Capítulo 10
No me atrevo a leerla. No estoy preparada para descubrir lo que me escribió Andrew a saber cuándo, ya que Lauren tenía la carta aquí guardadita y jamás me había hablado de ella.
Vuelvo a revisar cada trozo del sobre en busca de alguna fecha que me de pistas sobre lo que ha pasado aquí, pero nada. Sigo sin encontrar ni comprender NADA.
Vuelvo a dejar la carta donde estaba, preguntándome qué voy a hacer cuándo Lauren llegue y me encuentre aquí. ¿Le digo lo que he encontrado o me hago la loca? Definitivamente, voy a optar por lo segundo. Quiero saber si me la iba a dar o simplemente la estaba escondiendo aquí para que yo nunca la viera.
Tengo miedo, honestamente. Esta podría ser la prueba crucial para saber si de verdad existe algo entre Andrew y ella.
De pronto, como si la hubiera llamado, la puerta se abre y detrás de ella aparece esa pequeña rubia también conocida como el centro de todas mis dudas ahora mismo. Parece exageradamente sorprendida de verme aquí, a juzgar por cómo se le han abierto los ojos y la boca de par en par.
—Hola —es lo único que puedo decir, a la vez que fuerzo una sonrisa.
—¡Hola! Pero qué… sorpresa, ¿no? —Me saluda, visiblemente nerviosa—. ¿Qué te trae por aquí, Evelyn?
No puedo contestarle. Mi mente se aleja del mundo en general cuando la veo acercarse a la cómoda y tapar con su cuerpo la torre de libros que tiene ahí. Saco la cabeza para ver qué hace y me la encuentro escondiendo el sobre con mi nombre entre los libros.
Absolutamente increíble.
—En realidad, sólo venía a pasar el tiempo contigo. Últimamente casi no te dejas ver por el campamento…
Me cuesta mucho seguir fingiendo que nada ocurre. Siempre he sido más transparente que el agua e incapaz de ocultar algo. Sin embargo, en esta ocasión lo veo tan necesario que me resisto a hacerlo.
—Sí, tienes toda la razón. A partir de ahora volveré a pasar tiempo contigo.
—Genial… —Sonrío cínicamente—. Oye, ¿y qué tal con Andrew?
—Es un gran chico, ¿sabes? Me alegro de haberlo conocido.
Pero ¿cómo tiene el valor de decirme en mi cara que se alegra de haber conocido al chico del que estoy prendada? Ya lo siento, porque a Lauren la quiero mucho como amiga mía que es (o era), pero ha cruzado el límite. No puedo seguir pensando que es inocente cuando he visto con mis propios ojos que está escondiendo una carta que en realidad me pertenece a mí.
—Yo también —digo con sarcasmo, pero obviamente ella nunca lo pillaría. Lauren no sabe que ahora sé lo que sé.
Siento que me ha fallado. Supongo que es normal, ¿no? Cuando yo de verdad considero a una persona amiga mía, quiere decir que le he dado mi confianza, y eso es algo demasiado valioso para mí. Algo se me ha roto por dentro porque yo sí confiaba en Lauren y me ha fallado, esa es la única realidad.
Por eso quería que… por eso me apoyaba en la idea de alejarme de los chicos. De tonta no tiene ni un pelo. Quería aprovechar que yo estaba mal y meterse en mi “lo que sea que tengo” con Andrew, para después retirarme cuando ha visto la ocasión y dejarme fuera de juego.
No lo voy a consentir.
Cuando me doy cuenta, sus ojos azules y preocupados están apuntando los míos. Seguro que está algo sorprendida con el fuego de mi mirada llena de rabia. Si hay algo que hace mis venas arder es que me haga daño alguien a quien quiero.
—Perdona, no quería molestarte —me sorprende hasta a mí misma lo falsa que estoy siendo, pero no tengo fuerzas para discutir con ella—. Yo me marcho ya, que estoy agotada.
Y sin escuchar su despedida, me alejo de su cabaña como si estuviera maldita. No sé cómo pude alejarme de Chloe y de Jade para acercarme más a Lauren, debería haberles hecho caso desde el principio. Mis amigas de verdad son ellas y quienes saben siempre qué es mejor para mí. Qué estúpida he llegado a ser.
Una lágrima amenaza con caer sobre mi mejilla y es entonces cuando me percato del arrepentimiento que estoy sintiendo. Maldigo todos esos momentos en los que he invertido mi tiempo en Lauren, pero… ¿y Andrew? ¿Qué pasa con él ahora? ¿Sabe que esa carta nunca llegó a mis manos…?
Quizás por eso su mirada es cruel cuando me ve, tal vez esa es la razón por la cual no me dirige la palabra. Yo creía que él había pasado página increíblemente rápido, y en realidad, no es así. Y por si fuera poco, Andrew ha debido de pensar lo mismo de mí, que le había olvidado… cuando no ha abandonado mi mente ni un solo instante.
