistad y por ello habían juntado sus trabajos, creando una de las mejores empresas en esa época. Pero como todo humano, ellos no habían sido muy inteligentes y cuando creyeron que lo tenían todo, rompieron lazos y se quedaron con todo. O al menos eso creyeron.

Mis familia les quitó todo lo que por derecho era de nosotros, dejándoles solamente una empresa de mercancía textil. Cómo era de esperarse, el bisabuelo de Victoria llegó rogándole a mi abuelo que le diera una oportunidad y este así lo hizo, con una condición: que si tenían una hija, debía ser esposada con sus hijo. Este aceptó, pero el hombre solo tuvo hijos antes de perder a su esposa. Entonces fue nuestro momento de jugar sucio.Cambiamos las condiciones y agregamos una diferente: La hija más noble de la familia Cojocaru sería esposada con uno de los hijos de la familia Loup y yo había sido el elegido.

¿Que si era noble?

Ni siquiera conozco el significado de esa palabra, pero un trato era un trato y ahora ella me pertenecía. Por supuesto no soy un patán y se cómo tratar a una chica. Ahora solo debo tener paciencia. Se que ella vendrá a mí en algún momento. Solo tengo que esperar.





Holaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!  ✋

CÓMO QUE SE COMPLICAN LAS COSAS PARA LA CHICA, ¿No creen? 👀

Bueno, espero que hayan disfrutado el capítulo tanto como a mí me gustó escribirlo.

Si les soy sincera, esperaba acabar con La Sed de los Vampiros para iniciar con esta, pero no pude aguantarme 🙈

Llevo meses escribiendo esta historia, es por ello que actualizo tan rápido jajsksjsjskjs

¿Qué les pareció Xavier, Anthon, África, Valeria, Nica y Victoria?

¿Por qué creen que Nica le haya advertido sobre los chicos?

¿Qué creen que sepa Nica de los chicos y su "extraña" forma de ver el mundo?

¿Cómo creen que reaccionaría Victoria al enterarse de que pertenece a Anthon?

Nos vemos 👋

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