JINSU VALENTINE'S DAY
Hoy no era cualquier día normal, hoy era ese día de San Valentín, Seokjin y tampoco Yoongi tenían planeado dar sus sentimientos con chocolates, ellos ya sabían que se querían el uno al otro, ahora había que dar ese paso, pues aunque solían compartiste besos y caricias, no eran lo que se pueden decir, "novios" o pareja.
De ahí nada había cambiado, Seokjin iba a la escuela y Yoongi esperaba en casa con música a todo volumen.
Al llegar había unas cuantas caricias pero luego todo se iba a la borda cuando el sexi repartidor Jung llegaba con la comida que Seokjin ama más que a nadie y que nada.
Más normal no podía estar sinceramente.
Pero hoy era la excepción.
Yoongi había salido con sus madres, esa fue la oportunidad para Seokjin, está vez iba a cocinar algo para los dos, nada más romántico que spaghettis a la bolognesa con queso parmesano. Todo lo estaba cocinando de la manera más casera posible, pero valía la pena, siempre lo hacía, era por Yoongi.
Lastimosamente Seokjin no tuvo tiempo para más, Yoongi llegó a casa más rápido de lo que pensaba, solo tenía la comida, canceló las velas y flores que había pedido.
Ahora estaba vistiéndose, ya se había rendido así que solo tomó cualquier ropa, shorts, camisa un buzo, y las cómodas sandalias, no importaba, mucho ahora, solo sabía que tenía mucha hambre.
Bajó a la sala mirando que Yoongi buscaba que ver en la televisión, pero ¿quién quiere ver especiales de San Valentín? tan absurdo pensaron los mejores amigos.
— Yoongi-ah, ¿tienes hambre? preparé pasta, yo cocine hoy. — Seokjin llegó junto con su amigo tomando asiento a lado suyo, miró como Yoongi abría sus pequeños ojos con sorpresa, para una persona no había nada de impresión, pues no era mucha diferencia, pero Seokjin sabía que Yoongi estaba impactado, quizás solo era medio centímetro pero Yoongi si reflejaba sorpresa.
— Oh oh, ¿Seokjin estás enfermo? descuida no voy a mudarme con mis madres, solo salimos, tantito. — Yoongi ya se miraba más impactado, pensado que Seokjin pensó que lo abandonaría. — Jin en verdad yo seguiré aquí, no tienes porque hacer esto.
Seokjin rodó los ojos y golpeó a Yoongi con un cojín. — No seas así Min, hoy es día de la amistad y tú eres mi mejor amigo, cocinar para mí mejor amigo, no es para retenerte sino para mostrarte mi amor. — Ambos amigos se miraban a los ojos, con pura sinceridad, Yoongi solo asintió atónito pensado que había exagerado.
— Tienes razón, solo pensé cualquier ocurrencia, vamos a comer esa pasta.
Los mejores amigos llegaron a la cocina, Yoongi agarró un vino mientras Seokjin servía la comida.
— ¿Quieres comer en la mesa o prefieres en la sala? — Preguntó Seokjin con ambos platos en la mano, mientras Yoongi llevaba las copas.
— Por mi aquí está bien.
Seokjin dejó los platos, en la mesa frente a frente, Yoongi también dejó las copas, ambos se sentaron para disfrutar la comida.
— Ojalá fuera San Valentín todos los días. — Terminó su porción en el tenedor Yoongi halagando el buen sabor de su platillo. — Así Jin siempre iba a consentirme con buena comida, y no esa basura de comida rápida. — Yoongi volvió a degustar la pasta con una sonrisa tan sincera que Seokjin si pensará en hacer más comida.
— Me alegro que te guste, no recordaba tanto halago como ahora.
Una sonrisa apareció en los labios de Yoongi. — Oh Jin, pero date cuenta, hoy me das pasta preparada por ti, estamos tomando vino, en cambio en día anteriores, cenamos cualquier cosa que le compras a Hoseok, (y los celos Min) tomamos refresco lleno de azúcar y más porquerías, sino es esa cerveza que no sabe bien y no hace bien.
El mayor asintió, comiendo sus espaguetis. — Lo es lo es. — Volvió a asentir. — Bueno cocinaré más seguido para ti solo para ti, le diré a mi mamá que me ayude a ir a la tienda para comprar muchos ingredientes para cocinar todo tipo de comida, oh ya te imaginé con unos cachetitos rellenos, y una pansita grande y redondita.
La cara de Yoongi ahora era una mueca de puro desagrado, que dudo si soltar su tenedor.
— Perdón bromeaba, pero si voy a cocinar más para ti.