Mierda. Mierda. Mierda.
~~
—Adelante —murmuro. Acabo de contarles todo, absolutamente todo a mis VERDADERAS amigas: desde lo de Caleb y Amy hasta lo de Andrew y Lauren. Ahora espero sus opiniones, que viniendo de ellas, ya me puedo imaginar lo que dirán.
—Esa mosquita muerta se va a enterar.
Mentiría si dijera que esperaba algo como un “te lo dije” ya que Chloe no es así. Jade tampoco.
—¿Estás segura de que no te ha echado un mal de ojo? Es toda una bruja.
Chloe estalla en una carcajada y Jade se encoge de hombros. Estas dos están tan acostumbradas a criticar a la gente que ya no sienten ni el más mínimo remordimiento. A su favor tengo que añadir que siempre ponen verde a personas que se lo merecen.
—En realidad, hay algo bueno que puedes sacar de todo esto… milagrosamente. —Vaya, parece que ahora Jade habla en serio—. Si ni Amy ni Lauren hubieran venido al campamento, quizás todavía estarías confundida. De alguna forma, te han ayudado a aclarar tus sentimientos.
—En eso tienes razón —me apresuro a responder—. Por fin sé que a Caleb lo quiero como amigo, pero…
Y de pronto, se me acaban las palabras. Admitir lo que quiero admitir me duele hasta a mí, y es que me pone en una situación bastante embarazosa.
—Sé lo que vas a decir —interviene Chloe, y me siento aliviada—. Estamos delante de un caso de friendzone importante, ¿verdad?
Lamentablemente, asiento. Ya no solo me duele el hecho de que sienta algo por mí y yo le pueda hacer daño, si no que Amy también esté involucrada en todo esto. Tal y como ya les he informado a mis amigas, es evidente que la perfecta está enamorada de mi amigo.
—Qué pena. Salir de verdad con Amy sería lo mejor que podría hacer.
—Ya, pero los sentimientos no se eligen, Chloe —le contesta Jade, como si fuera toda una sabia en el terreno del amor. Aunque, a decir verdad, la que mejor lo lleva es ella. Su relación con Jason va viento en popa.
—Ni que lo digas…
Hoy he tenido una idea que por suerte aún no he puesto en marcha, y es que seguramente pronto me arrepienta. Es algo que si fuera por mí nunca haría, pero por Chloe estoy dispuesta a lo que sea, por no verla hacer más tonterías con la excusa de que se quiere convertir en una mujer fuerte.
Lo de Ben y Candice nos pilló a ambas por sorpresa, pero mi mejor amiga aún lo está asimilando. Un estúpido como Ben no se merece a una joya como Chloe, aunque no se trata de eso ahora. Y es que… Creo que voy a hablar con Candice. Supongo que es el momento de poner las cosas en orden, de entender por qué me hizo todo lo que me hizo, pero sobre todo, de averiguar si lo suyo con Ben va en serio. Lo último es lo que más me interesa.
Candice podrá ser todo lo maléfica que quiera, pero a pesar de todo, nunca duraría tanto con un chico que no le gusta de verdad. Suponiendo que su relación es real, quiero descubrir todos los detalles. Cómo y cuándo ocurrió, y por qué ambos se olvidaron de Chloe tan rápido. Me jode reconocerlo, pero hay una gran posibilidad de que nunca les haya importado ella.
Ya está anocheciendo y sé que pronto nos llamarán para la cena. Esa podría ser una oportunidad perfecta para pedirle una conversación a Candice, ya que no dejan entrar a nadie más a partir de las ocho (a no ser que sea día de fiesta). Ben no estará aquí para distraerla y podremos estar a solas un rato.
¿Y si…? Joder, me costaría mucho tener una charla con ella como personas civilizadas. Más que nada porque llevamos casi un año sin hablarnos y no acabamos precisamente bien. Una mezcla de curiosidad y miedo es el sentimiento que me invade el cuerpo en este momento, y es que solo pensar en dirigirle la palabra a esa chica que tanto daño me ha hecho me hace sentir profundamente rara.
Minutos más tarde, y a petición de Jade, somos las primeras en cruzar la puerta del comedor. El olor a pollo me atrae tanto que se me abre el apetito enseguida. No hablemos de lo que estará experimentando Jade en su interior.
—¿Está ocupado este sitio? —Oigo su voz y lo único que quiero es que abandone el comedor, la casita, el campamento y el país. Cuando alguien a quien he querido me traiciona, ya no hay marcha atrás.
—Sí. —Responden mis amigas al unísono. Es posible que nadie se vaya a sentar a mi lado esta noche, pero prefiero eso a que se siente Lauren… y Chloe y Jade lo saben.
—¿Puedo preguntar por quién?
Chloe y Jade se miran entre ellas y vuelven a hablarle al mismo tiempo:
—No.
