Me van a salir unas estrias horribles. Hace unos días no me entraba nada porque tenía unos kilos de más y ahora me viene todo grande. Incluso le he tenido que pedir un vestido a Lauren... Si lo hubiera sabido, habría llenado la maleta.

No me extraña mi bajada de peso. Siempre he comido normal, sin excesos, y he sido muy delgada; ha sido durante este curso que he engordado a causa de la ansiedad de los estudios. Y ahora he adelgazado más de lo normal porque no tengo ganas de comer nada. En general, no quiero hacer nada.

Me siento desganada, mareada y sin fuerzas. Me encuentro fatal, incluso están disminuyendo mis deseos de permanecer aquí.

Tengo un plato de tortitas delante y ni siquiera lo he tocado. Es raro pero me entran arcadas con solo pensar en meterme un trozo de comida en la boca. No me quiero ni mirar al espejo, cosa que antes era uno de mis pasatiempos favoritos. Antes nunca me había enamorado de ningún chico, eso es cierto, pero sí de mí misma. Y ahora ni eso. Es como si hubiera dejado de sentirlo todo de la noche a la mañana, y me importa tan poco el aspecto que tenga ahora mismo... Solamente me apetece estar tumbada horas y horas sin saber nada de nada ni de nadie.

—No puedes seguir así, Evelyn.

—Estoy bien —es la frase que más he repetido durante las últimas horas y la que más mentiras contiene.

Sé que lo único que están haciendo mis amigas es preocuparse por mí y debería pensar un poco más en ellas, pero me cuesta hacer el esfuerzo de seguir con mi vida como si nada hubiera pasado. Yo misma fui la que quise distanciarme de Caleb y de Andrew, y nunca pensé que eso me conduciría a la situación en la que estoy ahora.

Pues sí que estaba enamorada, sí... Y lo peor es que presiento que no les importa cómo yo esté. Caleb me dijo que me quería pero ya ni me mira, y Andrew ha vuelto a ser el prepotente engreído que era cuando lo conocí. Ahora entiendo a esa voz que me prohibía dejarme llevar por mis sentimientos.

Me levanto. Quiero volver a mi cabaña y no salir hasta que termine el verano. Intento caminar recta pero me sorprendo a mí misma tambaleándome de un lado a otro. Tengo que aguantar, por muy débil que esté, al menos hasta estar fuera del comedor donde ya nadie me pueda ver. Acelero el paso pero al parecer eso me marea más y se me empieza a nublar la vista.

Esto no puede estar pasando. No quiero que nadie me vea así... «Venga, que ya no queda nada.»

Doy unos cuantos pasos más pero ya no me quedan fuerzas y las piernas me empiezan a temblar. Esto no me había ocurrido nunca y la gente debe de pensar que estoy borracha o algo así, pero es serio... tan serio que cuando me doy cuenta ya no veo nada.

~~

—Esto es culpa tuya. Tú no la quieres y ella te iba a elegir a ti.

—Claro que la quiero, joder. Déjame en paz. ¿Te tengo que recordar todo lo que le hiciste tú el año pasado?

—Yo actuaba por despecho, porque siempre te veía con ella. Eras un puto grano en el culo, Caleb... y ahora vas y te lías con otra.

—Cierra el pico, Andrew. No tienes ni idea de nada.

—Cerrad el pico los dos, que me estáis poniendo de los nervios.

—Jade, ¿qué le ha pasado? —La voz de Andrew ahora suena mucho más calmada y me atrevo a decir que guarda un rastro de tristeza.

No quiero abrir los ojos todavía. Me da mucho miedo lo que me pueda encontrar.

—No, ¿qué os ha pasado a vosotros? Si tanto os importa Evelyn, demostradlo, ella no es adivina.

—Jade tiene razón. A lo mejor como pareja está difícil, pero Evelyn os quiere mucho más allá de eso. Y como mínimo, se merece vuestra amistad.

—Yo no puedo ser su amigo.

—Ni yo...

—Entonces iros por donde habéis venido, o directamente: a la mierda. Ya nos ocuparemos nosotras de buscar a un tío en condiciones para ella...

—¡No! —Gritan ellos al mismo tiempo.

—¡Fuera!

Escucho un puertazo, y después, a Chloe y a Jade cuchicheando entre ellas. Empiezo a oír tantas palabras malsonantes que me obligo a abrir los ojos.

—¡Perra! ¡Qué susto nos has dado!

—Lo siento, chicas —me disculpo, incorporándome en la camilla de la enfermería—. ¿Ahora entendéis por qué quería alejarme de ellos?

—Sí, pero no es normal que estés así por esos dos. No los necesitas para estar bien, Evelyn.

—No lo puedo controlar, Chloe. No sé qué me pasa pero no puedo más.