Yoongi trató de borrar ese recuerdo de su mente tomando un poco del vino, también mirar cómo Seokjin intentaba meter la máxima cantidad de pasta a su boca lo ayudaba mucho.
— Tienes un gusto por atragantarte con la comida Seokjin ya das miedo.
— Si. — Contestó sin tomarle importancia. Luego recordó que era Yoongi con quién estaba, con algo de esfuerzo tragó toda la comida que tenía en la boca. Justo ahora quería hablar o hacer algo para no tener un momento incómodo lleno de silencio.
Yoongi ya lo estaba sientiendo, bebía su vino de una manera lenta, Seokjin ahora se daba su tiempo para masticar la comida en porciones muy pequeñas.
— Verdad o reto.
— No Seokjin no, está vez no has metido droga en mi, y tampoco tu cereza barata.
— Yoongi recuerda que me estafaron y eso no era droga sino aspirinas aplastadas, y ni siquiera era de las forte. — Se quejó Seokjin acabado todo el vino que había en su copa. — Sabes papá dice que sabe o sabía de nosotros desde digamos siempre, él nos apoya.
A pesar de que no había nada realmente confirmado, ambos tenían una mínima esperanza, lo que no sabían es que uno de los dos tendría que dar ese paso tan importante, ¿Seokjin debería? él fue quien besó a Yoongi primero, él dijo que todo estaba bien entre ellos, él tiene la culpa por provocar a Yoongi. ¿Será Yoongi? él se enamoró de Seokjin, él fue quien se delató, él siempre estubo callado, él no iba a decirlo.
Pero Seokjin ya tenía planeado confesar sus sentimientos aunque falló.
Yoongi meditó sus palabras, ¿qué iba a decir? ¿que sus mamás ya sabían que Yoongi estaba enamorado de su mejor amigo, que ellas le dieron consejos? — Bueno mis mamás... ellas no tienen nada en contra de nada... nada contra eso, pues siempre me han apoyado, así como yo cuando recibía insultos sobre tener dos madres y no un papá, ventaja de tener dos mamás supongo.
— Tiene sentido...
Otra vez ese silencio penetrante.
Los mejores amigos ya habían acabado sus espaguetis, ya no podían centrarse en eso, no sabían de que hablar, no habia que hacer.
Seokjin pensó en algo y recordó ese flan napolitano que había hecho, seguramente ya estaba con la consistencia perfecta.
— Oh Yoongi-ssi ¿quieres postre?
— ¿Es casero?
— Hecho por mis propias manos, está lleno de sangre, sudor y lágrimas.
Yoongi rio asintiendo.
— ¡No estoy bromeando! — Gritó. — Mira me corté con la lata de la leche. — Mostró su dedo corazón que tenía un pequeño corte. — No le había tomado mucha importancia hasta que miré que la leche tenía algo de sangre, justo cuando ya la había vaciado, luego me di un golpe en mi dedo pequeño del pie que me hizo llorar, esa lágrimas cayeron en la azúcar, por último me estaba limpiando el sudor de la frente cuando metí el flan al fuego, así que sangre, sudor y lágrimas.
— Perfecto dame, ese flan con sangre, lágrimas y sudor, nada más casero que los fluidos de mi mejor amigo.
Jin dejó los platos en la mesa con la porción del flan cortada con todo el amor posible en un lindo corazón claro con un producto comprado en línea.
— Oh sí creo que siento el sabor de tu sangre Jin, oh es tan rico.
— Yoongi cállate o ya no querré comerlo.
— Ya ya.
El menor siguió comiendo disfrutando el delicioso sabor a vainilla, en cambio Seokjin tardó un poco más para volver a comer su postre, pero vaya estaba delicioso. Simplemente es inevitable no disfrutar el agradable sabor, y esa increíble suavidad, confirmado Seokjin es el mejor cocinero y repostero.
Todo bien hasta que está otra vez ese profundo silencio, ah Seokjin empezaba a odiar ese silencio, pero realmente era difícil para él decirle a Yoongi de una vez por todas...
— Yoongi se mi novio. — Ah-
Pero-
Yoongi sacudió la cabeza creyendo que había escuchado mal, parpadeo repetidas veces, se pellizcó, buscó alguna camara escondida en la cuarta pared, talló sus ojos y oídos pero si era real, al parecer.
Otra vez miró asentir a Seokjin.