Las quiero tanto.
Lauren, a la que por cierto no me he dignado a mirar, resopla y se marcha a la mesa del final. Pues buen viaje.
El siguiente en entrar es Jason. Seguido de ese amigo suyo que provoca que mi corazón salte, baile y haga volteretas en mi pecho. Cuando lo veo sonreír así casi me da algo. En serio.
Andrew me ve y parpadea hasta que me empiezo a preguntar si tiene algún problema. Su sonrisa ha desaparecido por mí, estoy segura. Y no me extraña que no me quiera ver ni en pintura, porque su queridísima Lauren ha hecho que crea que ignoré su carta… ¡Joder, ni siquiera la recibí!
—Andrew.
Oh, no. Jade debe de haber pensado que este es el mejor momento para que Andrew se acerque aquí y… No. No lo es cuando parece estar igual de enfadado que siempre.
Al parecer, él ha decidido ignorarla.
—¡Andrew! —Grita a todo pulmón. El aludido pone los ojos en blanco—. Acércate.
Y el muy idiota le está haciendo caso. Y mi corazón palpita como si no hubiera un mañana. Y todo esto parece absurdo. Y estoy cansada de tenerlo lejos en todos los sentidos. Así es que: gracias, Jade.
—Como te sientes al lado de la bruja, eres hombre muerto —le susurra mi amiga cuando él llega, y acto seguido, sigue comiendo como si nada.
—¿Qué coño dices? ¿Dónde quieres que coma si no?
—Tú eres tonto —afirma Chloe.
Andrew frunce el ceño. Está flipando y no entiende nada, eso es lo que he pillado. Mis amigas no es que sean muy claras, pero no hace falta que le digan literalmente: “si te sientas al lado de Lauren, Evelyn se querrá estirar de los pelos”. Digo yo, ¿eh?
No importa. A veces las mujeres empleamos un lenguaje que solo nosotras entendemos, queremos que los chicos sepan qué es lo que nos molesta pero no se lo decimos con claridad. Yo tampoco creo que eso sea malo. Lo que ocurre es que nos sentimos humilladas porque seguramente ellos lo considerarán una estupidez.
Eso me pasa a mí. Si yo tuviera las narices de decirle a Andrew que me jode seguir viéndolo con Lauren, me diría que estoy celosa y lo pasaría por alto. Pero mierda, no es eso. Ya he comprobado que ella no es lo que aparenta, que probablemente ha estado jugando todo este tiempo con nosotros y quizás haya sido ella la mayor responsable de nuestro distanciamiento.
¿Quién sabe si no le ha soltado alguna otra mentira para salirse con la suya? Ahora ya la veo capaz de todo.
~~
Por enésima vez, me pregunto qué hago aquí y me vuelvo a responder. He venido a la cabaña de Emily para encontrar una solución, pero más que nada para ver si consigo descubrir algo más sobre Lauren.
No estoy loca, lo juro. Sé que este no es uno de los sitios que más me gusta del campamento, los recuerdos que me trae este lugar no son precisamente buenos. Pero Emily ha cambiado… O eso nos hace pensar a todos. Mientras me pueda ayudar con esto, me da igual lo demás.
—Entonces, ¿quieres que te diga exactamente lo que vi?
—Quiero que seas sincera, por encima de todo —digo, y mi voz está a punto de temblar.
La monitora me sonríe. No sé exactamente qué quiere decir eso, así que dejo que se explique.
—Lamento decirte que lo único que vi fue un beso.
Mis hombros caen derrotados. Emily ya me lo había dejado caer, pero sigue doliendo. No me puedo imaginar a Andrew besando a otra chica por voluntad propia… sería como si me apuñalaran.
—Mi hermano nunca te haría eso, ¿sabes?
—Caleb está con Amy.
—Pero te quiere a ti. No tienes que sufrir por Andrew si a Caleb todavía lo puedes tener… Ahora más que nunca.
La indignación me sube por la columna más rápido de lo que puedo imaginar, y las palabras salen prácticamente disparadas de mi boca.
—Ahora que tú lo has publicado, ¿no?
—¿Qué? —Reacciona. Parece que de verdad no sabe de qué estoy hablando.
—Tú te has hecho pasar por mí y has hablado con la prensa sobre la relación de tu hermano —me reitero.
—Lo siento —ríe irónicamente—. Pero quiero demasiado a mi hermano como para hacerle eso.
—No me vas a mentir, Emily.
—Y no te estoy mintiendo —confiesa casi ofendida.
Me pregunto qué significa esto. Si Emily no miente será un problema, porque quiere decir que hay alguien que sabe por qué Caleb y Amy no están de verdad juntos.
Pero es que no puede ser… Después de hablar con Caleb, estaba convencida de que era Emily la responsable del espectáculo mediático de la no relación entre los actores del campamento. Y si no ha sido ella… nadie más puede haber sido.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top