—Sí lo sabes. Te has enamorado y no has sabido cómo llevar tus sentimientos, has dado más de lo que has recibido y por eso te sientes así; porque has estado un puñetero año comiéndote la cabeza para tomar la decisión correcta y al final ninguno de los dos ha estado ahí para escucharla.

Cuando Jade habla y se deja de tonterías, por fin me siento comprendida. Esas son exactamente las palabras que tengo dentro y no sé expresarlas en voz alta, ni siquiera en mi mente.

Me siento estúpida. Yo lo único que quería era ser feliz y no pensé en las consecuencias. Siempre me pasa lo mismo. La impulsividad y el orgullo forman parte de mí y cuando se me ocurre cualquier cosa o me propongo algo, ya no hay marcha atrás.

Esto de ir por el campamento pareciendo un muerto viviente se terminó. Necesito volver al pasado y recuperar a la Evelyn que disfruta y se olvida de todo, esa que solamente pretende pasarlo bien, aunque solo sea por un periodo de tiempo... hasta que recupere las ganas de estar aquí.

 —Chicas, Patrick Cooper os está buscando —es Emily. Acaba de entrar y me está mirando con cara de lástima. ¿Quién es esta y qué ha hecho con esa monitora que me odiaba?

Chloe y Jade abandonan este sitio tan espeluznante. Y ahora, estoy a solas con Emily Brown. Otra vez.

—No he podido evitar escuchar lo que decíais —reconoce—. No dejes jamás de ser quien eres por alguien.

—Es un poco incómodo para mí esto...

—He vivido más de lo que crees —me corta—, y me parece que tú eres más inteligente que yo. Si quieres a alguien, hazlo bien porque no me gustaría verte de nuevo en esta situación.

—No estoy así por eso —miento.

—Hazme caso, Evelyn. Cuídate a ti misma por encima de todo y luego piensa en los demás. Me da igual si es mi hermano o Andrew, pero si al final acabas con alguno de los dos, lo mejor será que estés preparada porque el amor no es fácil.

Emily descruza sus brazos y se dirige a la salida de la enfermería, pero a mí nadie me puede dejar así.

—¿Te puedo preguntar algo?

Ella frena en seco y se vuelve hacia mí lentamente. La miro fijamente dispuesta a descubrir algo oculto en ella, sin embargo, y por mucho que me esfuerce, no veo nada.

—¿Qué quieres de mí? ¿Por qué de repente eres tan cercana conmigo?

Mis preguntas no la pillan por sorpresa, es como si supiera que en algún momento se lo iba a preguntar.

—Ya te lo dije. Quiero empezar de cero, mi hermano me hizo abrir los ojos y darme cuenta de que no estaba siendo justa contigo.

—¿Y no... hay nada más? —Curioseo.

Emily traga saliva y eso me lo hace ver claramente. Hay algo más, por supuesto que sí, y es lo que la está llevando a ser tan amable conmigo.

—No, Evelyn. Ahora preocúpate de mejorar y cuídate, intentaré volver más tarde.

~~

¿Un ramo de flores? ¿Es un broma?

Unas rosas rojas reposan sobre la camilla blanca que tengo a mi derecha, alguien las debe haber traído mientras yo dormía, pero me da demasiada pereza levantarme para alcanzarlas. Intento leer desde aquí la tarjetita azul que llevan sin éxito. Menos mal que Lauren está aquí para hacerlo por mi...

La rubia lee en silencio su contenido antes de decírmelo, y primero pone una cara muy extraña. Acto seguido, sonríe con nerviosismo y dice:

—"Para que la rosa más bonita del campamento se mejore."

—Dios, qué cursi.

—Evelyn, ¡es precioso!

—Demasiado empalagoso... ¿Y no está firmada? —Pregunto esperanzada.

—No...

—En ese caso, sigue siendo cursi, empalagoso y ridículo. Te las regalo.

Lauren se guarda la nota en el bolsillo trasero de sus pantalones y recoge el ramo de encima de la cama. Madre mía, lo mira como si fuera lo más valioso del mundo.

—Nunca me han regalado algo así, ¿sabes?

—Hoy debe ser tu día de suerte.

Sé que es un regalo de Caleb o Andrew, y lo tengo claro porque nadie más tiene esa confianza conmigo como para traerme esto. Sin embargo, no me importa, quizás habría significado un poco más para mí si esa nota hubiera estado firmada. Pero son tan cobardes que ni eso pueden hacer por mí.

Por eso, la nueva (o mejor dicho, vieja) Evelyn sin sentimientos acaba de aterrizar en el campamento.

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Feliz sábado 😍 Espero que hayáis empezado semana santa de la mejor forma, y muchas gracias por leer. Os veo el próximo miércoles en el capítulo 6💕