— Yoongi esto no es friendzonear, osea si eres mi mejor amigo, de casi toda la vida, te amo, se que somos tan diferentes, se que eres chiquito, se que tenemos diecisiete años, que tenemos toda una vida por delante siempre y cuando deje el tabaco, las drogas; bueno ese no es el punto ahg. — Seokjin rascó su nuca molesto sabiendo que ya estaba arruinando la conversación/confesión. — Lo que quiero decir es que te amo, quiero que seas mi lindo y pequeño novio, prometo amarte, respetarte, siempre, pero siempre ser honesto contigo, aquí es la parte difícil, soy el tazo que tú volteaste, no sé si soy gay, heterosexual o bisexual, o los demás "xual" que exista, solo se que te quiero a ti.
— Reto. — Dijo sin más Yoongi.
Seokjin pensó que no le importó y arruinó su perfectísima confesión.
— Te reto a que me hagas tuyo de la manera que tu quieras, así te diré que si.
El rojo de Seokjin se expandió por completo en todo su rostro llegando a sus orejas, realmente no estaba preparado para dar tremendo paso, ¿quería? ¡por supuesto! ¿tenia miedito? ¡muchísimo! ¿iba a hacerlo? ¡quién sabe!
Otra vez había un silencio en Seokjin pensando todas las miles de posibilidades, si había visto unos tutoriales, sabía algo sobre lo que tenía que hacer, los movimientos buenos, los puntos "de placer" pero no era lo mismo, ¿y si Yoongi tenía mucho vello? ¿y si dolía realmente bastante? ¿que pasaria si se arrepiente Yoongi en medio del acto?
Yoongi también tenía miedo, quería hacer algo para que ambos se sintieran bien, claro que temía por su culito, pero quería estar con Seokjin, quería ser uno con el hombre que ama, hasta se había depilado hace unas horas, gran consejo de su madre, oh el láser es la mejor de las opciones, había quitado todo rastro de vello en sus piernas, pene, y su chiquito.
No solo eso, había tenido un facial, correción de cejas, masajes de vapor, manicura y pedicura.
Gracias mamá Minnie.
Yoongi quitó sus gafas limpiando el falso polvo que había esperando la jodida respuesta de Seokjin.
Seokjin no tenía condones.
Yoongi suspiró, no había pasado tanto tiempo, pero en su mente ya eran minutos y minutos perdidos.
¿Por qué era tan difícil para Seokjin responder...?
— Hay que hacerlo. — Ah-
— Yoongi solo somos unos chicos inadaptados de diecisiete años, pero creceremos juntos.
— Subamos.
— ¿En tu habitación o en la mía? — Los mejores amigos habían hecho la misma pregunta, Seokjin tomó la mano de Yoongi entre sus dedos mirándolo fijamente. Ahora Yoongi tenía unas leves chapitas. — Será la mía. — Dijo Seokjin encaminándose a las escaleras.
Al entrar a la habitación había una pequeña tensión.
Yoongi se sentó al pie de la cama mirando a Jin él cual estaba quieto dándole la espalda.
Hagamos esto fifi.
— Solo déjame hacerlo.
El mayor se subió a su cama palmeando sus piernas para que su pequeño se sentará en ellas, Yoongi entendió rápido quedando en la posición acordada.
Jin tomó las pálidas piernas de Min haciendo que estás se enrollaran en su cintura, puso ambos brazos enlazados a su cuello, los dos estaban cara a cara, mirándose fijamente, Yoongi fue el primero en cerrar sus ojos esperando sentir los esponjosos labios de su amado en sus propios.
Apretó su mandíbula sintiendo unos traviesos dedos colándose entre su abdomen, segundos después sus belfos habían sido atacados con fervor, pero disfrutando la sensación embriagante a sabor del vino, los dulces y esponjosos labios de su próximo amante.
Las caricias junto con los besos iban en aumento subiendo cada vez más, los dedos subían a su pecho, los besos bajaban a su mandíbula y cuello, el agarre era con más dureza, el roce era más certero al igual que excitante, Seokjin volvía a tomar los labios disfrutando el contacto de lenguas.
Apretaba cada vez más el cuerpo de bajo suyo queriendo sentir al máximo la piel, y el contacto. Sus manos bajaron a pantalón de Yoongi en un intento de quitarlos solo para sentir más esa lechosa piel.
Lentamente aquel pantalón fue lanzado de la cama, las piernas de Yoongi eran acariciadas con amor, con suavidad.
— Jin... — Soltó un jadeo Yoongi sintiendo su piel apretarse en todo sentido.
Está vez el buzo fila que tenía Seokjin fue lanzado sintiendo las uñas de su amante clavandose en su amplia espalda, deseoso de hacer lo mismo alzó la playera de Yoongi dejándola en el olvido, tocando y acariciando, se convirtió en toda una disputa de roces, los shorts también fueron lanzados sin importar a dónde cayeran, ahora solo los separaba una fina tela de ambos boxers.
Seokjin sonrió deseoso de hacer su siguente maniobra, aún con los dedos de Yoongi en su espalda; bajó sus labios a los pequeños pezones y su mano al fondo del boxer.
— Así no~ — Gimió Yoongi retorciéndose ante el placer, una punzaba de excitación llegó a su pene al sentir de nuevo los largos dedos de Jin.
Otro gemido aún más fuerte salió de sus labios, no podía con tanto, los dedos, labios, y lengua de Jin lo estaban volviendo loco. Arqueaba la cabeza, retorcía la espalda, apretaba las piernas, arañaba esa amplia espalda y no era suficiente para quedarse callado, para no abrir los labios ante el completo placer.
Cuando pensó que no podía con más, llegó mas, aquellos dedos ya algo empapados de su propia esencia estaban buscando entrar a su pequeño agujero, haciendo movimientos circulares y a la vez medio introduciendo.
Apretó los ojos sintiendo un dolor espantoso sin haberlo conocido antes, esa pequeña excitación había desaparecido Yoongi solo sentía dolor, sin embargo Seokjin no lo había notado y solo seguía con su movimiento, lo hacía lento, sabía que iba a doler de una u otra manera. Con su mano libre acariciaba esos puntos de placer, su boca aún buscaba marcar diferentes lugares, labios, pecho, cuello, manos, todo eso con el único fin de darle a Yoongi: placer, amor, confianza, seguridad, todo por Yoongi.
La caricias de Jin cada vez hacían más efecto en Yoongi, en dolor aún estaba presente pero ya no era tan grato, ahora era una pequeña descarga de placer, a la vez de necesidad queriendo llegar a más, este ya se encontraba moviendo sus caderas de forma involuntaria, solo sabía que quería sentir más esa cercanía y el contacto de pieles.
— Jin por favor... — Las palabras del menor no llegaban a salir, siempre eran interrumpidas por gemidos una y otra vez, pero él otro sabía que ambos lo necesitaban.
La entrada de Yoongi ya estaba algo dilatada con dos dedos, Jin sabía que no se comparaba con su tamaño, pero también sabía que ya era necesario, era la hora de la verdad.
— ¿Estás seguro? — Preguntó con un hilo de voz que apenas se llegó a escuchar, sus ojos de nuevo conectaban con los de Yoongi aquellos hermosos ojos estaban brillando potentes de seguridad solo bastó con un asentimiento de su menor para llevar todo a la siguiente fase.
— Solo hazlo, recuerda que es un reto. — Una pequeña sonrisa apareció en los labios de Yoongi. — ¿Lo olvidaste? ja rayos.
Aquella sonrisa casi desaparecía pues otra vez esos largos y huesudos dedos habían entrado con algo de rudeza, no dejó que eso le venciera aún apretando por los menos los pies él nunca dejó de sonreír.
Seokjin está vez acostó a Yoongi en la cama quitando por completo sus boxers y los de Yoongi, aquellas entre piernas estaban en su máximo resplandor, realmente no había tanta diferencia y eso le hacía en parte feliz a Jin ¿por qué? no sé sabe.
Seokjin buscó abrir de mejor manera las piernas de Yoongi para así tener menor acceso a esos labios anales, de nuevo introdujo dos de sus dedos por una última vez, sus ojos conectaban con su amante sin dejar la estimulación, le gustaba verlos. Yoongi sonreía estaba muy deseoso, estaba feliz de que en poco tiempo sería uno con Jin, con su mejor amigos de años y años, con su alma gemela.
Jin volvió a acomodarse mientras lentamente alineaba su falo, cada vez que se adentraba su pequeño bajo suyo apretaba los ojos debido al dolor, pero segundos previos a la excitación.
— ¿Falta mucho? — Preguntó Yoongi queriendo bajar la mirada pero tristemente no llegaba a ver demasiado, solo escuchó la risa forzada de Seokjin.
— Estoy casi adentro.
Ese fue el último empuje para llegar a entrar por completo.
— ¡Ahh! — Ambos habían gemido sin poder controlarse ambos hacían intentos para comenzar las embestidas, pero Yoongi ni Seokjin se sentían preparados, les gustaba por completo aquella sensación, no sabían si dar aquel paso, sabía que era el final, pero era difícil, podría doler, podría no gustarle.
Ambos estaban quietos uno: disfrutando aquella estrechez, caliente, suave, abrigador, acojedor, algo lindo y tranquilo. Él otro disfrutando la obstrucción, esa calidez y seguridad, era todo lo que Yoongi deseaba, simplemente magnífico todo era perfecto, no había algo mejor, bueno lo había.
Tratando de ninguno saliera lastimado, ambos comenzaron de nuevo con los apasionados besos, ahora no eran tan monótonos, había más pasión, más necesidad, los perfectos ruidos de satisfacción salían de ambas bocas, el roce de lengua era simplemente perfecto, todo iba de maravilla sino hasta que de nuevo Yoongi comenzó a mover sus caderas de manera involuntaria, él mismo se estaba encargando de hacer las estimulaciones, ahora ambos se habían dado cuenta que en verdad si necesitaban ese placer, ese gran movimiento.
— Voy a hacerlo.
Dijo Seokjin seguro de si mismo, Yoongi solo asintió sintiendo los movimientos de las pelvis, ahora eran los sonidos al chocar de ambos cuerpos.
— Oh Jin ¡dios!
— ¿Yoongi podemos cambiar?
Jin salio apenas Yoongi accedió, ambos cambiaron de posiciones, Yoongi quedó en cuatro a la orilla de la cama, mientras Seokjin estaba en frente alineandose de nuevo. Rápidamente volvió a entrar de nuevo, esta vez fue aún más rápido comenzando con duras estocadas, puede que fuera algo brusco pero no había dolor, solo habia un gran éxtasis. La mano de Yoongi bajó a su propio falo empezando a masturbarse era lento, no podía con su propio ritmo, Seokjin era muy rápido, y él apenas podía consigo mismo.
Seokjin se movía rápido, certero, seguro de si, sujetaba las caderas de Yoongi con fuerza, trataba de no marcar del todo sus dedos en aquella sencible piel, tampoco iba a negar que no era una idea simplemente deliciosa, pues tan solo imaginar esa piel blanca marcada de rojo, quizás un morado neutro si era definitivamente delicioso.
¿Masoquista? no, ni cerca de conocer ese perfecto mundo.
Otra veces tomaba los delgados labios de Yoongi con los suyos suaves y carnosos, simplemente perfecto, aquella combinación era embriagante, deliciosa.
Acariciaba lo más posible que podía de su cuerpo, le gustaba sentir a Yoongi en todo sentido, fácilmente podría decir que se volvería adicto a Yoongi, le gustaba escuchar su nombre saliendo de los labios de Yoongi, cada gemido era más placentero que el anterior.
Realmente ama a Min Yoongi, o si no, no sabe que significa todo lo que siente.
— Acabaré Min. — Seokjin seguía con sus movimientos bruscos. Sensato de seguir tocando los puntos de placer, de acercar a Yoongi para devorar su boca, para expandir su lengua y que lo único que sienta Yoongi sea a él.
— También yo. — Aseguró Yoongi solo dejándose dar por el placer, iba a acabar solo por Seokjin, no podía tocarse, le era imposible aquel ritmo lo bloqueaba de todo.
— ¡Jin!
Yoongi solo cayó rendido sientiendo toda su escencia regarse en la cama, aún así tenía el trasero parado, Jin solo necesitó unos cuantos movimientos más y al igual que Yoongi cayó rendido.
Un orgasmo lo tiene cualquiera pero no uno como dos chicos experimentando con ellos mismo a la hora del sexo, sí.
— Yoongi ah.
— Jin... creo que no puedo moverme.
Ambos estaban simplemente derrotados, aquellas entre piernas no dió para mucho, al igual que ellos, ya estaban cansadas y muy dispuesta a recuperar energías.
— Entonces... ¿cuál es tu respuesta? — Preguntó Seokjin trayendo el motivo principal de esa actividad.
Yoongi volvió a sonreír con tanto brillo en sus ojos, sus pequeños dientes solo hacían a Seokjin sentir paz, no había contestado pero estaba tan seguro que quería ver esos pequeños dientes, esa linda boquita y todo de él, por mucho mucho tiempo.
— Está bien Kim Seokjin, voy a ser tu novio.
Esas palabras fueron baterías para las energías de Seokjin con una gran sonrisa, comenzó a dejar muchos besitos por todo el rostro de su lindo y pequeño novio. — Te voy a amar mucho, te haré el novio más envidiado.
— Pues eso espero que sino mis madres te van a castrar.
— Yoongi te amo.
— Te amo Seokjin, más te vale que nunca se te olvide que el día de San Valentín también es nuestro aniversario.
Realmente solo quería volver a leer esto pero mejor lo publico, amo el Jinsu bye.
Un mes después de San Valentín porque #retraso.
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